Presencia de la conciencia en la resistencia

14.Jun.03    Análisis y Noticias

América Latina ha estado pasando en estos últimos días por una serie de movimientos huelguísticos que desnudan algunas de la nuevas relaciones que se establecen entre los movimientos sociales y los gobiernos, así como entre las bases y las direcciones.

La CUT chilena, por ejemplo ha tenido que llamar a una huelga debido a la presión de la insatisfacción de sus bases, que se ha manifestado en huelgas parciales de los portuarios y en la salida de trabajadores a las calles junto a los estudiantes.

El PIT-CNT de Uruguay ha hecho lo mismo, y ya era necesario, pues la burocracia estaba perdiendo las elecciones sindicales para las fuerzas más combativas.

La CGTP en Perú hizo lo mismo en apoyo a los maestros, pero con grandes vacilaciones.

Diversos sindicatos de la CUT brasileña convocaron días atrás a manifestarse en Brasilia contra el plan Lula.

Crecen las contradicciones y problemas en las bases sindicales de ambos bloques venezolanos.

Los maestros mexicanos han dado serios golpes a las direcciones ocupando locales sindicales.

Los trabajadores de Costa Rica salieron masivamente a las calles en apoyo a la huelga de los eléctricos y maestros.

En Ecuador hay una enorme efervescencia en nlas centrales sindicales por las contradicciones entre los maestros, petroleros y eléctricos con los planes de Gutiérrez.

En Colombia se liquida Telecom y se militarizan las plantas petroleras.

En Bolivia crece la tendencia autónoma en las bases de la COB y ya se está cuestionando la dirección.

En Paraguay los funcionarios públicos acuerdan una huelga.

En Argentina los trabajadores de empresas ocupadas llaman a la acción y se realizará un gran encuentro nacional.

En todos estos casos las bases sindicales han manifestado gran inquietud y efervescencia, lo que no es más que un indicador de que la lucha de resistencia de las comunidades originarias y campesinas, así como de los estudiantes, está convocando a los trabajadores a la acción.

Los indicadores económicos en el continente no han mejorado, al contrario, continúan su tendencia a empeorar. Los gobiernos instalados con votos de izquierda y populares han resultado una soberana mentira y es de esperar que se aprenda la lección. No más. Pues han asumido plenamente los programas nefastos y antipopulares del FMI favoreciendo a los empresarios locales detrás de la vana ilusión de que agradezcan soltando algunas migajas para las burocracias.

Eso lleva a reflexionar sobre las nuevas tendencias que se manifiestan en las bases de las organizaciones de trabajadores y sus perspectivas.

¿Cuáles son las tareas de la izquierda en este terreno?

Primero: Pensamos que es importante abandonar la idea de la toma del poder y concentrar los esfuerzos en la construcción del poder popular.

Segundo: Creemos que es necesario abandonar también la idea de dirigir a la población, que resulta más conveniente el impulso a la auto-organización de bases en forma territorial.

Tercero: Reflexionamos que es más conveniente que las bases sindicales abandonen las conducciones partidarias y aún las formas tradicionales de los sindicatos y se organizen en colectivos de trabajadores autónomos.

Esto lo decimos basados en la experiencia que se ha vivido en estos últimos días, que en el plano de la subjetividad o de la conciencia ha manifestado lo siguiente:

. Una gran capacidad de solidaridad de las luchas, lo que muestra que el grado de insatisfacción general de la población está generando una identidad de resistencia.

. Una gran capacidad de lucha, aún en terrenos extra-institucionales o extra-legales, como cortes de carreteras, ocupación de locales y similares, hecho que se está extendiendo por el continente.

. Crítica y desprendimiento, y aún confrontación, con las direcciones burocráticas y tradicionales de las organizaciones sindicales y sociales en general.

. Expresión de la diversidad, que a diferencia de antaño, ya no se trata de ir detrás de programas unificadores o nacionales de lucha, sino sectoriales y aún territoriales.

Todo lo anterior ha quebrado la base de sustentación de las propuestas homogenizadoras o centralizadoras de las luchas, creándose como contrapartida una especie de multiplicidad de subjetividades que se encuentran o actúan simultaneamente para golpear juntas, lo que pone en cuestión a los sindicatos, organizaciones sociales y aún partidos.

Petras, en su último análisis sobre América Latina insiste en que la lucha en Bolivia se está manifestando en la construcción y consolidación del MAS como referente e instrumento político, lo que no es cierto, a menos que veamos la lucha principalmente en función del estado y la ‘toma del poder’, pero, aunque así fuera, no es esa la dinámica boliviana, que se manifiesta con más nitidez en el Estado Mayor del Pueblo y la propuesta de Asamblea Constituyente Popular y Originaria, que es donde confluyen las dinámicas principales de la resistencia boliviana.

