Miércoles 29 de marzo de 2006
Ya se convirtieron en un escalón para hacer carrera política, sostiene
En el último acto en Nayarit se reunió con estudiantes y trabajadores de la UAN
La Jornada
Adherentes a la otra campaña del poblado de Tuxpan, Nayarit, durante la reunión con el delegado Zero el domingo anterior Foto Víctor Camacho
Tepic, Nay. 28 de marzo. Las universidades son “casas de cristal” que se aíslan de las realidades exteriores del país, manifestó este lunes el subcomandante Marcos en un mitin realizado en el campus de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN), ante centenares de estudiantes, académicos y trabajadores de la casa de estudios, en el último acto de la otra campaña en tierras nayaritas.
“De un tiempo para acá, los cristales que rodean las universidades se han vuelto color plomo, que impiden ver lo que las rodea”, agregó. En otros actos hubo testimonios del avanzado deterioro de la UAN a causa de la represión contra estudiantes y maestros, y el uso político que le dan tanto la burocracia universitaria como los gobernantes locales.
Antes habían tomado la palabra un alumno indígena y el ex presidente de la Federación de Estudiantes de Nayarit (FEN), Jorge Armando Ortiz. El primero, de nombre Ubaldo y también miembro de la FEN, reconoció que en años recientes “las cosas han cambiado para los pueblos indígenas”, pues “ya no es tan vergonzozo” pertenecer a ellos. Y señaló con rabia que todos los jóvenes tienen derecho a estudiar, y quienes no lo consiguen debido a la desigualdad y pobreza son “talentos desperdiciados”.
Jorge Armando, miembro de la Juventud Comunista, haciendo eco de la otra campaña, aseguró: “Vamos a quitar al gobierno de manera civil y pacífica, y vamos a instalar un gobierno de los trabajadores, donde las amas de casa, los obreros y todos decidirán el destino del país”. Reconoció que las otras organizaciones políticas de la otra campaña, aun teniendo ideologías diferentes, como los anarquistas, “están disparando sus ideas en la misma dirección que nosotros los comunistas”.
Antes de iniciar el acto, por el sonido salía la rola de Panteón Rococó que habla del Che Guevara, Sandino y Marcos, muy popular entre los jóvenes roqueros del país.
Entonces habló el delegado Zero sobre los esfuerzos que deben realizar los jóvenes nayaritas “para costearse el estudio, sabiendo que una universidad como esta aparenta ser pública pero se está convirtiendo poco a poco en privada”. Para ello, han de esforzarse cada día “por aprender, cumplir los créditos, hacer la tesis, graduarse con honores como buenos estudiantes y salir a encontrarse con que el empleo que les ofrecen no tiene nada que ver con la vocación que les hizo elegir una carrera”.
Y advirtió: “Si el sistema que allá arriba nos oprime como indígenas sigue operando, convertirá a las universidades públicas en un gigantesco fraude con fachada académica. Todos ustedes a la hora de salir a la calle, ya como profesionistas, no encontrarán el trabajo que esperan ni van a poder realizar la vocación que eligieron, no importa cuánto se esfuercen. Si son médicos, ingenieros, licenciados, a la hora que salgan se van a encontrar con que todo se decide por palancas y recomendaciones, no por capacidad.
“Y aun así, vamos a escuchar de los grandes políticos que el empleo aumenta. Pero no se les ocurre informarnos que el empleo que está aumentando no es el de las carreras que se estudian en las universidades, sino cualquier otra cosa.”
La universidad se ha convertido, expresó el delegado zapatista, “en un escalón para hacer carrera política. Directores, rectores, funcionarios, hacen lista de espera en un puesto universitario mientras consiguen una diputación, una senaduría, una gubernatura, algún puesto en el gobierno, despreocupados totalmente por construir este espacio como lo que debe ser: un espacio de investigación, de saber y de espíritu crítico”.
Las carreras de humanidades y artes son cerradas, dijo, pues se transforma a la universidad en departamento de capacitación técnica de algunas empresas. “¿Cuál es la libertad o la autonomía que enarbolan las universidades públicas en México?” Pero esta, agregó, “es una mentira que está a punto de romperse”.
A la vista de las banderas rojas de los comunistas, Marcos agregó: “Los que estamos en la otra campaña, que no somos nada más los que enarbolan las banderas que ahora brillan, sino mucha gente más en todo el país, queremos ser otra piedra que rompa uno de los vidrios de la Universidad Autónoma de Nayarit y no para molestarlos, sino para que entre el viento de allá afuera y ustedes empiecen a oler algo que es nuevo. Ya no sólo la podredumbre, la corrupción, la miseria ni la desesperanza, sino el aroma de la rebeldía que empieza a recorrer calles, montañas y campos de este país.
