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En Misiones «entre el 8 y el 10% de la provincia es propiedad de Ara uArauco»
Papeleras en Misiones
«ENTRE EL 8 Y EL 10% DE LA PROVINCIA ES PROPIEDAD DE ARAUCO»
Soy Rulo Bregagnolo, coordinador del Grupo Ecologista Cuña Pirú, miembro
de la Federación Amigos de la Tierra Argentina. Estamos trabajando aquí en
Misiones como lugar específico de lucha. Con respecto al tema papeleras,
es un tema que ha surgido, y por suerte, con mucha fuerza. Los misioneros
no estamos exentos de esto, es un grave problema que se viene dando hace
muchísimos años, y muchos nos han preguntado por qué en Misiones no hay
una reacción.
La reacción no se ha notado porque no ha sido multitudinaria. Las
organizaciones ecologistas desde hace mucho tiempo, en la medida que
tenemos posibilidades, y algunos medios nos permiten, hemos manifestado lo
que esta pasando con el río, el empobrecimiento que está teniendo el río
Paraná con las tres papeleras. Más que nada asumiendo la queja de los
pescadores que son los que más utilizan el río, y que han visto diezmada
su producción
¿Qué es lo que está pasando en el río Paraná?. Cuando fuimos a ver qué es
lo que realmente está saliendo de esas papeleras, nos sorprendimos muchas
veces, porque es espuma, líquidos negros, olores nauseabundos, todo lo que
hoy prácticamente se está sabiendo gracias a esta gran manifestación que
está haciendo Gualeguaychú.
Acá hay muchas cuestiones que son graves en Misiones, y una de ellas es la
complicidad de los distintos gobiernos democráticos, que se han ido
sucediendo, que de alguna manera, han sido muy contemplativos en las
cuestiones legales con las papeleras, con las tres papeleras que tenemos
aquí en la provincia. Una de ellas es perteneciente al Grupo Arauco y es
la más grande, la que más cantidad de madera procesa. La complicidad de
los distintos gobiernos haciendo silencio en muchas cuestiones referidas
puntualmente a la contaminación ambiental, ha hecho que no salga en los
medios y esta preocupación no sea tan generalizada en la provincia. Mucha
gente depende de la papelera, pueblos enteros. Es gente que trabaja y vive
de las papeleras, y tienen miedo a hacer las denuncias.
Lo interesante que está sucediendo en Misiones es que a partir de lo que
sucede en Gualeguaychú, los misioneros en gran parte comienzan a darse
cuenta de que el cáncer lo tenemos acá, en nuestro río Paraná y en nuestra
sociedad. Eso es sin duda un motor importante para que algunas radios
chicas, algunos medios chicos de la provincia lo estén tomando, y están
logrando que parte de la sociedad que son afectados directamente se animen
a salir al aire y a contar sus problemas, por qué se sienten afectados,
hacer denuncias de cáncer de piel, gente que tiene problemas
respiratorios, gente que ha denunciado problemas de sangre.
Por otro lado organizaciones ecologistas, que no somos muchas acá
lamentablemente, tratamos de aprovechar la cuestión de que la gente se
empezó a animar y empezamos a motorizar una campaña contra las papeleras,
pero más que nada el freno al desmonte que llevan esas grandes papeleras
en la provincia de Misiones, con programas destructivos de 3000 a 5000 ha
anuales donde se hace la tala rasa de la selva misionera.
Lugares donde jamás ha entrado un ser humano hoy son talados para
beneficiar justamente a las papeleras. ¿En qué consiste esto? Se hace
sobre el total desmonte, en muchos de los casos se hace la quema, se hacen
escolleras de diez, quince metros de altura, se ponen cubiertas con
combustible en el medio y se provoca la quema. Se está quemando selva que
se acumula en determinados lugares, y después el suelo queda desprovisto
de selva, “limpio” y después viene todo el proceso que hacen las empresas
con herbicidas, “curación del suelo” y todo ese cóctel de químicos va a
parar a los arroyos, los que pueden seguir circulando, porque muchos de
los arroyos han sido taponados justamente por ese arrastre de tierra y
masa boscosa y todo eso va a parar al Paraná.
Las papeleras en si tienen un foco de contaminación que es los efluentes
que produce por la producción de papel y van a parar al Paraná, el mal
olor es otro que por supuesto también tiene sus efectos, y por otro lado
es lo que genera la empresa como consecuencia para lograr esa producción
que es el desmonte masivo, la muerte definitiva de una cantidad de
especies que ni siquiera conocemos acá en la provincia, y la
transformación paisajística y de biodiversidad que hacen plantando después
pinos. Aquí se ve más el tema de los pinos que los eucaliptos como es el
caso del Uruguay.