La vieja tarea de la ‘toma del poder’ será aún una bandera esgrimida por amplios sectores de la izquierda continental, que limita así la subjetividad revolucionaria, esto es, el problema de la conciencia, a sumarse a los proyectos que levanten esa consigna. Con eso se niega la emergencia de una nueva subjetividad que viene de la mano de las comunidades originarias, de las agrupaciones campesinas que levantan la autonomía y las organizaciones de piqueteros autónomos argentinos, o aún los propios núcleos anticapitalistas que está surgiendo por todos lados en Brasil. Ejemplos diversos vemos en México, en Chile y otros lugares.

En Brasil ya no es más posible continuar ocultando el quiebre del MST, que se ha manifestado con gran fuerza en la región del Pontal de Ipanapanema, donde el líder José Rainha ha levantado la organización del megacampamento para 5 mil personas y ha sido vetado por la dirección, sin conseguir evitar que otros núcleos del MST por la base se unan a Rainha. Ello va a llevar a esta organización de los sin tierra a agudizar sus contradicciones internas y tomar decisiones en plazos cortos frente al gobierno Lula antes de que comience una fuga generalizada de las bases. Para constrarrestar a Rainha, el MST ha tenido que recurrir a los hermanos Albuquerque, activistas urbanos integrados a las tareas del campo, que están levantando nuevos campamentos paralelos al de Rainha con el objetivo de neutralizar la atracción del programa más combativo de las bases que están ocupando tierras.

En Perú la huelga no se ha saldado a favor del gobierno, pues la insatisfacción de las bases del magisterio es enorme. Los acuerdos con el gobierno han sido mínimos y las izquierdas lo justifican diciendo que hay que saber replegarse a tiempo. Es notorio que la huelga fue decidida por las bases y la dirección del Sutep entró posteriormente convocando otra dos días antes de la que ya había sido aprobada por los sectores más combativos. Las dos corrientes principales del Sutep desconocen la capacidad real de organización y lucha de los maestros, que sólo podrá tener continuidad en la medida en que se regionalicen las movilizaciones y dejen de depender de las cúpulas que negocian con el gobierno de forma corporativa a la antigua. La fuerza manifestada puede tener continuidad en la suma de las dinámicas de base a las luchas regionales de los frentes y comités que se han organizado por todo el país.

Los analistas peruanos han dejado de lado la capacidad demostrada por los campesinos de bloquear simultaneamente todo el país, al parecer por diferencias ideológicas, pero todo ello muestra y demuestra que la efervescencia recorre el país.

En el caso de Ecuador, Gutiérrez ha debido negociar con los sectores en lucha ofreciendo algunas soluciones que de modo alguno van a satisfacer a los sectores en pugna, pero permite ganar tiempo para las readecuaciones estratégicas que sin duda van a venir.

Es sintomático que toda esta oleda de movilizaciones urbanas viene después de la ofensiva capitalista contra las comunidades campesinas y originarias en resistencia y que en todos los casos sea posible establecer cierto nivel de negociaciones, por ser justamente sectores que influyen en gran medida en las regiones urbanas y en las bases concretas de sostenimiento de los gobiernos.

Resta ver hasta que punto las negociaciones van a disminuir el accionar de la población cada vez más insatisfecha, lo que creemos difícil por el propio grado creciente de los problemas sociales y el envolvimiento cada vez mayor de los gobiernos con el FMI. El accionar sostenido de la resistencia desde abajo y desde el margen permitirá no sólo estimular, sino también unir las luchas con los sectores urbanos en coordinaciones regionales.

Aún notamos la ausencia de las luchas en las periferias urbanas, sin cuya manifestación será difícil generalizar la lucha en las ciudades, pues el desarrollo de las formas autogestionarias en esas áreas puede permitir la alianza estratégica con campesinos y pueblos originarios, ofreciendo así a estudiantes y trabajadores un terreno concreto para sumarse a la construcción del poder popular y la nueva sociedad.

El caso de Brukman es importante, así como Zanón, que han destinado parte de su producción a la solidaridad con el pueblo de Santa Fé, lo que abre interesantes perspectivas de trueque o comercialización solidaria con áreas campesinas y originarias.
También son sumamente importantes las experiencias de las regiones de Tambogrande en Perú y Esquel en Argentina, donde toda la población se ha unido en defensa contra las mineradoras. También son interesantes en esta perspectiva las ricas experiencias de los municipios autónomos zapatistas y aquellos controlados por las comunidades originarias en Ecuador y en el Chapare. En la misma dirección apuntan las propuestas del Movimiento para las Asambleas del Pueblo en Chile.

Entendiendo esa articulación de sectores sociales en lucha realizando intercambios y apoyo mútuo dentro de regiones específicas, podemos visualizar las formas autónomas y locales del poder popular. Allí la subjetividad contestataria se transforma también en subjetividad de construcción de la nueva sociedad en concreto, y no esperando una ilusoria ‘toma del poder’, pues con esa capacidad construida en la base es posible derribar y substituir los gobiernos.

A ello, pues.

Profesor J
profesor_j@yahoo.com