Sin armas, vamos a partirle la madre al gobierno, advierte en San Blas el delegado Zero

29.Mar.06    Análisis y Noticias

En el puerto de San Blas, Nayarit, unas 300 personas acudieron al encuentro convocado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional Foto Víctor Camacho

Lunes 27 de marzo de 2006

Los enviarán al basurero, alerta a pescadores de San Blas que serán “reubicados”

Estoy al servicio de las comunidades de Chiapas y digo lo que éstas me mandaron, afirma

La Jornada

San Blas, Nayarit, 26 de marzo. “Lo que el gobierno va a hacer es reubicarlos en el basurero”, advirtió esta tarde el subcomandante Marcos a los pescadores y trabajadores costeros de esta playa y puerto en el océano Pacífico, donde la orgía neoliberal de “nuevos centros turísticos” planea (promete, amenaza) construir aquí un “polo de desarrollo” con marina, hoteles, restaurantes y pura buena vida. A los sanblaseños les anunciaron que serán reubicados, pero aún no saben dónde. Difícil será que les encuentre el gobierno un lugar, si lo encuentra, más hermoso que éste. Y los pondrán de seguro donde podrán ser cualquier cosa salvo lo que son: pescadores.

Si en el mar la vida es más sabrosa, vivir junto a este mar será privilegio de otros. Al escucharlos hablar, parece que todavía abrigan esperanzas de que vivirán mejor. Claro, empiezan a notar un retardo en el cumplimento del gobierno. Empezaron las obras del centro de gran turismo, pero de pronto las suspendieron los futuros dueños. No entienden por qué. A esto, el delegado Zero les dijo:

“Las obras están paradas porque no quieren problemas antes de las elecciones; no se sabe donde van a reubicar a los pescadores porque están buscando la mejor forma de deshacerse de ustedes, no los van a reubicar en ningún lado.”

El lector quizá recuerde que esta historia se repite mucho en México estos días. Donde no una mina, una fábrica, un basurero, un destino turístico, un aeropuerto, un supermercado, una colonia residencial. Marcos prosiguió sus advertencias ante los pescadores que lo esperaban en el “embarcadero de la U”, como se conoce este paraje junto al estero de San Blas:

“Las empresas turísticas que van a venir, y que les dicen que les van a dar empleo, ya vienen con los empleados. Los pescadores van a ser desplazados como lo fueron en Isla Mujeres, donde impusieron una veda. También en Yucatán está prohibido pescar camarón o algún tipo de pescado… para los pequeños pescadores; las grandes empresas pueden pescar lo que sea. Y llegan los inspectores a esperar que regresen las barcas e inmediatamente ahí les imponen 20 años de cárcel por ‘destruir la ecología’.

“Están convirtiendo en delito ser pescador pobre. No el rico. Y estos compañeros pescadores en Yucatán dicen: ‘pues ahora resulta que somos criminales si trabajamos, y eso es lo que hacemos: trabajar. Tenemos que conseguir varios kilos de camarón para pagar los anillos de pesca que estamos usando, y ahora resulta que ni siquiera podemos hacer eso y que lo poco que pescamos se lo llevan los inspectores a cambio de no llevarnos a la cárcel’.”

Traspatio costero

Marcos recapitula lo observado por la otra campaña en el sureste. “En Isla Mujeres hicieron lo mismo, pero además dijeron que están destruyendo la naturaleza y los están reubicando en tierra firme, adentro. Ahí llegan y los botan y a ver en qué trabajan; no les importa si de campesinos o si encuentran trabajo en las hoteleras como albañiles o se vayan a Estados Unidos a buscar trabajo. Y en su lugar, grandes emporios turísticos.”

Al parecer, la marina planeada formará parte de la Escalera Náutica, ese proyecto de acondicionamiento de las costas mexicanas al servicio de la floreciente navegación turístico-pesquera de Estados Unidos. El Pacífico norte de México es cada día más el traspatio costero del vecino país. Como sea, el turismo de alto nivel viene con todo.

El delegado zapatista les cuenta a los de San Blas: “Es lo que hicieron en la costa de Chiapas, en Isla Mujeres (Quintana Roo) y Puerto Progreso (Yucatán), que nos contaron los mismos pescadores. Ustedes están un paso antes de eso. Y si ustedes piensan que se instalaran las obras y que no pueden saber todavía, por el impacto ambiental, dónde los van a reubicar, es mentira. Lo que están haciendo (el gobierno y las empresas) es ganar tiempo, a que pasen las elecciones. Y luego, la ‘reubicación’ es que los van a desalojar completamente o los van a orillar a irse”.

Reconoce no saber mucho de la economía de un pescador, pero sí que existen otros “que trabajan pequeños comercios, tienditas; ésos también van para fuera, porque los centros turísticos llegan con centros comerciales, y la gente que viene de Europa o Estados Unidos no va a ir a comprar a su tiendita ni a su restaurante; también viene el restaurante de lujo”.

