La amenaza de la pandemia ….. el miedo como mercancía

30.Abr.06    Análisis y Noticias

Pa-ndemia … Pa-ntomima, Pa-traña y Pa-parrucha. Algunos apuntes sobre las
“amenazas” de la gripe aviar o como surge, se desvanece y quizás vuelva a
surgir la “pandemia”.

Desde finales de verano de 2005, incluso antes, nos están amenazando a través
de los medios de comunicación con un nuevo castigo bíblico, un castigo
supuestamente inevitable, un castigo supuestamente al azar, que nos iguala a
todos en responsabilidades y en resultados, un nuevo artefacto para hacer que
seamos obedientes …¿obedientes a quien? … Obedientes al ministro de sanidad,
al consejero de salud, al médico de cabecera, a la farmacéutica y al
practicante que nos pondrá las inyecciones, obedientes a la nueva iglesia de
la medicina industrial.

Ahora que ya estamos en la primavera del 2006 y que parece que la cosa no ha
acabado de concretarse puede ser interesante hacer un balance y preguntarse,
como mínimo dos cosas, ¿qué beneficio han sacado los poderes mèdicos,
farmacèuticos, corporativos …. Estatales, con toda la campaña de miedo
realizada? y ¿Qué beneficios sacaran en el momento en que se produzca esta (u
otra) plaga? ….. Esperamos el invierno de 2006-2007, puede que entonces nos
flagelen, no con el miedo abstracto, sinó con el real …. Puede que sea una
paranoia, pero los autodenominados responsables de nuestra salud toman, cada
vez más, el aspecto de ser la mayor amenaza.

La amenaza concreta es una mutación de la gripe aviar, mutación que aun no se
ha producido, que haria un clareo de entre 5 y 150 millones de habitantes de
la población de nuestro atestado mundo, en la peor expectativa un 2.5% del
total. Seguramente el 2,5% más pobre, más desfavorecido, peor alimentado, con
peor saneamiento y con peores ocupaciones.

Se trata del virus H5N1, un virus de las aves que ha pasado a algunos
mamíferos, entre ellos al hombre, si este virus sufre una mutación que haga
posible la infección rápida humano/humano (seguramente del H5 pasar a H1, H2 o
H3) se producirá, según los expertos (por ejemplo la OMS), la tan comentada
pandemia.

No es ninguna novedad, han habido varias epidemias de gripe a lo largo del
siglo pasado y lo que llevamos de siglo (de hecho decenas de ellas), pero hay
tres casos especialmente intensos, la gripe española de 1918 (40 o 50 millones
de muertos según estimaciones moderadas), la gripe asiática de 1957-58 (unos 2
millones de víctimas mortales), la gripe de Hong Kong de 1968-69 (un millón de
víctimas).

¿Que distingue pues la amenaza de los hipotéticos 5-150 millones de muertos de
ahora (amplio abanico de posibilidades funestas) de las plagas de años
anteriores? ¿O de los millones muertos cada año por otras enfermedades:
muertos por el cáncer (2 millones), la malaria (más de un millón) o la misma
gripe común humana (casi un millón)?

NOS HAN ESTADO ENGAÑANDO (nos estamos dejando engañar).

Nos aseguraron la “victoria” de la medicina sobre las enfermedades
infecciosas, se proclamó a bombo y platillo la extinción de la viruela y se
anunciaba la inminente extinción de otras muchas… de la tuberculosis, de la
malaria… nos estaban mintiendo y queríamos ser engañados, y ahora, después de
descubrir que no somos inmunes, estamos desconcertados y asustados, los
esforzados caballeros de la salud resultaron ser charlatanes, embaucadores y
estafadores.

Pero, hoy en día, hay que estar muy ciego o tener poca vergüenza para afirmar
que las “enfermedades infecciosas” están en vías de desaparición. La
tecnomedicina y los grandes grupos farmacéuticos han creado nuevos monstruos
resistentes, tanto a los antibióticos como a los antivirales. Enfermedades que
iban siendo raras en los años setenta recrecen y alcanzan niveles superiores
incluso a los de mediados del siglo pasado… y aparecen nuevas “amenazas”.

