septiembre 15 de 2005
INDICE
Editorial
• EXPLORANDO CAMINOS DE PAZ
Nacional
• ACEPTAMOS “LA CASA DE PAZ”
• VENDER TELECOM, UN CRIMEN DE LESA PATRIA
Internacional
• LUIS ALBERTO MORENO Y EL BID: UNA AMENAZA SERIA
Aniversario
• CARTA DE JAMAICA
Editorial
EXPLORANDO CAMINOS DE PAZ
Para el ELN la búsqueda de la paz es la prioridad nacional y su esencia radica en la superación de las causas que originaron la guerra, por eso toda estrategia de paz que no tenga como propósito realizar unas transformaciones sociales, económicas y políticas, no hará otra cosa que seguir reproduciendo el conflicto.
Con sinceridad hemos señalado la existencia de obstáculos que impiden avanzar por el camino de la paz, por eso consideramos necesario adelantar una exploración con diversos sectores de la sociedad para estudiar alternativas que hagan posible la superación de tales obstáculos y sea accesible diseñar una estrategia de paz con la participación de todos los colombianos.
Uno de dichos obstáculos es el desconocimiento que hace el actual gobierno de la existencia de un conflicto en Colombia, para hacerlo más complejo ahora el Presidente pretende reconocer la existencia de tal conflicto siempre y cuando el ELN acepte un cese al fuego. Es ilusorio que la existencia real de algo esté condicionada a la voluntad de alguien, es como pretender decir que reconoceríamos la existencia de la tierra si mañana el Presidente no se tomase las “goticas”. La realidad es independiente a la voluntad de las personas. Continuar insistiendo en la condicionalidad del proceso es regresar a esquemas que ya han sido traumáticos con este gobierno.
La propuesta de “La Casa de Paz”, presentada a las partes, por varios facilitadores nos parece importante en la medida que permite adelantar una primera exploración con sectores de la sociedad para examinar que tan posible resulta superar los obstáculos que hoy impiden poner a rodar un proceso de paz.
Si aparte de los obstáculos expuestos por nosotros, existiesen otros, estamos abiertos a que se consideren y a que se busquen salidas.
Los mismos facilitadores que confeccionaron la propuesta han considerado conveniente que Francisco Galán sea quien adelante una primera fase de exploración con la sociedad, en tal sentido el Comando Central ve bien que Francisco acepte este llamado de la sociedad para trabajar por la paz de Colombia.
La actividad que desarrolle Francisco le permitirá al ELN y a la sociedad analizar que tan posible es hoy avanzar en un proceso de diálogo, prever las adversidades y diseñar instrumentos que hagan del camino de la paz algo más transitable y no volvamos a caer en una nueva frustración. En esta primera fase Francisco se reunirá con todos los organismos y personas facilitadoras para elaborar una agenda de trabajo, que en su desarrollo apunta a encontrar las fórmulas que permitan la superación de los obstáculos que hemos señalado. El posible diálogo del ELN con el gobierno podrá darse en la medida que los obstáculos puedan ser superables.
Esperamos que los garantes internacionales brinden todas las garantías de seguridad y trabajo para que Francisco adelante exitosamente su actividad al frente de “La Casa de Paz”.
Nacional
ACEPTAMOS “LA CASA DE PAZ”
La oligarquía y el imperio le jugaron con todo en las elecciones presidenciales del 2002, dispusieron de dinero y recursos mediáticos abundantes para sustentar el programa de la guerra total y presentar a Uribe Vélez como el “Mesías” que liberaría al país de la inseguridad, la pobreza y demás insatisfacciones sociales.
La campaña se montó haciendo recaer sobre las guerrillas la responsabilidad de todos los males habidos y por haber en el país, descalificando los procesos de paz, poniendo en la mira la insurgencia como el enemigo principal a derrotar en una guerra total y rápida.
Ya en el gobierno, el Presidente Uribe Vélez efectivamente ha puesto todo el énfasis en la guerra, en doblar las rodillas ante el FMI y los planes del imperio, en pagar con gabelas el apoyo de la oligarquía y de los narcoparamilitares que le dieron la Presidencia, y en preparar el terreno para su reelección.
Tres años después los problemas del país siguen creciendo. Los resultados en la lucha contra las guerrillas son exiguos y limitados los de la seguridad ciudadana, en cambio la crisis social y humanitaria se disparó. Las argucias utilizadas para justificar la estrategia de guerra se han ido desvaneciendo con el paso del tiempo. El programa del 2002 es un rotundo fracaso.
