Declaración de organizaciones donde participan varios tupamaros que no se identifican con el actual MLN en el gobierno uruguayo

24.Dic.05    Análisis y Noticias

Homenaje militante, 22 de didiembre

Coordinadora 8 Octubre
Coordinadora Bebe Sendic
Solar Raul Sendic
Tierra y Libertad

Hoy nos reúne en esta querida plaza la voluntad de conmemorar activamente los hechos ocurridos entre el 22 y el 24 de Diciembre de 1966, en los que cayeron enfrentando por primera vez a mano armada a las fuerzas represivas, dos jóvenes militantes del viejo Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros): Carlos Flores Alvarez y Mario Robaina Méndez, de 23 y 24 años de edad.
Los más jóvenes aquí tal vez se sorprendan, pero 40 años atrás –en aquellas vísperas navideñas de un Uruguay de mentira que también moría– hacía rato ya que la entrega del país al capital extranjero y la violencia de arriba como única respuesta a los reclamos del pueblo, significaban el ensayo a prepo del mismo modelo fondomonetarista que hoy se expresa en la firma de tratados vendepatria, la violación de los mandatos populares, el envío de tropas a Haití y, como complemento lógico, nuevamente la represión, el encarcelamiento, la criminalización de la pobreza, la protesta y la lucha, y su expresión más sórdida y abominable: la ley de impunidad inventada para proteger a los milicos asesinos y a los civiles autores intelectuales de todos los crímenes de lesa humanidad de la dictadura y el pachecato.
Los que sobrevivieron a Flores y Robaina en aquellos tiempos no tan lejanos, declararon al 22 de Diciembre “Día de nuestros muertos”. Hoy se sabe muy bien que los muertos del pueblo no empezaron ni terminaron precisamente ese día ni fueron solamente del MLN, pero sí que a partir de esa fecha, la lucha popular, la confrontación directa, la rebeldía del pueblo, y la represión y el fascismo –éstos involuntariamente– le empezaron a quitar definitivamente la máscara cobarde a un sistema social hipócrita que también en el Uruguay es básicamente anti-humano, delictivo y contrario al avance de la inmensa mayoría de los seres humanos.
Hoy, ni la podredumbre del capitalismo ni la criminalidad rapiñera del imperialismo, son un misterio para nadie tampoco en el Uruguay, y esto se hace más palpable todavía, paradojalmente, cuando ya no gobiernan aquí los mismos que dieron garrote y hambrearon durante 150 años, sino fuerzas políticas en las que el pueblo ha confiado para que por lo menos nuestra situación no siguiera empeorando. Hoy no gobierna directamente la oligarquía ganadero-financiera pro-imperialista, pero sigue sí manejando los piolines decisivos de un poder económico-militar que el nuevo gobierno no quiere disputar, no porque no pueda, sino porque ha optado por prescindir de la participación y la decisión del pueblo organizado y movilizado, alentando la peligrosa fantasía de que los cambios serán posibles conciliando con los enemigos del pueblo y claudicando sumisamente frente a la ominosa bota imperial.

Nuestros muertos –todos nuestros muertos, también los muertos de hambre, de enfermedades curables, los niños muertos antes de nacer, los viejos muertos antes de llegar a viejos; los muertos asesinados del capitalismo desde siempre–, todos nuestros muertos merecen ser recordados y homenajeados afinando la puntería popular directamente sobre los órganos más descompuestos del sistema capitalista, para ayudarle a morir en esta agonía de unos pocos que pueden llevar también a la agonía a la humanidad entera si no tenemos buenos reflejos o por lo menos sanos instintos animales de sobrevivencia.
Un buen ejemplo de atrocidades que se consuman sin medir consecuencias, es la reciente represión y el encarlamiento por “sedición” de Lilián, Fiorella, Nacho y Claudio, y, luego, el procesamiento de la Compañera Irma. El 4 de noviembre no hubo un muerto o más de puro milagro, porque los forcejeos de una detenida con el milico que disparaba una pistola hicieron que las balas se perdieran en las azoteas de la Ciudad Vieja.
Cada partecita ósea de nuestras queridas compañeras y nuestros queridos compañeros que van apareciendo en las tumbas clandestinas de los Bonelli y los Bordaberry, son en realidad la evidencia contundente y condenatoria de la total degradación del capitalismo.
Estamos parados sobre el fósil imperialista del sistema, pero sus tumores todavía sufren convulsiones y espasmos.
Las partes que sobreviven, sobreviven imponiéndonos formas y contenidos de vida decididamente contranatura, reinando la violencia y la prepotencia soberbia de los chupasangre y sus segundones mal paridos.

