Comunidades defienden sus tierras, aguas y bosques

25.Ene.06    Análisis y Noticias

WORLD RAINFOREST MOVEMENT
MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES

Secretariado Internacional
Maldonado 1858, Montevideo, Uruguay
Correo electrónico: wrm@wrm.org.uy
Página web: http://www.wrm.org.uy
Editor: Ricardo Carrere

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B O L E T I N 102
Enero 2006 - Edición en castellano

Este boletín está también disponible en francés, inglés y portugués. Si desea
recibirlo
en alguno de estos idiomas comuníquese con nosotr@s.
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En este número:

* NUESTRA OPINION

- El desembarco de la industria nórdica de la celulosa en el Sur y el Banco
Mundial

* LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS

AMERICA DEL SUR

- Brasil: policía federal invade aldeas Tupiniquim y Guaraní en tierras
recobradas a
las plantaciones de Aracruz Celulose
- Brasil: Veracel es multada por crimen ambiental en Bahía
- Colombia: los tropiezos del proyecto de Ley Forestal en Colombia
- Uruguay: las falsedades de las empresas celulósicas

AMERICA CENTRAL

- Costa Rica: lecciones aprendidas de la lucha contra las plantaciones

AFRICA

- África: mapas del bosque realizados por sus verdaderos guardianes
- Camerún: un plan de demarcación que divide los bosques y la gente
- Ghana: una represa a costa de los bosques
- Liberia: demanda contra Firestone por esclavitud y trabajo infantil en
plantaciones
de caucho

ASIA

- Bangladesh: los manglares son mucho más generosos que la industria camaronera
- India: Adivasis muertos a tiros defendiendo su tierra contra la invasión de la
siderúrgica Tata Steel
- Indonesia: el Deutsche Bank se retira del proyecto de celulosa de la UFS
- Tailandia: la larga marcha por los bosques comunitarios

* CAMPAÑA PLANTACIONES

- El cultivo que más destruye la tierra no es la solución para la crisis
energética

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NUESTRA OPINION
***************

- El desembarco de la industria nórdica de la celulosa en el Sur y el Banco Mundial

Hasta hace poco tiempo, los países nórdicos eran relativamente poco conocidos en
el Sur. Finlandia, Noruega y Suecia eran a lo sumo conocidos por cuestiones
positivas como su legislación social progresista, su solidaridad frente a las
dictaduras
del Sur, compositores como Sibelius, el Premio Nobel y aspectos más populares
como famosos jugadores de tenis, corredores de autos, las olimpíadas de Helsinki
o
el mundial de fútbol en Suecia.

Lamentablemente, la situación ha cambiado y ahora hay una percepción mucho
menos positiva, en particular como resultado de la acción de empresas vinculadas
a
la industria de la celulosa y el papel. Con la consultora finlandesa Jaakko
Poyry a la
cabeza, compañías tales como UPM/Kymmene, Metsa Botnia, Stora Enso y Aracruz
Celulose han comenzado a desembarcar en países de Asia y América Latina y a
generar conflictos con las poblaciones locales. Dichos conflictos se originan en
primer lugar en la ocupación de enormes áreas de tierras productoras de
alimentos
por plantaciones de eucaliptos para proveer a las plantas de materia prima.
Luego
vienen los conflictos por los impactos ambientales sobre el agua, la flora y la
fauna,
que privan a las poblaciones locales de los elementos esenciales para asegurar
su
sustento. A ello le siguen los escasos y pésimos empleos que generan las
plantaciones de eucaliptos, que resultan en un balance negativo de puestos de
trabajo a nivel regional. A todo ello se suman finalmente los impactos
ambientales y
sociales resultantes de la puesta en funcionamiento de las fábricas de celulosa.

Por supuesto que esas empresas no actúan solas en el gran negocio de la celulosa
y
el papel. Muchas otras empresas, en particular europeas, les proveen de
distintos
componentes de las costosísimas fábricas de celulosa y de papel, en tanto que
agencias oficiales de créditos a la exportación facilitan la exportación de
dichas
fábricas al sur.

Dados los elevados costos de una fábrica de celulosa (que ronda entre 600 y
1.200
millones de dólares según su tamaño), lo fundamental es el acceso al crédito,
tanto
multilateral como privado y en muchos casos con el acceso al segundo atado al
primero. Es aquí donde entra a jugar la banca multilateral: el Banco Mundial y
bancos regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Asiático
de Desarrollo.

El Banco Mundial, a través de su Corporación Financiera Internacional (CFI), da
créditos al sector privado, a la vez que facilita directamente el otorgamiento
de
préstamos de la banca privada a los emprendimientos que financia. La empresa
finlandesa Botnia (asociada a la también finlandesa UPM/Kymmene) tiene
proyectado instalar en Uruguay una gigantesca planta de celulosa para producir 1
millón de toneladas anuales, cuyo costo se estima en 1.200 millones de dólares.
Para ello solicitó a la CFI un préstamo de 200 millones de dólares, compuesto
por
100 millones a ser provistos por la propia CFI y otros 100 millones a ser
gestionados
con la banca privada.