Sin lugar a dudas estos resultados ya no sustentan el discurso de la guerra, el cual tampoco es funcional para fundamentar la campaña por la reelección, viéndose precisado el Presidente a cambiarlo por el de la paz.
El cambio aparente de postura en las propuestas hechas en los días anteriores por el gobierno hacia el ELN para reabrir los diálogos de paz y a las FARC para hablar del intercambio humanitario, es entendible dentro de ese agotamiento.
El ELN mira con cautela la propuesta, le preocupa que se exageren las expectativas de paz frente al país, que la nueva postura no trascienda más allá del discurso para el consumo electoral, que ella solo busque mejorar la imagen internacional deteriorada con el manejo de las negociaciones con los “narcoparamilitares” y que pretenda montar un show para responsabilizar a la guerrilla de previsibles desacuerdos, como acostumbra hacerlo.
Subsisten profundas hondonadas que distancian la propuesta del ELN de la del gobierno: la visión del conflicto, la forma de superarlo y los propósitos de la paz.
El ELN es escéptico con la propuesta coyuntural del gobierno, pues está precedida de la posición expresa del Presidente negando la existencia del conflicto interno, como si tapando el sol con las manos éste se ocultara, y de su posterior manifestación afirmando que si se abren los diálogos está dispuesto a reconocer que existe conflicto, como si éste dependiera de sus caprichos y proyectos.
Son malos signos esta negativa y condición, en ellos se dejan traslucir propósitos e intereses distintos a la solución política para construir la paz.
Nuestra organización mira con profunda preocupación los intentos de simplificar el conflicto al reducirlo a la expresión armada. Con esta manera sesgada de analizar lo que se pretende es ignorarlas raíces y causas políticas, económicas y sociales que lo han generado y alimentan en la cotidianidad. Es querer apagar el incendio a bajo costo, dejando vivas la injusticia social y la exclusión política para que continúen profundizando las penurias, el dolor y la marginación de las mayorías nacionales.
La paz tiene que ser real y duradera. Una paz a bajo costo aplaza la solución y deja el tizón prendido para que nuevos vientos incendien la pradera.
Sobre la paz hay distintas lecturas y tantos desacuerdos como lecturas e intereses hay en la sociedad colombiana. Lo que sobresale es el desconocimiento y la falta de conciencia sobre la esencia del conflicto y los alcances de la paz. Por este motivo consideramos necesario un ejercicio que haga posible la aproximación de las distintas “verdades” que existen y que configuran el mapa político del país. La Convención Nacional que hemos propuesto tiene este sano propósito.
Para el ELN la paz pasa por generar las condiciones que garanticen los cambios que el país necesita para que los colombianos disfrutemos del bien-estar, el bien-ser, recuperemos la soberanía del pueblo y la Nación y podamos convivir pacíficamente. Esas garantías deben ser el fruto de un gran acuerdo nacional de los colombianos.
La paz se construye en un proceso colectivo, vinculante, capaz de convertirla en propósito e interés nacional, donde todos nos sintamos parte y constructores de esa obra en todo el recorrido, donde el pueblo no sea un simple convidado de piedra o haga el papel de “comité de aplausos” en procesos monopolizados por gobiernos que ponen la paz al servicio de sus intereses políticos y de los grandes poderes que atenazan al país.
El ELN reiteradamente ha manifestado la voluntad que tiene para contribuir a la solución política del conflicto social y armado. Este propósito hace parte de sus convicciones y sus razones fundacionales y sigue pensando que es posible todavía.
Esos son los motivos que nos impulsan a dar pasos en dirección a construir la paz. Están equivocados de “cabo a rabo”quienes interpretan esta voluntad como signo de cansancio, debilidad y agotamiento de la lucha que iniciamos hace más de cuarenta años. Mucho menos es el preámbulo de la desmovilización deshonrosa que algunos sueñan, ni está tirando “la toalla” para insertarse en el mercado de las prebendas individuales. Por ese atajo no caminaremos los elenos.
Nuestro compromiso es con el pueblo, somos parte de él y al pueblo nos debemos.
