Cientos de campesinos de Titiri, territorio controlado por el estado peruano, atacan puesto policial. No se puede negar que tienen carácter…

07.Ene.06    Análisis y Noticias

Enardecidos comuneros apedrean comisaría

Pretendían sancionar a tres supuestos delincuentes que robaban a taxistas

Centenares de campesinos de la comunidad Titiri atacaron con piedras y otros objetos el puesto policial del distrito José Domingo Choquehuanca, en la provincia de Azángaro. Ellos exigían la entrega de tres presuntos asaltantes, que horas antes habían despojado de su vehículo a un taxista.

La protesta en la comisaría ocurrió a las 9 p.m. del último martes, luego de que dichos individuos fueran trasladados hacia otra comisaría, la de Azángaro, por orden del fiscal provincial.

Se supo que momentos antes los presuntos delincuentes habían solicitado el servicio del taxista Mario Mayta Herencia (20), quien los conduciría desde Choquehuanca hasta Titiri, pero poco antes de llegar al destino, los pasajeros golpearon al conductor para robarle el auto.

Ante los gritos de auxilio del taxista, los campesinos se acercaron y lograron detener a dos varones y una mujer identificados como Leoncio Idme Huanca (38), su esposa Anacleta Apaza Quispe (40) y el hijo de ambos, Wilber Edilio (19).

Inicialmente los comuneros pensaron en castigar a los sujetos, pero una llamada de alerta a la policía de Choquehuanca hizo que los agentes consiguieran llevarse a los delincuentes.

Sin embargo, el rumor de que los sujetos habían sido liberados enfureció aún más a los comuneros, quienes se dirigieron hacia la comisaría, donde ocasionaron daños materiales de regular cuantía. Pero en realidad los detenidos no habían sido liberados, sino trasladados a otra comisaría.

Mientras esto ocurría, otro contingente policial recuperó el automóvil robado en perfectas condiciones.