Los misioneros hemos vivido la mayoría dándole la espalda al monte, como
el ciudadano que vive en las localidades costeras vive dándole la espalda
al río Paraná. Tenemos tanto río, tanta agua, monte, que nos hemos
acostumbrado a que el monte esté, y de alguna manera no se ha valorizado
al monte como ese bien natural del que sacamos la leña para calentarnos en
invierno, para cocinar, y para nuestros cajones. Todo nos puede dar el
monte, hasta frutas. El monte hoy queda en gran parte en manos de empresas
privadas. Entre el 8 y el 10% de la provincia es propiedad de Arauco.
Mucha tierra para una sola empresa, de la cual el vecino común no puede
aprovechar nada porque está metiéndose en una propiedad privada.
Lo rescatable es el valor que tiene el pueblo entrerriano y el contagio
que está provocando en distintas partes del país en la reacción popular,
que la gente salga a reclamar sabiendo que tiene su derecho. Ojalá sirva,
y que no quede en el olvido de la gente lo que está pasando en la
provincia de Misiones, en Capitán Bermúdez y otras papeleras que están
instaladas en el país. Creemos que la sociedad, y va a ser una porción
grande, ya no esperamos nada del Estado, va a ser una función grande e
importante de las organizaciones sociales. Es hora de reaccionar, el río
se está contaminando, el río está siendo agredido brutalmente y todo esto
tiene un límite.
Es clave hoy en la provincia de Misiones decir alto a la producción de
materia prima, y que los muchachos trabajen en la medida que tengan y nada
más, porque sino la provincia de Misiones desaparece en sus distintos
tonos de verde y vamos a estar bajo un manto verde militar homogéneo que
no sirve absolutamente para nada para la población y sí va a enriquecer
como pasa con todas las multinacionales a dos o tres grupos económicos
nada más. •
Contacto:
Rulo Bregagnolo
Grupo Ecologista Cuña Pirú, Misiones
03755 1568 4909
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Notas de Clajadep:
Traemos algunas otras infos del grupo Arauco, del magnate Anacleto Angelini, sujeto que usa pasaporte chileno y ha sido premiado recientemente por el gobierno Berlusconi por sus buenos oficios para el comercio exterior italiano. No se sorprendan de saber que este individuo no sólo es uno de los principales empresarios que ocupan y depredan el territorio mapuche del Wallmapu, sino que es muy amigo del tal Benetton que compra tierras en el sur argentino y del “ecologista” norteamericano Douglas Tompkins que compra miles de hectáreas en el sur chileno en tierras fronterizas con las de Benetton.
Veamos primero una pequeña nota ilustrativa de los negocios de Tompkins y otros norteamericanos “benefactores”, “mecenas”, “filántropos” y “ecologistas” (que también van detrás de regiones del Amazonas), para luego ver algunas perlas del tal Angelini, uno de los promotores y financistas del golpe militar chileno:
Tompkins prepara nuevo proyecto al sur del Parque Pumalín
Para dar forma a su idea, el ambientalista estadounidense espera que el gobierno done a la Conaf cerca de 170 mil hectáreas de terrenos colindantes, para así transformarlas en un Area Silvestre Protegida del Estado.
Cuando recién se ha firmado el acuerdo que permite la creación de un santuario de la naturaleza en el Parque Pumalín, de propiedad del empresario estadounidense Douglas Tompkins, el ambientalista ya prepara un nuevo proyecto llamado Parque Nacional Corcovado Tic Toc, ubicado al sur de Pumalín, en la X Región. Para ello, el magnate posee 84.700 hectáreas en el sector, las que sumadas a las 170 mil que se supone debería entregar el Estado de Chile, formarían la nueva zona preservada.
Según Tompkins, una vez que se complete la operación, todas las tierras serán donadas al Estado, aunque el empresario puso una condición: los predios que el gobierno entregue -a través del Ministerio de Bienes Nacionales- deberá hacerlo a la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Dicho trámite es el que ha entrampado el proceso y tiene inquieto al ambientalista, ya que desde hace un mes que no han tenido respuesta. El ministro de Vivienda y Bienes Nacionales, Jaime Ravinet, ha señalado que el trámite está en curso.
La intención de Tompkins es incorporar la zona al Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado (Snaspe). Por ello, la presencia de Conaf, entidad que administra esta red de parques estatales. Tompkins es propietario del 50 por ciento de las tierras, mientras que la otra mitad pertenece al también empresario norteamericano Peter Buckley.
Características del parque
En 1994, The Conservation Land Trust (dueña de Pumalín), junto al filántropo Peter Buckley, compró 84.200 hectáreas en la zona. La tierra se divide en dos sectores: Tic Toc, de ocho mil hectáreas, y Corcovado, de 76.200 hectáreas. A estas se sumaron en otras 500 hectáreas en 1997, en la zona del Corcovado.
Las tierras están deshabitadas, con excepción de los cuidadores que viven en la zona protegida. Ese sector fue intervenido entre 1920 y 1930, cuando se cortaba el ciprés de las Guaitecas para fabricar estacas destinadas a las viñas de la zona central.