En el ideario del ELN se contempla la lucha por construir el nuevo país donde la justicia y equidad social imperen, el país con que siempre hemos soñado las mayorías de los colombianos desheredados de la fortuna. Y a este propósito la militancia elena le ha entregado todo y le seguirá entregando lo mejor de su vida. Este propósito y nuestros principios no los traicionaremos, ¡seguro!
La propuesta de la “Casa de la Paz”, formulada por un grupo de facilitadores, el ELN la acepta porque interpreta aspectos de su propuesta de Convención Nacional. Vemos que es una posibilidad del encuentro con la sociedad, en un escenario exploratorio, para intercambiar distintas lecturas y desacuerdos que obstaculizan el proceso y no dejan avanzar en la construcción de la paz, allí se pueden tejer posibles salidas.
Es una ventana que, si el gobierno juega limpio garantizando seguridad y condiciones y si la estructura terrorista del Estado guarda sus pistolas, será de utilidad y ganará el país con la construcción de la confianza, pues se podrían exponer puntos de vista sin la mordaza de la intimidación y, en especial, que los desheredados de la fortuna hablen y el país los escuche.
El ejercicio de la “Casa de la Paz” puede ser el inicio de la cruzada para convertir la paz en máximo propósito nacional y puerta de entrada a un proceso real y estable. En esta ocasión preguntamos: ¿la tenaza oscura del poder permitirá que se avance por este camino? ¡El Presidente Uribe tiene la palabra!
Nacional
VENDER TELECOM, UN CRIMEN DE LESA PATRIA
TELECOM es patrimonio nacional y producto del esfuerzo continuo de millones de colombianos, que siempre hemos visto en esta empresa la posibilidad de unirnos, de comunicarnos, como decía su lema comercial.
Su presencia nacional es real. Su política de inversión social en la telefonía rural llevó la comunicación hasta los más recónditos lugares de nuestra geografía, construyendo una red que en la actualidad cuenta con cinco mil estaciones terrestres de microondas, cerca de tres mil canales satelitales y alrededor de tres millones de líneas de telefonía fija. Así mismo posee la mayor red de fibra óptica que enlaza al país con las redes mundiales.
Al asumir el actual presidente liquidador Alfonso Gómez Palacio, TELECOM contaba con 12 empresas regionales teleasociadas y con 27 gerencias departamentales. TELECOM prestaba el servicio en 950 municipios, 750 de ellos con carácter exclusivo.
Sobre todo en el inicio de la construcción de la red y de su desarrollo social, el subsidio era la única posibilidad de realizar proyectos que no eran rentables. Los impuestos de todos los colombianos inanciaron esta poderosa empresa emblemática del país.
En estos momentos mantiene el 50% del flujo total de llamadas internacionales salientes y entrantes, así como el 60% de la larga distancia nacional. Es fuerte en la transmisión de datos y en las nuevas tecnologías donde se vislumbra el desarrollo tecnológico del sector.
Es de lejos, la empresa comercial más rentable del Estado colombiano, incluso después de las continuas acciones por desmantelarla, al quitarle el monopolio sobre diferentes rubros como la telefonía internacional y vender distintos activos e inversiones en el sector, necesarios dentro de su proyección tecnológica y comercial. En el último ejercicio fiscal sus utilidades sobrepasaron los 400.000 millones de pesos, después de descontar más de 500.000 millones de pesos para las pensiones.
En Telecom, a partir de 1991, se ha mostrado descarnado el carácter antinacional de la clase gobernante de Colombia. La tendencia privatizadora, envuelta en palabras y políticas engañosas, atacó con fuerza en el sector, mas en su primera intentona los trabajadores de TELECOM realizaron una huelga histórica que concluyó con el mantenimiento de la propiedad social sobre la empresa y marcó un hito en la lucha por la defensa del patrimonio nacional y contra las privatizaciones.
La entrega del sector de las telecomunicaciones empezó por el lado de las nuevas tecnologías. La telefonía celular, el uso del Internet y la transmisión de datos, nacieron por fuera del monopolio estatal.
Sin embargo TELECOM asociada con una compañía canadiense, creó COMCEL, que es aún la más grande compañía de telefonía celular en Colombia. Por razones que ahora se van entendiendo fue posteriormente vendida a Telmex, propiedad del señor Slim Herú.
¿Qué atrae al señor Carlos Slim y ahora a Telefónica de España, quienes parecerían, de acuerdo a los negociantes criollos y sus propagandistas, que nos están haciendo un gran favor a todos los colombianos, quedándose con la empresa más rentable del Estado a precio de ganga?
