proceso de paz irlandes
La comisión internacional confirma que el IRA ha puesto fuera de uso su arsenal
«Hemos informado a los gobiernos irlandés y británico que hemos observado y verificado acciones que han puesto en desuso grandes cantidades de armas que creemos incluyen todas las armas en posesión del IRA». Con estas palabras, en poco más de ocho minutos, el general canadiense John de Chastelain confirmó el desarme del IRA. Sus palabras fueron ratificadas por los religiosos metodista Harold Good y católico Alec Reid, que corroboraron que tras seguir todo el proceso tenían evidencia clara de que «sin ninguna duda las armas del IRA han sido decomisadas».
DUBLIN
Dos escasos meses después de que la organización armada republicana anunciara su decisión de dar por terminada su campaña militar contra el Estado británico, el general canadiense John De Chastelain, responsable de la Comisión Independiente Internacional de Decomiso, confirmó la destrucción del arsenal del IRA.
El general explicó que posee un inventario de todas las armas destruidas, que asegura coinciden con las listas de armas atribuidas al IRA por las Fuerzas de Seguridad en el norte y sur de Irlanda. «Nuestro nuevo inventario coincide con estas aproximaciones y estamos convencidos de que las armas decomisadas representan la totalidad del arsenal del IRA», explicó el responsable de la Comisión de Decomiso, quien confirmó que ninguna de las armas destruidas había sido fabricada después de 1996, año en el que el IRA reanudó su alto el fuego. A preguntas de los periodistas, De Chastelain afirmó que en varias ocasiones preguntaron a miembros del IRA si las armas ofrecidas a la Comisión representaban la totalidad del armamento y que estos confirmaron tal extremo.
Tal y como él mismo señaló, aún le queda trabajo por hacer ya que los paramilitares lealistas no han entregado hasta el momento cantidades significativas de armamento. Sólo se produjo un decomiso inicial de una cantidad irrisoria de armamento del LVF, que desde entonces ha reanudado sus actividades paramilitares con mayor virulencia. De Chastelain expresó su esperanza en que la decisión del IRA sirva de ejemplo a las organizaciones armadas protestantes. «Espero que tras el anuncio de hoy, aquellos responsables de este tipo de decisión se animen a hacerlo», apuntó De Chastelain.
El canadiense describió el desarme republicano como «un mojón importante».
Cualquier proceso de paz consiste en mirar hacia delante, sin perder de vista lo que se deja atrás, para evitar errores similares. Tampoco es recomendable quedarse mirando el mojón, porque otros esperan más adelante. Así pues, habrá que calibrar la reacción de Londres, Dublín y el unionismo.
Parte de la coreografía de incluía la confirmación del decomiso por parte del IRA y, posteriormente, la declaración por parte de Sinn Féin. Su presidente, Gerry Adams, aseguró que aunque estamos ante un paso «valiente y atrevido», es necesario mirar al futuro. «No es el paso en sí mismo, sino a dónde nos ha llevado, lo que importa», apuntó, para recordar a Londres y Dublín que es el momento de implementar el Acuerdo de Viernes Santo como prometieron. A los unionistas les recordó que ésta no es una «maniobra táctica» y les instó a aprovechar esta oportunidad.
Declaración del IRA
Los líderes de Oglaigh na h-Eireann anunciaron el 28 de julio que habíamos autorizado a un representante a encontrarse con la Comisión Internacional Independiente de Decomiso para completar el proceso de poner las armas en desuso de forma verificable.
Los líderes del IRA pueden ahora confirmar que el proceso de poner nuestras armas fuera de uso de forma verificable se ha completado.
26 setiembre 2005
P. O´Neill
Un avance más en un proceso histórico
Soledad GALIANA
PERIODISTA
Desde el principio de este proceso de paz, los unionistas pusieron la cuestión de decomiso en el centro de su interés. Sin embargo, ahora que han obtenido su «objetivo» en el proceso, resulta evidente tanto para ellos como para el resto de los implicados que el decomiso del IRA es sólo un paso en el camino del Acuerdo de Viernes Santo. Y si bien el desarme de la organización republicana es un importante avance en la implementación de este documento, también lo es que aquel se ha producido como parte de una secuencia de hechos históricos, que incluyen el inicio de las negociaciones entre los diferentes sectores políticos de la comunidad católica norirlandesa a finales de los ochenta y la aceptación pública por parte de las administraciones de Londres y Dublín de los contactos con los republicanos.
A ello siguió la firma de la Declaración de Downing Street en 1996, que reconoció el derecho de autodeterminación para la población del norte de Irlanda, y en 1998 del Acuerdo de Viernes Santo, dos acuerdos internacionales que, respectivamente, abrieron la puerta y dirigieron los pasos del proceso de paz. A ello siguió la liberación de los presos políticos en 1999, cuyo papel esencial en el proceso ha sido reconocido incluso por la Administración británica cabe recordar la visita de la recientemente fallecidoa Mo Mowlan, la entonces secretaria de estado británica a la prisión de Long Kesh en enero de 1998 para conseguir el apoyo de los presos republicanos y lealistas al proceso y finalmente, la creación de las instituciones políticas pluripartidistas.
Esencialmente consiste en el reconocimiento de una interlocución política entre iguales, así como de la «deuda» del establecimiento británico para con los nacionalistas y republicanos norirlandeses. Algo que los unionistas aún no han aceptado a pesar de la reciprocidad republicana para con los británicos y, por extensión, hacia los unionistas.
Ayer, el IRA finalizó su parte en el proceso. Ahora, queda el que otros Londres, Dublín y los unionistas- cumplan con su parte del pacto. Desmilitarización, reforma policial, la estabilidad de las instituciones, más traferencias de poder al ejecutivo norirlandés… son ahora claves de la agenda política del proceso. Tal y como lo es el desarme lealista. -
(*) Soledad GALIANA: Colaboradora del diario GARA en Irlanda.