Gran número de pelícanos grises y negros se dan la buena vida en el estero, posándose en las bordas de las embarcaciones estacionadas. Tienen la esperanza de que los humanos saldrán a pescar. Algo que ocurre menos cada día. A pocos pasos, en la plataforma plana de un tráiler estacionado, entre maquinaria pesada que parece abandonada, el delegado Zero añade: “Sobre el puerto de San Blas se va a encimar otro puerto de San Blas donde no caben los sanblaseños. Lo que les estoy diciendo es lo que ya oí en otras partes, no estoy inventando.

“Si vamos a dejar que eso pase, López Obrador está siendo honesto al decir ‘voy a seguir haciendo lo mismo’. Si llegan él, Madrazo o Calderón, lo mismo vendrá ese puerto de San Blas encima de ustedes, literalmente, como si esa máquina que está allá aplanara a todos los habitantes, y sobre sus cadáveres y sobre sus historias empezaran a levantar la riqueza de ellos.”

Basado en los testimonios y las dudas que acaba de escuchar de trabajadores del mar, madres de familia y jóvenes, Marcos les dice que los del gobierno prometen que vienen el desarrollo y el progreso. “¿Cuándo, una vez díganme que haya sido, el desarrollo y progreso del rico quiere decir también desarrollo y progreso del de abajo? Nunca. El rico siempre se desarrolla sobre la pobreza de nosotros, y si ahorita hay mucha riqueza en este país es porque hay mucha pobreza.”

Les advierte que “se puede poner tan peor que desaparezcan San Blas, Chiapas, y todo el país se convierta en una guerra de conquista. Y nosotros como indígenas sabemos lo que es una guerra de conquista”.

Un par de hombres jóvenes, haciendo eco a las campañas automáticas en la radio comercial de las localidades a donde llega la otra campaña, le reclaman “que oculte su rostro”, pues “el Che Guevara no usaba pasamontañas”. A esto, Marcos replica: “No hay nada oculto más que mi rostro, y créanme que muestra más que el de los candidatos a la Presidencia”.

En este punto los invita a unirse “a un movimiento que es la única esperanza de salvar a este país de la destrucción”. México no se volverá otra estrella de Estados Unidos, asegura, “porque ya hay un grupo de mexicanos y mexicanas que dijeron que no, que son los que están en la otra campaña”.

La otra campaña roza ya el norte

Más de 17 mil kilómetros lleva rodados la otra campaña, que en el ejido Tuxpan (Nayarit) llegó hoy lo más al norte que ha alcanzado hasta ahora. Así como lo más al occidente en las costas de San Blas, frente al océano Pacífico, en uno de los sagrados puntos cardinales del pueblo huichol. Han transcurrido casi tres meses y más de 200 actos públicos, asambleas y reuniones con organizaciones, comunidades, colectivos e individuos adherentes en 15 estados de la República.

Luego de escuchar a los campesinos del Tuxpan nayarita, el subcomandante Marcos empezó por aclarar preguntas que le hicieron llegar por escrito algunos asistentes. Negó estar al servicio “del clero, ni de Salinas, ni de los empresarios ni de los políticos. Sólo estoy al servicio de las comunidades indígenas de Chiapas, y cuando hablo, hablo sólo a nombre de ellos. Traigo el rostro cubierto porque no importa quién soy, sino por quién hablo. Y no digo lo que se me ocurre, sino lo que me mandaron decir”.

En el mismo sentido, agregó: “Alguien preguntó qué había pasado con el EZLN, porque ‘como que se había caído’, como si fuera cierto que las cosas existen porque salen en las noticias. Si hacemos caso, como en las noticias no sale Nayarit, quiere decir que todo está bien. Si Tuxpan no sale, quiere decir que los campesinos están contentos. Y digo esto porque antes nosotros no salíamos en las noticias, ni siquiera en las estadísticas del INEGI. Los indígenas en Chiapas no existían; nacían y se morían sin acta de nacimiento.

“Aparte de que tenemos que luchar por todo lo que nos falta, sea vivienda, tierra, precio para el producto, trabajo digno, educación, salud. Nosotros además como indígenas necesitamos luchar porque ustedes y otros como ustedes allá arriba aprendan a respetarnos como lo que somos, como seres humanos, que no nos tengan lástima. No queremos la limosna de ustedes ni de nadie; queremos que nos traten con la misma dignidad que a cualquiera y que no nos obliguen a dejar de ser indígenas.”

En mención al omnipresente tema del Procede, esa preocupación que los campesinos traen atravesada en todo el país, expresó: “Simplemente les van a notificar con un oficio que son invasores en su propia tierra y tienen que desalojar la tierra que trabajaron, sembraron, hicieron producir y fue producto de la lucha de sus padres y abuelos”. Marcos dijo también que quien llegue al gobierno seguirá con “la destrucción de este país”.

Sin embargo, y saliendo al paso de otras dudas expresadas por los asistentes, el delegado zapatista concluyó: “No nos vamos a alzar en armas. Estamos promoviendo un alzamiento civil y pacífico, pero a lo bestia, nacional. Y no hay gobierno ni sistema que resista eso. Lo que falta es organizarnos. Cuando eso pase, no nos vamos a conformar con cambiar el gobierno y que sea otro el que nos explote, hay que cambiarlo todo. No vamos a hablar con el gobierno, ¿por qué vamos a hablar con el que nos está oprimiendo? ¿Qué le vamos a decir? Lo que vamos a hacer es partirle la madre”.