Los argumentos se acomodan de acuerdo a los intereses o a la ideología de quien apunta.
TELECOM posee, como ya decíamos, la más amplia y poderosa red y más o menos tres millones de teléfonos fijos en la capital y en ciudades intermedias y pequeñas de importancia. Hay que tener en cuenta que un teléfono fijo como promedio tiene cuatro usuarios y en la telefonía comercial tiene multiusuarios y multiusos. La telefonía fija produce más utilidades que la telefonía móvil. El valor agregado, que es la transmisión de grandes volúmenes de datos e imágenes a través de servicios de banda ancha se desarrolla, al menos por ahora y por un buen tiempo, en la red de la telefonía fija. Es decir, el futuro de los desarrollos tecnológicos aplicados y productivos en el ámbito comercial está en este tipo de telefonía.
Telecom continúa siendo la gallinita de los huevos de oro. Para este año fiscal 2005 está previsto que obtenga 954.000 millones de pesos de utilidades operacionales.
Si se dedican de este rubro 500.000 millones de pesos anuales, en cuatro años se cubriría el fondo necesario para asegurar el pago de las pensiones de los trabajadores, fondo que irresponsablemente no crearon los mismos gobiernos desde Cesar Gaviria hasta el actual, lo cuales motivo de tanta tergiversación y engaños a la opinión pública.
Así se derrumbaría otra gran mentira que sirvió de sustento para liquidar la empresa y ahora venderla, que es la de las pensiones de los trabajadores. Las pensiones de los trabajadores deberían estar aseguradas pues los dineros para ellas salían de su trabajo y de las utilidades de la empresa. El asunto es que TELECOM se convirtió en la caja menor de los gobiernos de Gaviria, Samper y Pastrana que la descapitalizaron y produjeron el gran hueco fiscal, con el cinismo de utilizarlo después para engañar a la opinión pública. TELECOM financió la corrupción y la incapacidad administrativa de esos gobiernos.
Los vendedores de oficio nos muestran los oropeles, con clara convicción neoliberal de máximo beneficio privado y con la mentira mil veces desmentida por la realidad social de nuestros pueblos de que se desbordarán los cuernos de la abundancia y de allí todos saciaremos nuestra sed de equidad y justicia social.
El señor Slim en solo 15 años ha pasado de ser un Sarmiento Angulo mexicano, oportunista y bien conectado, a ser uno de los cinco hombres más ricos del globo. Su fortuna personal resume la pobreza del pueblo mexicano y la tremenda injusticia que subyace en la desigual distribución del bienestar y de la riqueza en la patria de Zapata.
El señor Slim o los de la Telefónica Española, no son benefactores ni viajan por el mundo sembrando justicia social y progreso. Son depredadores triunfantes en el mundo criminal del capitalismo salvaje. Sus inversiones se enmarcan en las imposiciones que trajo el llamado Consenso de Washington, de la mano del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional y que ahora se impulsan con la otra engañifa mayúscula del Tratado del Libre Comercio.
Citamos una noticia de El Tiempo del 29 de juliode 2004, que viene como anillo al dedo: “(….) La propuesta de los negociadores estadounidenses sacudió la calma en la ronda del Tratado de Libre Comercio, que se celebra en Lima. La posición estadounidense es contundente: el Gobierno debe salir de las empresas de telecomunicaciones como TELECOM, Colombia Móvil (OLA), y la Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB).
Además, dice que no debe haber restricciones para el ingreso de nuevos operadores de telefonía celular, incluido el otorgamiento de licencias para funcionar, como las que en su momento tuvieron que cubrir las firmas que inauguraron este servicio en el país y más recientemente OLA. (…)”
Yes, sir. (Si, señor). Sin firmar siquiera el TLC, el abanderado de la no-venta de los activos nacionales estratégicos en su anterior campaña, en la actual da otro de sus saltos mortales y como candidato presidente accede, arrodillado.
Los argumentos para la venta de TELECOM, por ejemplo la necesidad de las inversiones de capital fresco, el ingreso al mundo del celular (del cual fue sacado por la venta precisamente de COMCEL al señor Slim), el intercambio de tecnología, etc., etc., parecen contenidos de un cuento gringo para invadir cualquier país. Las mentiras son tan protuberantes que desde el comienzo han generado una polémica necesaria y mostrado que aún existen reservas de patria (esas sí, señor Uribe) en nuestra sufrida Colombia.
