De cómo los colores también se rebelan y dicen !Ya Basta!

14.Abr.06    Análisis y Noticias

A la Comandanta Ramona fraternalmente,
que con su pequeñísimo cuerpo empujó las estrellas.

Por Griselda Domínguez Lerio (Coatepec, Veracruz)

Un saludo a todos los compas de la Otra Campaña. Somos los colores de México, sí, esos que muchos han creido muertos y utilizado para señalar empresas y campañas políticas. !Qué! ¿pensaban que no nos damos cuenta de lo que pasa?, pues se equivocan, y aquí mero narramos nuestra historia y el por qué también nos unimos a esta otra campaña. Porque estamos cansados de ser ignorados, de que nos usen como señuelos y luego hasta nos pisoteen cuando dejamos de servirles.

Sí, Compas, estamos vivitos, y sobre todo, también amamos esta Hermosa Patria que se llama México. No nomás ustedes tiene quejas, nosotros tenemos muchas, y aquí las expresamos.

Empezamos con una hermosa historia de Veracruz, tierra rica y de gente alegre, saqueada por años por los gobiernos que no les importa vender la naturaleza al mejor postor siempre que sus bolsas se llenen, aunque sus corazones cada vez se noten más vacíos.

Lueguito de la historia, los colores exponemos nuestras quejas, pero también las ilusiones que tenemos de caminar al lado de ustedes, porque nosotros también sabemos de esa palabra que tanto llena y han querido mantener oculta en la noche de la ignorancia y el abandono: la dignidad. Sí compas, nosotros también sentimos cómo el dolor por la injusticia nos va quemando todito por dentro, por eso hay veces en que ven el cielo rojo de enojado que está, y tal vez no se han dado cuenta, pero a veces el mismo viento se llena de un color oscurito, como la Tierra, porque también de la Tierra hemos nacido, como lo quiso el Creador de la Vida, la Madre Tierra es nuestro origen y destino, como de ustedes, hermanos de carne y alma, de sangre y huesos, hermanos de dignidad.

1. Dicen que así nació el arcoiris.

Cuentan los Totonacas que hubo un tiempo en que el Sol se perdió del camino que lo llevaba al Totonacapan, por eso dejó de llover y la vida se perdía poco a poco, las milpas se secaban y los niños lloraban por ver tanta oscuridad. Entonces, los guías del pueblo totonaca se reunieron para decicir qué hacer. No se podia seguir así, en las sombras, dejando que todo poco a poco se muriera, escuchando el llanto de los niños porque su madres no podían darles alimento, pues sus pechos estaban secos de dolor y hambre. No se podia permitir que los hombres siguieran sumidos en la más completa oscuridad, pues las sombras son compañeras del malo, que aprovecha cuando no lo pueden ver para robarles sus cosas, y su vida misma.

Estaban ahí conversando -porque de la palabra compartida entre hermanos sale la verdad-, y entonces habló Stakuluhua, la serpiente sabia, amiga del pueblo totonaca, y como amiga buena, se ofreció a ir en busca del Sol que da calor. Entonces, las aves del cielo quisieron también ayudar, y cada una le prestó sus plumas para que pudiera volar bien alto y alcanzar al sol y regresarlo a su camino. Y lo encontró, y el sol se puso contento de regresar al Totonacapan, y con él llegó la lluvia y la vida, los maizales se levantaron de nuevo, las flores volvieron a adornar los campos con sus colores, las madres sonreían con sus hijos que podían comer por fin. La vida había vuelto al Totonacapan. Entonces los guías le pidieron a Stakuluhua que fuera otra vez a llevarle al sol bueno el agradecimiento del pueblo totonaca. Y así fue, otra vez subió la buena amiga a llevar su mensaje de paz y agradecimiento. El sol, al ver esta muestra de cariño, envió una lluvia suave y fresca, y entonces, se asomó al cielo para iluminar a la serpiente viajera. Los colores de las plumas de Stakuluhua formaron un gran rayo multicolor en el cielo, como un arco que mostraba su camino de regreso a la Tierra, y los totonacas supieron que el Sol recibía sus agradecimientos y les enviaba su saludo de Amor. Y así fue como dicen que nació el arcoiris.

2. Del verde, blanco y rojo y la Bandera de México.

Somos los colores que dan vida a nuestra Bandera de México, y pues nosotros queremos que sepan que estamos muy orgullosos de estar en nuestra Bandera, porque en ella se representa la Patria, pero no aceptamos seguir siendo utilizados para engañar al pueblo, como han hecho unos que se dicen “revolucionarios”, pero que solo buscan mantenerse como dueños de la vida sin importarles la vida misma.

