La izquierda en Uruguay, igual que en Brasil, pone militares fascistas a dirigir el aparato represivo y de inteligencia estratégica del capital. Escriban sobre eso los que gritan sobre la base yanqui en Paraguay

12.Ene.06    Análisis y Noticias

Nota de Clajadep.
Con indignación hemos sabido de esta noticia, que recorrió la red Clajadep de inmediato y varios compas se pronunciaron con que había que denunciar a los que andan asustando niños con el cuento del lobo que viene del norte mientras a la caperucita se la agarran los lobos vestidos de piel de oveja de la izquierda. Por nosotros esa izquierda uruguaya puede irse a la misma m… y desde ahora los trataremos como enemigos, ya que ponen un enemigo a cargo de cuidar “su” sistema.

Se hace necesario estudiar y discutir más a fondo eso de que la “izquierda” crece en el continente, ya que si lo hace a costa de consolidar los aparatos represivos, bien poca falta nos hacen en los gobiernos. Recordemos que Evo Moerales está haciendo jugosos negocios con uno de los gobiernos más represivos del planeta en la actualidad: el gobierno chino.

Nunca nos hemos desmentido sobre que en su momento dijimos que el capital usaría a la izquierda para sacar las castañas del fuego. Helo ahí. Tanto que nos asustan con las bases yanquis, cuando el trabajo sucio lo hacen dentro de los aparatos locales.

Ave César! Morituri te salutan!

Veamos la noticia:

MONTEVIDEO/URUGUAY/10.01.06/COMCOSUR AL DÍA - El titular de la noticia
publicada por el diario “La República” en el día de ayer, obligaba a leerlo
dos veces:
“El contralmirante Carlos Rafael Maglioca Tholke, actual jefe de la
Delegación del Uruguay ante la Junta Interamericana de Desarrollo, será el
nuevo director de la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado (Dinacie)
- El gobierno coloca a un ‘duro’ de la Armada al frente de Inteligencia
Nacional mientras prepara cambios”.

Según el matutino, la designación -acordada entre la ministra de Defensa
Nacional, Azucena Berrutti, y el futuro comandante en jefe de la Armada,
Juan Fernández- “llamó la atención en medios políticos”, ya que Maglioca
está calificado como uno de los oficiales en actividad “más afines” a la
dictadura civil militar.

Cuando “La República” preguntó a sus fuentes militares sobre Maglioca, se le
contestó que “Se trata de una persona absolutamente coherente con su
ideología, la que jamás ocultó, nadie tiene dudas en la Armada de su
proclamada orientación político-religiosa, en pocas palabras se define como
católico ortodoxo, miembro del Opus Dei, perteneciente al Partido Colorado,
Foro Batllista, siendo su personaje más admirado el ‘generalísimo” Franco,
de quien siempre tuvo una foto sobre su escritorio”.

La persona elegida para vigilar a los uruguayos y manejar los archivos
militares durante al menos un año, perteneció al pequeño grupo de marinos
que el 9 de febrero de 1973 se plegó a la insurrección militar que encabezó
el Ejército. Esa “fidelidad” a los golpistas de la primera hora fue premiada
con el cargo de ayudante del jefe del Estado Mayor de la Armada de la
dictadura, y en ese carácter participó en los llamados “planes de
operaciones” que luego se aplicarían.

Entre esos “planes de operaciones” estaba el llamado “Plan Celeste”, que
consistía en “depurar de las filas de la Armada a todo el personal que
perteneciera a la religión judía”. Siempre según las fuentes de “La
República”, Maglioca, también elaboró varios de los discursos del jefe de
Estado Mayor de la Armada, principalmente cuando este oficial participaba en
la desaparecida Comaspo, y “por esta tarea se premió a Maglioca, enviándolo
como diplomático a Brasil para que realizara un curso de Estado Mayor”.

Los informantes del periódico explican que “Allí (en Brasil) nuevamente
mostró sus afinidades: presentó como trabajo de fin de cursos, una
monografía llamada ‘El nuevo orden político’. Este trabajo sostenía la
teoría del ex presidente de facto Juan María Bordaberry, “en el sentido de
que las democracias, con las estructuras de partidos políticos, no servían
para los países de la América Latina”.

Vuelta la democracia, durante la primera presidencia de Julio María
Sanguinetti (Partido Colorado/Foro Batllista), el fascista fue nombrado
agregado naval en Brasil. En 1999, al fin de la segunda presidencia de
Sanguinetti, fue ascendido al grado de contralmirante. Luego, en 2001, el
presidente Jorge Batlle (Partido Colorado) lo puso al frente de la Dirección
Nacional de Inteligencia del Estado, y en 2004 lo designó representante
uruguayo en la Junta Interamericana de Defensa en la ciudad de Washington D.C.

Las fuentes de “La República” recuerdan también que hace pocos meses,
Maglioca “mostró la hilacha cuando ocurrió el incidente de la foto de los
soldados asesinados con el coronel Picabea en la sede diplomática de Uruguay
ante OEA (ver “Ayudamemoria”), no solo se solidarizó con el desacato del
coronel, sino que además, consiguió y colgó una foto igual en el living de
su casa”.

Conocido todo esto, es inevitable preguntarse -una vez más- qué es lo que
está pasando realmente aquí. ¿El presidente Vázquez y la ministra Berrutti
no saben quién es el contralmirante Maglioca? En momentos en que la sociedad
reclama la desclasificación de los archivos de la Dictadura (y la ministra
dice que no los encuentra), no parece sensato ni lógico poner a un
Terrorista de Estado a custodiarlos. ¿Un lobo cuidadando ovejas? Maglioca ya
estuvo en ese cargo, sabe de que se trata, sabe donde está lo que la
ministra no encuentra. Por ende, puede muy bien encargarse de que nunca más
nadie lo encuentre. Tiene un año entero por delante. ¿Qué está pasando?