Además hay una ecología de las epidemias escasamente conocida. Seguramente, se
desplazan las unas a las otras y la “extinción” de una hace surgir a otra, No
se conocen los mecanismos que hacen que aparezca una epidemia…. Por ejemplo,
la peste negra apareció con fuerza en Europa en el siglo XIV (un cuarto de la
población europea liquidada) y fue rebrotando periódicamente hasta la epidemia
de 1720 en Francia. Si no se descubrió la causa hasta 1894 y un tratamiento
efectivo no lo hubo hasta bien entrado el siglo XX, ¿Qué hizo desparecer la
peste negra en Europa hasta hoy en día?, por descontado la tecnomedicina no….
El caso contrario, el de la tuberculosis, después del anuncio de su definitiva
derrota a manos de los antibióticos industriales; en los últimos años estamos
viéndola en expansión continua hasta llegar, en algunas situaciones, a los
niveles del siglo XIX.

Ahora nos siguen prometiendo la salud universal e incluso la victoria sobre el
envejecimiento y la muerte, la coreografía actual ya no la componen los
antibióticos y los antivirales, ahora son las terapias génicas y celulares,
las células madre y las nanotecnologías, en pocas palabras: más tecnificación
y más dominio … y menos salud, menos felicidad, menos libertad.

HAY MUCHO DINERO A GANAR CON LA GRIPE AVIAR (y sin haberlo deseado me ha
salido un pareado).

La pandemia, incluso considerándola solamente como hipotética amenaza, ya ha
generado substanciosos beneficios. Los gobiernos de los países ricos invierten
miles de millones en la compra de antivirales: por ejemplo 353 millones de
euros ha gastado el estado francés, aunque el gordo se lo han llevado los
proveedores de los EEUU donde el gasto asciende a la friolera de 5.900
millones de euros, evidentemente Roche y otras farmaindustrias se estará
frotando las manos. ¡y todo por una enfermedad que en 10 años ha causado la
muerte de menos de 100 persones no está nada mal!.

Pero no sólo es una buena ocasión para las corporaciones farmacéuticas, sino
también para el sector de la investigación, que ve aumentar las inversiones y
subvenciones, especialmente en el sector zoosanitario y de investigación de
las enfermedades infecciosas, que últimamente con el mito del antibiótico
habían perdido cachee frente a las enfermedades “genéticas”. EEUU ya ha
firmado un contrato de 100 millones de dólares con la sociedad Sanofi-Pasteur
para la producción de una vacuna «prepandémica»

También los fabricantes de alimentos baratos alternativos al pollo (por
ejemplo Pescanova que se ha revalorizado en bolsa gracias a la amenaza) … y de
rebote el sector ganadero-industrial da la puntilla a la “avicultura
ecológica” al obligarles a confinar a las aves.

Incluso, más moderadamente, los vendedores de terapias y remedios naturales
y/o milagrosos también se benefician, por ejemplo la venta de anís estrellado
se ha disparado (todo el anís estrellado que no ha comprado Roche, claro).

Todo este baile de millones hace sospechar si, realmente, no será todo una
comedia para asustarnos, atontarnos y sacar unos buenos beneficios… Poco
importa que corporación o que persona acumula los dividendos, el hecho es que
a la gripe aviar se han dedicado esfuerzos y recursos que, forzosamente, han
de sacarse de algun lado.

LAS EPIDEMIAS, UN RESULTADO MÁS DE LA DOMESTICACIÓN (el chaman, el sacerdote,
el doctor… como causas de los malestares que dicen curar).

Un agente infeccioso es un parásito, y los parásitos eficaces no matan
rápidamente a sus huéspedes (huésped es el organismo en que vive el parásito).
No son por tanto agentes de epidemias letales sino plaga o relación no letal
con el organismo afectado, dependiendo sobretodo de las condiciones ambientales.

