Entrevista a Álvaro García Linera, vice de Evo

20.Mar.06    Análisis y Noticias

Del diario El Deber, Santa Cruz
Publicado en la edición de hoy

Mientras Álvaro García Linera se sienta en el sofá de la antesala del despacho presidencial, Evo Morales se reúne con Condoleezza Rice en Santiago, una marcha trepa a dos cuadras de Palacio y un grupo del Movimiento Sin Tierra bloquea la ruta hacia Oruro, exigiendo la liberación de ocho detenidos por el linchamiento del alcalde de Ayo Ayo. Es sábado 11 de marzo y García Linera es el Presidente en ejercicio. Durante los 75 minutos que durará la entrevista habrá tiempo para hablar largo y tendido, pero también para que lo interrumpan no menos de seis veces con llamadas desde Santiago de Chile, con llegadas de ministros, militares y hasta una conferencia de prensa. Está resfriado y una maratón de madrugones, viajes, reuniones y largas negociones para aprobar la Asamblea Constituyente lo tienen demacrado, aunque pronto dirá que ya se acostumbró al horario y se confesará adicto al chocolate blanco. Flanqueado por dos retratos de Evo y el Che hechos con hojas de coca por Gastón Ugalde, rechazará el mérito de ser el gran concertador del Gobierno, pero también cambiará de tono cuando se le pida que se defina a sí mismo o que hable sobre la seducción del poder. Allí, su voz ganará en solemnidad y marcará mucho más su lenguaje corporal, casi hasta rozar en la vanidad.
- Se lo ha visto como el hombre de la concertación del Gobierno de Evo Morales, ¿cuáles fueron los momentos más duros de la negociación para la Asamblea Constituyente?
- Con total honestidad le puedo decir que esta estrategia la hemos trabajado con el Presidente. Mucho de lo que he hecho ha tenido que ver con la lucidez de las instrucciones que me ha dado Evo. Somos una yunta, como él dice. Sin embargo, inicialmente la estrategia de los opositores era impedir que haya Asamblea Constituyente. Ésa era premisa de los del bloque de oposición con el pretexto de que nosotros no queríamos referéndum autonómico, pese a que yo me había trasladado a las regiones para trabajar el tema de la pregunta de la consulta. Era una posición política de enfrentamiento contra el Gobierno. Lo que hicimos fue convocar a los jefes de bancada e ir desenmascarando cada uno de los intereses velados debajo de prejuicios.
- Fueron días de gran agitación en los que incluso se llamó al alzamiento armado…
- Es una actitud que tiene que ver con no entender bien las señales del Gobierno o, en otros casos, con algunos dirigentes. La oposición, derrotada en este Parlamento, está sin norte político. No se sabe qué es Podemos, hay ocho Podemos. Ante un desbande de los partidos políticos, los sectores más recalcitrantes han tratado de refugiarse en lo regional para desde ahí hacer la oposición; pero hay que desmontar eso identificando de quién viene todo. Me ha tocado desmontar el discurso regional para encontrar el interés sectorial.
- Para algunos analistas políticos, la palabra refundación es casi pretenciosa y aseguran que al no incluir circunscripciones especiales para los indígenas se ha frenado el verdadero cambio, ¿está de acuerdo?
- La tesis de las circunscripciones especiales era mía, pero los movimientos sociales de hoy no son los mismos que los de 2002, ha evolucionado y lo ocurrido el 18 de diciembre es una prueba de ello. Allí fueron elegidos los candidatos seleccionados por los movimientos sociales en asambleas. Los que dicen que se ha frenado el cambio al no incluir circunscripciones especiales no están entendiendo la evolución de los movimientos sociales.
- ¿Qué cambiará de la constitución?
