REVOLUCIÓN DIFERENTE y CIUDADANÍA PIQUETERA
Mauricio Castaldo
Periódico Actividad
María Grande-Provincia de Entre Ríos-Argentina
mauriciocastaldo@gmail.com
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En Gualeguaychú se ha /iniciado/ una revolución, pero es una revolución diferente, una revolución de nuestra época. Es como diría el gran pensador y luchador militante John Holloway, una revolución con minúsculas y una pregunta o una serie de preguntas y problemas que se abren para la discusión y la lucha, más que respuestas o verdades impuestas por alguien o insertadas desde arriba. /Es un proceso político revolucionario, postmoderno y abierto, y por varias razones/. Es revolucionario porque es transnacional, y el conflicto lo genera la multitud asamblearia, lo es por todo lo que va generando: la solidaridad desde distintos lugares con los asambleístas piqueteros, /la potencia política autónoma de la asamblea /que parece ir creciendo, y que llega al punto de descolocar a toda clase política. Allí están desfilando los Busti, Kirchner, Aníbal Fernández, Lavagna (que reapareció para recordarle a Busti su oportunismo electoral con el tema de las papeleras) Chacho Alvarez, Tabaré Vázquez, Pepe Mugica y cía, y todos los partidos políticos del sistema (/todo el partido de los políticos/) con sus hijoputeces, sus mentiras, su hipocresía, sus dramatizaciones patéticas y su miseria moral, que parece interminable. A tal punto llegó la lucha popular que Busti -cadáver político, ignorante, oportunista, llorón, cobarde y devorado por las propias contradicciones del poder y de la interna peronista- amagó con renunciar. No dijo en ningún momento, “no me importa nada, me la juego con el pueblo hasta las últimas consecuencias”, dijo “veremos lo que hace el gobierno nacional. Si soy un escollo, doy un paso al costado”, para arreglar y quedarse después, pasando a decir todos los días que “los cortes y la lucha son negativos”, “esta metodología debe terminar”, etc. Previo a ésto, había pasado por el apoyo a la propuesta de Greenpeace de que las papeleras sí se instalen pero que trabajen con otros métodos de producción menos contaminantes (propuesta rechazable desde el vamos), y por la denuncia junto a Kirchner en el Tribunal Internacional de La Haya, en Holanda (un tribunal imperial de segunda división). La cuestión de estos tipos es como entretener y controlar política y mediáticamente a la multitud popular todos los días. Van fracasando: /la mediademocracia/ -la pseudodemocracia mediática actual- no puede con la angustia y las convicciones de la multitud en moviento. Y aquí hay otra clave de análisis: la potencia de la multitud autoorganizada y acompañada solidariamente desde otros lados provoca, sincera o patentiza /la disolución del poder/, de los poderes políticos tradicionales. /La figura de las papeleras hasta sirve como metáfora/: los políticos, sus discursos y sus leyes instituídas quedan c/omo papel, papeles, papelón, papel mojado o papel picado/ frente a la globalización capitalista imperial. La potencia del pueblo unido hizo que los inermes e inútiles Estados provincial y nacional vayan al Tribunal Globalizador ubicado en Holanda (antes Busti había ido al Banco Mundial y muy pocos rechazamos esta política gorila y entreguista). Demás está decir que esta movida también patentizó y ridiculizó los acuerdos estructurales, mercantiles y abstractos del Mercosur: por eso también es revolucionaria.
La desesperación de la clase política -que hace /turismo llorón y traidor/ frente a las oficinas imperiales- frente a la presión popular llevó la cuestión de las papeleras a ser lo que es: una cuestión global, una cuestión y un enfrentamiento político global, como lo será todo en nuestra época.
2- Hay mucho más para pensar, decir y hacer, pero está claro que este movimiento es revolucionario también porque genera /una ética./ Hay una /ética política /ecologista abierta /en formación /y su potencial mismo asusta al poder: la posibilidad misma de acumular capital y hacer negocios está en juego. De ahí, que los políticos y periodistas-funcionarios se dediquen todos los días a tratar de “calmar a la multitud”. La multitud los pasa y los seguirá pasando por un encima, porque son unas cucarachas de cuarta. La Historia los condenará. La Divina Comedia Humana los mandará al Infierno.
3- Tenemos que agregar que, en la era del capitalismo global y de los estados nacionales escleróticos, /la ciudadanía es una ciudadanía piquetera y revolucionaria/. El viejo concepto burgués de que “ser ciudadano es poder votar políticos cada cuatro años y esperar que los representantes hagan cumplir las leyes” obviamente está muerto (nunca funcionó, era una ficción, pero en nuestra época se patentizan, se hacen más claras las cosas). /Ser ciudadano, tener ciudadanía política hoy, es ser piquetero y revolucionario, cada uno, cada grupo, a su manera/. Lo demás es ser funcional, es decir servil al poder.
4- Se afirmó una ética y /se abrió un camino alternativo/ de lucha. El pueblo unido -la multitud- toma conciencia, noción, más que nunca, que así jamás será vencido. Y empieza a madurar la noción de que sólo el pueblo salvará al pueblo, de que sólo la autoorganización autónoma del pueblo -sin políticos y sin negociados- nos dará dignidad, justicia y felicidad.
5- Con todo ésto se alcanza a ver también que s/ólo el activismo político autónomo, la ciudadanía piquetera busca realizar la parte justa de la ley/. Las leyes justas sólo son reivindicadas por los movimientos sociales: los políticos sólo observan y hacen observar las leyes abstractas que sólo benefician al poder.
6- No nos engañemos, ni entremos en jueguitos estúpidos: detrás de la careta y como todos, Busti es las papeleras. /Que se vaya, porque para nosotros Busti, los políticos y las papeleras son lo mismo. Que se vayan todos, y que el pueblo se autogobierne, que lo hace mejor./No nos dejemos dormir el nene. Repito: no nos dejemos dormir el nene. Que alguien le haga caso a Busti a partir de ahora no significa que la revolución se haya terminado./ La revolución sólo ha comenzado: las conciencias, los espíritus, las almas, las voluntades han cambiado, están cambiando. /Es el viento del 19 y 20 de Diciembre que da vueltas y renace, y despeina.
7- El No a las Papeleras debería desembocar en un No a la “papelería” capitalista en general, es decir un No radicalizado contra la acumulación capitalista salvaje y un No contra toda explotación ambiental, social o /ecocultural./
8- A la corta o a la larga, la multitud va a quedar como al principio: /cara a cara/ contra las papeleras, cara a cara contra el capital. Allí es dónde deberá superar sus miedos, dudas e ideologías. /Allí es dónde deberá avanzar más allá de todo y hacer historia/. Allí es dónde todos debemos ser-en-la-multitud.