La inversión extranjera en capitales y tecnología es una necesidad en este mundo globalizado, donde hay tanto desnivel en los desarrollos de los países. El asunto es cómo se negocia la presencia de las compañías transnacionales y en qué términos permitimos sus operaciones en nuestro suelo.
La privatización y la venta de los activos estratégicos constituyen un crimen de lesa patria. Nadie tiene derecho a feriar el patrimonio nacional, ni los recursos naturales que nos pertenecen a todos los colombianos.
Una política consensuada para el sector de las telecomunicaciones, entre otros, donde se ponga en el centro el interés nacional, puede ser uno de los resultados de las deliberaciones necesarias en la “Casa de la Paz” de Sabaneta.
Los colombianos todos, tenemos que construir propuestas viables que nos permitan el desarrollo y posibiliten un país más justo, insertado en la economía global, en la búsqueda de un mundo mejor y posible. Propuestas que se conviertan en mandatos para los planes de desarrollo nacional y se contrapongan a la voracidad del capital transnacional y a la actitud entreguista de una clase gobernante sin patria pero con amos.
Internacional
LUIS ALBERTO MORENO Y EL BID: UNA AMENAZA SERIA
Los proyectos que se generan desde la Casa Blanca para someter pueblos y recursos en aras de aumentar hasta niveles descomunales la riqueza de la élite yanqui, incluyen colocar hombres de toda su confianza tanto en el gobierno como en los organismos internacionales que controla, que son casi todos.
Bien sabemos que el desarrollo de su economía y su poderío militar, los ha logrado en gran medida a costa de la ocupación de territorios, el saqueo y el sometimiento de los países del área. Ha podido hacerlo por la debilidad de los gobiernos y el espíritu lacayo de las oligarquías y mediante la utilización de instrumentos económicos como el endeudamiento a través del Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional.
Ha utilizado otros métodos, que es bueno mencionar, aunque no son tema a tratar en este artículo, igualmente perversos como son los llamados “golpeadores de economías” (Hit Economic Men) que, como fue denunciado en una entrevista de la página Rebelión a uno de ellos, se encargan de hacer que los gobiernos se endeuden cada vez más por cualquier medio, encubiertos por una fachada empresarial. O la circulación de millones de dólares o billetes de moneda nacional falsos como lo hizo en el tiempo de Menen en Argentina o de Lucio Gutiérrez en Ecuador.
En fin, no hay medidas ni talanqueras éticas ni de ningún tipo cuando se trata de planes del imperio.
El Banco Interamericano de Desarrollo, es una institución regional que se creó en 1959 con el objetivo de impulsar el desarrollo económico y social en América Latina y el Caribe, ante los crecientes problemas que había en la región. Inicialmente lo conformaron 19 países de América, encabezados desde luego, por Estados Unidos.
Posteriormente han ingresado otros países tanto del área como de fuera de ella hasta completar los 46 que lo conforman hoy en día, entre ellos numerosos países del llamado primer mundo. Cuba no hace parte del BID.
Los fondos del BID provienen del capital suscrito, reservas y fondos que capta a través de préstamos, fondos de administración que provienen de las contribuciones especiales de sus países miembros. Cuenta con un Fondo para Operaciones Especiales para hacer préstamos a los países menos desarrollados.
La autoridad real dentro del BID es el Directorio Ejecutivo pues en él la Asamblea de Gobernadores, constituida por los representantes de todos los países miembros, ha delegado prácticamente todos los poderes.
Para elegir la máxima instancia votan los países con más capital, Estados Unidos y Canadá entre ellos. Los países latinoamericanos y caribeños no tienen ningún poder en este organismo “internacional”. Además para elegir al presidente, los que son propuestos deben contar con el visto bueno de Estados Unidos y Canadá. Hablando claro, se repite la historia de los organismos creados en 1944 en Bretton Woods, el FMI y el BM.
El BID ha devenido con los años uno de los más eficaces instrumentos no solamente para endeudar a los países de América Latina, sino para la aplicación del modelo neoliberal y el impulso de los megaproyectos de las transnacionales estadounidenses, aprovechando que entre sus principales funciones está la de trabajar por el desarrollo de infraestructura supuestamente para el progreso.
