Tres textos para incitar la Antipedagogía para la resistencia

25.Oct.05    Universidad Libre

Pedagogía libertaria en Santiago

El sistema no sólo domina mediante la economía, la fuerza y la ideología, sino que moldea al dominado a su imagen y semejanza.

A golpe de cincel destruyen el corazón de los niños y niñas que llegan puros al mundo. Ell@s llegan a vivir naturalmente el comunismo que portan en el instinto gregario y, en vez de ello, se les arrebata lo más sagrado: la libertad, haciéndolos nuevos esclavos. Se les adapta para aceptar y vivir en esta sociedad de consumo y egoísmo.

De nada sirven los discursos rebeldes si la práctica cotidiana de esos niños y niñas es vivir el autoritarismo, la jerarquía, disciplina y sanciones del “hogar, dulce hogar”. Ahí se diseña su personalidad, sin importar si los genitores son duros o buena gente, lo importante es que asimilen que deben “respetar” a los adultos, que crezcan sabiendo en lo más íntimo que hay alguien por encima de ellos que se sobrepone a su voluntad, a sus sentimientos, sueños y deseos.

Luego se les envía a los centros de homogeneización de las conductas: las escuelas, donde aprenderán a ser los policías de su propio cuerpo: “¡Quédate quieto!”, “¡no hables!”, “¡mira hacia delante!”…

Las órdenes caen una tras otra sobre la inocencia, como el domador domestica al animal salvaje y lo adapta a la “dominica potestas”, el poder del señor.

Cuan terrible y doloroso es el intenso proceso psicosomático de choque entre el deseo del cuerpo de abrir alas libremente y el machacante sonsonete del grito del capataz que nos obliga a reprimirnos. La domesticación marcha viento en popa.

En este terreno, de mentes administradoras y controladoras del cuerpo rebelde circulan los contenidos sistémicos de la cultura dominante y los discursos o convocatorias a la rebeldía.

No basta con hablar de libertad entre grilletes y cadenas. Hay que romper esos grilletes, hay que sacarse esas cadenas.

La pedagogía libertaria trabaja en otro contexto de vivencias psicosomáticas y tejido de relaciones tendiente a recuperar la práctica del afecto, la solidaridad y el apoyo mutuo, rompiendo las cadenas de las distancias, el individualismo y la competencia entre las personas para el desarrollo de los saberes sociales en contraposición al saber-poder.

Venga a practicar con nosotros los días jueves a las 18:00h. en el Taller Sol, Compañía 2131, frente a la Plaza Brasil. El curso de Antipedagogía es realizado por el Profesor J y la contribución es de 5 mil pesos mensuales. Serán dos meses de vivencias e intercambios, donde ya hay inscritas 15 personas de los más variados ámbitos: estudiantes, profesores, activistas poblacionales y otros. Comenzamos este jueves 27 de octubre y las inscripciones están abiertas en el Taller Sol.

Vamos a posesionarnos de la Plaza Brasil para realizar juegos no competitivos y actividades corporales. Vamos a discutir la pedagogía Paulo Freire y otras contribuciones. Los inscritos recibirán los textos pertinentes.

¡Participe activamente y contribuya a romper cadenas!

El arte de destruir

Profesor J

El pájaro prisionero no desea el cielo, no quiere “ir a algún lugar”, no existe “para”, sino “por”. Tiene una causa que explica el por qué está en el mundo, no tiene un destino predeterminado. Lo que quiere es realizar su ser alado, abrir sus alas y volar. Por eso se arroja contra los barrotes de la jaula, proyectando su ser, no porque le llame algún canto de sirena, es el instinto que lo empuja hacia delante.

El ser social, igual que el pájaro prisionero, tiene punto de partida, pero no tiene punto de llegada ni meta preestablecida a alcanzar, ya que todos los puntos cardinales y rincones del planeta están a su disposición.

El capitalismo rompió con aquel “destino” trazado por los dioses, que dejaron de ser superiores para subordinarse al poderoso Don dinero. Descartes afirmó sobre las ruinas de la divinidad que el pensar, y más aún, el pensar individual, es la prueba de la existencia: dudo, luego pienso, pienso, luego existo.

Absurdo.

Absurdo, pero… quien discute a los poderosos… De la hoguera al fusilamiento, los rebeldes son hechos prisioneros, torturados y asesinados.

La prueba de la existencia es bien otra: El niño o niña mira sus piececitos, trata de tocarlos con las manos y se ríe. Mira largo tiempo los deditos de sus manos, sus ojos se abren con atención, mueve los dedos y va asociando la vista con el movimiento de su cuerpo. El asombro, el reconocimiento y la identificación de sí mismo, de su existencia, están cargados de experiencia psicosomática. Brilla y se ríe cuando le hablamos, siente el cariño, la ternura, la comunicación, pues aún no le han metido el filtro de la separación, la distancia y el individualismo. Cuando ve otro niño se agita entero, mira atentamente, se vuelve a agitar, mueve manos y pies, gesticula, emite sonidos, grita el reconocimiento.

No necesita “pensar” ninguna cosa para desplegar las alas de su sensibilidad y de su ternura, para envolver al otro niño con su mirada y sus brazos, y ser envuelto por el otro. Si pudiéramos medir la poderosa circulación de energía y sentimiento que se entrecruza allí, veríamos el instinto gregario: la sociabilidad comunista.

