Imprimir
Enviar
Miles de trabajadores de la industria metalúrgica y electrónica de Alemania afiliados en el mayor sindicato de Europa, IG Metall, continuaron hoy por tercer día consecutivo sus huelgas preventivas consecutivo en diferentes puntos del país.
Alrededor de seis mil trabajadores de la planta del consorcio automotriz BMW en la ciudad de Munich abandonaron la mañana de este viernes sus puestos de trabajo de forma temporal, indicaron portavoces de IG Metall.
Señalaron que desde el pasado miércoles 160 mil trabajadores siguieron el llamado de ese gremio para participar en la huelga preventiva en apoyo a la demanda de un aumento salarial de cinco por ciento, que hasta ahora no ha tenido respuesta.
Casi mil trabajadores del fabricante de máquinas de impresión König & Bauer, con sede en Würzburg, también interrumpieron de manera temporal este viernes sus labores en esa planta, al igual que metalúrgicos de varias fábricas de Turingia y del Sarre.
Los voceros de IG Metall informaron que la planta del fabricante de electrodomésticos, AEG, en la ciudad de Nurenberg permanece vacía, ya que sus empleados no regresaron a sus actividades, que suspendieron esta mañana.
Los empleados del turno matutino de esa planta participaron en un principio en un mitin de protesta, y más tarde decidieron no volver a sus puestos de trabajo, indicaron las fuentes y anunciaron que es probable que el turno vespertino siga ese ejemplo.
El sindicato alemán exige un aumento salarial para sus tres millones 400 mil afiliados, sin embargo hasta ahora no ha recibido ninguna respuesta por parte de la patronal.
El vicepresidente de IG Metall, Berthold Huber, apeló este viernes a los contratistas para que hagan concesiones en las negociaciones de tarifas para el sector de la industria del metal y electrónica.
Berthold Huber advirtió ante la prensa alemana que “en caso de que no suceda nada después de Semana Santa, entonces será el momento de tomar decisiones sobre una huelga general”.
Destacó que el sindicato desea alcanzar una solución antes de que se decida por una lucha laboral regular, ya que “la industria del metal y de electrónicos no es el servicio público, donde las huelgas duran ya varios meses”.
Alemania también atraviesa por un conflicto laboral en sus servicios públicos.