Si un agente infeccioso virulento ataca una población natural, de baja
densidad, elimina rápidamente a los huéspedes más accesibles y los mata antes
de poder extenderse, esto conduce a la desaparición del agente infeccioso
virulento (y de sus huéspedes). Para que un agente virulento pueda extenderse
son necesarias unas condiciones determinadas, sobretodo, aunque no únicamente,
una densidad muy alta de posibles organismos a los que infectar, que no se
suele dar en las poblaciones salvajes. Pero también otras condiciones ligadas
a la alimentación, al contacto con substancias o situaciones depresoras de la
inmunidad natural, homogeneidad genética de la población….. hay que hacer
notar que las poblaciones de animales domesticados tienden a una homogeneidad
genética que les hace vulnerables a factores externos, por ejemplo el 95% del
ganado vacuno del “mundo civilizado” es de la misma “raza”, y, en el caso de
Europa y los EEUU, procede del semen de poco más de un centenar de machos, en
resumen, una consanguinidad igual o mayor que la de los Borbones (dinastía
reinante en España…), pero aplicada a una población de millones de animales
(no a unas pocas decenas como es el caso de la familia real española).

Así los arqueólogos han encontrado los rastros de las primeras plagas
precisamente en los primeros hacinamientos humanos. La aparición de las
grandes agrupaciones implica la aparición de la desnutrición crónica y de
infecciones letales, cosa que en los grupos pre-urbanos era muy limitado, por
ser ecológicamente inviables.

Pero hay otro factor que liga la epidemia a la civilización, gran parte de las
epidemias letales, las pestes, la tuberculosis, el tifus … Son en realidad
zoonosis (enfermedades de otros animales) que han pasado al hombre, estas
enfermedades han aparecido necesariamente como resultado de la domesticación;
de un contacto no natural entre hombres y animales y de las condiciones de
vida que impone la domesticación (hacinamiento, falta de higiene, alimentación
pobre…). No estamos hablando de hechos prehistóricos, la actual gripe aviar
es un ejemplo, pero hay más: el SIDA, la enfermedad de las vacas locas, el
virus de Nilo Oriental…

En las atestadas naves de la avicultura industrial, con los animales
hacinados, atiborrados de antibióticos, antivirales, medicamentos diversos,
aditivos alimentarios, sometidas a un estrés insoportable… se encuentra el
caldo de cultivo en que las enfermedades infecciosas de las aves pueden mutar
a más virulentas. El uso masivo de bloqueadores antivirales en las granjas
avícolas asiáticas ya ha engendrado resistencia del virus H5N1 a estos
medicamentos.

Las granjas avícolas de China constituyen un escenario ideal para la aparición
de un bicharraco como el H5N1, el capitalismo burocrático chino, despiadado
con los animales de corral humanos, sigue, de un modo natural, la misma tónica
con sus trabajadores no-humanos: las aves.

Las granjas Chinas tienen una densidad (productividad) altísima, mucho más
alta que los escalofriantes 600cm2 por ave ponedora de la legislación
bienestarista europea (¡¡una hoja de papel A4 tiene 624cm2!!), China es además
la principal productora de carne de ave del mundo, el 15% de la carne de pollo
y el 78% de la de anátidas y entre ella del 93% de la de oca, lo raro seria
que una epidemia aviar tuviese un origen que no fuese este.

Laos, país rodeado de los focos de gripe aviar, de China, Vietnam y Tailandia,
sólo ha presentado unos pocos casos. En Laos más del 90% de las aves de corral
no están internadas en instalaciones industriales, son explotadas en corrales
“tradicionales” de baja densidad y al aire libre. Pues bien, los pocos casos
que se han dado han sido precisamente en estas pocas instalaciones modernas y
progresistas. Parece ser pués, que hay un ligamen entre explotación industrial
y gripe aviar.