Aquí, dos subpoderes del poder burgués sobrevivientes, son los más descompuestos hasta provocar náuseas: el poder militar y el poder judicial. Los dos funcionales a la explotación y la dominación; los dos, instituciones suplementarias de la violencia organizada de los de arriba, que no otra cosa que ésto es el Estado.
Una ley repugnante y cobarde impuesta a fuerza de terrorismo y cola de paja de blancos, colorados, milicos asesinos, jueces encubridores y legisladores cómplices, opera como libreta de matrimonio entre esos dos subpoderes que han creído ser dueños de vidas y haciendas bajo el estímulo inmundo de una impunidad que debe caer estrepitosamente..
Nuestros caídos y los que hoy seguimos en pié, no debemos ni podemos seguir tolerando un minuto más esta ley tan repugnante como la basura subhumana que pretende amparar. La ley de impunidad debe ser anulada sin posibilidades de nada que la sustituya engañosamente; debe caer con ella la impunidad de ayer y la de hoy y la que sueñan para mañana los pichones de asesinos y torturadores.
Las Coordinadoras “8 de Octubre” y “Bebe Sendic” y el Solar Raúl Sendic –organizaciones en las que estamos varios Tupas que no nos identificamos con el actual MLN—entendemos que debe caer anulada esta ley como primer paso para el logro futuro de la abolición de todos los recursos de amparo jurídico de los represores sin alma y de los jueces sin vergüenza. Debe caer como anticipo del desmantelamiento total del aparato represivo y de inteligencia del Estado capitalista y de un sistema que de justicia tiene solamente el nombre.
Debe caer como un acto de justicia popular; como reparación moral de un pueblo que ahora sí vé con total claridad qué había detrás de la papeleta amarilla del ´87 y de las campañas mediáticas aterrorizando con amenazas de regreso de los verdugos del pueblo que hoy regatean con los cuerpos de nuestros muertos como viles monstruos queriendo decirnos, junto a la gran prensa: “Así terminan los que luchan”, sin querer darse cuenta de que cada hueso que aparece y cada hueso que esconden, serán nuevas mujeres y nuevos hombres resueltos a destruir este mundo de proxenetas que no merecen la vida ni el amor de sus hijos.

Lo más descompuesto del sistema capitalista es su moral. Y esto es lo que debemos atacar por ser su punto más débil.
Ahí debemos apuntar todas nuestras voces y todos nuestros puños para que paguen sus crímenes los impunes de ayer y los de hoy y para que los nuevos aspirantes a criminales deban rendirse a la evidencia de que la paciencia de un pueblo no es interminable. Para que sepan de una vez por todas que Carlos Flores y Mario Robaina y todos los caídos, no han muerto en vano.

¡ANULAR YA LA LEY DE IMPUNIDAD! ¡CASTIGAR A TODOS LOS CULPABLES!!!.
¡LA SENDA SIGUE TRAZADA!!!
¡HABRÁ PATRIA PARA TODOS! ¡HABRÁ REVOLUCIÓN!!!

Coordinadora 8 de Octubre
Coordinadora “Bebe” Sendic
Solar Raúl Sendic
Tierra y Libertad

Diciembre de 2005

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