Ha sido un impulsor destacado de la privatización del agua, tanto de fuentes como de suministro del servicio, tal como ha sido denunciado en las luchas contra este proyecto netamente recolonizador y en eventos de diferente índole que se han dado en el continente y el Caribe.
Así mismo ha sido agresivo en el impulso de todos los proyectos del Plan Puebla Panamá y del ALCA o Tratados Bilaterales de Libre Comercio, la privatización de empresas estatales y en general todo lo relacionado con la apertura sin condiciones de las economías de la región.
Como Bush está férreamente decidido a consumar la recolonización de América Latina y el Caribe, necesitaba al frente de este organismo a un incondicional servidor. El 27 de julio de este año 2005 fue “elegido” para tal cargo Luís Alberto Moreno, quien se desempeña como embajador de Colombia en Estados Unidos.
Durante el gobierno de Cesar Gaviria (1990 – 1994), que ha quedado en la historia de Colombia como el que implementó a cabalidad el modelo neoliberal, fue Ministro de Desarrollo, cargo en el que dejó una estela de atraso y pauperización tanto en el campo como en las ciudades.
Este personaje se ha desempeñado como embajador en Washington desde 1998 cuando fue nombrado por el entonces presidente Andrés Pastrana, quien lo sustituirá en el cargo cuando asuma la presidencia del BID en los primeros días de octubre de este año.
Se ha destacado en sus funciones como impulsor del Plan Colombia. En realidad se le atribuye a él haber logrado la aprobación de esta agresión a nuestro país por su arduo trabajo de lobby con los congresistas norteamericanos de los dos partidos.
Igualmente ha trabajado con ahínco y sin descanso para lograr una opinión positiva del legislativo gringo hacia el TLC con los países andinos, especialmente con Colombia.
Ha sido un corrupto amparado por la impunidad que reina desde el propio Estado colombiano. Dentro de lo que se ha podido conocer estuvo involucrado en un escándalo que se desató en el 2003 sobre manejos en el Banco Pacífico cuando fue presidente de la Junta Directiva del mismo, entre 1994 y 1998.
Se le relacionó nada menos que con la desaparición de 36 millones de dólares, que no estaban registrados en los libros cuando la entidad fue intervenida en 1999 por una serie de irregularidades ya inocultables.
También su nombre apareció relacionado con el caso de un terreno de 27 hectáreas, al norte de la capital colombiana, que había sido destinado para la construcción viviendas sociales y apareció vendido a precio de ganga a una sociedad comercial que proyectaba construir un hotel de cinco estrellas. Esta venta fue autorizada por Albero Moreno cuando se desempeñó como ministro de Desarrollo.
Para ampliar un poco su historial, pues seguramente no se conoce todo, baste decir que es una gran amigo del presidente Álvaro Uribe Vélez, quien como ya sabemos es a su vez un entrañable amigo y colaborador de George Bush Jr. (mientras le sirva a sus intereses imperiales).
Al ser nombrado Luís Alberto Moreno como presidente del BID, como dice un refrán popular “se juntaron el hambre con la ganas de comer”. Si esta entidad ha sido una amenaza real y efectiva para los países de América Latina y el Caribe, con Alberto Moreno al frente se potencia.
Los planes del imperio van en serio y por ello utiliza este tipo de personas sin patria, sin escrúpulos y sin moral alguna. Pero la resistencia en nuestra América es más seria aún y sus pueblos y líderes se movilizan con los valores humanos y en defensa de nuestra vida y libertad.
Aniversario
CARTA DE JAMAICA
La presencia del pensamiento de nuestro libertador Simón Bolívar se torna cada vez más viva y emancipadora.
Su espíritu que fue de permanente convivencia con sus sueños libertarios, la fuerza contundente en el ejercicio de la palabra y su espada justiciera sobre el continente, hicieron de Bolívar uno de los más grandes hombres que han transitado sobre la tierra.
Sus colosales batallas emprendidas contra la tiranía española, que tanto baño de sangre produjo a causa de su codicia, fueron marcando en el libertador la importante necesidad de observar prolijamentelos acontecimientos de la época.
Para hacer frente a la guerra declarada a la colonización española, que creyó que el continente seria de fácil sometimiento, se encontró con un Bolívar que no paraba de exhortar a los pueblos para que lucharan por su verdadera identidad, por la unidad y por su independencia.
