El proceso organizativo del pueblo Rom de América: un camino para ser visibles. Breve historia

01.Abr.06    Análisis y Noticias

EL PROCESO ORGANIZATIVO DEL PUEBLO ROM DE AMÉRICA: UN CAMINO PARA SER VISIBLES

Lorenzo Armendáriz García*

Breve historia, y el porqué de la invisibilización

El pueblo Rom, conocido comúnmente como los gitanos o los húngaros en muchos países de América, es un pueblo tribal que tiene sus orígenes en el norte de la India. Por diversas circunstancias históricas y culturales tuvo que iniciar, hace más de mil años un nomadismo forzado a través de los cinco continentes.

A diferencia de otros pueblos tradicionales, que sustentan su cultura y su cosmovisión en la estrecha relación con el territorio, entre los Rom los valores fundamentales de supervivencia están condicionados principalmente a la itinerancia, además de la unidad familiar, la descendencia, el respeto a la ley propia, a la tradición oral y a la constante transformación de las estrategias económicas.

Por este nomadismo permanente, que conlleva una forma diferente de vida, reacia a honrar la normalidad establecida, han sufrido discriminación, racismo y persecución en prácticamente todos los Estados por donde van pasando.
En este difícil contexto, la invisibilización ha sido una estrategia de constante entre el pueblo Rom en el mundo: ante la persecución, o en el mejor de los casos el menosprecio de que siempre son objeto, mezclarse con las sociedades del lugar a donde llegan les ha permitido persistir en su escencia. Durante su itinerar, van aprendiendo lenguas, religiones y artes de los lugares a donde arriban, pero sin renunciar a la peculiar forma de vida que los caracteriza, conservando sus estrictos valores, sus oficios ancestrales, su especial ejercicio de la libertad. Actualmente la población Rom se encuentra dispersa en los cinco continentes y se estima en aproximadamente 22 millones de personas.

Historia de persecución: el orbe católico contra el pueblo rom, el naciente capitalismo, la 2ª Guerra Mundial, la Guerra Fría

La persecución contra los Rom se institucionalizó al final de la Edad Media, en el tránsito hacia la formación del mundo moderno. Es el fin de los feudos, el surgimiento de los Estados-Nación, de las ideologías y las religiones de Estado, de las corporaciones organizadas de producción y comercio. La autoridad en cada joven nación tenía que encauzar esta formación social, por lo cual la forma de vida romaní desafiaba al nuevo orden y había que someter a esos pueblos.

Desde el siglo XV y hasta el XVIII se establecieron en muchos países de Europa políticas de persecución, tortura, destierro y exterminio hacia los Rom:
“En 1496 los Rom son declarados en Alemania traidores a los países cristianos, espías a sueldo de los turcos, y portadores de la peste. Los acusan de brujería, de secuestros de niños y de bandidaje.” (Liegeois, 1988:113)
“En 1525 Carlos V, por medio de un edicto publicado en Holanda, ordena a todos los que se llaman a sí mismos egipcios[1] que abandonen el país en un plazo de dos días.” (Liegeois, 1988:110)

Felipe IV de España, con un edicto de 1633, prohíbe que los Rom vivan en comunidades, que hablen su lengua, que vistan según su costumbre y que crean y practiquen sus tradiciones, so pena de tres años de confinamiento o destierro.

Carlos II, en 1695, prohíbe a todas luces que los Rom tengan sus profesiones tradicionales, como la forja de metales, la crianza de caballos, y que salieran de sus aldeas bajo amenaza de enviarlos a las galeras por tres años. (Bernal, 2002)

Encontramos en la historia cantidad de ejemplos de políticas de población para evitar las inmigraciones de grupos Rom a distintas ciudades europeas: “En un edicto dado en Praga el 7 de enero de 1710, se ordena que todos los adultos gitanos sean ahorcados sin juicio y los jóvenes y las mujeres mutilados; en Bohemia se les cortará la oreja izquierda, en Moravia la derecha.”

