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Miércoles 14 Diciembre 2005
Al Gobierno Federal.
A la Secretaria de Comunicaciones y Transportes.
Al Gobierno del Estado de Oaxaca.
A los medios de comunicación nacionales e internacionales.
A la Opinión pública.
Una característica de la vida en sociedad es utilizar todos los medios a nuestro alcance para expresar nuestras ideas, conocimientos y emociones, nuestra creatividad y la riqueza de nuestras tradiciones: a eso es a lo que llamamos comunicación, la cual es una condición esencial del ser humano. Pero la comunicación no sólo expresa la cultura de estas formas, también sirve para conocernos entre todos, para ayudar a resolver las necesidades y los problemas más urgentes de nuestras sociedades, para defender nuestros derechos, para denunciar las injusticias con las que nos enfrentamos cotidianamente y para soñar juntos mejores formas de vida.
Por ello no sólo es importante, sino urgente contar con medios de comunicación que respondan a las necesidades diversas de nuestras sociedades, necesidades que los medios comerciales no se interesan en atender porque su lógica es la del lucro comercial, no la del beneficio social.
El Estado también ha abandonado su obligación de utilizar y hacer que se utilicen los medios de comunicación para enfrentar los problemas más urgentes de la población. Actualmente no contamos con medios privados y con casi ningún medio público que propongan responder a estas necesidades: sólo la sociedad misma se organiza para realizar esta tarea y lo hace a través de una gran diversidad de medios; entre ellos cientos de televisoras y radiodifusoras comunitarias, establecidas a lo largo y ancho del país, tanto en barrios y colonias de nuestras ciudades, como en comunidades rurales e indígenas olvidadas por el Estado Mexicano. Estas experiencias existen y se apoyan en nuestros esfuerzos como sociedad.
Por lo anteriormente expuesto, expresamos una gran preocupación por los intentos que vemos día tras día por privatizar el derecho a la comunicación. Los grandes concesionarios de los medios concentran tanto poder que utilizan los mecanismos institucionales del Estado para controlar la legislación y frenar importantes iniciativas ciudadanas para reformar una ley completamente anacrónica, obsoleta y antidemocrática, que les llena de prebendas al tiempo que intenta arrebatarnos al resto de la sociedad nuestros esfuerzos y capacidades.
Ejemplos de esto hay muchos: el boicot de un proceso amplio y legítimo de consulta ciudadana para impulsar reformas a la ley de radio y televisión. En este sexenio, Vicente Fox, redujo a su expresión mínima los tiempos de transmisión con que los concesionarios pagan sus impuestos en especie, sin ningún proceso que lo pueda legitimar. La ofensa más reciente es el intento de albazo legislativo que intenta otorgar nuevas prebendas a estos concesionarios y negar nuevamente el acceso a los medios de comunicación a la mayor parte de la población. Con ello favorecen sólo a quienes con el poder del dinero se han apropiado y se siguen apropiando de espacios y tecnologías que nos corresponden a todos.
Los ejemplos más recientes de estos intentos por callar a la sociedad, son los cierres de las radios comunitarias que se han realizado en todo el país, y específicamente en el estado de Oaxaca. Las radios comunitarias San Jacinto y Estereo Lluvia, que transmiten desde San Jacinto Amilpas y Santa María Tututepec, respectivamente, sufrieron arteros atentados a su derecho a ejercer la libre comunicación. Aproximadamente a las 11 de la mañana del día 7 de diciembre del presente año, un grupo de 50 elementos de la PFP y representantes de la SCT arribaron a la comunidad de San Jacinto Amilpas, y con armas de alto poder irrumpieron en las instalaciones de la estación, intimidando a los pocos compañeros que se encontraban operando en la cabina. Tras esto, recogieron de una forma arbitraria y violenta el equipo y el transmisor con los que contaba esta estación. Simultáneamente, se realizó el mismo tipo de operativo y con las mismas consecuencias en Santa María Tututepec.
Ante estos actos de violencia contra la libertad de expresión como derecho, las y los participantes en el Seminario Internacional de Comunicadores Indígenas, realizado del 5 al 10 de diciembre de 2005 en Cuetzalan, Puebla, quienes pertenecemos a organizaciones sociales y medios comunitarios del país, exigimos que este derecho sea respetado. Exigimos una vez más al gobierno federal y al gobierno del estado de Oaxaca el cese a la persecución y acoso a los medios de comunicación comunitaria. Asimismo, exigimos la devolución del equipo y transmisores que han sido arrebatados a todas la radios comunitarias del país.
Nos solidarizamos con el esfuerzo de las y los compañeros de las radios atacadas, y hermanamos nuestra conciencia y nuestra lucha en busca de una sociedad mas justa y libre, porque es necesario construir en los hechos la autonomía expresada en los Acuerdos de San Andrés sobre Derechos y Cultura Indígena, reconocida en el Convenio 169 de la OIT y ratificada por el Estado Mexicano.
Desde la blanca y fría Sierra Nororiental de Puebla, a 10 de diciembre de 2005.
Los participantes del Seminario Internacional de Comunicadores Indígenas:
José Luis Matías, Jesús Rodríguez, Esperanza Molina, Raúl Máximo Cortés, Mariano Estrada, Luna Martínez, Jaime Martínez Luna, Juan José García, Melquíades Cruz, Filoteo Gómez, José Alfredo Jiménez, Jaime Magaña, Carlos Efraín Pérez, Vladimir Contreras, Vladimir Flores, Damián López, Bruno Varela, Nahú Rodríguez, Elena Nava, Tonatiuh Díaz, Clara Morales, Zenaida Pérez, Estela M. Hernández, Guadalupe Mendoza, Jaime Magaña y diez firmas más.
