América Latina: del campo a la ciudad

09.Jun.03    Análisis y Noticias

Las luchas sociales del continente, manteniendo una fuerte actividad de resistencia en campos y comunidades originarias, han dado un salto hacia las ciudades en los últimos días.

Lima y diversas ciudades peruanas se han visto convulsionadas por las huelgas y choques de la represión contra maestros, trabajadores judiciales y otras capas que salieron ruidosamente a las calles a apoyar a los gremios en paro.

En Chile la represión a los mapuche fue contestada con movilizaciones de los estudiantes de esa nación en diversas ciudades con barricadas y grupos encapuchados contribuyendo considerablemente al clima combativo del movimiento estudiantil que se debate entre las negociaciones de las directivas cupulares y las bases que salen a la calle.

También en Chile hemos sido testigos de la exitosa lucha de los trabajadores portuarios del sur con formas de organización y actividad que sin duda serán estímulo y ejemplo para otros sectores que ya comienzan a manifestar inquietudes.

En Uruguay ya hemos comentado del avance de listas combativas que han ganado algunos sindicatos arrebatándoselos al reformismo.

En Bolivia se consolida el movimiento obrero combativo de la ciudad de Cochabamba y se notan avances en otras ciudades, en especial La Paz.

En México han sido los maestros de base en contradicción con la patota sindical, los que han convulsionado algunas ciudades ocupando locales.

En Costa Rica hemos visto como los trabajadores paralizaron la capital tres o cuatro días atrás.

En Ecuador se suceden las marchas y acciones de maestros en huelga, así como los desfiles de trabajadores petroleros y eléctricos opuestos a las propuestas de privatizaciones del gobierno neoliberal de Gutiérrez.

En Brasilia se prepara una manifestación de protesta contra la reforma Lula de la previdencia.

Los maestros han dado una serie de intensas luchas los últimos días en Perú, Ecuador, Bolivia, Costa Rica, México y otros países de centroamérica, convulsionando y arrastrando otras capas de trabajadores, con lo que han contribuido a una suerte de reanimación no exenta de choques y disputas internas. No es casualidad que casi simultaneamente se presenten esas fuertes movilizaciones en el sector del magisterio, pues en ellos ha sido posible mantener las mismas estructuras sindicales del pasado sin afectarse como ha sido el campo industrial, por ejemplo, que ha tenido sus máximas movilizaciones los últimos años basicamente para oponerse a las privatizaciones, perdiendo el poder de fuego que tenían antes. Los trabajadores ven como cada día se pierden derechos y las centrales sindicales se transforman en simples aparatos corporativos sobrevivientes.

Por ejemplo en Chile, las organizaciones del profesorado son dirigidas por el reformismo y las movilizaciones que se han hecho han acabado sin resultados visibles creándose una gran insatisfacción en las bases. El Partido Comunista tuvo un quiebre basado justamente en las capas burocráticas de ese gremio, lo mismo a nivel estudiantil, pues continua sembrando ilusiones en las estructuras institucionales mientras moviliza algunos sectores para no perder base de apoyo, lo que le hace andar con un pie en cada lado, pagando así los costos de la fractura.

También la CUT en Chile, dirigida por el reformismo y grupos neoliberales, ha sufrido severamente los golpes de la dispersión y precarización de la fuerza laboral activa, lo que ha llevado en muchas ciudades al nacimiento de formas organizativas de base que presionan por un paro nacional, en tanto la autonomía y las coordinaciones regionales brotan en diversos lugares.

En Perú la CGTP vacila entre sus políticas conciliadoras y la intensa presión de bases. El éxito de las movilizaciones de los maestros no tardará en manifestarse en otros sectores urbanos.

En Argentina, las centrales sindicales continuan amarradas al plan Kirchner y la que parecía progresista, la CTA, ha optado por el camino Lula, afirmando que Kirchner es el Cardoso de Argentina, o sea, luego viene el Lula argentino. Pero por la base hay un fuerte sector de empresas ocupadas que en alianza con sectores desempleados, piqueteros, etc. presentan una alternativa que dificilmente será absorvida por las políticas de conciliación que ven en el Mercosur una obligatoriedad de alianza de clases, o sea, subordinación de los trabajadores y el pueblo a las necesidades empresariales.

En Bolivia, Óscar Olivera, de la Coordinadora del Agua, ha afirmado su liderazgo en el movimiento obrero de Cochabamba con una política que prioriza por la autonomía y la convocatoria a la Asamblea Constituyente popular y originaria.

