Miércoles 30 de noviembre de 2005
Niegan que los agresores se encuentren bajo su protección, como acusa la central
El PRD y la CIOAC, responsables de hechos violentos en Las Margaritas: zapatistas
JBG intentaron mediar, sin éxito, en el problema de los predios en disputa, confirman
La Jornada
San Cristóbal de las Casas, Chis., 29 de noviembre. La junta de buen gobierno (JBG) Corazón del arcoiris de la esperanza, con sede en el ejido Morelia, denunció hoy que los dos grupos que chocaron en un paraje de Las Margaritas el jueves pasado “son del PRD”. También desmintió, como ya lo hizo este fin de semana la JBG de La Realidad, las acusaciones de que habrían sido “bases zapatistas” quienes dispararon y causaron la muerte de seis miembros de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC “histórica” u “oficial”) en el lugar denominado Lucha Campesina.
Además, la JBG de la región tzeltal-tojolabal denuncia, desde el caracol Torbellino de nuestras palabras, que el ex diputado perredista Luis Hernández Cruz insiste en acusar falsamente a bases zapatistas por los “actos beligerantes ocurridos del 24 de noviembre en la comunidad Getsemani” (o Lucha Campesina).
“Este hecho es ajeno a bases zapatistas”, insiste la JBG de Morelia, y además niega que haya zapatistas en dicho poblado. “No sabemos por qué el dirigente inventa una farsa, cuando en realidad son del PRD ambos grupos”, agrega la junta.
Las autoridades rebeldes confirman que, en algún momento, las JBG de Morelia y La Realidad intentaron mediar en este problema, “pero los de la CIOAC no llegaron en razón”. Después de eso, el gobierno autónomo envió una comisión a la ciudad de Las Margaritas para dialogar con la presidencia municipal oficial y con la dirigencia de la CIOAC. La junta zapatista indica que estas personas “se portaron con mucho autoritarismo, paternalistas, y señalaban que ellos sí son reconocidos por el gobierno del estado, y la JBG no”.
Invasión previa
Las autoridades del caracol Torbellino de nuestras palabras refieren que miembros de la CIOAC y de otro grupo también perredista se posesionaron de los predios en disputa, lo que a la postre causaría los trágicos hechos del jueves.
“Todos estos actos quedan bajo responsabilidad de la dirigencia de la CIOAC ‘histórica’ y el PRD, por permitir la violencia”, dice la JBG. “Se ve claro que los falsos políticos usan a la gente para después decir que son problemas intercomunitarios.”
En días pasados, los cioaquistas también afirmaron que en el lugar de los hechos existe un letrero que identificaría al poblado como “zapatista”. Según la JBG, “es totalmente falso; y por si acaso hay algún letrero, será porque ya lo colocaron ellos”.
Ante las amenazantes declaraciones de los dirigentes de la CIOAC “histórica” a los medios locales, la junta autónoma teme que la organización perredista emprenda “acciones de su propia mano en contra de meros bases zapatistas”, pues “no les bastó hacer asesinar a su propia gente”.
En una carta dirigida a La Jornada y publicada este martes en El Correo Ilustrado, el Comité Ejecutivo Estatal y Regional de la CIOAC responde a la declaración de la JBG de La Realidad acerca de que no participaron zapatistas en los hechos violentos de la semana pasada. Los señores Luis Hernández Cruz y Miguel A. Vázquez Hernández, a nombre del comité ejecutivo de la central campesina, de filiación perredista, escriben: “La simple palabra no es suficiente. Este grupo ha asumido el lugar como base zapatista desde hace 10 años. ¿Qué hubiera pasado si los muertos no hubieran sido de nuestra organización? Seguramente ahora estarían reivindicándolos, pero como hoy no tienen el papel de víctimas, sino de asesinos, buscan deslindarse”.
Tras estas afirmaciones, los dirigentes de CIOAC “exigen” al Ejército Zapatista de Liberación Nacional “que entregue a los asesinos; sabemos que los tienen escondidos en la comunidad zapatista San Marcos, municipio de Altamirano”.
A pregunta expresa del reportero, la JBG de Morelia negó categóricamente esta tarde, vía telefónica y por Internet, que los agresores se encuentren en la mencionada comunidad.
A contrapelo de los gobiernos federal y estatal que también han negado que los agresores sean zapatistas, y ya montados en su efecto declarativo, los dirigentes de la CIOAC “preguntan” a los rebeldes si “todavía luchan por un proyecto a favor de los pueblos indígenas, o por intereses oscuros”.
Lo que en ningún momento han mencionado los voceros de la CIOAC “histórica” es que los dos grupos en disputa por el nuevo asentamiento Lucha Campesina tienen en común haber invadido en 2004 esas tierras, recuperadas por los indígenas rebeldes desde 1994. De acuerdo con la JBG de Morelia, la violencia se suscitó entre dos grupos invasores.
Esta noche, la JBG Hacia la esperanza, con sede en La Realidad, difundió un nuevo comunicado en el cual expresa: “Nosotros no usamos las armas para arreglar nuestros problemas y diferencias con alguien y para poner el orden en nuestras comunidades o intimidar a los no zapatistas. No vamos hacernos víctimas en tiempos electorales para usar a nuestros muertos cuando nos conviene para lograr intereses de poder, como hacen los líderes de la CIOAC. No aceptamos que sean compañeros nuestros los que masacraron a estos hermanos indígenas y campesinos”.