- No es que vamos a encontrar todo nuevo, se dejará ciertas cosas pero habrá otras que serán completamente nuevas. Lo fundamental de una Asamblea Constituyente es que se constituya en el escenario de la ritualidad para elaborar una constitución, para promulgar políticas nacionales como voluntad expresa de la sociedad. La primera constitución, del 25 y 26 se la hace con puros abogados reciclados de la colonia. Ningún indio estuvo ahí, ningún mallku, jilakata, capitán… Los cambios no serán totales, pero tampoco serán pequeños.
- Una de las mayores apuestas del Presidente es cambiar el régimen económico en el marco de la Constituyente, ¿cómo será el nuevo modelo?
- Creo que mi tesis de capitalismo andino no ha sido bien entendida. Podemos llamarle modelo de desarrollo complejo que comprende tres pisos de desarrollo: uno moderno y capitalista, otro mercantil simple urbano y el otro tradicional. La idea del desarrollo del mundo comunitario es distinta a la del moderno y los tres son legítimos y tienen que avanzar, porque en cada uno está la tercera parte de la población: En la comunitaria está la tercera parte, en la mercantil simple urbana está otra tercera parte y en la moderna la restante. Las tres tienen que desarrollarse en paralelo y ahí está el Estado, en trasvasar de lo moderno a lo tradicional y regular que no haya relaciones de sometimiento ni de sobreposición. Creemos que Bolivia va a ser así en los próximos 50 años.
- ¿Habrá impuesto al salario?
- No. Jamás habrá impuesto al salario en este Gobierno. Puede haber un impuesto a la excesiva riqueza, que es una propuesta que se está trabajando a nivel mundial. Pero en todo caso no se la impondrá de manera arbitraria, sino que pasará por el Congreso previo diálogo con los actores.
- Para el Presidente Morales un TLC con EEUU es ahondar en la libre importación, en el 21060, ¿cómo se cambiará este decreto?
- Nosotros consideramos que el régimen de libre mercado fue uno de los errores económicos más grandes de los últimos cien años, comparable a la firma del tratado de 1904 que privó a Bolivia de un 3% del PIB anual durante cien años. El 21060 tiene esa dimensión de catástrofe para nuestro país. En 20 años nuestro ingreso promedio sigue siendo $us 850, la informalidad ha crecido del 58 al 68%, la pobreza del 62 al 66% y en los mercados mundiales seguimos siendo el 0,02%, No somos nada ante el mundo. Son errores económicos que nos costará décadas modificar. Solamente insensatos políticos pudieron apostar a un libre mercado si no tienes mercado interno, si tus consumidores son un millón y medio de personas… Y el producto real de los campesinos de tierras altas ha caído un 40%. Eso quiere decir que hoy tiene que entregar 40% más de volumen para ganar lo mismo que hace 20 años. En el caso del productor de tierras bajas, la caída es de un 60%.
- ¿Cómo negociaría un TLC?
- Es bueno el libre mercado cuando estás preparado para ello. El libre mercado es la apertura a tu competitividad frente a otro menos competitivos. Si en Bolivia tuviéramos competitividad seríamos los abanderados del libre mercado, porque podríamos hacer lo que nos diera la gana. Cuando hablas de libre mercado y no estás preparado, te estás entregando como corderito al matadero. Es un simple cálculo racional que tienes que hacer: abrite al mundo en lo que eres competitivo y cerrate en lo que no. Si la economía no es tan complicada, es cuestión de lógica y las fórmulas matemáticas son simples.
- ¿Se ha pensado en cambiar el régimen de sucesión constitucional, en introducir la reelección?
- El tema de la reelección no preocupa al Gobierno ni ha sido tratado. La reelección y esta mirada de continuismo y pertenece a la oposición que ha querido levantar banderas de manera equivocada. Es decir: quieren aplicar a Bolivia un sistema ‘chavista’ de manera equivocada. Aquí no hay ‘huguismos’ ni ‘chavismos’; hay ‘evismo’, que es otra forma de entender la política.
- ¿Van a presentar un proyecto de constitución?
