EE.UU. repiensa su presencia militar en Suramérica

11.Ene.06    Análisis y Noticias

Sam Logan(*)

Las FF.AA. norteamericanas están aumentando su presencia militar en Suramérica debido a presuntas amenazas a su seguridad relacionadas a áreas fronterizas sin control del gobierno, la llamada “guerra contra el terrorismo” y la creciente influencia de la Venezuela de Hugo Chávez.

* Las razones para el establecimiento de otra FOL (Forward Operating Location - Ubicación Operativa de Vanguardia) en Suramérica incluyen la creciente influencia del presidente venezolano Hugo Chávez, una fusión de las llamadas “Guerra contra el Narcotráfico” y “Guerra contra el Terrorismo” y la preocupación de EE.UU. sobre las áreas ingobernadas, principalmente a lo largo de las fronteras.

* La reciente visita de Rumsfeld al Paraguay indicaría que esta pequeña nación podría estar indicada para servir como huésped de la siguiente base militar de EE.UU. en la región, especialmente dada la ubicación geográfica de la nación en el medio del continente.

* Es ampliamente conocido que los EE.UU. han instalado numerosos agentes de la CIA en la región de frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay conocida como la Triple Frontera (TBA, en inglés: Tri-Border Area).

* “EE.UU. tiene fuertes aspiraciones de convertir a Paraguay en un “segundo Panamá para sus tropas y no está lejos de alcanzar sus objetivos de controlar el Cono Sur y extender la Guerra Colombiana”, reportó el 26 de julio la empresa consultora Intelligence Research.

Buenos Aires. - El presidente paraguayo Nicanor Duarte dijo el 30 de agosto que el gobierno de los EE.UU. nunca tendría una base militar en Paraguay. El reciente viaje del Secretario de Estado de los EE.UU. Donald Rumsfeld indica otra cosa. Hay planes de enviar una tropa de unos 400 hombres allí entre hoy y el fin del año que viene.

La posibilidad de creciente presencia norteamericana en Paraguay aumenta a medida que el corredor andino se vuelve menos estable y los EE.UU. hacen frente a un difícil batalla para garantizar su seguridad en su patio trasero.

Desde antes del comienzo de la primera administración del presidente George Bush, el Pentágono ha tratado de modificar su estrategia respecto a las bases militares operativas estadounidenses en territorio extranjero.

Bajo la dirección de Rumsfeld, el Pentágono ha propuesto cambiar una estrategia basada en una limitada cantidad de grandes bases por una basada en numerosas y pequeñas ubicaciones operativas de vanguardia (FOLs). La idea de cambiar por una presencia más pequeña, ala que se llama “bloques de lirios”, refleja la creciente confianza del Pentágono en tecnologías de avanzada, como el misil Patriota y las aeronaves de vigilancia sin tripulación humana, y su deseo de aliviar el esfuerzo de policía global poniendo en el lugar fuerzas militares integradas por voluntarios.

FOLs ligeramente dotadas a menudo con un personal militar estadounidense de no más de una docena de efectivos podría mantener una pequeña presencia de EE.UU. en una mayor cantidad de áreas, a la vez que permitiría a la nación que las alberga retener el control y la propiedad de la base en su territorio soberano.

Bloques de Lirios en Latinoamérica
Lógicamente, Latinoamérica fue la primer área en la cual poner a prueba esta nueva estrategia. Los EE.UU. se retiraron oficialmente de Panamá el 31 de diciembre de1999 en cumplimiento de los acuerdos de 1977 firmados por el presidente norteamericano Jimmy Carter. En ese momento, la retórica alrededor de la Guerra al Narcotráfico fue alcanzando un crescendo y las operaciones que ejercieran una vigilancia de cerca a los movimientos de entrada y salida de Colombia fueron consideradas fundamentales. La Fuerza Armada norteamericana, el FBI, la DEA y la CIA querían poner presión a los traficantes de drogas que usaban la región alrededor de Colombia como un corredor para los embarques de cocaína y heroína hacia el norte y de armas y municiones hacia el sur.

Las bases cercanas en Panamá fueron reemplazadas por una cantidad de FOLs en la región: en el Aeropuerto Internacional Eloy Alfaro en Manta, Ecuador, el Aeropuerto Internacional Reina Beatriz en Araba y el Aeropuerto Internacional Hato en Curacao. Otra FOL fue ubicada también en el Aeropuerto Internacional en Comalapa, El Salvador. En noviembre de 1999, la FOL en Ecuador fue asegurada con un leasing a diez años, y en marzo del 2000, los EE.UU. obtuvieron acuerdos con Holanda y El Salvador para asegurar un leasing de diez años a las FOLs que habían ubicado temporariamente en sus territorios soberanos.

Los EE.UU. han operado estas FOLs desde su base militar del Comando Sur, ubicada en Miami, Florida, durante años sin despertar mucho recelo o sin necesidad de expandir su presencia en la región. Sin embargo, el reciente desarrollo geopolítico ha forzado a los estrategas de EE.UU. a pensar sobre el futuro de la presencia militar norteamericana en Suramérica.

Las razones para el establecimiento de otra FOL en Suramérica incluyen la creciente influencia del presidente venezolano Hugo Chávez, una fusión de la llamada “Guerra contra el Narcotráfico” y “Guerra contra el Terrorismo” y la preocupación de EE.UU. sobre las áreas sin control gubernamental, principalmente a lo largo de las fronteras. La reciente visita de Rumsfeld al Paraguay indicaría que esta pequeña nación podría estar indicada para servir como huésped de la siguiente base militar de EE.UU. en la región, especialmente dada la ubicación geográfica de la nación en el medio del continente.