“Compañeros y compañeras, como universitarios, investigadores, académicos, trabajadores manuales y administrativos, y sobre todo estudiantes, deben luchar por convertir ésta y todas las universidades públicas en espacios donde se puedan manifestar las ideas, no sólo el aspecto tecnocrático que están imponiendo. Que puedan asomarse a todas las ventanas. Tienen el derecho de analizar críticamente todas las opciones, a conocerlas. Si en la universidad no se conocen los Méxicos que viven, luchan y mueren allá afuera, ¿entonces dónde?”
Aclaró: “No venimos a decirles como zapatistas qué deben hacer como universitarios. Nosotros somos indígenas y estamos allá, pero hemos encontrado en su historia, la de ustedes y la de todos los estudiantes, profesores, investigadores y trabajadores de las universidades, siempre una mano para el más jodido, el apoyo para el que lucha. Ahora salimos y volvemos a pedir esa mano, pero ya no nomás para nosotros como pueblos indios en reclamo por nuestros derechos y por el respeto a nuestra cultura; también por ustedes. Venimos a invitarlos a que junten su lucha sin perder autonomía ni independencia como grupo, organización, persona o asociación estudiantil, para que unan esa lucha por una universidad pública, gratuita y científica con las otras luchas que se están levantando en el país”.
Del mismo modo que lo ha manifestado en otros espacios, el delegado de la Comisión Sexta del EZLN informó a los universitarios nayaritas: “Estamos luchando por otro México, uno donde los jóvenes puedan estudiar según su vocación y no según los planes que quieren imponer allá arriba. Donde los jóvenes estudiantes puedan asomarse a todas las opciones políticas y elegir libremente una bandera o ninguna. Por una universidad en donde los investigadores puedan producir la ciencia de la que son capaces; mucho más capaces que los que en universidades extranjeras imponen su pensamiento y su forma de ver el mundo. Una universidad donde los profesores ejerzan la libertad de cátedra y puedan enorgullecerse de estar formando mentes abiertas y críticas a lo que pasa allá afuera. Una universidad donde los funcionarios no estén en la lista de espera de los partidos políticos, sino que se dediquen profesionalmente a construir el espacio universitario como lo que debe ser, el orgullo, el mejor rostro del país”.
En resumen, “venimos a invitarlos a que luchen en la UAN. Luchando aquí lo hacen junto con nosotros. Venimos a traer esta invitación los que no sabemos español ni escribir. La inmensa mayoría de nuestra gente sólo habla una lengua, indígena, pero siempre encontramos en nuestro dolor sus manos, su rostro y su palabra compañera. Ahora venimos a pedirla, porque lo que está doliendo no son nada más los pueblos indios, duele todo este país”.
A lo largo de lo recorrido en casi la mitad del territorio nacional “hemos encontrado esta inquietud y venimos a preguntar si para los estudiantes se trata sólo de salir a mano con las demandas académicas y luego ir a la calle y encontrarse con que nada, absolutamente nada de lo que aquí se levantó sirve para algo.
“Nosotros no queremos que los puestos, las profesiones, los cargos, sean ocupados por gente incapaz. Queremos que en los consultorios, despachos de abogados y constructoras, en las ciencias y las artes estén los mejores mexicanos y mexicanas, los más capaces. Aquellos que más se empeñan en cumplir con la vocación de servicio que nos hace entrar en la universidad. Queremos que esta universidad y todas sean abiertas al que quiera, que no se conviertan en un embudo ni en taller de robots que salgan a servir donde ni siquiera son necesarios.”
Marcos concluyó: “Los estamos invitando a que se unan a un movimiento civil, pacífico y nacional. Ese que dentro de poco tiempo se levantará en todo el país para derrocar al gobierno y cambiar el sistema que nos tiene a nosotros como indígenas en un rincón olvidado, a punto de ser aniquilados, y a ustedes sin libertad de cátedra, sin apoyo a la investigación, sin un futuro como profesionistas. Si no hacemos algo, y si no lo hacemos juntos, las cosas allá afuera acabarán por derrumbarse y esta universidad será tal vez una de las primeras en caer”.
La noche del domingo 26 el subcomandante Marcos se había encontrado con centenares de habitantes de la combativa colonia popular 2 de Agosto, quienes son adherentes de la Sexta declaración de la selva Lacandona. Allí y en otros barrios de Tepic, como la colonia Tierra y Libertad y la Venceremos, el EZLN tiene simpatizantes solidarios desde 1994.
Blanca Reyes llamó a “salvar al pueblo del capitalismo”, y Blanca Viridiana agregó “la ignorancia” a la lista de enemigos. La joven Rocío contó que conoce sobre el EZLN desde la secundaria y que, tras leerla, se “enamoró” de la Sexta y de la otra campaña.
Modesta, del pueblo huichol, denunció los daños causados por la presa Aguamilpa, y que ahora los pescadores tienen prohibido realizar su trabajo. (Por lo demás, el tema de las hidroeléctricas es particularmente grave en Nayarit, donde se construye la muy destructiva presa El Cajón, uno de los grandes proyectos del sexenio foxista, que ha significado desplazamiento para las comunidades campesinas).