- Nosotros no vamos a plantear una Constitución Política del Estado previa, no porque no podamos, sino porque es la Asamblea Constituyente la que tiene que comenzar a trabajar en una CPE. Hay partidos que ya te muestran los resultados de la Asamblea y eso es simplemente una ingenuidad política. ¿Qué es la ley sino la refrendación de un acuerdo? ¿Cómo se va a tener la ley si no hay el acuerdo? Es sencillamente falta de lógica argumentativa. Haga el acuerdo, defina qué es lo que nos une a oriente, occidente, norte, sur, cambas, collas, aymaras, quechuas, chiquitanos, obreros y patrones… ¿Qué es lo común? Después les decimos a los abogados ‘escríbalo en artículos’.
- Al Presidente se le critica los diferentes tonos de su discurso según el lugar que está e incluso se lo ha comparado por ello con Carlos Mesa, ¿es fallida la comparación?
- Yo no lo he notado y se lo digo con honestidad intelectual. Lo que hay -y un buen análisis le podría demostrar eso-, es una plataforma única discursiva, pero alumbra con más intensidad tal o cual tema dependiendo dónde está. Y eso lo hacemos todos… Usted va a hablar distinto con sus amigos un viernes por la noche que cuando está frente al embajador de Estados Unidos, se va a referir a cosas distintas pero seguirá siendo uno solo. Creo más bien que aquí hay una lectura que es el eco de la vieja campaña, porque eso ya lo oímos en meses anteriores y todavía no acaban de cerrar. Oímos muchas cosas, como que íbamos a quitar las casas a los ricos o que íbamos a hacer masacre blanca y somos el Gobierno que menos cambios ha hecho.
- Y eso a pesar de las acciones de su partido…
- Sí, los incidentes de Santa Cruz, donde lamentamos mucho que la gente esté asumiendo posiciones individuales que no corresponden con este Gobierno y el Presidente está muy triste con esa acción abusiva. Este Gobierno ha mantenido la memoria institucional del Estado.
- En el discurso de Evo en Chapare se notó tres de sus facetas: la de Presidente cuando informó de su reunión con los soyeros, la de sindicalista cuando exigió más cariño y aportes para las seis federaciones y la de líder del MAS cuando lanzó su campaña para la Constituyente, ¿Cómo se maneja esta triple función?
- El problema no es tener varias ocupaciones sino cómo se llevan éstas… Usted puede ser padre de familia, profesional, vecino… Las personas somos individuos de varias identidades, porque tenemos varias funciones. El problema puede surgir si cuando uno es Presidente y asume una identidad local y fragmentada por encima de la nacional. Si eso sucediera está mal. Si viéramos eso en el presidente, habría que llamarle fuertemente la atención. Todos los presidentes han sido así, lo único que se escondían. Evo se caracteriza por su honestidad y no por el encubrimiento.
- ¿Seduce el poder o seduce gobernar?
- ¿Sabe qué seduce? El reto intelectual. Mandar sobre personas no me llama la atención. Hay que hacerlo, es parte del trabajo sucio, pero lo que me da mucho entusiasmo es tener que trabajar con cinco ajedrez simultáneamente en mi cabeza. Me siento tan contento con mis primeros años en matemática. Manejar temas de: seguridad, ámbito económico, estrategias políticas, relaciones internacionales… Eso me tiene muy contento, pero otras cosas no, hasta es incómodo estar protegido todo el tiempo.
- Dicen que todas las revoluciones tienen su Trotsky y su Stalin. En la revolución democrática que vive Bolivia a usted lo ven como a Stalin y a Evo como Trotsky, ¿qué opina?
- ¿Por qué yo como Stalin?
- Lo ven como el dogmático, el duro y a Evo como el soñador e idealista.
No sé si la comparación es buena, pero la acepto. Yo más bien veía a Stalin como un burócrata. Yo no me vería así, en todo caso. Me gusta más la comparación con la Revolución Francesa. Yo me ubicaría como uno de los últimos jacobinos, si tuviera que asignarme algún lugar.
- En ese caso, ¿qué papel le damos a Evo?
- ¿Robespierre? (risas).

