“Del oído a la palabra, de la palabra al corazón”

25.Feb.06    Análisis y Noticias

Fecha: Tue, 21 Feb 2006 16:58:46 -0600 (CST)
De: Pedro Flecha

“Del oído a la palabra, de la palabra al corazón”
David Ilich

También podría llamarse: “apuntes del primer encuentro en vivo y en directo con el Sup Marcos” O: “a mis amigos sobre las cosas que me pasan en tierras mexicanas”.

La idea es contarles de mis “mundologías” y de este encuentro en
particular, voy a tratar de hacerlo explicando ¿Qué es “la otra
campaña”? ¿Por qué de la importancia del movimiento zapatista?, ¿Qué
hago?, ¿Qué pienso, que vivo y cómo me siento al respecto? Y algún
que otro detalle, entonces me puede resultar muy ambicioso poner en
unas líneas la trayectoria de este movimiento de más de doce años de
existencia pública, si el caso fuera así mi crónica se titularía
“zapatistas” etcétera… entonces aunque sean importantes los “datos”
o las “notas”, espero encontrar el punto medio de las cosas y
sobretodo ser claro, ubicar “el camino de oro” (como dice un
entrañable amigo)
Esta práctica me sirve también para clarificarme “pensar en voz
alta”. Se que muchos de ustedes odian tanto o más que yo la
correspondencia grupal o en cadena, pero les pido que tomen la
presente como una “carta de puño y letra” una manera de exigirles una
complicidad y permitirnos “mezclar y compartir” estas cosas para
darles la libertad de pensarlas sintiéndolas.
¿Qué es “la otra campaña”? Es una forma de organizarse, (ojo que no
es la única) pero aquí esta sirviendo para; organizar la escucha,
organizar el puente, organizar la resistencia, organizar la rebeldía,
hacerla colectiva, y convertirla en un movimiento de transformación
profunda y radical, con los de abajo, desde abajo y para los de
abajo. El resumen de la “otra campaña” está en esa frase evidente:
“falta lo que falta”. Y lo que falta es otra forma de hacer política.

¿Por qué de la importancia del movimiento zapatista? Voy a responder
esta pregunta con un Hecho vivido en mayo del 2,004 en San Crisbosnia
de Las Casas, no quiero llamarlo “anécdota”, pues me suena a cuento,
historieta y este fue un hecho real… era mi tercer día en Chiapas,
estaban celebrando una fiesta religiosa en una plazoleta, había hecho
amistad con un grupo de indígenas y uno de ellos en la conversación
que teníamos me pregunto…¿Tú conoces del movimiento zapatista?, le
dije que muy poco y le pedí que me explicara ¿De qué se trataba?, el
me pregunto nuevamente; ¿En el zócalo de tu pueblo los indígenas se
sientan en las bancas? le dije que no, que muy pocos y si lo hacían
eran mirados como extraños en su zócalo, en su tierra. ¡Ahista! me
dijo él rápidamente… eso mismo nos pasaba aquí hace diez años, nos
miraban como extraños, nos despreciaban, y entonces un día tomamos el
zócalo, nos luchamos el zócalo, no más que no nos importa quedarnos
solos en la banca del zócalo, nos importa compartirlo y hacer que nos
miren con respeto y dignidad, como lo que somos, dueños del zócalo
también… ¡Ahísta! mi explicación de la importancia del movimiento
zapatista.

¿Qué hago?, Como una ocurrencia muy singular en mis “mundologías” he
venido a vivir ahora en Tecolutla, pueblo de pescadores en el Golfo
de México, el cual esta bañado por las aguas del atlántico, la llaman
“la costa esmeralda” por el color verdoso que adquiere el agua de la
mar aquí, entonces… hago largos paseos por la playa, con el pretexto
legítimo de tantear el numero de aves y estudiar sus movimientos,
también camino por la playa dejo que el yodo haga presa de mi piel,
cara al sol al salitre y al frío y al gris del norte y la claridad
deslumbrante de los días de sol, camino y pienso porque siento, a
veces, que la cabeza no me alcanza y preciso explayar en la playa mis
ideas, “ventilar mis líos” hacer “terapia de mar”.

¡Ah! También trabajo en un sitio muy interesante, pues con algo hay
que parar la olla, ¿no creen? Bueno trabajo para el Festival de la
Identidad, un fideicomiso del estado de Veracruz, donde el principal
actor es el indígena totonaca, estamos corriendo a mil, solo falta un
mes para los días de festival y hay que organizar la llegada de 400
artesan@s, volador@s, pescadores, rezanderos, músicos, indígenas que
trabajan el café, la vainilla, el algodón, el trapiche. Estoy
conociendo a la velocidad del rayo a mucha gente que la siento muy
fraterna y cercana como mis colegas ronderos, jueces de paz,
campesinos de Cusco y Cotabambas.