Hoy, el bosque primario tiene los cipreses más grandes que quedan en el país.
Sin información
Consultados acerca del tema, algunos senadores integrantes de la Comisión de Medio Ambiente dijeron desconocer los detalles del proyecto, por lo que declinaron referirse al tema.
De todos modos, los parlamentarios Rodolfo Stange y Jorge Martínez Busch aprovecharon para reiterar sus críticas a los proyectos de Tompkins.
Stange señaló que cree en las intenciones del empresario, “pero tengo mis reservas, porque no es la única persona que está detrás de esto. El utiliza fondos que no sé de dónde vienen, pero hay instituciones norteamericanas metidas en esto. Se puede instalar después la ecología profunda” advirtió.
Martínez Busch fue más severo y enfatizó que “hay una fuerte posibilidad de un encontrón judicial internacional, porque los capitales son norteamericanos”. Con esto aludió a que el acuerdo no aseguraría que Tompkins cumpla con los términos del convenio.
Acusan al grupo Arauco de causar daños ecológicos y a la salud en Misiones y en Chile
El grupo propietario de empresa forestal acusada en Misiones de no respetar las leyes ambientales, enfrenta actualmente graves acusaciones por provocar un desastre ambiental en Chile y debió cerrar una de sus plantas en ese país.
Se trata de Empresas Arauco, de Anacleto Angelini, propietario de Alto Paraná S.A. y acusado por la asociación Guayubira, de Uruguay, de causar fuertes dolores de cabeza, alergias y enfermedades respiratorias en el pueblo misionero de Puerto Esperanza, ubicado a unos pocos kilómetros de la celulosa.
En 1999 Alto Paraná S. A. (APSA), propiedad del grupo de Anacleto Angelini, fue denunciada de hacer desmontes a pesar de la prohibición del Ministerio de Ecología en Misiones, infringiendo las leyes ambientales 854 y 3426, y de presentar a ese organismo público estudios de suelo y de impacto ambiental cargados de irregularidades. Las denuncias fueron ratificadas por el entonces ministro de Ecología Luis Rey y desencadenaron la renuncia del gerente forestal Maximiliano Cofré. Dos años después, en el 2001, los hechos se reiteraron con fuerza; el ministro de la cartera ecológica Miguel Angel Alterach ordenó suspender los trabajos de APSA por haber desmontado más de lo permitido e ignorado la faja de bosques protectores impuesta por ley; la situación fue corroborada por profesionales de la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado.
Un cuadro similar ocurre actualmente en Valdivia, sur de Chile, donde el grupo forestal tiene una planta de pulpa de celulosa. Ésta empezó a funcionar en febrero del 2004, “causando la destrucción del Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter en el río Cruces, la muerte de más de 3.000 cisnes de cuello negro y de otras especies, y generando grave riesgo para la salud de la población”, denuncia el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA). Un estudio de la Universidad Austral de Valdivia determinó la directa responsabilidad de la empresa por la destrucción de los ecosistemas.
El 18 de enero de este año, la Comisión Regional del Medioambiente de la X Región (Corema) ordenó el cierre temporal de la planta a raíz de las numerosas irregularidades respecto de la Resolución de Calificación Ambiental. La situación se cobró la renuncia del gerente general Alejandro Pérez, y -se anunció- significó vender un millón de dólares menos por día y pérdidas cercanas a los 250 mil dólares en cada jornada.
Un cable de la agencia internacional Bloomberg, con fecha 8 de junio, explica que el fallo judicial en primera instancia que ordenaba clausurar la planta fue revertido por un fallo de la corte suprema, pero que no obstante Forestal Arauco mantendrá cerrada sus puertas.
El viernes último (17 de junio de 2005) diarios chilenos publicaron que “las altas concentraciones de sulfatos de aluminios, dioxinas y órganos clorados liberados al medio principalmente por Arauco, y en menor medida por otras actividades industriales, generan un riesgo latente en el estuario y para la salud humana de todo el sector por las captaciones de agua potable que hay en el área, mucha de ella contaminada por efectos de corrientes que transportan los residuos hasta zonas pobladas”. Para el día siguiente, sábado, se programó una marcha de la población con paraguas exigiendo que se respete el derecho a un ambiente sano.
“Forestal Arauco, además de estos severos problemas ambientales, mantiene latentes conflictos territoriales por reivindicaciones que hacen diversas comunidades Mapuche en el sur de Chile, quienes exigen varios predios que están en posesión de esta empresa, quien junto a CMPC (forestal mininco) se han convertido en los principales enemigos de los Mapuche por conflictos territoriales, hecho que ha generado en los últimos años procesos de represión, criminalización y encarcelamiento en contra de diversos dirigentes de comunidades rurales”, publica otro medio de comunicación.