Perfil

Piensa cinco veces, luego actúa
Álvaro Marcelo García Linera nació en Cochabamba el 19 de octubre de 1962. Es matemático y estudió en la UNAM, en Ciudad de México. De vuelta a Bolivia, intentó poner en práctica sus ideales socialistas y se afilió a los kataristas Ayllus Rojos. Sin embargo, cuando este intento fracasó, Garcia Linera derivó a posiciones más radicales y alineándose con Felipe Quispe organizó el Ejército Guerrillero Tupac Katari y trabajó en él, principalmente como ideólogo. Fue arrestado y acusado de insurrección y terrorismo tras haber sido atrapado cuando destruía torres de tendido eléctrico en una zona rural cercana a La Paz, junto con su ex-esposa la también matemática mexicana Raquel Gutiérrez. Mientras estaba en prisión, sin haber sido juzgado por los 23 delitos que le imputaron, estudió sociología. En libertad trabajó como profesor de universidad, analista político y comentarista de noticias.
Se define como un hombre que no ha hecho nada sin pensarlo dos veces antes, por eso no se arrepiente de nada en su vida, salvo de no haber integrado algunos otros elementos a sus ideas del pasado.
Se considera un amante de los indígenas, y un marxista ‘duro’, de los de El Capital.

«Se debe descolonizar el Estado»

- ¿Qué tipo de estado autonómico se plantean?
- Hemos trabajado la propuesta de un régimen de autonomía de base territorial y de base cultural. En lo personal, el modelo belga me llama mucho la atención. Lo que proponemos se trata de estructuras autonómicas federales que combinan territorialidad con una identidad muy fuerte de grupos étnicos muy grandes. En Bolivia los aymaras son el 25%, quechuas el 30%, y chiquitanos, moxeños y guaraníes el 20%. Es un tipo de autonomía compuesta de base territorial pero que toma en cuenta las identidades culturales. Es una fórmula complicada, más en occidente que en oriente, porque en tierras bajas está fácil: autonomía en el departamento e internamente espacios autónomos pequeños. En el lado del occidente es más complicado, porque la identidad étnica traspasa fronteras departamentales. Es difícil, pero si todo fuera fácil estaríamos aún en una cueva.
- ¿Eso quiere decir que habrá autonomía para cada uno de los 36 pueblos étnicos?
- El referéndum garantiza una autonomía territorial. Ahí delimitas competencias para los departamentos y los que quieren acceden a eso y los que no, no acceden. La Asamblea Constituyente debe trabajar un proceso de construcción de un Estado multicultural, debe descolonizar el Estado. Estas autonomías a veces se cruzarán con la departamental y otras veces se superpondrán. Es un poco como en Bélgica, que superpone la territorial a la cultural-lingüística, con un sistema bastante complicado de representación. Hay que crear un modelo boliviano que resuelva los dos temas: desconcentración territorial del poder, mediante autonomías territoriales y descolonización del Estado, mediante la igualación de los derechos de las culturas. Hay varios modelos institucionales, lo que falta es ponernos de acuerdo.
- En su opinión, ¿cuáles serán los puntos clave de la Constituyente?
- Los que se están trabajando, lo que vienen de los debates de los movimientos sociales, son cinco: régimen de propiedad de los recursos naturales, modelo económico, los derechos de los pueblos indígenas o estado multicultural, la descentralización político administrativa o la desconcentración del poder en las regiones y los derechos sociales de las personas.
- ¿La Constituyente catalizará los conflictos sociales?
- La Constituyente será también un escenario de lucha por el poder. ¿A qué le apuesta el Gobierno? A una distribución pactada del poder, que no lo distribuirá el Gobierno, sino que las distintas fuerzas históricas incorporarán algunos de sus intereses reconociendo algo de los otros en un sistema institucional y compartido, porque en el fondo las normas son el acta de armisticio de la confrontación de fuerzas sociales.
- El MAS ganó en 40 de las 70 circunscripciones…
- (Interrumpe) Sí, pero solamente 25 con mayoría absoluta.
- ¿Cree que la victoria del MAS se acentuará en la Constituyente con la inclusión de la gente que fue depurada?
- La propuesta del MAS no se ha guiado por una mayor obtención de constituyentes. En el fondo, la propuesta que nos convenía a nosotros era la del diputado de Podemos, Carlos Borth. ¿Por qué nos apoyamos en la circunscripción y en el 3 por uno?, porque es la mejor forma representativa que tenemos, hay un fuerte vínculo con sus representantes. No estábamos en qué le conviene más al MAS, sino a la sociedad y las circunscripciones son la mejor forma de representación y participación.
- ¿La cantidad de votos en blanco para uninominales no contradice su teoría?
- Lo que pasa es que en muchos lugares la gente no ha tenido una experiencia de voto doble.
Votó por el Presidente y listo. Creyó que ya lo estaba haciendo todo. Y de otra razón también debe ser porque no le cae muy bien el uninominal. Buena parte de este voto es en el campo, porque no se los conocía bien.

Los puntos clave, según García Linera

Sistema de propiedad
Recursos naturales serán nacionales
Se buscará garantizar la propiedad, gestión, comercialización y manejo de los recursos naturales. Las regiones no podrán negociar sus reservas, sino que el Gobierno central seguirá manejando este tipo de recursos, considerados estratégicos. Se podrán establecer modos de concesión territorial a las empresas extranjeras que inviertan pero siempre bajo el principio de que la propiedad bajo tierra como en boca de pozo o de mina es del Estado. Las empresas estatales nacionales serán las encargadas de la comercialización de estos recursos naturales y habrá un fuerte acento en la estrategia de industrializar antes de exportar para así obtener valor agregado y no mantener al país como un simple exportador de materias primas.