El programa en el que chambeo se llama en totonaco Xtachiwin
Kachikinin que quiere decir “La voz de los pueblos”, también usamos
la siguiente frase Amán Mamakztuka Tapuhuán La Tamakxtumí Chuchut
que quiere decir “Vamos a reunir los pensamientos como se junta el
agua”, este Festival es una forma de poner en vigencia a los
indígenas totonacos, con conciertos y presentaciones como la de
Vicentino, Pablo Milanes y otros… pues a su manera tiene mucho del
estilo de zapatista también.

Algunos rastros y pistas del equipo, sin licencia de ellos, pero con
mucho cariño y respeto de mi parte: Chloé es la coordinadora del
equipo conoce mucho del tema y de tratar muy bien a la gente, chambea
más de seis años en el Festival y es la creadora de casi todo el
programa, de mucho carácter y pasión por las cosas que hace. Don Lupe
indígena totonaca muy sabio y paciente músico para envidia “sana”
mía, pues es un arte del cual fui negado. Mariano es “el monje
tibetano del caribe”, escritor, poeta, biógrafo del Che Guevara y un
enamorado de las mujeres. La otra muchacha es Eugenia… es una chica
que, como la fruta llamada naranja, si la exprimimos su zumo sería
muy dulce y muy tierno.

¿Qué pienso, qué vivo y cómo me siento al respecto? Muchos de ustedes
saben que entre una de las razones de mi “repentino cambio de vida”
está la situación con mi ex-trabajo, mi “ex-vida” como bien la llamo
ahora. Pues de mi status de asalariado onegesco, de “campesino de
oficina” (como me decía otro entrañable amigo) con casi diez años en
el “servicio público paraestatal”, he decidido dar un cambio y este
cambio es para ¡bien!

¡Gracias! a mi familia por todo.

Ahora ando en un proceso en el cual he conseguido no presentarme, no
mostrarme, reflexionar con mis nuevos amigos sobre los tipos de gente
que hay en el mundo, sobre sus sueños, deseos y miedos, interrogarme
sobre las mismas cosas, cuestionar mis certezas, definir cómo yo me
estoy viendo, sintiendo y esto en medio de una solidaridad que se
palpa, que siento entera y viva…

¡Gracias! Chloé, Mariano, Ehitel y Rocío .

Entonces me siento ¡bien! siento que me dejan ser, que me aceptan
como soy, que en “parte” les gusta como soy. A pesar de esta ruptura
con la “objetividad”, con el “distanciamiento”… he comprendido y
asumido a partir de mi “fragmentado yo desarraigado”, que estas
coartadas no sirven más que a posteriori de la subjetividad, de la
proximidad comprometida desde las entrañas.

Se vive bien así, se sienten menos cargas, más disponibilidad para lo
que pueda venir…
Volvamos a la otra campaña, que ya estuvo bueno de mi rollo…

La presentación de Marcos se hizo a las siete de la noche, como se
había anunciado, llegó la comitiva en un grupo de camionetas, con un
cordón de seguridad hecho por la gente del lugar, nadie armado,
“aparentemente”… hubo una primera intervención de saludo (I Parte),
luego la participación de al menos siete representantes de diversas
organizaciones de la región de Papantla entre ellos; campesinos,
trabajadores del parque arqueológico del Tajín, indígenas,
estudiantes universitarios, representantes del partido socialista,
los trabajadores de PEMEX, y otros.

Para sorpresa mía no había mucha gente en el zócalo de Papantla,
entre unas ochocientas a mil personas, lo cual a larga lo aprecie
pues era mucho más confortable y tranquila la espera y la escucha,
entre tanto se podía oír de entre la gente algunos expresiones… las
mujeres que le decían: “Marcos regálanos un beso” otras que decían:
“Marcos apúrate que ya empieza la novela”, unos muchachos que hacían
barullo diciendo: “Marcos somos tus hijos” ¡reconócenos! Risas y
mucho relajo antes del inicio del diálogo que hizo del Sup (II
Parte).

Ahí lo dejo, ahora me dará gusto que lean con calma y me comenten “el
diálogo” del delegado Zero, Marcos, o el Sup, ¿sale?… Cualquier
parecido con la realidad (de Perú u otros países) en muchos casos
lamentablemente no es pura coincidencia.

Dos últimas cosas que confesar, la primera que muy a pesar de mi
esfuerzo por haber tratado de lograr una señal de objetividad dentro
de mi, me es difícil, porque detrás de cada rincón de la meditación
descubro acurrucada a la razón; detrás de cada soporte, de cada pilar
de la realidad encuentro al “quijotismo” y no me da pena, no tengo
vergüenza o como le digan. Pues de él y con él también se puede y
debe vivir, no más que en dosis necesarias para no sucumbir.

La segunda o la caminera… despreocúpense no me uní a la guerrilla, es
algo pasado de moda como diría Mariano y tampoco pediré “una bolsa”
para financiar la versión de “crónicas de un cusqueño tras los pasos
de Marcos”, anda un poco trillada esta idea, bien se dice que: “la
mejor revolución es revolucionarse”. Yo seguiré hasta fines de abril
por Veracruz, salvo nuevo aviso, luego les escribo y platico más
cosas, hasta poco…

Salud y saludos

David Ilich.