“En 1721, el emperador Calos VI ordena que los hombres y las mujeres sean muertos; en cuanto a los niños, los enviarán a un hospicio para que allí los eduquen. En 1726 renueva su ordenanza: los hombres deben ser ahorcados, a las mujeres y los jóvenes de menos de 18 años se les cortarán las orejas y se les expulsará. Si entran de nuevo a la ciudad, también los matarán.” (Liegeois, 1988:111)

Durante la Segunda Guerra Mundial, en Europa el pueblo Rom fue perseguido y exterminado por los nazis, y más de medio millón de Rom murieron en los campos de concentración y en las cámaras de gas.

La crisis del racismo contra del pueblo Rom toca fondo durante la Guerra Fría. Si bien los discursos libertarios e incluyentes son moneda corriente en el mundo, los países de Europa con mayor densidad de población Rom son precisamente el escenario de las más atroces violaciones a los derechos humanos en el contexto de la tensión armada entre el occidente capitalista y la Europa oriental pro soviética. En el río revuelto entre imperialismo y comunismo, los Rom sufrieron palizas, persecuciones y asesinatos cometidos no sólo por bandas de neonazis sino también por oficiales de la ley y agentes de los gobiernos, coartando sus aspiraciones políticas como un pueblo en lucha por mejorar sus críticas condiciones en materia de educación, salud, vivienda, empleo y la proliferación de los ghettos.

El proceso organizativo del pueblo Rom

Decididos a revertir la tradicional relación violenta entre el pueblo Rom y las sociedades nacionales y a convertirse plenamente en sujetos de su historia, comenzaron a surgir, principalmente en los países de mayor impacto (Europa oriental y central) las primeras organizaciones Rom que luchaban por los derechos humanos y el reconocimiento de su cultura.

A estas iniciativas, que han tenido lugar simultáneamente en varios países, nos referimos como proceso de construcción de la Nación Rom, iniciado en los años setenta y cuyos ejes operativos e ideológicos son las instituciones que se han venido creando, como el Día Internacional del Pueblo Rom (8 de abril), el Congreso Mundial del Pueblo Rom, los símbolos nacionales (bandera e himno) y las organizaciones internacionales, proceso que se verá pronto consolidado con el establecimiento en Europa del Foro Europeo del Pueblo Rom. Actualmente la organización internacional de mayor alcance con personalidad jurídica es la Unión Romaní Internacional, IRU por sus siglas en inglés.

En 1971 se organizó en Londres el Primer Congreso Mundial Gitano, donde se adopta el término Rom en rechazo a todas las designaciones que a lo largo de la historia fueron cargándose peyorativamente: tzigano, zigeuner, gipsy, gitano, etcétera, que además no corresponden a la realidad geográfica o cultural de los grupos. Este congreso es el antecedente más importante de la International Romani Union. Su objetivo fue el siguiente:

Unificar a los Rom y suscitar su acción en el mundo entero, lograr una emancipación acorde con nuestra propia intuición y nuestros ideales: progresar al ritmo que nos convenga. […] Todo lo que hagamos llevará el sello de nuestra propia personalidad, será amaro Romano Drom, nuestro camino gitano. […] La administración, preocupada por estandarizar y controlar, no puede comprender que en nuestra conciencia nacional está el deseo colectivo de ser como somos. […] Debemos servirnos de nuestros propios modelos de educación, mantener y desarrollar nuestra cultura Rom y forjar un futuro de acuerdo con nuestro estilo de vida y nuestras creencias.

En pleno ambiente de unidad se proclama que todos los Rom son hermanos (sa o Roma phrala) se adopta una bandera y un himno y se crean cinco comisiones: asuntos sociales, educación, crímenes de guerra, lingüística y cultura (Liegeois, 1988).

Otro hito histórico en el proceso organizativo del pueblo Rom fue el Quinto Congreso Mundial, celebrado en julio del 2000 en Praga (República Checa). Entre sus resolutivos, se estableció la lucha por el reconocimiento del estatuto de “Nación sin territorio” . En este congreso se instauró un Parlamento con representación de más de 30 países, con la intención de tener un órgano de interlocución ante la Organización de las Naciones Unidas.

La Unión Romaní Internacional (IRU), cuyo presidente actual es presidente Emil Scuka ha conseguido importantes éxitos diplomáticos, particularmente el establecimiento de un diálogo formal con el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.

