PROCESO DE PAZ IRLANDES
Sinn Féin exige explicaciones a Londres por el caso del “topo”
El Sinn Féin ha pedido hoy explicaciones al Gobierno británico después de que se haya desvelado que Denis Donaldson, el que fuera administrador jefe de las oficinas de la formación republicana en el parlamento de Stormont, espió pagado por las fuerzas de seguridad británicas y que la supuesta red de espionaje del IRA en el parlamento de Stormont fue un montaje de la Policía.
BELFAST-. El presidente del Sinn Féin, Gerry Adams, ha presentado esa petición al ministro británico en el norte de Irlanda, Peter Hain, con el que ha abordado hoy en Belfast el último escándalo que ha salpicado al proceso de paz.
A este respecto, Adams ha asegurado hoy que su partido “no se desviará de su tarea histórica” de completar el proceso de paz, pero ha advertido a Londres de que ciertos elementos en la fuerzas de seguridad están dispuestos a perjudicar a su partido y a destruir los acuerdos de paz.
Según Adams, “después de treinta años de una guerra muy, muy sucia, se logró la formación de un Gobierno de poder compartido que las fuerzas de seguridad han conseguido derrocar”.
“La autonomía fue suspendida y la verdad es que las agencias británicas (de espionaje) estuvieron en el centro de ese golpe de estado”, ha dicho el líder republicano.
El “número dos” del Sinn Féin, Martin McGuinness, también ha instado al Ejecutivo de Londres a que dé explicaciones sobre este asunto.
“Ha llegado el momento -ha dicho McGuinness- de que los británicos clarifiquen la posición de sus agentes y agencias respecto al proceso de paz. De hecho, queremos que declararen que su guerra contra los republicanos ha terminado”.
Peter Hain
Hain, por su parte, ha vuelto hoy a defender la teoría de que, hubo una red de espionaje del IRA en el castillo de Stormont.
“La verdad es que se recuperaron muchísimos documentos, algunos de ellos confidenciales y secretos, en una casa del oeste de Belfast. La verdad es que, en consecuencia, se alertó a más de mil personas sobre su seguridad”, ha indicado el ministro.
Hain también ha rechazado la posibilidad de iniciar una investigación pública sobre este asunto, debido al “alto coste económico” que conlleva el establecimiento de este tipo de tribunales especiales.
“Cuestan cientos de millones de libras esterlinas. No voy a seguir ese camino porque está bastante claro que no beneficia a los intereses de los ciudadanos”, ha agregadoe l titular británico.
Un topo en el Sinn Féin
La pasada semana, Denis Donaldson se encontraba ante los medios de comunicación debido a la decisión de la fiscalía de la corona británica de no mantener los cargos de espionaje para el IRA que, en octubre del 2003, sirvieron de excusa para suspender las instituciones norirlandesas e iniciar una nueva crisis política que a día de hoy aún repercute gravemente al proceso de paz irlandés. Ayer, con su revelación como agente británico llega la confirmación de que la red de espionaje fue un «chanchullo inventado por la policía secreta».
En su momento, la decisión de la fiscalía de abandonar los cargos contra Donaldson sorprendió, ya que la razón esgrimida que la continuación del proceso judicial en su contra no era en el interés del pueblo británico no era demasiado específica. Para aquellos que adivinaban un interés político tras la investigación policial con el registro a las oficinas del Sinn Féin en el parlamento de Stormont realizado ante las cámaras de televisión, la decisión del fiscal era una confirmación de ello. Para otros, se abría la sospecha de que los británicos podrían tratar de encubrir a alguno de sus agentes.
Ayer, Donaldson admitió públicamente que ha sido un espía británico desde los ochenta. El que fuera administrador de la oficina republicana en la sede del parlamento norirlandés, en Stormont, se decidió a confesar sus actividades al coordinador de Sinn Féin en los Seis Condados, Declan Kearney, cuando sus contactos dentro de la Policía norirlandesa le informaron que su vida estaba en peligro y que pensaban revelar su faceta de espía. Asimismo, los policías informaron a Donaldson que pensaban darle gran publicidad a su caso, desplazar a su familia y hacer especial hincapié en el hecho de que se encontraba en peligro de sufrir actos de violencia por parte de organizaciones republicanas.
Para los republicanos la intencionalidad de tal plan es claro: un nuevo asalto contra el avance del proceso de paz semanas antes de que se produzca el segundo informe de la Comisión de Monitoreo, que de ser positivo y confirmar la inactividad del IRA, será el paso definitivo hacía la revitalización del proceso político.