Distribución del poder
Por una autonomía compleja
El referéndum departamental y vinculante sobre autonomías garantiza que los departamentos en los que gane el Sí accedan a un régimen de desconcentración del poder político después de la Asamblea Constituyente. Sin embargo, ésta no será la única forma de autonomía que se tiene prevista. El Movimiento al Socialismo sostendrá su proyecto ofrecido en época preelectoral para la Asamblea Constituyente. Esto implicará que, de aprobarse, habrá superposición de autonomías departamentales, muy parecidas a un régimen federal, con autonomías culturales o étnicas, que tendrán sus espacios determinados dentro de los departamentos. La manera en la que Bélgica combina estas formas de descentralización es la que prefiere el vicepresidente Álvaro García Linera.

Una política de equidad
Acabar con el Estado colonial
La autonomía cultural es uno de los elementos que se discutirá en la Asamblea Constituyente para descolonizar el Estado boliviano, pero no será el único.
En las regiones donde exista una mayoría o una gran presencia de identidades culturales, se garantizará que los indígenas puedan ir a la escuela, a las instituciones públicas y a las organizaciones de representación hablando su propio idioma.
Así se tratará de crear un verdadero Estado multicultural, que garantice funcionarios bilingües en la administración pública y puestos de trabajo proporcionales a la cantidad de indígenas de cada región.
Las etnias también tendrán derecho a una participación profesional en todas las esferas del Estado.

Modelo económico
Hacia una economía de tres niveles
La tesis del capitalismo andino de García Linera ha sido rebautizada como modelo de economía compleja. El sistema neoliberal será reemplazado por una estructura de tres niveles en el que se desarrollen de forma paralela la diversidad económica de la que hablaba Evo Morales durante su campaña electoral. El nivel primario está conformado por la economía tradicional y comunitaria del campo, el segundo por la mercantilista simple de las ciudades (microempresas y comerciantes) y el tercero está integrado por la empresa moderna o capitalista.
El Estado regula las relaciones entre los tres niveles y traspasa tecnología a las menos adelantadas para conseguir que el desarrollo paralelo no se quede en una mera teoría. Para ello, se crearán bancos de fomento y otros incentivos.

Derechos personales
Por un sistema antiperforaciones
Se tenderá a preservar el Estado de derecho de las personas expresado en la Constitución vigente y se incluirá una serie de derechos labores y sociales. Con ello se intentará resguardarlos para que no puedan ser nuevamente ‘perforados’ o anulados por leyes posteriores.
Uno de esos derechos pondría fin a la libre contratación, que es uno de los pedidos más fuertes de los movimientos sociales y uno de los pilares de los que se sostiene el modelo neoliberal, a través del Decreto 21060.
En este apartado también se inscribirán los capítulos relacionados con la educación, salud y posibilidad de representación social. Es previsible que se convierta en norma la posibilidad de ser elegido autoridad o representante a partir de los 18 años.

Estrategias mixtas para hidrocarburos
Para Álvaro García Linera, la nacionalización de los hidrocarburos vendrá paso a paso. Lo primero es cumplir la actual Ley de Hidrocarburos y migrar los contratos de riesgo compartido firmados en la época de la capitalización. Luego, buscarán trasladar el 49% de las acciones de las capitalizadas que están en fideicomiso en las AFP a control del Estado y después se deberá comprar el 2% de cada empresa para recuperar el control sobre éstas.
“Esa compra será negociada, no por la fuerza. Aquí no habrá expropiación. Vamos a buscar buenos acuerdos porque eso beneficia a las empresas petroleras. Que el Estado sea cabeza del negocio es la mejor garantía social de seguridad jurídica y de estabilidad de las reglas para esas empresas”, asegura.
Explica que el problema de Bolivia comenzó cuando se endiosó la inversión privada y que hay empresas petroleras que operan en Bolivia, de las cuales el Estado no es socio. Petrobras es la más grande de todas. “Ahí el Estado tiene que mantener la propiedad en boca de pozo y cumplir con la ley. También debe garantizar su participación en los procesos de distribución, comercialización e industrialización”, recalca.
Asegura que ésta es una forma de nacionalización moderna, ya que en Bolivia no se pueden repetir los modelos aplicados en las décadas del 30 y 40. “En esas décadas, el 70% de la industria británica era estatal, igual que la rusa y la europea. Pero aquí tiene que haber un principio de propiedad, presencia y participación del Estado en un recurso estratégico del país. Ya nunca más la inversión externa va a tener el control absoluto y total de toda la producción. La inversión extranjera será importante, pero ya no será la locomotora ni el cerebro de este país”, concluyó.