Durante la Conferencia Mundial Contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Otras Formas Conexas de Intolerancia, realizada en el año 2001 en Durban (Sudáfrica), los aproximadamente sesenta representantes Rom que participaron lograron posicionar con relativo éxito la cuestión de la nación Rom a pesar de las frustraciones sobre el tema de la esclavitud, originadas por las posiciones de EE.UU y otros países occidentales. En Durban sobre todo se aprendió sobre la necesidad y la manera de trabajar colectivamente a nivel internacional.

El sexto Congreso Mundial del Pueblo Rom que se celebrará en este año ya ha sido anunciado como un necesario e imprescindible congreso unificatorio, por lo que la participación de SKOKRA (Saveto Katar le Organizatsi ay Kumpeniyi Rromane anda l’Americhi / Consejo de Organizaciones y Kumpeniyi Rom de las Américas, (SKOKRA, por sus siglas en romani shib) es de vital importancia para reforzar el proceso organizativo extendido verdaderamente sobre todo el planeta.

El proceso en las Américas

Aunque no se puede precisar con exactitud en qué año llegaron las primeras familias Rom a suelo americano, se sabe que España y Portugal fueron las primeras naciones que deportaron a sus colonias, como forma de castigo, a miembros de grupos Rom o a comunidades enteras. Incluso, se dice que en el tercer viaje de Colón a América, en 1498, viajaron con él algunos Rom Kalé (Gitanos españoles). En 1539 otros Kalé llegaron al Caribe. La referencia más antigua de que se tiene conocimiento de las primeras familias Rom asentadas en tierra continental data de 1574 y proviene de Brasil.

Durante la última década del siglo XIX y hasta la primera mitad del siglo XX hubo una constante migración voluntaria y desesperada hacia América de varias familias Rom que huían de las guerras y las persecuciones raciales en Europa Central y Europa del Este.

Aunque no existe un censo oficial, las organizaciones consideran que en América viven alrededor de cuatro millones de Rom, principalmente en Brasil y en Estados Unidos (un millón en cada país), aunque hay importantes comunidades Rom en Canadá, México, Argentina, Colombia, Venezuela, Ecuador, Uruguay y Chile.

El proceso organizativo del pueblo Rom en el continente americano responde a la referida pugna por reivindicar la imagen y la relación de los Rom con las sociedades nacionales, pero aunque existe la discriminación en América no puede compararse objetivamente con la que los Rom sufrieron en Europa particularmente durante el Holocausto nazi.

En América la cuestión de la visibilización se entiende como una lucha para que las kumpeniyi Rom sean tomadas en cuenta por el Estado en el cual viven, para que sus integrantes sean reconocidos como ciudadanos con plenitud de sus derechos, si bien pertenecientes a un pueblo diferenciado. Los Rom en América están trabajando por que se reconozca desde las políticas públicas su aportación a la historia, la cultura, el arte y la economía de las sociedades en las cuales se han establecido. Se les iguala a minorías étnicas o “comunidades locales“, cuando su lucha específica es por el reconocimiento ara participar, como pueblo, en la discusión de los asuntos que les atañen (financiamientos, políticas educativas, de salud, de vivienda, construcción de la democracia, etcétera).

La nación Rom tiene planteamientos en común con los pueblos y organizaciones indígenas que buscan el reconocimiento de sus costumbres y tradiciones culturales, pero están reivindicando un patrimonio cultural muy profundo y muy antiguo no referido al territorio, y por lo tanto más difícil de referenciar o equiparar con los planteamientos de pueblos indígenas en América. Al tiempo que pugnan por el derecho al control y protección de su propiedad cultural e intelectual, exigen el respeto a su diversidad interna. No les interesa un planteamiento que para reconocerlos los tenga que homogeneizar.