Otro punto turbio es que los virus de la gripe aviar se concentran
especialmente en las heces de los animales infectados, las heces de ave son
usadas (en Asia y en todo el mundo) como “aditivos” en la alimentación animal,
especialmente de rumiantes.

EL MIEDO A LO SALVAJE …

Aunque está claro que el caldo de cultivo de la gripe aviar son las
instalaciones tecnoindustriales, el lobby de la industria ganadera a sabido
desviar la culpa hacia los animales salvajes y sus no-reglamentados movimientos.

Entre los civilizados hay un miedo atávico a lo salvaje, a lo no predecible, a
lo no dominado. Lo salvaje es una amenaza para la civilización, el hecho de
que haya una existencia al margen de nuestro nocivo y alienado modo de vida,
es motivo suficiente para desencadenar odios genocidas, expresión, quizás, de
la insana envidia de quien no es capaz de desear o imaginar otra vida para él.

Para los bienpensantes civilizados, salvajes eran los incendiarios franceses
del otoño pasado, salvajes los comportamientos incívicos que tanto preocupan a
los ayuntamientos del estado español, salvajes las características que otorgan
los eclesiásticos a las mujeres, o los medios de comunicación a los
integristas islámicos… salvaje es lo imprevisible, lo diferente, lo
inclasificable…

La aparición de focos no ha seguido el camino natural de migración de las aves
salvajes, de Norte a Sur, más bien ha seguido la dirección de las líneas de
transporte terrestre y aéreo, hacia el Oeste (Turquía, Rusia, Europa) o al
Este (Canadá), incluso el único foco relevante en África, en Nigeria, está
alejado de hipotéticas migraciones Este-Oeste, en la costa Atlántica y además
afectando a explotaciones industriales.

Pero bastan unas decenas de aves muertas en las marismas de la Europa Central
y los Balcanes, para desatar una campaña de inculpación generalizada, ¡¡toda
la culpa es de los patos, de los gorriones, de la golondrina del alero…!!. Y
sin embargo, la gripe H5N1 es propia de las anátidas salvajes, pero ellas
portan una variedad poco virulenta, raramente mortal y son más resistentes a
las variedades virulentas. La “pandemia” ni se gesta ni se extiende a través
de las poblaciones salvajes de aves, lo hace a través de las explotaciones
industriales.

EL CONSUMIDOR QUE QUERÍA SER INMORTAL.

Los consumidores, según se comportan, son, por autodefinición inmortales,
sino, ¿qué sentido tendría comprar productos que hipotecan la vida por años si
no hubiese la esperanza de gozarlos indefinidamente? ¿Para que compraría un
jubilado un coche de gama media (o alta), cambio automático, repris
inigualable, toda la seguridad del mundo, lunas ahumadas y acabados
metalizados.? … si no pensase que lo ha de usarlo hasta la amortización. ¿Para
qué se puedan desear juguetes, cremas, “complementos” diversos del “menaje”
del hogar, electrodomésticos especializados … si no se pensase que se será
eternamente niño, eternamente joven, eternamente “maduro” (“maduro”
interesante)…?, ¿Si no se piensa que mientras se consume se es inmortal?….

No sólo nos prometieron (y nos creímos) la “salud” permanente, también nos
prometieron la eterna juventud (y si echamos un vistazo alrededor veremos como
muchos quieren creérselo)… pero, a pesar de que la salud y la juventud
eternas ya eran una oferta desmesurada, no se quedaron aquí, parece que ahora
nos van a ofrecer la inmortalidad (al menos para algunos)… de momento todo
son mentiras y, aunque fuesen un 95% ciertas, seguirían siendo la mayor farsa
de la civilización.

¿Que sentido tiene la salud en un mundo donde significa sumisión?, ¿Qué
sentido tiene juventud cuando significa sólo un marca de consumo? … ¿qué
sentido tendría la inmortalidad en un mundo de vaciedad, de tristeza y de
dominación?.

MERCANCÍAS ATERRORIZANTES, CONSUMIDORES ATERRORIZADOS.