Pero los niños y niñas son propiedad privada, no pueden andar libremente, deben subordinarse al señor de la casa que puede golpearle cuando le venga en gana. Se juntará con este niño si, con aquel no. Los padres reproducen todos sus traumas en los hijos aniquilando la inocencia. Los padres sólo reproducen el sistema en el nivel micro, preparando a las víctimas para ser sometidas al nivel macro: el capital, el mercado y el estado.

Así, en tanto desarrollamos la organización social, la lucha callejera, las ocupaciones de tierras y centros de trabajo, la autogestión, etc. para el cambio social, se hace necesario destruir el sistema en nuestra retaguardia, en la casa, la cuadra, el barrio, la localidad, aprendiendo de l@s niñ@s para una nueva sociabilidad que le otorgue un carácter irreductible a los espacios de la vida en común, donde sea posible instalar ahora el socialismo cotidiano del Che.

Para ello necesitamos practicar masivamente nuevas metodologías de educación popular entre los, las jóvenes, niños y niñas del barrio, incorporando a los padres, familiares y ancianos de la población en escuelas autónomas. Autónomas en el sentido de que no dependen del estado, iglesias, instituciones o ideologías, sino de la propia comunidad en proceso de autoorganización para aprender y enseñar juntos entre ellos mismos.

Esas escuelas comunitarias pueden ser un espacio de acción común de la diversidad. La idea es organizar una escuela piloto a partir del curso “nueVAs meTODOlogías de educAcción popular” que comienza este jueves 27 de octubre a las 18:00h. en el Taller Sol, Compañía 2131, frente a la Plaza Brasil, Santiago. Serán 8 semanas de ejercicios prácticos, salida a terreno y análisis crítico de la pedagogía, empezando por Paulo Freire.

Los participantes deben asistir de zapatillas y las compañeras de pantalones, para los ejercicios corporales psicosomáticos. Los asistentes recibirán cada semana los textos pertinentes y una guía metodológica con batería de preguntas para profundizar la discusión. Desde otros países y regiones ya hay personas inscritas para debatir también por internet en una sala virtual, lo que enriquecerá el intercambio entre los participantes en Santiago con experiencias de otros lugares. La contribución es de una mensualidad de 5 mil pesos durante dos meses y la duración es hasta el jueves 15 de diciembre.

Las inscripciones están abiertas en el Taller Sol. Colabore. Traiga su experiencia y su imaginación.

El Consejo de ancianos del saber local

Profesor J

Los abuelos y las abuelas, los miembros de las llamadas tercera y cuarta edad o adultos mayores, son portadores natos, en sus cuerpos, sentimientos y memoria, de la historia y del saber local.

Muchas veces son arrinconados a vivir la soledad del museo en casa, mientras el resto de la familia entra y sale vertiginosamente atrapados en la vorágine de la sociedad de consumo. Algunos ancianos y ancianas se esmeran en las tareas domésticas intentando no ser una carga o contribuyen con las miserables pensiones que paga el INP.

En las comunidades originarias los ancianos y ancianas cumplen un papel fundamental. Son los representantes de las tradiciones, la cultura y la identidad. Son los que conocen, dirigen y enseñan los ritos y las curaciones.

En los barrios de las ciudades los mayores tienen varios rasgos que pueden contribuir notablemente al desarrollo de la comunidad, a saber, las experiencias de vida, conocimientos de muchas cosas, la ternura, la paciencia, la comprensión, etc, además de contener en su cuerpo y en su memoria la idiosincrasia, la cultura, las costumbres y otras características de la identidad comunitaria local. Se trata de un verdadero consejo de ancianos difuso.

Entre las nuevas metodologías de educación popular que estaremos trabajando en el Taller Sol, vamos a ver como esos ancianos y ancianas pueden traer sus saberes y sensibilidades para compartirlos con jóvenes, niños y niñas sistematizando entre todos el saber propio que constituye el autoconocimiento y, por lo tanto, la autoconciencia de sujetos sociales.

El papel del educador popular es desarrollar metodologías colectivas de aprehensión del mundo desde la óptica del entrecruzamiento de miradas y decires, de actividades conjuntas. La base es que el conocimiento no se trae de algún otro lugar, sino que está allí y debe emerger del diálogo de todos, de la interacción entre ellos y de ellos con el mundo en un proceso simultaneo de construcción del nosotros como sujeto comunitario autoorganizado.

Así una escuela comunitaria no se reduce a salas de clases, sino que integra diferentes aspectos de la vida, aún actividades culturales y autogestionarias. Importante será contar con la capacidad de escribir lo que suceda para la sistematización y la divulgación en el barrio de lo alcanzado, en una retroalimentación que permitirá que otros miembros de la localidad de motiven a integrarse con sus saberes, sensibilidades y necesidades.

El curso “nueVAs meTODOlogías de educAcción popular” se realiza los jueves a las 18:00h. en el Taller Sol, Compañía 2131, frente a la Plaza Brasil, Santiago, plaza que será también utilizada como espacio experimental. Comienza el jueves 27 de octubre y termina el jueves 15 de diciembre. La contribución es de dos mensualidades de 5 mil pesos y las inscripciones están abiertas en el Taller Sol.

Venga a discutir con nosotros.