Historia de las organizaciones en América

Durante la década de los ochenta surgieron las primeras inquietudes en América para organizarse y salir de la invisibilidad. La primera organización romaní que apareció en América Latina fue establecida en Río de Janeiro en 1987 por Mio Vasite, un violinista brasileño descendiente de Rom serbios. Poco después se establecieron también en Brasil el CEC, Centro de Estudos Ciganos en Minas Gerais y el CEC Sao Paulo. En 2002, teniendo como modelo a la Unión Romaní de España nacieron PROROM en Colombia y ASOROM en Ecuador (Bernal 2004). PROROM nació en la kumpania de Girón (Santander) en el contexto de la realización del Primer Seminario Taller: “Pasado, Presente y Futuro del Pueblo Rom de Colombia” que se llevó a cabo el 5 y 6 de agosto de 1998. Mediante Resolución No. 022 del 2 de septiembre de 1999 la Dirección de Etnias del Ministerio del Interior y de Justicia, se reconoce a PROROM como una asociación de grupos familiares Rom.
“Todas ellas se formaron siguiendo el ejemplo de la Kris Romaní. Las primeras dos organizaciones, PROROM y ASOROM posibilitaron la participación oficial de las comunidades Rom de América en la Conferencia Contra el Racismo y la Xenofobia en Quito en el 2000. Esto contribuyó a dar el primer paso para la conformación de SKOKRA (una federación de las organizaciones Rom de las Américas)” (Bernal 2004).

Caso específico de SKOKRA

SKOKRA o el Consejo de Organizaciones y Kumpeniyi Rom de las Américas es la máxima organización americana Rom, integrada por la American Romani Union, la Asociación Identidad Cultural Romaní de Argentina, AICRA; la Asociación Nacional del Pueblo Rom del Ecuador, ASOROM; el Foro Romanó de Chile; el Proceso Organizativo del Pueblo Rom de Colombia, PROROM; Romano Lil de Canadá; Sa Roma Inc. de Estados Unidos; la Western Canadian Romani Alliance, (WCRA); la Uniao Cigana do Brasil; la Red-Comité por la No Discriminación de Chile, entre otras.

El pueblo Rom mantiene en su interior formas de resolución no violenta de conflictos como la kriss[2] que será el tema de la participación de mi compañera de SKOKRA Claudia Rojas, de Chile, pero en el contexto continental hablamos de un proceso que podemos llamar de ciudadanización, como la vía para la resolución no violenta de una relación históricamente violenta entre los Rom y la sociedad mayoritaria.

De este proceso organizativo en las Américas podemos mencionar varios logros que responden a las necesidades específicas de cada país y grupo Rom.

Colombia. Colombia es un área que ha sido afectada por el conflicto social y armado que se vive. La insurgencia armada es sólo uno de los actores del conflicto. A este hay que sumar a los grupos paramilitares, llamados autodefensas, al narcotráfico y a la Fuerza Pública Allí existe una comunidad Rom con casi 8 mil miembros. El conflicto social y armado ha vedado en la práctica la libre movilidad de los Rom. Actualmente los lugares donde antaño los Rom desarrollaban sus actividades económicas tradicionales ya no pueden ser visitados por ellos debido al conflicto. Por no estar arraigados en ningún lugar, siempre son vistos con recelo por todos los actores del conflicto. Debido a su itinerancia, el desplazamiento forzado de patrigrupos familiares Rom ha pasado desapercibido. Una cosa es que los Rom de manera libre y voluntaria tengan una amplia movilidad geográfica y otra muy distinta que sean obligados a desplazarse por motivo del conflicto social y armado.

En el agosto de 1998 se consolidó la organización PROROM, Proceso Organizativo del Pueblo Rom de Colombia, que recorriendo el sendero trazado por las luchas de los pueblos indígenas y afrodescendientes, ha conseguido visibilizar al pueblo Rom en las instituciones gubernamentales. Eso se ha traducido en los siguientes aspectos: 1) El estado colombiano ha reconocido, a través de distintos instrumentos jurídicos, que el pueblo Rom es un grupo étnico también colombiano, dada su presencia en el país desde antes del establecimiento de la República, 2) ha conseguido que se comiencen a hacer extensivos a los Rom, derechos constitucionales y legales que amparan a los pueblos indígenas y afrodescendientes, 3) explícitamente, gracias al trabajo de PROROM, el Estado colombiano reconoce que las disposiciones legales contenidas en el Convenio 169 de la OIT, “Sobre Pueblos Indígenas y Tribales” se aplican al pueblo Rom, 4) PROROM ha empoderado al Convenio 169 de la OIT, como un instrumento applicable para el pueblo Rom en todos los países que lo han ratificado, 5) ha consolidado una organización con una amplia representatividad reconocida nacionalmente como la interlocutora válida ente el Estado colombiano para todos los asuntos del pueblo Rom.

