Sábado 8 de abril de 2006
Motiva a colonos de Morelia a defender derechos ante industriales y gobierno
Gerentes, ni siquiera los empresarios, desplazaron a políticos, estima Marcos
La Jornada
Ocotepec, Mor., 7 de abril. El subcomandante Marcos fue recibido esta noche por centenares de personas en la glorieta donde un Emiliano Zapata ecuestre blande desde Cuernavaca tremendo machete en dirección al valle de Anáhuac. Sin descender de su vehículo, el delegado zapatista fue escoltado por una marcha de seguidores, la cual fue creciendo y luego tuvo que echar a correr hasta este ejido de campesinos autónomos de origen tlauica en las afueras de la capital morelense.
Una banda de alientos lo acompañó en su recorrido hasta el centro de Ocotepec, donde lo esperaban los pobladores con fuegos artificiales para Marcos y mentadas explícitas para el gobernador Sergio Estrada Cajigal. Al llegar allí, el delegado Zero descendió de la camioneta que lo trajo desde Morelia, cruzó caminando el parque en un ambiente muy festivo, y desapareció rápidamente tras la puerta de una casa particular.
El largo viaje desde Michoacán hasta aquí dilató unas ocho horas y fue muy accidentado, especialmente al cruzar el estado de México. En Metepec y otros suburbios de Toluca, la caravana fue y vino, dio vueltas en “u” y alrededor de colonias, fue atrapada por los embotellamientos y tráileres en la zona industrial.
Tras varios intentos por dejar los municipios conurbados de Santa Cruz Tizapán, Almoloya del Río, Tianguistenco y Lerma (y ya mero acaban todos yendo a bailar a Chalma), finalmente el rumbo se aclaró hacia Zempoala y Huitzilac, ya en el estado de Morelos, sólo que hubo sobrecalentamiento de algunos frenos vehiculares en la bajada a Cuernavaca, y con ello un último retraso. Todo esto no desalentó a los que aguardaban en la glorieta de Zapata y corrieron algunos kilómetros hasta Ocotepec, donde este sábado iniciarán los trabajos de la otra campaña en la decimoctava entidad que recorre el delegado zapatista.
El día de las estatuas encapuchadas
El “vicerrey” don Antonio de Mendoza, todo bronce en sus cuellos del XVI y restaurado (una placa lo proclama, but of course) por el Chavo Salvador López Orduña en su primer periodo de gracia municipal allá por 1998, con la fascinación colonial del más acendrado panismo, anduvo ayer todo el día con un pasamontañas negro que mal le cubría la barba, tan de bronce como su resto corporal y su espada que antecedió a la cruz. Ordenó este señor Mendoza fundar la ciudad de Valladolid (hoy Morelia) en 1541, en un lugar llamado Guayancareo por los indios anteriores a la bendición brutal del Dios cristiano.
Esta fugaz apropiación zapatista del reyezuelo novohispano fue una más de las que aquejaron ayer a las estatuas de la ciudad. También se encapucharon Miguel de Cervantes, El Pípila, Las Tarascas, Los Constructores y otros bronces callejeros, en otro síntoma de rebeldía e irreverencia de los varios que atacaron Michoacán la semana que concluye.
En su segundo periodo municipal, el señor Sánchez Orduña (El chavo del ocho, o bien “hijo de ese enano mental”, como Marcos llamó al michoacano Felipe Calderón, candidato presidencial blanquiazul) ha puesto su grano de arena. Ahí esta el caso de la gasolinera que se pretende instalar cerca de las escuelas en la colonia Felícitas del Río. Un representante vecinal dijo este miércoles al cabo del recorrido de la universidad al barrio con el delegado Zero: “Nueve meses que han pasado desde que vecinos de esta colonia nos propusimos enfrentar al poder económico-político de un empresario y encarar a funcionarios que han allanado el camino al empresario, quienes fuera de todo sentido común y violando los reglamentos han otorgado el permiso para instalar una gasolinera rodeada de escuelas, y en una zona de árboles, atentando contra la seguridad, la tranquilidad, el medio ambiente y con alto riesgo de contaminar un manto freático.
“Las autoridades sólo escuchan al empresario, el cual es recibido en los medios de comunicación para vender su capricho a la sociedad. Se ha prestado también el poder judicial. Aplicaron la fuerza pública enviando a más de 300 elementos represivos con equipos de alto poder, con el pretexto de estar obstruyendo la vía pública, al realizar foros y plantones a media calle. Además, el gobierno municipal ratificó el permiso ignorando el estudio que hizo la Universidad Michoacana, desechó los impedimentos legales de impacto ambiental y vialidad, ignoró las protestas de los vecinos y simpatizantes, se cegó a los cientos de firmas y manifestaciones de apoyo. Hemos exigido al gobierno que escuche la voz de los morelianos”.
Estos foros de la calzada han servido a otras voces que dicen no a los verificentros, a la tala inmoderada, a la construcción del megapuente, a la privatización del agua y el alumbrado público, a la construcción de un Wal-Mart, a la privatización del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado y la instalación de más gasolineras.
