Guatemala/EFE — El Gobierno de Guatemala convocó ayer a las organizaciones indígenas y campesinas que exigen solución a problemas agrarios ancestrales, a iniciar un proceso de diálogo a partir del próximo 18 de mayo.
El presidente, Oscar Berger, declaró a periodistas que a la mesa de negociación también se convocará a los presidentes de los poderes Legislativo y Judicial, así como a representantes de organizaciones de la sociedad civil y la Procuraduría de los Derechos Humanos.
“Preparamos un acuerdo nacional que es básicamente encontrar la forma en que todos unamos las manos para acercarnos y mejorar la inversión del gasto social para erradicar la pobreza”, manifestó el mandatario.
El Gobierno se vio forzado a convocar al diálogo luego de que miles de campesinos e indígenas, apoyados por organizaciones sindicales y populares, realizaron la semana pasada manifestaciones masivas y bloqueos de carreteras en diferentes partes del país.
Los campesinos exigen al Gobierno “soluciones concretas” a los históricos problemas agrarios, así como al desempleo y la pobreza que afecta a cerca del 80 por ciento de la población del país.
También piden tierras para trabajar, créditos para financiar su producción y asistencia técnica, así como la solución a unos 1,163 conflictos agrarios relacionados con ocupación ilegal de tierras y problemas laborales, los cuales afectan a unas 128,878 familias, según estadísticas oficiales.
Juan Tiney, dirigente de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC), dijo a periodistas que previo al inicio del diálogo nacional, técnicos de su organización definirán, junto a representes del Gobierno, la agenda de las propuestas que se discutirán en este proceso.“El movimiento indígena y popular tendrá dos delegados, y en un plazo no mayor de dos semanas, vamos a preparar una propuesta”, dijo
Las protestas:
Protestas desde temprano
Desde las 6 horas, los grupos de manifestantes se empezaron a concentrar en los puntos anunciados. Con igual rapidez, la Policía actuó, con el resultado de 28 personas detenidas y tres inconformes lesionados.
En lugares como la calzada Roosevelt, los manifestantes fueron controlados por un cordón policial. Sin embargo, en los puntos donde los inconformes no cedieron tan fácilmente a la presión de las fuerzas de seguridad, los agentes intervinieron con bombas lacrimógenas, batones y armas que disparan pelotas de goma.
“Hicimos lo que dijimos que íbamos a hacer: no permitir el bloqueo de las carreteras principales del país”, afirmó Erwin Sperisen, director de la PNC, después de los bloqueos de ayer.
La Policía Nacional Civil (PNC) tenía preparado su equipo antidisturbios, recién adquirido, y a grupos de agentes.
Las aprehensiones fue lo que más preocupó a los movimientos populares. “Están deteniendo a gente sin razón, pues manifestarse es un derecho. Ya estamos consultando a nuestros abogados para ver qué hacemos”, opinó Nery Barrios, de la Unidad de Acción Sindical y Popular (UASP).
Sperisen se defendió: “Nuestra obligación es garantizar la libre locomoción. En los lugares donde los manifestantes no ocuparon las carreteras, no fueron repelidos”. Mientras, presidente Óscar Berger afirmó que sólo cumplieron con la ley.
El número de personas detenidas llegó a 28, tres de ellos menores.
Enfrentamiento
En el kilómetro 19 de la ruta al Pacífico, agentes de la Policía actuaron con fuerza y detuvieron a ocho personas.
Todo comenzó a las 7 horas, cuando unos 50 manifestantes, con pancartas de la UASP y otros con gorros pasamontañas, tomaron la ruta. A los pocos minutos, llegaron agentes antimotines, que se apostaron a pocos metros de los manifestantes, mientras éstos continuaban el bloqueo del paso.
A las 7.40 horas, el jefe del grupo dio la orden de romper el bloqueo. De inmediato, un agente lanzó una bomba lacrimógena, pero no estalló, luego tiró otra y el resultado fue el mismo. Debido a ello, todos los agentes corrieron con batones en mano.
“¡No los golpeen!”, gritó el jefe policial, mientras los agentes con rapidez reducían al orden a los primeros hombres que manifestaban. Al mismo tiempo, las mujeres, indígenas en su mayoría, intentaban rescatar a los detenidos que eran llevados a los picops.
La acción llevó menos de cinco minutos, pero cuando los agentes introducían a unos seis detenidos en las unidades, varias personas apedrearon los vehículos. Eso provocó una segunda refriega y la detención de otras dos personas.
La acción más violenta ocurrió en el kilómetro 93 de la ruta al Pacífico, en jurisdicción de Masagua, Escuintla, donde tres personas de avanzada edad resultaron heridas y siete más detenidas.
Los grupos campesinos denunciaron que en ese punto se habían hecho disparos con arma de fuego.
“El personal que estuvo presente en esta ruta es investigado, pues la instrucción fue clara: no utilizar armas letales”, dijo Sperisen.
En las diferentes protestas también destacó la falta de coordinación entre los movimientos sociales: numerosas peticiones al Gobierno, pero pocos objetivos comunes. Algunas de las personas entrevistadas afirmaron no saber cuál era el motivo de la protesta, pero manifestaron que la pobreza los acecha.
La mayoría de las demandas se refieren a problemas históricos, como la falta de tierra para trabajar, pero también se plantearon cuestiones puntuales como la corrupción en el Fontierras o las demandas salariales de maestros y trabajadores del IGSS.
“El Gobierno no se compadece de nosotros, pese a que nos prometieron mucho. Necesitamos tierra y préstamos para salir adelante”, expresó Magdalena Pérez, quien tienen que alimentar a sus cuatro hijos con Q1 mil mensuales, que consigue del corte de caña.
Compromiso: Suspenden bloqueos
Tras siete horas, logran acuerdos.
El Gobierno ofreció mediar para liberar a los capturados.
Los líderes campesinos y maestros continuarán con el diálogo y no saldrán a protestar.
Acciones: Lo que ocurrió
Una jornada de tensión se vivió ayer en la capital.
6.30 horas: un pequeño grupo intentó bloquear la calzada Roosevelt, pero no lo consiguió, porque intervino la Policía.
8 horas: en el mercado La Terminal, vendedores y dirigentes de la UASP iniciaron una manifestación.
8 horas: en El Obelisco se reunieron alrededor de tres mil campesinos, entre ellos, cientos de mujeres que llevaban a sus hijos. Pertenecían a la Codeca.
9 horas: comenzó en El Obelisco la marcha de los integrantes del Codeca y enfilaron por la 7a. avenida zona 9, rumbo a la sede de Fontierras. La marcha cerró la referida avenida y ocasionó grandes atascos viales.
10 horas: los dirigentes del Codeca se reunieron con funcionarios de Fontierras. La cita demoró dos horas, mientras la vía frente a esa sede quedó cerrada.
11 horas: los vendedores de La Terminal llegaron a la Plaza de la Constitución, donde se efectuaban diversas actividades culturales de la CNOC, como parte de la campaña “TTT” (Tierra, tortilla y trabajo).
12.30 horas: una comisión del Gobierno recibió a dirigentes de la Conic, la UASP y Plataforma Agraria, en la Casa Presidencial
14 horas: ingresaron en la reunión en la Casa Presidencial los representantes de Codeca y la CNOC. El diálogo se entabló hasta las 21 horas.