Dado que la proyectada planta se instalaría sobre el río Uruguay, que es
compartido
por Uruguay y Argentina, tanto grupos ambientalistas y organizaciones sociales
de
ambos países, como el gobierno argentino denunciaron al Banco la insuficiencia
de
las evaluaciones de impacto ambiental llevadas a cabo por la empresa, que ni
siquiera tomó en cuenta los impactos acumulados de su planta a los del ya
aprobado
proyecto de la empresa española Ence, que planea producir 500.000 toneladas
anuales en la misma zona.

Frente a las denuncias, la CFI reaccionó contratando a la consultora japonesa
Pacific
Consultants International para llevar a cabo estudios adicionales. El tema
también
dio lugar a un viaje a Uruguay de la Ombudsman del Banco Meg Taylor, quien en su
informe incorporó muchas de las críticas hechas desde la sociedad civil, tanto
con
respecto a las fábricas de celulosa como en lo referente a las plantaciones de
eucaliptos asociadas.

El 19 de diciembre se conoció el informe de la consultora, que más que un
informe
parece un tratado completo de todas las falsedades que repite la industria de la
celulosa y el papel (recomendamos su lectura a tod@s nuestr@s lector@s). Ya en
la
primera página del informe es posible intuir la conclusión, ya que allí dice que
“ambas empresas son productores líderes en su sector, tanto desde el punto de
vista tecnológico como en términos de sus valores, políticas y enfoques
empresariales y sociales”. El solo hecho de que el informe afirme que Ence en
España es líder en sus valores, políticas y enfoques sociales muestra su total
falta
de visión crítica al respecto, dado que la historia de esta empresa incluye
destrucción
ambiental, hechos delictivos y repulsa social a sus actividades.

Solo como muestra de la nula seriedad del informe, se destaca lo que dice sobre
plantaciones, afirmando que “El desarrollo de plantaciones en la región es un
factor
positivo ya que las plantaciones proporcionan una mejor estructura de hábitat
con
mayores nichos para una más amplia variedad de flora y fauna, aumentando así la
biodiversidad en comparación con las actuales condiciones de pasturas … Como
resultado, estos proyectos mejoran la biodiversidad, en lugar de disminuirla”.
Ni los
más ardientes defensores de los monocultivos de árboles se han atrevido a hacer
esa afirmación.

También como muestra sirve la parte del informe que se refiere a dioxinas: El
informe afirma que “El blanqueo ECF … elimina esencialmente la producción de
dioxinas y furanos” y luego agrega que “el reemplazo total de cloro elemental
por
dióxido de cloro resulta en la reducción de las dioxinas y furanos en los
efluentes a
niveles no detectables”. O sea, que efectivamente se generan dioxinas y furanos.
El
nivel “detectable” obviamente dependerá de la escala de la operación. En este
caso
estaríamos ante dos emprendimientos cuya escala acumulada los ubica entre los
más grandes del mundo, pero igual el informe descarta que las dioxinas y furanos
vayan a ser “detectables”. Por otro lado, el informe opta por ignorar la
existencia de
estudios recientes hechos en Suecia que prueban que las plantas de celulosa ECF
han aumentado los niveles de dioxinas en el Mar Báltico.

Vinculado a lo anterior, es interesante ver lo que dicen los Lineamientos del
Banco
Mundial en la materia: “El uso de cloro elemental para el blanqueo no es
recomendado. Solo procesos ECF son aceptables y, desde una perspectiva
ambiental, los procesos TCF son preferidos”. De lo anterior se infiere que desde
la
perspectiva ambiental el proceso ECF tiene impactos. Sin embargo, nada dice el
informe al respecto y nada le dice el Banco a la consultora.

Pese a la clara falta de objetividad del informe y a su sesgo a favor de las
empresas,
el Banco lo aceptó como “su” informe, aunque sostiene que aún es un borrador
para
consulta. La reacción de los ambientalistas locales fue inmediata, a través de
un
comunicado que finaliza diciendo que “dada su falta de seriedad, este informe no
constituye una base creíble para la toma de decisión de la CFI en cuanto al
otorgamiento de los préstamos solicitados por las empresas y menos aún para una
consulta con la ciudadanía uruguaya y argentina”.

Como siempre, parece que los procesos de consulta y participación del Banco
Mundial son un mero trámite para aprobar proyectos ya aprobados de antemano.
Pese a que varias veces hemos tenido esa experiencia (en particular durante el
proceso de consulta sobre la revisión de la política forestal del Banco), aún
tenemos
la remota esperanza de estar equivocados y que el Banco archivará -como
corresponde- este informe y que finalmente no otorgará los préstamos
solicitados.

Ver informe de la consultora en:
http://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/Content/Uruguay_Pulp_Mills_CIS

Ver comunicado de prensa del Grupo Guayubira en:
http://www.guayubira.org.uy/celulosa/Comunicado_CFI_BM.html

Ver carta abierta de Ricardo Carrere en:
http://www.guayubira.org.uy/celulosa/CFI_BM_Critica_Carrere.html

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* LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
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AMERICA DEL SUR

- Brasil: policía federal invade aldeas Tupiniquim y Guaraní en tierras
recobradas a
las plantaciones de Aracruz Celulose

La lucha de los indígenas Tupinikim y Guaraní enfrenta hoy una situación
extremadamente difícil. Comenzada en febrero de 2005, cuando decidieron retomar
sus tierras ocupadas por las plantaciones de eucalipto de la empresa celulósica
Aracruz Celulosa, permitió que más de 100 familias volvieran a asentarse en el
medio rural del que habían sido expulsadas y abrieran la puerta a la esperanza
de un
futuro sustentable y digno (ver boletines Nº 94, 96 y 101 del WRM).