Argentina. En Argentina se cuenta con un programa de radio de cada vez mayor cobertura impulsado por la Asociación Identidad Cultural Romaní de Argentina, AICRA. establecida en el 2000. El primer programa de radio Rom en el continente americano, “Amaro Glaso, Nuestra Voz”, inició en marzo del 2002 difundiendo la lengua y cultura Rom. Cuenta con cápsulas de noticias sobre eventos del pueblo Rom que tienen lugar en diferentes naciones de Europa y América, cápsulas con música Rom de todo el mundo, narrativa en romanés y posteriormente en español. Este programa de radio sirve como tribuna para crear conciencia entre los diferentes grupos Rom y como herramienta para educar a los gadje (los no Rom) acerca de nuestros valores. Ha estado localmente en el aire por dos años en “Radio del Pueblo”, frecuencia 740 AM, cada viernes de las 8 a las 9 de la noche y desde noviembre del 2003 se escucha también por internet en http://www.750am.com.ar. (Bernal 2004).
Chile. SKOKRA promueve y asesora permanentemente la creación de nuevas organizaciones en otros países del continente americano. Por ejemplo, aprovechando la participación de algunos miembros de SKOKRA en el 51º Congreso Internacional de Americanistas, en Santiago de Chile del 14 al 18 de julio de 2003, se asesoró a representantes de tres kumpanias[3] de Santiago para iniciar un proceso organizativo y se acompañó a visitar a diversos funcionarios, lo cual hizo patente el respaldo y la presencia una organización de nivel continental en apoyo a procesos locales.

Las tareas que SKOKRA ha ido definiendo en pro de la reconstitución del pueblo Rom se difundieron en Chile aprovechando la atención que la comunidad internacional brindó al último Congreso de Americanistas:
-Fortalecer los procesos locales a través del Consejo de Kumpeniy de las Américas SKOKRA–PROROM, dándole con ello un carácter consultivo de alto nivel a los Rom en el Continente.

-Estimular y potenciar las propuestas surgidas de las kumpeniyi, la buena voluntad de comenzar a hacer comunidad, de manera que se puedan hacer alianzas entre las familias Rom, pues como es bien conocido entre los Rom no existen ni reyes, ni patriarcas, cada quien manda en su tzera[4] o casa. Buscar que la Kriss Romani[5], reunión sere romengue o cabezas de familias[6] como máxima instancia de autoridad se reúnan y determinen como será la organización local pero con reconocimiento nacional.

-Transferir experiencias, diálogo de saberes, voluntades políticas para estas gestiones creativas y facilitadoras, orientadas a optimizar materias de políticas públicas en el Pueblo Rom Americano.

Las prioridades inmediatas de SKOKRA son la consolidación la organización Rom en Chile y el fortalecimiento del proceso ecuatoriano a partir de ASOROM para definir políticas públicas extensivas al pueblo Rom del Ecuador. (Ver Informe de la Comisión Internacional al 51 Congreso Internacional de Americanistas, Santiago de Chile, julio de 2003).

También según SKOKRA, las organizaciones Rom en América deben promover la cultura romaní y su especificidad; detener el racismo; apoyar otros grupos étnicos o pueblos en peligro que sufren discriminación, tales como los pueblos indígenas de América y otros; seguir el movimiento global romaní y sus demandas internacionales; y a un nivel muy local, preservar la cultura, lengua, kumpeniyi, kris y valores; apreciar la contribución de la educación formal a la cultura Rom; generar la promoción de nuestro pueblo, mientras mantenemos al interior nuestros valores tradicionales; y consolidar una permanente asesoría legal para hacer frente a los problemas en nuestras comunidades. (Informe de la Comisión Internacional al 51 Congreso Internacional de Americanistas, Santiago de Chile, julio de 2003).

A manera de conclusión

El proceso de visibilización del pueblo Rom deviene en uno de ciudadanización, los Rom quieren convertirse en ciudadanos en la etnicidad, lo que implica el acceso a los derechos ciudadanos sin que ello comporte la asimilación y/o negación de su patrimonio cultural e intelectual. En tal sentido la histórica relación violenta del pueblo Rom con las sociedades nacionales busca resolverse hoy más que nunca mediante las vías civiles. Se busca terminar con los estereotipos sin tener que plegarse a una normalidad definida por las sociedades mayoritarias o impuesta por las instituciones.