Queremos que sepan que el rojo se siente bien contento cuando va sobre la boca de las muchachas que sonríen con un corazón rebelde y digno, o cuando llena de color la sangre que corre por las venas y que se siente vivo cuando pinta el corazón de los que saben decir !Ya Basta!. Y resulta que últimamente el rojo anda muy indignado, porque lo andan usando unos que se sienten sus dueños, y que no se quieren acordar que el rojo los ha acompañado también pintando toda la sangre que han dejado regada a su paso, y ahora quieren hacer como que son de mucho corazón pero eso es sólo de afuera, porque muy dentro llevan la maldad y la ambición de querer mantener dominado al pueblo.

El verde dice que se alegra en los campos que camina la gente llena de esperanza como ustedes, y se está muy enojado porque lo utilizan unos que se dicen defensores de la naturaleza, pero que en realidad sólo lo hacen como negocio y ni lo piensan para vender la Madre Naturaleza con tal de llevar dinero a sus bolsas. Y pues el blanco, como la nieve de estas montañas, se siente grande cuando lo usan para anunciar la paz y la justicia, pero esa que sale de abajo, de donde está la verdad, no de los que desde arriba dicen palabras llenas de mentiras.

Y bueno, también estamos los otros colores que pintan ese hermoso escudo donde el águila parada en un nopal se come a la serpiente, y nos llena de felicidad porque así podemos recordarle a todos los mexicanos que somos hijos de tierra de águilas, y que somos fuertes para devorar la serpiente de la maldad que nos ha dominado por tanto tiempo.

3. Del azul y el amarillo.

Nosotros también queremos decir que nos nos gusta que nos usen como lo han venido haciendo, sin tomarnos en cuenta. El azul dice que lo que más le gusta es pintar el cielo y el agua, que no quiere que lo sigan viendo como un color que está al servicio de los que quieren vender lo más grande que tenemos los mexicanos, y que son nuestras riquezas naturales.

El Amarillo dice que también tiene un corazón lleno de dignidad, y que lo que más le gusta es llenar de color algunos atardeceres, y también pintar las flores y las aves de hermoso canto; no está con los que lo usan para decir que andan por la izquierda, pero que en el fondo siguen el mismo camino de los otros, nomás que engañando más a la gente buena que les cree y espera en ellos.

4. De los colores que antes hablaron y los demás que aquí habitan.

Aquí nos toca a todos nosotros decir por qué tambien queremos ser parte de esta otra campaña, que busca sembrar la semilla de un México lleno de justicia, que se despierte en el corazón de todos la dignidad y que trabajemos para un mundo mejor, porque creemos que sí, que otro mundo es posible, un mundo de igualdad y amor, como lo ha mandado el Creador de la Vida, el que todo lo ha dado para que lo cuidemos y seamos seres libres y felices.

Y queremos que todos sepan que todos nosotros nos rebelamos contra esos que nos usan sin pensar si estamos o no de acuerdo; que nos pone muy tristes ver como llega tanta gente a esos lugares donde se venden tantas cosas en envases llenos de color (sin nuestro consentimiento), y más nos duele cuando sentimos que toda esa gente anda como dormida, que ni siquiera se pone a pensar en si en verdad necesita las cosas o si lo que está buscando es algo que le ayude a olvidarse de esa tristeza que se les nota en la mirada, y que ya ni se ponen a pensar en quien hizo las cosas que compran, sólo se dejan llevar por esas mentiras que echan en las noticias de que esos grandes almacenes si dan barato, aunque se a costa de la explotación de la gente que trabaja.

Y queremos decirle a toda la gente que nosotros, los colores, aunque estemos en esas enormes tiendas llenas de cosas sin sentido, no estamos ahi de corazón, sino que pues no nos queda otra porque nadie nos pregunta si queremos estar ahi. Y queremos que todos sepan que lo mejor de cada uno está muy dentro, en el corazón, y que en el corazón vive eso que se llama dignidad y que pues es necesario que todos despertemos y nos demos cuenta que cada uno tiene su dignidad bien grande y que se ponga a caminar junto con todos y trabajemos todos para construir un mundo que sea más digno de vivir para todos.

También los colores queremos que todos sepan que nos sentimos bien grandes y orgullosos cuando pintamos cosas que son de un bien para los pueblos, que nos emociona cuando las mujeres nos ponen en hilos que van acomodando con sus manos, esas manos que hilan sueños y rebeldías, que mezclan colores con sonrisas, lágrimas, esperanza y dignidad; manos que como un caracol, forman una espiral que entra y sale, formando un mensaje que tiene por destino el corazón.

Y pues así es la palabra de nuestro corazón de nosotros los colores, y sólo queríamos que supieran que nos da mucho orgullo y mucha alegría participar con ustedes en la construcción de un Nuevo mundo, que sepan que en cada lugar donde nos pongan, estaremos ahí dignos y rebeldes, brillantes de contento, y aunque sabemos que el caminar será duro y tardado, poco a poco iremos creciendo juntos, como parte de su caminar, mano con mano, hombro con hombro, corazón con corazón. Y que es cierto que es mucho el abuso que se ve, y muy grande la indignación que se siente, pero también es mucho más grande la esperanza y la dignidad de caminar juntos para formar un nuevo mundo, donde quepan todos los mundos.