Pero hoy esa esperanza busca ser abatida. A continuación publicamos el
comunicado enviado por la Red Alerta Contra el Desierto Verde:

“Al igual que en los años 70, en la mañana de hoy (día 20/01/2006), en una
acción
violenta y unilateral, los tractores de Aracruz Celulose destruyeron dos aldeas
indígenas, Tupinikim y Guarani, en Espíritu Santo.

Con el apoyo del Comando de Operaciones Tácticas (COT), viniendo directamente
de Brasilia, de la policía federal del Gobierno Lula, y aliada al batallón de
choque de
la policía estadual de Paulo Hartung, Aracruz Celulose tiró por tierra todo lo
que
había en las aldeas indígenas de Córrego D’Ouro y Olho D’Água. ¡Las dos aldeas
fueron totalmente destruidas!

Fue una acción autoritaria y unilateral, pues ni la Comisión de Caciques, ni la
administración regional de FUNAI, ni el Ministerio Público, ninguno de los
parlamentarios, nadie tenía conciencia de la trama policial de Aracruz Celulose.
Lo
que deja a todos perplejos es que había una larga negociación en proceso,
involucrando a todos los actores del conflicto, el Estado, la empresa, los
indios, la
sociedad civil, agendada desde fines del año pasado, con relación a una nueva
resolución del Ministerio de Justicia, confirmando los estudios antropológicos
de la
FUNAI, reconociendo el área como territorio indígena!

Tirando por tierra todo el diálogo en el ámbito del Estado y de la sociedad
civil, la
absurda disposición de reintegración de posesión fue dada por el juez federal
Rogério Moreira Alves, de la Jurisdicción de Linhares, y fecha del día 07/12/05.

En una operación de guerra, disparando tiros por tierra y desde los
helicópteros,
lanzando bombas destinadas a destruir la moral, las máquinas de Aracruz Celulose
destruyeron casas indígenas, devastaron sus huertas y cultivos de alimentos,
tiraron
al suelo sus cabañas ceremoniales. Los caciques y líderes indígenas que
consiguieron llegar al lugar y que resistieron, fueron agredidos por los
policías;
algunos, con heridas, fueron al hospital de Aracruz (Seu João Mateus da Aldeia
de
Comboios y Valdeir, de Pau Brasil, entre otros).

Hay líderes indígenas que están aún detenidos por la Policía Federal,
incomunicados
(Paulo, líder de Caieiras Velha y Nil, de Pau Brasil). La asesora parlamentaria
Vanessa Vilarinho, que consiguió estar presente en el lugar desde la mañana,
perdió
su auto, que fue destruido por los policías.

Hay barreras que impiden el acceso al lugar. Ya por la mañana, dos funcionarios
de
FUNAI habían sido detenidos y dejados incomunicados en la “casa de huéspedes”
de Aracruz Celulose.

Por ahora son las informaciones que tenemos. El clima está aún muy tenso y un
grupo de integrantes de la Red Alerta contra el Desierto Verde ya se trasladó a
las
aldeas, aunque todavía no hicieron contacto. Esperamos más informaciones.

Olho d’água y Córrego do Ouro van a resurgir, ¡siempre!”

Quienes deseen hacer llegar su solidaridad a los indígenas Tupinikim y Guaraní
en
su lucha contra las plantaciones de eucaliptos y por la recuperación de sus
tierras,
pueden dirigirse a FASE-ES, e-mail: fasees@terra.com.br
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- Brasil: Veracel es multada por crimen ambiental en Bahía

Veracel Celulose fue multada por el Ibama - Instituto Brasilero del Medio
Ambiente y
de los Recursos Naturales Renovables- a fines del mes de diciembre. Utilizando
imágenes de satélite y geoprocesamiento verificó irregularidades de la empresa
de
celulosa y la multó con R$ 320.000 por impedir o dificultar la
regeneración
natural de bosques de la denominada “Mata Atlántica” en 1.200 hectáreas,
agravando aún más la situación de este bioma. Este hecho desenmascara una vez
más la farsa de Veracel y su discurso de protectora de la “Mata Atlántica”.

Durante muchos años, ONGs del Extremo Sur de Bahía vienen denunciando y
exigiendo que los organismos, federal y estatal, responsables por el Medio
Ambiente- IBAMA y CRA - cumplan su papel e investiguen las diversas
irregularidades ambientales cometidas por la empresa Veracel Celulose, asociada
con la empresa brasileña Aracruz y la empresa sueco-finlandesa Stora Enso en la
plantación de eucaliptus.

Veracel Celulose, anteriormente denominada Veracruz Florestal, carga con
diversas
deudas ambientales, como lo comprueba la acción civil pública nº 93.01.1000399-5
de abril de 1993, presentada por diversas entidades. Greenpeace, Gambá - Grupo
Ambientalista de Bahía - y Cepedes - Centro de Estudios e Investigaciones para
el
Desarrollo del Extremo Sur de Bahía - lograron filmar cómo la empresa destruyó
zonas de la Mata Atlántica en niveles medio y avanzado de regeneración,
mediante
el uso de cadenas, tractores e incendios en gran escala. Todo ello supone una
violación del Artículo 1º del Decreto 750 del mes de febrero de 1993, que dice:
“Se
prohíben el corte, la explotación y la supresión de vegetación primaria o en
niveles
avanzados y medios de regeneración de la Mata Atlántica”

“Respetar el medio ambiente, generar empleo e ingresos, promover la mejoría de
la
calidad de vida de la población y permitir la rentabilidad de los accionistas
siguiendo
principios de sustentabilidad, son algunos de los compromisos de este
emprendimiento”, anuncia la empresa en su sitio de Internet.