Presencia norteamericana en Paraguay
El Congreso Nacional Paraguayo firmó el 27 de mayo un acuerdo con los EE.UU. que permite al personal militar norteamericano entrenar, trabajar y otras operaciones en Paraguay por un período de 18 meses. Las primeras tropas arribaron en Junio. La visita de Rumsfeld al Paraguay el 15 de agosto fue recibida por una fuerte demostración crítica en los diarios de toda la región. El presidente de Paraguay aprovechó la oportunidad para declarar, más de una vez, que los EE.UU. no tendrían una base permanente en Paraguay.

José Ruiz, un funcionario de asuntos públicos del Comando Sur coincide: “No hay planes de establecer una base militar estadounidense o una presencia militar estadounidense permanente en ninguna parte del Paraguay”, dijo a INS Security Watch.

Lo que habría disgustado a mucha gente aquí es que Paraguay firmó un acuerdo que garantiza inmunidad legal al personal norteamericano mientras esté en suelo paraguayo. Este acuerdo es especialmente controversial porque toca el nervio de aquellos que discrepan con la incesante presión que el gobierno de los EE.UU. pone en los países de la región para que no firmen el Tratado de la Corte Criminal Internacional. A raíz de que Paraguay todavía no ha cedido a esta presión, fue forzado a firmar un acuerdo por separado, el cual permanece en vigencia hasta que finalicen los ejercicios de entrenamiento en curso y termine la presencia de las tropas norteamericanas en Paraguay en diciembre de 2006.

El Teniente Comandante Alvin Plexico, hablando para el Pentágono, afirma que las operaciones estadounidenses en Paraguay son solamente temporarias y restringidas a actividades de entrenamiento.

El propósito de la presencia estadounidense en Paraguay es “fortalecer las relaciones militares entre EE.UU. y Paraguay y mejorar el entrenamiento conjunto”, dijo Plexico al Consejo de Asuntos Hemisféricos, agregando que “(estos despliegues) no son una respuesta a sucesos del mundo real”.

Mientras tanto, es ampliamente sabido que los EE.UU. han instalado numerosos agentes de la CIA en la frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay conocida como la Triple Frontera. También han sido trasladados al Paraguay agentes del Departamento del Tesoro de los EE.UU. para examinar las empresas de lavado de dinero que continúan prosperando en la ciudad paraguaya fronteriza Ciudad del Este. Más recientemente, el FBI abrió una oficina en la embajada de los EE.UU. en Asunción, ostensiblemente para conducir oraciones en la Triple Frontera.

Al norte del Paraguay, Bolivia ha sufrido ola tras ola de intranquilidad ciudadana. Cualquier decisión gubernamental emitida desde la capital, La Paz, sólo alcanza tan lejos como lo permitan los bloqueos de ruta. Al Este, la frontera paraguaya con Brasil no está muy patrullada con excepción de la Triple Frontera. Y Argentina, en el Sur, como Brasil, está mayormente concentrado en la Triple Frontera. Sin embargo, los políticos regionales y otras personalidades VIP en Paraguay, Bolivia, Brasil y Argentina reaccionan negativamente a las noticias del Paraguay que permite a los EE.UU. llevar adelante operaciones militares en el corazón de Suramérica.

Intranquilidad regional y realidades paraguayas
Quizás las palabras más fuertes del Paraguay sobre la presencia militar de EE.UU. vengan del director de la organización paraguaya de Derechos Humanos Servicio Paz y Justicia, Orlando Castillo. Afirma que los EE.UU. tienen fuertes aspiraciones de convertir a Paraguay en un “segundo Panamá para sus tropas, y no están lejos de conseguir su objetivo de controlar el Cono Sur y extender la Guerra Colombiana”, según informó la consultora norteamericana Intelligence Research el 26 de julio.

De acuerdo al diario argentino Clarín, el aeropuerto de Mariscal Estigarribia, el lugar de las actuales actividades militares norteamericanas, tiene 3.800 metros de largo y 80 metros de ancho, un tamaño suficiente para las maniobras de grandes aeronaves de transporte y mayor que el aeropuerto de Asunción, la capital del país. Más que cualquier otro hecho concreto, las críticas regionales han insistido en el tamaño y la alta calidad de este aeropuerto y en el hecho de que permitiría maniobrar a grandes aeronaves para denunciar que EE.UU. tiene intenciones de instalar una base en Paraguay: casi un paso hacia la instalación de una FOL.

Nadie aquí menciona, sin embargo, la muy real estrategia del Pentágono que establece que los EE.UU. no instalarán nuevas bases militares en ninguna parte, y menos aún en un pequeño país suramericano.

Ninguna base, pero…

“No hay en la actualidad ningún plan de desplegar una gran cantidad de soldados norteamericanos en Paraguay por largo tiempo”, dijo el vocero del Pentágono Plexico a ISN Security Watch. Tanto el Pentágono como el Comando Sur mantienen la misma línea: no hay planes para una base norteamericana en Paraguay. Pero ¿qué se sabe de una FOL?

Sam Logan es miembro de International Relations And Security Network ISN

© Sam Logan
Traducción: Julio Fernández Baraibar (CEES)
Versión original del artículo (en inglés):
http://www.isn.ethz.ch/news/sw/details.cfm?ID=12899

Sam Logan es un periodista de investigación que ha cubierto temas de seguridad, energía, política, economía, crimen organizado, terrorismo y mercados negros en Sur América desde julio de 1999. Ha informado desde Santiago, Brasilia, San Pablo y Río de Janeiro. Actualmente vive en Buenos Aires.

Traducido por Equipo de Investigaciones ‘Rodolfo Walsh’