El pueblo Rom utiliza la globalización en las comunicaciones para su proceso: el contacto entre organizaciones, individuos y pueblo Rom tiene como contexto el uso de las nuevas tecnologías de comunicación, pero más importante aún, la disposición del ser Rom a adaptarse, a moverse, a transformarse. Hoy la numerosa población Rom, ocho millones en Europa occidental, cuatro millones en toda América y unos quince millones fuera de la India, merece algo más que ser considerada minoría nacional.

México. Aquí en México, si bien no hay organizaciones formales, también ha habido inquietud entre las nuevas generaciones por salir de esa invisibilidad y mostrarse —fuera de estereotipos— como parte de la diversidad cultural de este país. Un claro ejemplo es la investigación que inició en 1997 el grupo Rom Ludar para documentar en un libro, a través de testimonios y fotografías, su memoria histórica y la vida cotidiana, con la intención de mostrar el papel que han tenido en la historia de México como pioneros del cine ambulante y dar a conocer la enorme diversidad que hay entre los grupos familiares Rom que habitan en México, así como reforzar la cuestión de que son parte de este país, que son mexicanos. Algunos resultados de esta investigación están en el libro La lumea de noi. Memoria de los ludar de México, publicado en el 2001.

La publicación de La lumea de noi ha despertado el interés de otras familias Rom por compartir su memoria histórica, proceso que al mismo tiempo es una forma de salir de la invisibilidad.

Para concluir mi participación, voy a leer un testimonio de Ricardo Pérez, (Rom Ludar) compilador del libro La lumea de noi, que muestra las inquietudes mencionadas anteriormente:

“Lo que me motivó a escribir fue ver con tristeza que hasta nuestro idioma se iba acabando poco a poco. Se ha estado perdiendo todo lo bueno de nosotros; algunos todavía conocemos nuestra historia, los que vienen detrás de nosotros ya no van a conocer nada. Los hijos de nuestros hijos ya no van a saber quienes somos. Por eso me interesó mucho esta oportunidad cuando se me presentó. Antes, los viejos eran muy reservados y celosos de que la gente supiera la vida de uno, pero yo pienso que no es malo que nos conozcan, que sepan que no todos somos iguales. En México vivimos varias razas que llegamos a este país en diferentes épocas, pero ahora todos somos mexicanos. Algunos paisanos se dedican a la compra y venta de carros, otros reparan maquinaria pesada; nosotros nos dedicamos al cine y al teatro. Sin embargo, como en todos lados, hay gente de todo tipo; algunos tienen otros negocios, lo cual a veces nos perjudica a todos. Para la gente, el negro es negro aunque venga de Estados Unidos o de África; puede ser un negro de Cuba o un negro de África, pero al fin es negro. La gente de confunde y generaliza, cree que los ingleses, los alemanes y los de Estados Unidos son los mismos, para ellos todos son gringos”. (Pérez, 2001)

Referencias

Armendáriz García Lorenzo, (2001), “Viajeros incansables”, en National Geographic, edición en español, abril del 2001: 102-109
Bernal, Jorge (2002), “Los rom en las Américas”, en Hancock, Ian, (2002),We Are The Romani People, University of Hertfordshire Press, Hatfield, USA.
Bernal, Jorge (2004), Breve historia de organizaciones Romaní en América, mecanoescrito, Buenos Aires, Argentina.
Gamboa Martínez Juancarlos, et al; (2002), “Los Gitanos en Colombia. Límites y Posibilidades de la Invisibilidad como Estrategia de Resistencia Étnica”. En: Carlos Vladimir Zambrano, (2002), Etnopolíticas y Racismo. Conflictividad y Desafíos Interculturales en América Latina. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.
Gómez Baos Ana Dalila, (2001) “Pueblo Rom (Gitano) y el Convenio 169 de la OIT”, en: Taller de Evaluación Convenio 169 de la OIT. Defensoría del Pueblo. Bogotá, D.C. 2001. Pp. 76-85.
Gómez Fuentes Venecer, (2000), Los rom de Colombia. Itinerario de un pueblo invisible, PROROM, Santa Fe de Bogotá, Colombia.
Liegeois, Jean Pierre, (1988), Los gitanos, Fondo de Cultura Económica, México, D.F.
Pérez Ricardo y Armendáriz Lorenzo, (2001, compiladores), La lumea de noi. Nuestra Gente. Memorias de los ludar de México, CONACULTA-FONCA-PACMYC, México, D.F.
PROROM y AIKRA, (2003), Informe de la Comisión Internacional de Santiago de Chile al 51º Congreso Internacional de Americanistas, Santiago de Chile 14 - 18 de julio de 2003, Santiago, Chile.
PROROM, (2002), Pueblo Rom ,biodiversidad y conocimientos tradicionales: las sinrazones de una exclusión, presentado en el Taller Nacional pueblos indígenas, comunidades tradicionales y medio ambiente, 6-7 de mayo de 2002, Bogotá, Colombia.
PROROM, (2000), Poesía Indígena y Gitana Contemporánea de Colombia. Proceso Organizativo del Pueblo Rom (Gitano) de Colombia, PROROM. Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC. Suport Mutu. Bogotá, D.C.
SKOKRA, (2001) A propósito de Durban: una mirada preliminar desde el pueblo Rom (gitano) de las Américas, mecanoescrito, 2001, Argentina y Colombia.