Al hablar allí, el delegado zapatista arremetió: “Queremos decirles a los medios de comunicación y a los orejas que vayan a preguntarle al presidente municipal de Acción Nacional y al gobernador del estado, del Partido de la Revolución Democrática, ¿cuánto vale la vida de un niño? Porque ustedes están en la campaña de desprestigio de esta gente que está defendiendo la vida de sus niños y sus niñas, y a la hora que esa gasolinera, si es que los dejamos solos, y aparezca la primera muerte de un niño o una niña, ¿ustedes qué van a decir, en su televisión o en su periódico? ¿Qué va a decir el presidente municipal en su informe? ¿El gobernador del estado? ¿Con qué cara le van a presentar a la gente que son creíbles? ¿Dónde está la legitimidad de ustedes? Si aquí no se está disputando un puesto político, se está disputando la vida de un niño, de una niña, y ustedes por intereses, porque tienen la liga con el empresario que quiere poner la gasolinera, van a apostar a la muerte, y a la hora que esa muerte llegue, ¿cómo van a enfrentar a sus lectores, a sus radioescuchas, a sus televidentes, a quienes votaron por ustedes en el PAN y el PRD?
“El movimiento que están levantando los colonos de aquí, de Felícitas del Río, es no sólo visto con respeto por nosotros como zapatistas, sino también con admiración, porque a pesar de estar enfrentando el poder de todas las formas, el poder de los medios de comunicación, el poder de represión de la policía municipal y estatal, el poder del dinero de los empresarios y el poder del gobierno del estado, del gobierno municipal, han decidido optar por la vida de sus niños y sus niñas. Porque su causa es justa, es digna y es por la vida, que es de lo que se trata la otra campaña, nosotros hemos venido a decirles humildemente que los apoyamos, que los admiramos.
“Venimos hasta acá nada más para decirles que no están solos, compañeros y compañeras.
“Y es bueno entonces que le vayan a avisar a Cárdenas Batel y al ‘hijo’ de Felipe Calderón y a todo Acción Nacional, y que lo pongan en los medios de comunicación, que los colonos y las colonas de aquí y su justa lucha tienen en nosotros a los hermanos y a las hermanas que han tenido siempre. Que viva siempre la vida por la que están luchando, la vida de los niños y niñas de esta colonia.”
En los diálogos que el delegado Zero sostuvo en los espacios universitarios se escucharon voces diversas, y no necesariamente vinculadas todas con los quehaceres académicos. Fue el caso de Juan Manuel, poblador del municipio de Cholomuco, quien deploró que la inseguridad en Michoacán sea “la de más alto índice a nivel nacional”, y responzabilizó al gobierno y a la legislatura estatales:
“Sólo analizando la bondad de la otra campaña vamos a lograr la unidad y la participación para lograr que nuestras familias tengan mayor seguridad y una vida digna y decorosa. Tenemos un procurador que dice que para solucionar el problema de la inseguridad se necesita más dinero, cuando lo que se necesita es poner de acuerdo a esa manada de diputados para que tomen las resoluciones necesarias. Cualquier asno aspira a diputado o senador sin estar comprometido con la sociedad.”
Ante esta clase de reclamos ciudadanos, el subcomandante Marcos dijo en otro momento de su larga jornada moreliana este miércoles: “No busquemos quién dirige, sino tomemos en nuestras manos nuestro destino y nuestro futuro”.
En una ciudad gobernada por un señor (panista) capaz de ceder terrenos públicos a la Iglesia católica; donde las casas de estudiantes sufren represión y amenazas constantes; donde el bosque Cuauhtémoc ha entrado en una etapa de deterioro que podrá ser terminal debido al cambio de uso de suelo. En fin, en esta Morelia del neoliberalismo “con rostro humano” gracias a la administración perredista del estado, la otra campaña resultó francamente incómoda.
A esto, Marcos señaló también: “Cada quién en su lugar está sintiendo una agresión más enconada que antes. No es que los ricos se sigan conformando con la riqueza que nos arrancan día a día, sino que ahora se ve, se siente esta agresividad, esta codicia desbocada que hace uso de todos los medios, legales, violentos, ilegales, ilegítimos, para despojarnos de lo último que tenemos.
“Lo que ha pasado allá arriba es que están manejando la crisis en que los metió esta avaricia trasladando esa crisis a estos países que están siendo destruidos. La clase política en nuestro país ha dejado de estar formada por políticos y ha sido suplida por gerentes, ni siquiera empresarios. El gerente es un administrador del propietario, imagen modernizada del capataz en la hacienda porfirista”. Está claro, concluyó el delegado Zero, que “la guerra de rapiña y la agresión desbordada es contra la gente más humilde y sencilla.”
Tales son, aquí y en donde sea que se reúnan los adherentes y los interesados en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, los signos de nuestro tiempo.