En Ecuador, las diferentes centrales sindicales serán convulsionadas por el fuerte movimiento de los trabajadores eléctricos y petroleros, lo que va a permitir que se abran mayores posibilidades de expresión de luchas urbanas. A eso contribuye también, sin duda, la acelerada derechización del gobierno Gutiérrez, las posturas autónomas de las comunidades originarias y la combatividad de los maestros en huelga.

En Venezuela los dos bloques en disputa se reparten sindicatos y organizaciones barriales, participando en cada uno de ellos grupos de izquierda, de centro y de derecha. El Tercer Camino continua con su propuesta de constituir un bloque patriótico popular con participación de militares de izquierda junto a organizaciones de base y comunidades originarias.

En uruguay el PIT-CNT, dirigido por el reformismo ha tenido que convocar a una huelga o paro nacional y aún se discuten las características y el alcance que se le dará.

En Brasil, Lula fue abucheado en la reunión de la CUT y los brotes de insatisfacción recorren el país. La movilización de Brasilia, al parecer convocada para el día 11, podría ser el inicio de una recomposición por abajo de formas contestarias urbanas que se opongan más abiertamente a las medidas neoliberales del PT. Diversos grupos de izquierda articulan proyectos de oposición y en estos días será el congreso de la Unión Nacional de Estudiantes, donde la dirección del PT se está jugando por arrebatarle la conducción al PcdoB, partido aliado del gobierno. La izquierda petista estudiantil no acepta alianzas con la derecha del PT, por lo que será una pelea fenomenal. Las fuerzas revolucionarias y grupos autónomos de estudiantes, que se extienden por todo el país, no están en condiciones de disputar espacios, por lo que la batalla será dada con la presencia de tres bloques fuertes: el PCdoB, que controla la máquina y casi la mayoría de los delegados, el PT, que aún debe resolver sus conflictos internos, y los grupos troskistas que buscan atraer a la izquierda petista. El fiel de la balanza en este caso está en la izquierda petista, que si decide ir con los troskos, no tiene chance y gana el PCdoB, y si decide ir con la derecha del PT, pueden disputar palmo a palmo, pero le estarán regalando la máquina a sus acérrimos enemigos, pues las contradicciones entre ambas corrientes en las universidades son muy fuertes. José Genoino, el presidente del PT, que fue militante del PCdoB y hoy es neoliberal, se encuentra dedicado a reunirse con las diferentes fracciones petistas ofreciendo el oro y el moro para que vayan juntas, sin resultado aparente hasta ahora. La salida más práctica para el gobierno Lula es la alianza entre el PCdoB y la derecha del PT, pues ello asegura que el movimiento estudiantil se subordine a los programas neoliberales. No nos sorprendería que ello ocurriera, aunque sentaría un grave precedente que puede llevar a agudizar las contradicciones de la izquierda y bases del PT en contra de Lula. De allí los esfuerzos de Genoino.

De hecho, maestros, estudiantes y algunos sectores de trabajadores han traido la lucha a las ciudades, lo que puede tener continuidad en la medida que se organizen las periferias, como en Argentina o en República Dominicana. Nos parece prudente que se estudie la propuesta del Movimiento por las Asambleas del Pueblo en Chile, de organización territorial de las más diversas expresiones de organización y lucha, asi como las actividades de los Frentes Regionales del Perú, que agrupan a la población en torno a programas locales.

Sin duda nuevos tiempos se avecinan. El desarrollo sostenido de la resistencia campesina y originaria en el continente, sumado a la reactivación de sectores sociales en las ciudades, podrán ser firmes puntales de apoyo a la auto-organización de los desempleados y sin techo de los cordones periféricos urbanos, donde viven o sobreviven millones y millones de pobres que no podrán ser calmados con el plato de limosna del plan Lula de la humanización del capitalismo.

Hay que prepararse para ello. América Latina está en movimiento. Ahora … a los barrios! Estudiantes y trabajadores pueden reunir dos o tres personas en el barrio y discutir los problemas locales. Sin llevar recetas, que ellos mismos descubran las mejores formas de organización y lucha. El momento de salir a la calle hará que estos grupos puedan estimular al resto, mostrar que en todas partes la gente sale. Las jornadas de lucha que se vienen deben encontrarnos preparados para salir a cortar calles y levantar barricadas, conquistando espacios provisorios de autonomía y poder local.

Abrazos.

Profesor J
Clajadep

http://clajadep.lahaine.org