De acuerdo con el Ibama, 383 especies de fauna amenazadas de extinción
pertenecen a la Mata Atlántica y de éstas, 125 especies corren el riesgo de
desaparecer. En el Extremo Sur la situación es gravísima porque el monocultivo
de
eucaliptos utiliza grandes extensiones de tierras planas, dejando apenas algunas
islas de áreas escarpadas para “refugio” de la fauna silvestre. Muchas especies
no
viven y no están adaptadas a zonas de relieve accidentado, por lo que se están
siendo extinguidas localmente, especialmente las especies endémicas y raras.
Para
empeorar las cosas, no hay conectividad entre las islas de vegetación nativa,
inmersas en el mar de eucaliptos. La plantación de eucaliptos no representa un
corredor ecológico, porque como ya sabemos nosotr@s, ambientalistas,
científicos,
empresarios, técnicos del gobierno, y demás, las especies no atraviesan ni
utilizan la
plantación.

En nombre del “desarrollo” de la región se está destruyendo el patrimonio
biológico
que resta de la Mata Atlántica, causando la indignación y protestas de la
sociedad
civil organizada. La desconsideración y la codicia de los promotores de este
modelo
de “desarrollo”, gobierno y empresarios, promueven crímenes que atentan contra
la
naturaleza y contra la sociedad, robándole a las generaciones venideras el
derecho a
la biodiversidad, a la belleza del paisaje y a la calidad de vida, en favor del
enriquecimiento de algunos grupos y personas. Hemos visto periódicamente al
embajador de Finlandia en las emisoras de televisión brasileras diciendo que
Finlandia es el país con mejor calidad de vida del mundo. Sin embargo, grupos de
este país promueven en los países del sur la destrucción y la miseria a través
de
proyectos impuestos a la población sin transparencia ni respeto.

Otra cuestión preocupante tiene que ver con el cumplimento por parte de la
empresa
de todas las condiciones. Estas condiciones son elaboradas por los organismos
que
otorgan el permiso para la plantación de eucaliptos y la construcción de las
fábricas,
teniendo en cuenta los diversos impactos causados por el emprendimiento. Pero
luego los organismos no hacen la fiscalización que correspondería, pues, como
admiten, no tienen la capacidad técnica necesaria para hacer un seguimiento.
Frente
a esto, las empresas aprovechan para cometer abusos porque saben de esta
deficiencia por parte de los gobiernos.

La investigación de las comunidades del entorno de la fábrica de Veracel,
realizada
durante la construcción de la fábrica, permitió a CEPEDES detectar que en ningún
momento la empresa absorbió la mano de obra de los habitantes de estas
comunidades. La empresa, con dinero de financiamientos, inclusive de BNDES
(Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social), construyó alojamientos en las
ciudades y distritos próximos –como Itagimirim, Itapebi y Barrolandia– y trajo
trabajadores de otras regiones del país. Después que la fábrica quedó pronta
muchos volvieron para su región de origen y otros se quedaron. Esto acabó
provocando más desempleo, miseria y violencia.

Ese episodio demuestra, sobre todo, que el discurso ambientalista de la empresa
es
muy diferente de su práctica. Podemos afirmar, gracias a lo vivido en estos casi
catorce años, que la única consideración verídica por parte de la empresa es la
que
tiene que ver con permitir la rentabilidad de sus accionistas ya que podemos
verificar
a través de diversas declaraciones que sus ganancias son cada vez mayores. El
vicepresidente de Stora Enso, Magnus Diesen, ya está considerando la duplicación
como una realidad y declara que “un gran paso para la empresa sería una probable
Veracel II. La capacidad adicional de la unidad podría superar un poco la
producción
actual, gracias al desarrollo tecnológico. Alcanzaríamos así un poco más del
doble
del volumen de hoy”. Situación preocupante en la medida que el Extremo Sur de
Bahía no soporta más los grandes monocultivos de eucaliptos y son incalculables
los
problemas ya existentes.

Por: Ivonete Gonçalves, CEPEDES - Centro de Estudos y Pesquisas para o
Desenvolvimento do Extremo Sul/Bahía, correo electrónico:
cepedes@cepedes.org.br
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- Colombia: los tropiezos del proyecto de Ley Forestal en Colombia

Tal vez ningún proyecto de ley en Colombia, sobre un asunto ambiental, ha
logrado
despertar tantas opiniones diversas y tal revuelo como lo fue la discusión en el
Congreso Colombiano de La Ley General Forestal, que fue aprobada por esta
institución en el mes de diciembre. Fue tal la fuerza de los argumentos y tal
la
respuesta del ambientalismo colombiano, del movimiento social e incluso de parte
de
los medios de comunicación, que por primera vez el presidente Álvaro Uribe Vélez
devuelve una ley al Congreso de la República.