Sobre el autor:

Lorenzo Armendáriz García. San Luis Potosí, 1961. Fotógrafo y periodista. Miembro fundador el Parlamento de la IRU (International Romaní Unión) y de SKOKRA (Saveto Katar le Organizatsi ay Kumpeniyi Rromane anda l´Americhi).
Es coautor de libro La lumea de noi: memorias de los ludar de México; ha publicado en las revistas Ètudes Tsiganes de Francia, Romano Dzaniben de la República Checa, Designs of Culture, de Estados Unidos, y National Geographic Latinoamérica, entre otras.
Ha sido acreedor a varias becas del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes para desarrollar un registro fotográfico y testimonial de los gitanos de México. En 1995 obtuvo el Premio de Adquisición de la VII Bienal de Fotografía en México, con la serie “Identidades” , con imágenes de los gitanos de México y Slovakia. En 1998 obtuvo el 3er lugar en la categoría de fotografía del 5º Concurso Internacional de Arte Gitano en Lanciano, Italia. Actualmente desarrolla un trabajo fotográfico y testimonial sobre los gitanos de América y es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).

Notas:

* Miembro fundador el Parlamento de la IRU, International Romani Union, y de SKOKRA, [Saveto Katar le Organizatsi ay Kumpeniyi Rromane anda´l Americhi / Consejo de Organizaciones y Kumpeniyi Rom de las Américas (SKOKRA, por sus siglas en romanés.].
[1] Para ser mejor recibidos en Europa se decía peregrino proveniente del Pequeño Egipto (región del Peloponeso). De aquí se originó el nombre de “egiptano” que derivó posteriormente en “gitano”.
[2] [Kriss Romaní, traduce Ley del pueblo Rom; Kriss es el Tribunal de Autoridades Tradicionales (Sere Romengue); Romaniya es un sinónimos de Kriss Romaní]
[3] kumpania, singular; kumpeniyi, plural. La kumpania, de manera sencilla, podría definirse como el conjunto de patrigrupos familiares pertenecientes ya sea a una misma vitsa (o linaje), o a vitsi (plural de vitsa) diferentes que han establecido alianzas entre sí, principalmente, a través de intercambios matrimoniales, y cuya interacción y relaciones endógenas generan, de hecho, una apropiación espacial sobre la cual se construye la jurisdicción de los Sere Romengue (Sero Rom, singular). Cabe destacar que la dimensión espacial que comportan las kumpeniyi no es otra cosa que la apropiación simbólica de los lugares que se habitan y utilizan económicamente, a partir de la producción de un sistema de representaciones y de significación del espacio, que se levanta sobre los territorios de los pueblos sendentarios.
[4] Tzera, alude a hogar, familia y ker significa casa materialmente.
[5] Kriss Romaní, significa Ley Gitana. Este es el derecho consuetudinario, institución social, reguladora de conflictos y toma de decisiones del Pueblo Rom.
[6] Sere Rom, singular; Sere Romengue, plural. Generalmente son ancianos o cabezas de familia, de alto respeto, conocedores de la cultura, casados y comprometidos con la comunidad.

Comuníquese con Lorenzo Armendariz García
entrepueblos@ami.net.co