Comienza la transición. Evo y Álvaro se reunen en la capital boliviana con el presidente Rodríguez

23.Dic.05    Análisis y Noticias

Foto: Álvaro García a la izquierda y Evo Morales en el podio

Evo Morales y presidente Rodríguez dan comienzo a la transición en Bolivia

La transición política boliviana comenzó este jueves luego que el presidente electo, el indígena izquierdista Evo Morales, se reunió con el jefe de estado provisorio, Eduardo Rodríguez, mientras las bases sindicales más radicales redoblan sus presiones sobre el futuro gobierno.

Morales y Rodríguez definieron en una reunión de una hora y media las comisiones que se encargarán de coordinar la transmisión del mando, prevista para el 22 de enero, y de discutir los principales temas de la agenda nacional, especialmente económicos y sociales.

“Va a haber un nivel máximo de coordinación de la Presidencia de la República por encima de estas comisiones”, anunció el delegado presidencial para Asuntos Políticos, Jorge Lazarte, quien participó de la cita.

El ganador de las elecciones bolivianas valoró “la voluntad muy sincera, muy responsable” de Rodríguez de darle “una información de primera mano, este trabajo va a continuar”.

Morales pidió al saliente presidente que la orden general de destinos y ascensos de la Policía y las Fuerzas Armadas sea congelada hasta cuando asuma el nuevo gobierno.

Como grado inherente a su investidura, el presidente boliviano detenta el de capitán general de las Fuerzas Armadas.

“Seguramente hay un mal asesoramiento, nosotros tenemos plazos definitivos (para la orden general), estoy solicitando (..) una audiencia con el presidente Rodríguez (..) para poder coordinar”, reaccionó el comandante del Ejército, general Marcelo Antezana.

“Mi comando ya determinó que no vamos a elaborar la orden de destinos sin que tenga que estar de por medio alguna determinación política”, declaró de su lado con resignación el comandante de la Policía, general David Aramayo.

Con el objetivo de evitarse problemas con los organismos cívicos de Santa Cruz (este), dominados por sectores de derecha, Morales aclaró tras la cita con Rodríguez que no pidió al gobierno la postergación de la licitación del rico yacimiento de hierro del Mutún.

“Es importante buscar inversión y por eso queremos aclarar que nunca hemos hecho ningún pedido de postergación de la licitación de este recurso natural que es importantísimo para el país”, señaló Morales.

“Ni Evo Morales ni el licenciado Alvaro García (su vicepresidente) hemos pedido oficialmente al gobierno central postergación de la licitación del Mutún”, afirmó el mandatario electo.

Rodríguez frenó por 60 días la licitación para explotar el reservorio de hierro, una medida que generó fuertes protestas en Santa Cruz, que amenazaban con salpicar al futuro gobierno de Morales.

“Es importante para el país, que se beneficie especialmente la región, el departamento de Santa Cruz, las zonas fronterizas con Brasil, este proceso de licitación debe continuar”, precisó Morales tras desayunar con Rodríguez.
El presidente electo, el primero de origen aymara-quechua en la historia de Bolivia, comenzó a recibir presiones de los sectores sociales que le demandan designaciones en el aparato estatal.

El Movimiento Sin Tierra reclamó la creación de un Ministerio de la Tierra, el movimiento de cooperativas mineras exigió el control del Ministerio de Minería y los sectores indígenas el Ministerio de Asuntos Campesinos y Agropecuarios, entre otros.

La poderosa federación de juntas vecinales de El Alto -donde en octubre de 2003 se desató una rebelión popular por la nacionalización del gas que concluyó con la muerte de unas 60 personas y la caída del presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada- le recordó que “el pueblo no dejará de lado sus exigencias”.

“El gobierno del MAS (Movimiento Al Socialismo) no será para distribuir cargos, sino para cambiar el país”, respondió Morales a los pedidos.

Morales, el nuevo presidente electo de Bolivia, inicia transición

El líder indígena Evo Morales se convirtió hoy en el presidente electo de Bolivia al asegurarse una votación suficiente en los cómputos parciales de la Corte Nacional Electoral (CNE) e inició el proceso de transición a su Gobierno.

Cuando solamente faltan por escrutar 275 de las 21.111 mesas electorales habilitadas para la votación, Morales ha logrado la mayoría absoluta en las urnas, con 1.534.671 sufragios a su favor.

Aún perdiendo la votación en las mesas restantes, que como máximo podrían representar 82.500 votos más en su contra, pues en cada una solamente pueden votar 300 personas, Morales obtendría al menos el 52,3 por ciento de respaldo popular, según cálculos extraoficiales.

Morales comenzó hoy a definir los detalles de la transmisión de mando, prevista para el próximo 22 de enero, junto al actual presidente, Eduardo Rodríguez, al que hoy presentó las comisiones encargadas de los asuntos protocolarios, económicos, políticos y sociales para la transición.

La toma de posesión tendrá lugar en el Congreso Nacional de La Paz, en un acto al que han sido invitados oficialmente 130 mandatarios, pero al que, y por deseo de Morales, también asistirán premios Nobel comprometidos con las luchas sociales y dirigentes de organizaciones populares.

Adicionalmente, se organizará un acto popular y simbólico en la histórica plaza San Francisco de La Paz, escenario habitual de multitudinarios mítines sindicales, para que Morales asuma el poder en una concentración de masas.

Tras consensuar estos preparativos con Rodríguez, Morales ofreció una rueda de prensa para expresar su gratitud al Fondo Monetario Internacional (FMI) por condonar el total de la deuda boliviana con ese organismo.

A su juicio, la decisión del FMI de dar de baja una deuda de 222 millones de dólares también fortalece a la democracia boliviana.

Anunció que los fondos que iban a ir a cubrir esa obligación serán destinados a luchar contra la pobreza, que afecta al 63 por ciento de los habitantes de su país, en programas de salud, educación y generación de empleo.

Morales afirmó que realizará una reclamación similar a otros organismos financieros internacionales, a las que su país adeuda alrededor de 4.800 millones de dólares.

‘Vamos a seguir planteando a otros organismos internacionales que deberán dar una total condonación la deuda externa’, dijo Morales.

Destacó, además, como un señal ‘de solidaridad’ con Bolivia una llamada telefónica del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y una carta del Alto Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, recibidas en las últimas horas.

‘Esa es una prueba clara de que el Movimiento al Socialismo (MAS, el partido de Morales) no sólo tiene apoyo nacional, sino también apoyo internacional’, dijo el ya presidente electo de Bolivia.

A su juicio, las señales de respaldo recibidas desde el domingo pasado también muestran que eran ‘totalmente falsas’ las acusaciones de sus rivales electorales sobre un supuesto aislamiento de Bolivia si él ganaba las elecciones.