El proyecto de ley fue impulsado bajo argumentos como lo indispensable que era
“..para el desarrollo del país, la conservación y el manejo sostenible de los
bosques
naturales, además del establecimiento de plantaciones forestales”, ya que éstas
son
“la guía fundamental para el progreso del sector forestal”. Además, se insistió
que
del potencial de 25 millones de hectáreas, apenas se han reforestado 150.000
para
uso comercial, es decir, 0,006 por ciento de las mismas. El gobierno resaltó que
por
esta razón el proyecto es de vital importancia, puesto que no se ha aprovechado
el
inmenso potencial forestal que tenemos en el país. Quizás estos ejemplos basten
para alertarnos, aunque sea de forma mínima, sobre el espacio en que se ha ido
estableciendo el discurso argumentativo. Pues estas frases comprueban que los
defensores del proyecto de Ley están más preocupados por los aspectos
comerciales que por la conservación y protección del medio ambiente.

Los argumentos que aducen los defensores del proyecto de Ley Forestal, desde su
comienzo, se han ubicado en un espacio de interés comercial. Argumentan que se
podrá aprovechar más eficazmente el potencial forestal que tiene el país
aumentando los dividendos monetarios e incrementando el empleo. Sin embargo,
aún en este ámbito podemos poner en duda si los beneficios económicos por los
que
supuestamente se encuentran discutiendo son para el país o, por el contrario,
existe
un interés oscuro por abrir los bosques de Colombia para la explotación por
parte de
las multinacionales. Pues ya sabemos para quién es el negocio; con la ley se
pretenden fomentar las concesiones a empresas nacionales y multinacionales con
capacidad técnica y extractiva que dan lugar a una explotación moderna y
tecnificada.

Por otro lado, en este punto surge la pregunta de si la discusión acerca de lo
forestal
puede quedar subordinada a una mera reflexión comercial. Es decir, si el ámbito
de
valoración en el que se abre el debate sobre el proyecto de Ley Forestal sólo
puede
ser pensado desde los criterios del capital. Al parecer, esta discusión debe dar
lugar
a un espacio más amplio de debate, pues en este no sólo debemos tomar en cuenta
intereses económicos sino, además, éticos y existenciales. Consecuencia evidente
cuando se ha entendido la vida como sagrada. Sin embargo, durante el proceso de
discusión en el Congreso del proyecto de Ley, los defensores del Proyecto de Ley
Forestal, entre ellos el gobierno y particularmente el Ministerio de Ambiente,
Vivienda
y Desarrollo Territorial y el de Agricultura, desecharon por completo abrir el
espacio
del debate y se conformaron con desacreditar a sus opositores de forma
sistemática.

La estrategia de desacreditar, en la discusión del proyecto de Ley, tomó
diversos
matices; entre ellos, y tal vez el último, por parte del ministro de
Agricultura, ha
consistido en afirmar que los argumentos de la oposición son tan sólo una
“Mitología
Surrealista”. Quizás nunca entendamos con profundidad, si la tiene, el
significado de
tal aseveración, tal vez sólo quería decir que los argumentos de los opositores
intentan plasmar el encuentro de la realidad con el mundo de los sueños. La
realidad
es que fueron tantos los argumentos claros y contundentes de las organizaciones
que nos opusimos al proyecto, que el Presidente de la República se vio
presionado a
regresarlo al Congreso de la República al objetar 11 artículos de la Ley que
aprobó el
Congreso Nacional.

Y es que son muchos los eventos que hacen ilegítimo el proyecto de ley. Como
primera medida es posible subrayar el desconocimiento total que se ha tenido de
las
comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas, que son las propietarias
de más de la mitad de los bosques del país. No obstante el derecho
constitucional
que tienen Negritudes e Indígenas de Consulta, apenas se hicieron unos cuantos
foros, donde las recomendaciones recogidas no fueron tomadas en cuenta. Los
ministerios de Agricultura y del Medio Ambiente argumentaron por su parte que
como no se afecta negativamente a esas comunidades, no era imperativo
consultarlas.

La ilegitimidad del proyecto también puede ser explicado porque tampoco han
dejado tomar parte a la comunidad académica, las organizaciones ambientalistas y
sectores de la sociedad civil que trabajan por la protección del medio ambiente.
Además, el Congreso de la República desconoció las voces de protesta del
Procurador y el Contralor.

De esta manera, paso tras paso, la mayoría del Congreso desconoció las voces del
pueblo, que es el único capaz de legitimar cualquier norma. Hasta tal punto el
gobierno ha seguido esta estrategia que en la votación del proyecto de ley, en
Diciembre de 2005, a los congresistas opositores de dicho proyecto, quienes
reclamaban una y otra vez con fortaleza, nunca les dieron la palabra. Además,
allí
mismo una solicitud hecha previamente para votar artículo por artículo, no fue
tenida
en cuenta. De esta manera, fue aprobado el proyecto de Ley 264, con una votación
de 81 a favor y 11 en contra, para darle paso a sanción presidencial, en donde
ha
sido revocado.

