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La aprobación, en diciembre, de la ley de seguridad fronteriza por parte de la cámara de representantes de EE.UU. y su inminente discusión en el Senado, tendrán como respuesta un paro nacional de los inmigrantes latinos, en el que también participarán las asociaciones guatemaltecas.
La idea es que los inmigrantes se queden en la casa, que no compren nada y que los jornaleros no se paren en las esquinas, para ver cómo se las arreglan los contratistas y aquellos comerciantes que dependen de estos trabajadores.
Bernardo Villela, secretario de Coalición de Inmigrantes Guatemaltecos, informó de que las asociaciones de connacionales acordaron el sábado adherirse al paro nacional que efectuarán los inmigrantes latinos en protesta por la política antiinmigrantes del gobierno de presidente Bush.
“Estamos negociando con los sindicatos más importantes a nivel nacional, para que el paro sea efectivo”, afirmó. De momento tienen el apoyo del sindicato agrícola, uno de los más representativos del país.
Villela denunció que algunos estados están radicalizando sus posturas contra los inmigrantes indocumentados.
En el caso de Arizona, se está proponiendo la aprobación de una ley que impida a los inmigrantes sin papeles alquilar una vivienda.
Las redadas selectivas siguen siendo cotidianas. “El otro día, en un barrio residencial donde viven guatemaltecos, fueron a buscar a tres para deportarlos”, comentó.
A la presión económica se sumará la política. Representantes de las asociaciones latinas de inmigrantes se reunirán en Washington con el objetivo de cabildear para que la propuesta republicana no camine en el Senado.
La ley de seguridad fronteriza convierte a los indocumentados en delincuentes y contempla la construcción de un gran muro para resguardar la frontera sur con México.