Así que nos están vendiendo miedo y nosotros lo compramos alegremente y
pagamos por él, no solo el precio del tinglado tecnosanitario, sino también un
montón de precios más.

La limitación de movimientos de aves industrializadas se extenderá al resto de
los animales (nosotros incluidos) a la primera alarma de contagio mamífero /
mamífero. Nuevas fronteras “sanitarias” se superpondrán a todas las otras
otras fronteras (estatales, de la UE, arancelarias, monetarias…), recordemos
la frontera sanitaria que se opuso a la libre circulación de caballos en
España durante las Olimpiadas de 1992, para prevenir la peste equina.

La obligatoriedad de declaración de la enfermedad (dato “imprescindibles” para
la epidemiología científica) nos llevara, como ya se ha visto con otras
enfermedades, a la delación y a la segregación. La inclusión en un colectivo
“de riesgo” conlleva la automática discriminación y al alejamiento y
confinación del “apestado”. Ahora mismo en muchas fronteras se aplican medidas
“especiales” a las personas procedentes de países “de riesgo”.

Las reservas de antivirales y otros medicamentos relacionados, son
considerados reserva estratégica y están a menudo controlados por el ejército,
los planes de emergencia contemplan la intervención de los militares en la
gestión de esta, tanto en la protección de los puntos de fabricación de
antivirales y vacunas, como la distribución, en el aislamiento de enfermos y
la recogida de cadáveres (de todo tipo de animales). En España el Ministerio
de Defensa custodia 130 kilogramos de “oseltamivir fosfato”, sustancia activa
del Tamiflu, que serviría para preparar 132.000 tratamientos del medicamento
aplicable, los militares, en sus instalaciones, elaboraran a partir de la
sustancia activa las dosis a consumir en el momento en que se considere
necesario.

El terror a la pandemia cosquillea nuestras apacibles y domesticadas neuronas,
y nos retorna a sensaciones de peligro olvidadas y substituidas por el
aburrimiento, el tedio y el pensamiento dominado, este terror es por tanto una
mercancía estimulante, una modesta subida de adrenalina, un miedo que, por
invisible y ominosamente global, difícilmente puede generar réplicas o
reacciones fuera del corralito que tenemos marcado. Es pues un terror que,
mientras no se concrete en miles de muertos, es beneficioso para el sistema. Y
si realmente se produjese la pandemia, los cadáveres podrán ser reciclados y
obtener pingues beneficios de ellos.

Además nuestros “bondadosos” y “competentes” pastores (o mejor ganaderos) está
dispuesto a sanar a sus aterrorizadas reses con antivirales y vacunas, como
mínimo a sus reses del mundo desarrollado. De modo que además este terror es
rentable porque induce a confiar en el sistema (aunque esta confianza sea un
autoengaño), o, en el caso de las reses pastoreadas fuera del corral del mundo
desarrollado, a soñar con un pastor o un corral como el de europeos y
norteamericanos.

Alguien esta invirtiendo mucho dinero en aterrorizarnos, y está teniendo
éxito, suponemos pues que alguien esta comprándonos como tiernos corderillos
aterrorizados… como mercancía aterrorizada. Como tal mercancía
“terroristizada”, somos un producto muy deseado por el mercado, no ya como
aterrorizados consumidores (hito ya logrado hace mucho tiempo) sino como
aterrorizados reproductores de un mundo jerárquico, religioso, domesticado,
dominado que superará en mucho a la actual situación de miseria, nocividad y
malestar.

Hay un espacio fuera del terror del mercado, fuera de las fantasías del
sistema tecnomédico, un espacio donde ser libres y salvajes, donde el dolor y
la satisfacción sólo sean cosa nuestra, un espacio que cada uno ha de
conquistar, conservar o añorar, un espacio que puede ser en el ahora real o
imaginario, pero un espacio que sin duda será muy disputado y del que no
podremos disfrutar fácilmente.

POR UN MUNDO LIBRE Y SALVAJE
Barcelona abril de 2006

Enviado por llavors@nodo50.org
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