Esta pequeña mención de este proceso no sólo nos crea profundas dudas acerca
del proyecto, sino que además nos produce mal sabor de boca por las estrategias
que han utilizado para aprobarlo. En su intento de desacreditar a la oposición,
sólo
han desconocido por completo al otro, mostrando su incapacidad de crear un
espacio amplio de discusión, en donde no sólo se tomen criterios económicos y
comerciales sino éticos y existenciales. Ha sido penoso la forma en que se ha
aprobado este proyecto de ley, ya que algunas personas que votaron a favor
admitieron desconocer qué era lo que estaban
aprobando; otros ni siquiera supieron definir en qué consistía el “vuelo
forestal”.
“Vuelo Forestal”, eje fundamental del proyecto -éste si es un concepto de la
“mitología surrealista”, que separa el suelo de los árboles y demás elementos de
la
tierra, que realiza una separación que sólo en sueños sería posible entender, de
dos
elementos inseparables: el tallo del árbol y el suelo que es su basamento.
Quizás
aquí tan sólo nos encontramos de nuevo con la esquizofrenia capitalista.

Por: Diego Andrés Martínez, Censat Agua Viva - Amigos de la Tierra Colombia,
correo electrónico: bosques@censat.org, http://www.censat.org/
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- Uruguay: las falsedades de las empresas celulósicas

La tradicional siesta veraniega del enero uruguayo se ha visto interrumpida no
sólo
por las constantes lluvias sino también porque el avance de las empresas
celulósicas no tiene tregua. Continúa su campaña propagandística, a base de
falsedades, que luego son repetidas como verdades. Promesas y espejismos a una
población con un gran índice de desempleo, que necesita desesperadamente
soluciones.

Nada demasiado nuevo, en realidad. Las transnacionales vienen apropiándose del
mundo (léase, globalización) utilizando para ello el credo de que no hay
desarrollo
posible sin inversiones extranjeras. Sin embargo, los países del Sur que han
recibido
inversiones extranjeras siguen tanto o más pobres: son escenarios donde crece la
exclusión, la explotación y el exterminio. ¿O acaso la riqueza se mide por la
cantidad
de celulares?

Uruguay se ha convertido en la mira del negocio forestal-celulósico. Sus
praderas se
han llenado de monocultivos de árboles que ya han hecho sentir sus efectos:
concentran tierra en manos extranjeras, agotan fuentes de agua, dan lugar a la
aparición de plagas, contribuyen al despoblamiento del campo, dan menos empleo
que las demás actividades rurales que desplazan. Y ahora que los árboles están
maduros se quiere instalar la megaindustria celulósica para la cual resultan una
atractiva materia prima. La finlandesa Botnia y la española Ence ya tienen los
permisos de construcción. Botnia ha empezado las obras en medio de una gran
oposición regional que ha alcanzado dimensiones binacionales. Stora Enso acaba
de
aterrizar en Uruguay con la compra de 50.000 hectáreas para plantaciones, y
pretende de aquí a 2007 adquirir 100.000 hectáreas más con el objetivo de
alimentar
una gigantesca fábrica de celulosa en el centro del país (ver artículos sobre
esos
temas en la página http://www.wrm.org.uy/paises/Uruguay.html).

Eso implica destruir desde el paisaje del Uruguay hasta sus olores, empezando
por
la calidad de vida de su gente y terminando por su futuro productivo y soberano.
Pero no será posible hacerlo con conocimiento de causa, por lo cual es necesario
pintar otro escenario. Y ocultar verdades.

* Botnia y Ence anuncian que utilizarán en Uruguay la “mejor” tecnología
existente a
nivel mundial -la que utiliza dióxido de cloro, o sistema ECF.

FALSO: sólo unas pocas plantas modernas de celulosa son consideradas hoy
líderes en materia ambiental. Éstas incluyen las plantas de Mönsterås y Östrand
en
Suecia y la planta Stendal en Alemania. Todas ellas producen celulosa blanqueada
con sistema totalmente libre de cloro (TCF), que permite la alternativa de
circuito
cerrado, la cual reduce el uso de agua limpia y permite eliminar casi por
completo la
descarga de aguas residuales del proceso de blanqueo. (1)

* Dicen que la fábrica no va a tener impactos negativos en el ambiente. Ni en el
agua, ni en el aire, ni en la tierra. “Acá no vamos a generar ninguna sustancia
que
genere cáncer. Tampoco vamos a generar dioxinas y furanos, que son compuestos
orgánicos persistentes que se generan indeseadamente”. “Acá no se va a generar
ni
un gramo de dioxina”.

FALSO: “La etapa de blanqueo es tal vez la más problemática en términos
ambientales en una planta de celulosa kraft blanqueada. Se produce y se usan
grandes cantidades de sustancias químicas y suele ser la única parte de la
planta
que genera un flujo permanente de efluentes”. “En relación con la tecnología
ECF,
es necesario mencionar que todos los químicos blanqueadores son oxidantes
poderosos y, en consecuencia, constituyen una amenaza para los trabajadores y
para quienes viven cerca de la planta”. “(…) el dióxido de cloro (ClO2) puede
tener
efectos tóxicos crónicos y agudos, lo que incluye irritación ocular, nasal y de
la
garganta, tos, dificultad para respirar (posiblemente tardía), edema pulmonar,
posible
bronquitis crónica y asma. Todo lo anterior, junto con el cloroformo y otros
sub-
productos similares del blanqueo ECF, conforma el perfil de peligrosidad del
dióxido
de cloro.” (1)

* Dicen que si uno va a las 300 plantas de Europa, esas plantas conviven con las
ciudades y no tienen problemas de convivencia. Los ríos siguen teniendo pesca y
la
gente se sigue bañando.