En 1815 el libertador redactó la Carta de Jamaica, documento que manifiesta con infinita claridad que para que la América se erigiera como un gran continente libre, independiente y soberano, tendría que forjar su integración, su autonomía y su desarrollo.
La integración de los pueblos es la esencia en tan importante carta. Por eso reafirma sin descanso la urgencia de salir de las tinieblas que nos dividen. En esa unificación de los pueblos incluyó también a los países desarrollados, extendiéndoles el llamado a pronunciarse respecto a sus gobiernos y sus sistemas de colonización.
Conocer con propiedad la política de cada nación, la idiosincrasia de su población y sus penalidades, constituyó en Bolívar, piezas fundamentales para levantar un proyecto político continental.
Su visión latinoamericanista y caribeña lo llevó a afirmar sin equívoco alguno, que había que hermanarnos para hacer de la generosidad y la solidaridad una majestuosa bandera que redundara en felicidad y progreso para todos los pueblos.
Para que su proyecto político continental pudiera florecer, para que la autonomía y el progreso de nuestros pueblos fueran un hecho concreto, Bolívar señaló que “había que fundir la masa de un pueblo en un todo, la composición del gobierno y su legislación en un todo, y el espíritu nacional en un todo. Unidad, Unidad, Unidad debe ser nuestra divisa.” Verdad que hoy más que nunca se mantiene vigente.
En su significativa Carta de Jamaica, el libertador deja entender que el nacionalismo no es un suelo cercado por fronteras adulteradas, sino la América toda, la ultrajada y humillada, pero también, la que se levanta para hacer realidad su sueño, cueste lo que cueste. La Patria es América.
Hoy nos toca enfrentar al imperio más poderoso. Bolívar ya lo había reflexionado y nos anunció pertinentemente del espanto que se venía sobre América: El imperialismo norteamericano.
Hoy como ayer, Washington mantiene todas las estrategias para evitar que nuestros pueblos se salgan de sus garfios. Sus políticas y sus intrigas manifestadas en una diplomacia de doble moral, junto al poder mediático se convierten en sus armas predilectas. Pretenden aislar a Bolívar y su proyecto político de integración americana.
Hoy hostigan a la heroica revolución cubana y la reciente gesta emancipadora que el pueblo venezolano viene construyendo. Bolívar y Martí, Fidel y Chávez, son grandes hijos de nuestra América, inspiradores e insobornables con la tarea de la unidad continental.
Muchos de los párrafos que iluminan el contenido de la Carta de Jamaica se hacen realidad en el progreso y desarrollo de Cuba y Venezuela.
No solo adelantan sus avances en el conocimiento, la educación y la tecnología, sino que leales a Bolívar, ofrecen sus logros desinteresadamente al interior de su pueblo, a la América, y por si fuera poco, al mundo entero.
En pleno siglo XXI el sueño del libertador se convierte en pesadilla para el imperialismo norteamericano. Así lo atestiguan la Alternativa Bolivariana para América (ALBA), la Operación Robinson, la Operación Milagro, Barrio Adentro, ”Montaña de Luz” (Gran cruzada de médicos cubanos por el mundo), Tele Sur y ahora la consolidación de PETROCARIBE, que precisamente se acaba de sellar a propósito del 190 aniversario de la Carta de Jamaica, en Montego Bay. (Jamaica).
Cuba y Venezuela lideran hasta el momento en el campo de la solidaridad y la generosidad que necesariamente ayudarán a fraguar la unidad continental y nuestra segunda independencia.
Contra el ALCA, El plan Colombia, la guerra económica contra Cuba, los intentos de golpear a la Revolución Bolivariana, de manipular las próximas elecciones en Bolivia, y la intervención sistemática que ha venido perpetrando en cada una de nuestras naciones, los pueblos se levantan, se organizan y cualifican sus formas de lucha para ir labrando la unidad y desde ella nuestra liberación nacional y continental.
Hoy Simón Bolívar a través de sus hijos se yergue triunfal y le gana la partida a la soledad, la nostalgia y la traición que lo acompañaron en el momento de su muerte física. Su regreso se agiganta y su espada va de mano en mano hiriendo de muerte al imperio.
“Yo deseo más que otro alguno, ver formar en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riqueza que por su libertad y gloria”. Es también nuestro deseo y nuestro sueño. Es nuestro compromiso con el libertador.
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