FALSO: En el verano de 2003, unos 7.500 metros cúbicos de licor negro escaparon
de la fábrica de celulosa de UPM en Lappeenranta¸ Finlandia, y contaminaron
gravemente un área importante del lago Saimaa. De acuerdo con la prensa local,
“la
planta de tratamiento biológico no fue capaz de hacer frente a esa súbita
descarga y
en el espacio de unos pocos días el licor negro se esparció aguas adentro del
lago”.
La prensa continúa diciendo que “el licor negro consume el oxígeno del agua,
causando una elevada mortandad de peces y también oscurece el agua y contamina
las orillas. Además, tiene un olor sumamente desagradable. La mitad de la
población
de peces resultó erradicada en un radio de tres kilómetros de la planta”. El
accidente
generó un enojo muy grande, ya que ocurrió justo cuando empezaban las
vacaciones de verano (en Finlandia el verano es muy corto) y la gente se
disponía a
disfrutar del lago. Para peor, la empresa no informó a nadie acerca del
problema.
“Era como en los viejos tiempos. El agua estaba pesada, blanca, llena de espuma.
El
olor era terrible. Nos estropeó las vacaciones, ya que el problema duró un mes
entero”. (2)

* Dicen que los olores que emiten las fábricas de celulosa no son olores
desagradables, es un olor que cambia, pero no es fuerte.

FALSO: a principios de la década de 1990, el Instituto de Karelia del Sur sobre
Alergia y Ambiente, en Finlandia, llevó a cabo una serie de estudios acerca de
los
impactos de los compuestos sulfurosos olorosos sobre la salud humana. Estos
compuestos son fundamentalmente el sulfuro de hidrógeno (H2S), el metil
mercaptan (CH3SH) y los sulfuros de metilo [(CH3)2S y (CH3)2S2]. Los mismos son
emitidos por fábricas de celulosa que utilizan un proceso con sulfato (el mismo
que
se utilizaría en Uruguay). De los varios estudios realizados surge claramente
que
estos olores no son simplemente desagradables y molestos sino que además
impactan sobre la salud, en particular incrementando el riesgo de infecciones
respiratorias agudas, problemas de la vista, cefaleas y problemas
neuropsicológicos,
entre otros. Los estudios, además, constataron que estos compuestos ingresan a
las
viviendas de los habitantes locales, por lo que la gente también está expuesta a
los
mismos dentro de sus casas. A su vez, varias personas preguntadas al respecto de
su experiencia en materia de enfermedades que asocian a las fábricas de
celulosa,
inmediatamente hablaban de asma, alergias y problemas de la piel. (2)

Los planes de instalar dos gigantescas fábricas de celulosa en el lado uruguayo
del
Río Uruguay enfrentan una creciente movilización de los vecinos argentinos, en
la
provincia de Entre Ríos, quienes ven amenazadas sus actividades económicas
basadas en el turismo ribereño.

En Uruguay, varias organizaciones y personas también se oponen a un
emprendimiento que no solo será peligroso en cuanto a la contaminación sino que
supondrá condenar al país a la condición de proveedor de una materia prima
contaminante, que a través de la forestación acapara nuestros suelos, compromete
nuestra agua, flora y fauna, y no da empleos genuinos. ¿Cuál será el escenario
dentro de 40 años, cuando las fábricas lleguen al fin de su tiempo útil dejando
enormes cadáveres de cemento, y las plantaciones hayan causado estragos en
nuestro campo?

Hay mucha gente que no se cree las falsedades propagandísticas de las empresas y
otra que está empezando a dudar. Es necesario dar el alerta ahora, porque cuando
las fábricas de celulosa ya estén instaladas, será demasiado tarde.

Por Raquel Núñez, Movimiento Mundial por los Bosques (WRM), correo electrónico:
raquelnu@wrm.org.uy

1. Datos del Informe de Observaciones y Recomendaciones de la Misión
Internacional de Evaluación de WWF ante la controversia del Santuario de la
Naturaleza y sitio Ramsar Carlos Anwandter y la planta de celulosa Valdivia de
CELCO. Valdivia, Chile. Noviembre 2005.
2. “Tras la huella de la celulosa en Finlandia. La otra cara de la moneda”,
junio de
2005, investigación en el terreno realizada por Ricardo Carrere,
http://www.guayubira.org.uy/celulosa/Finlandia.html
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AMERICA CENTRAL

- Costa Rica: lecciones aprendidas de la lucha contra las plantaciones

El monocultivo es la principal herramienta que tiene el gran capital
transnacional
para apropiarse y tomar control del recurso tierra y la mano de obra barata de
los
países del Sur, causando enormes impactos sobre la diversidad biológica y
cultural.
La homogenización y dramática simplificación del agroecosistema le permite
maximizar la explotación del suelo y de la mano de obra mediante tareas
mecanizadas y de fácil control y supervisión. Su sostenimiento se define basado
en
los códigos de rentabilidad y, dependiendo del cultivo, se cumplen ciclos de
diez,
quince o veinte años y luego es abandonado. Los resultados son: un suelo agotado
o
envenenado, graves impactos sociales, disminución importante de la fauna
silvestre,
pérdida del conocimiento tradicional entre otros impactos culturales junto a
impactos
en la economía local derivados de una economía de enclave. Pese a lo anterior,
las
empresas siempre recuperan el dinero invertido y lo hacen con intereses que
satisfacen tanto sus expectativas como las del mercado financiero. Luego
abandonan todo y se van, como lo demuestra el caso del banano: de la costa
atlántica a la costa pacífica y de nuevo en los años ochenta, del atlántico a
nuevas
áreas.

En Costa Rica, datos aproximados indican que existen ciento veinte mil hectáreas
de
plantaciones de árboles, las más extensas del país. Algunas áreas se han
transformado en otros monocultivos o han sido taladas. El banano ronda las
cuarenta mil hectáreas y la naranja ocupa unas veinticinco mil hectáreas. La
piña es
el nuevo cultivo en expansión causando graves impactos en materia laboral,
social,
económica y ambiental: ha pasado de nueve mil trescientas hectáreas en 1998 a
veintitrés mil en el 2004.

Dentro de la historia del movimiento popular costarricense (comunitario y
ecologista),
la lucha contra las plantaciones ha dejado varias lecciones aprendidas. Tal es
el
caso de la campaña contra un proyecto industrial que incluía doce mil hectáreas
de
plantaciones de melina junto a la construcción de un complejo industrial en la
zona
sur del país. Esta lucha ocupa un lugar de importancia en la memoria popular
debido
a las enseñanzas que generó. Este complejo industrial se ubicaría en la zona sur
del
país y afectaría uno de los ecosistemas más importantes y hermosos del país: el
Golfo Dulce que además es uno de los pocos fiordos que existen a nivel mundial.

Las lecciones aprendidas de dicha lucha se pueden sintetizar en:

- la resistencia local es clave y esencial en cualquier lucha, sin ésta no puede
haber
éxito alguno. Esta resistencia debe ser fortalecida para que una vez la lucha
sea
ganada, la organización comunitaria pueda trabajar en diversos aspectos locales
relacionados con la sustentabilidad y la mejora de la calidad de vida de la
comunidad
en general. Las organizaciones externas al lugar que brindan ayuda pueden
mejorar
mucho su accionar si desde el inicio piensan que el éxito de su trabajo de
colaboración será medido en tanto su quehacer no sea necesario y este hecho se
traduzca en el fortalecimiento de la organización local.

- los planes de trabajo deben discutirse y construirse conjuntamente al nivel
local
desde donde emanan todas las directrices y toma de decisiones del trabajo de
resistencia y construcción de propuestas sustentables.

- el trabajo internacional dentro de este esquema es de gran importancia no solo
en
la búsqueda de apoyo y solidaridad sino también en la construcción de relaciones
que fortalezcan las propuestas sustentables y de resistencia surgidas en el
nivel
local. Este trabajo es de gran importancia en el contacto de recursos humanos
especializados que puedan brindar su colaboración de análisis técnico en áreas
donde sea requerido así como en la búsqueda de recursos financieros que
faciliten
el trabajo de resistencia.

- los medios de comunicación juegan un rol importante y debemos de provocar que
estén de nuestro lado. No importa que al inicio los grandes medios no cubran
nuestra lucha si lo hacen los pequeños ya que así iremos llegando al principal
público y conocedores de que los grandes siempre monitorean las noticias que
cubren los pequeños, en algún momento cubrirán la lucha de resistencia. Salir en
los
medios es importante pero no vital y la mayoría responde a los mismos intereses
que combatimos en nuestras luchas.

- lo jurídico y lo científico son solo instrumentos, importantes pero
instrumentos al fin.
Esta lucha de resistencia es ante todo una lucha política de reivindicación del
papel
local en la definición del modelo de desarrollo que desean las comunidades.

- la institucionalidad pública no debe ser neutral aunque así lo sostengan. Por
esta
razón insertamos a varias de estas instituciones públicas en nuestra lucha para
que
estuvieran a nuestro favor. Así lo hicimos cuando analizando la coyuntura
política
podíamos vislumbrar que su papel se daría en este sentido. Los neutrales no
ayudan
en la resistencia.

- la seguridad debe de tomarse en serio en todas las planificaciones. En esta
lucha
perdieron su vida los ecologistas Oscar Fallas, María del Mar Cordero, Jaime
Bustamante y David Maradiaga. Este aspecto debe ser parte de toda planificación
de
actividades.

- el sector comunal y el ecologista son nuevos actores sociales que pueden jugar
un
rol de liderazgo en la construcción de alianzas del movimiento popular. Las
alianzas
son de gran importancia y es necesario invertir todo el tiempo del mundo para
lograrlas basándose en el respeto, el aprendizaje mutuo que se puede lograr y en
la
creación de canales de diálogo y discusión que permiten a más mediano y largo
plazo, ir tejiendo lo necesario para construir el país que queremos.

Experiencias de lucha como ésta han permitido en Costa Rica trabajar mediante
campañas que hoy en día enseñan que el manejo comunitario del bosque y la
biodiversidad, así como la construcción campesina e indígena de los derechos que
estos actores sociales poseen sobre su conocimiento tradicional, son posibles.
Permiten también construir nuevos movimientos como el que hoy existe en el
atlántico y zona norte del país en contra del cultivo de piña, nueva amenaza al
ambiente y a las comunidades locales costarricenses. Son sueños que soñando y
empujando se vuelven cada día más reales.

Por COECOCeiba-AT, correo electrónico: gavitza@racsa.co.cr

Vea más en la documentada página del Movimiento Mundial por los Bosques: http://www.wrm.org.uy/inicio.html