Nota de Clajadep:
Stiglitz estuvo en el Forro Social Mundial en Bombay, donde fue considerado el niño mimado por sus políticas de rearmar las instituciones al servicio del capital, superando las limitaciones del keynesianismo y del neoliberalismo, en lo que se puede llamar actualmente el neokeynesianismo, esto es, el nuevo estado de bienestar, donde se consigue conciliar medidas estatistas con el libre mercado. Eso explica que haya sido importante directivo del Banco Mundial y del Gobierno norteamericano.
Veamos un poco sobre el sujeto antes de ver la noticia desde Bolivia:
Joseph E. Stiglitz (1943)
Premio Nobel 2001
Joseph Stiglitz obtuvo el doctorado en el MIT en 1966. Profesor en las universidades de Oxford, Princeton y Stanford. En 1979 obtuvo la Medalla John Bates Clark de la American Economic Association. En 1993 fue nombrado miembro del Consejo de Asesores Económicos del Presidente de los Estados Unidos y en 1996, vicepresidente del Banco Mundial. Ha sido editor del Journal of Public Economics, de la Review of Economic Studies y de la American Economic Review.
Stiglitz ha sido pionero en la moderna economía de la información, desarrollando conceptos tales como “selección adversa”, “riesgo moral” y “asimetrías en la información” que actualmente son centrales en el neo-institucionalismo. Ha hecho también importantes contribuciones a la macroeconomía y la teoría monetaria y a la economía del comercio internacional y del desarrollo.
Obtuvo el Premio Nobel de Economía del año 2001, junto a George A. Akerlof y A. Michael Spence “por sus análisis de los mercados con información asimétrica”.
Su libro “Globalización y sus descontentos” ha sido traducido a 20 idiomas y ha resultado ser un best seller internacional.
¿Qué es el Neo Institucionalismo Económico?
El llamado Nuevo Institucionalismo Económico, agrupando corrientes y programas de investigación diversos pero interrelacionados, se ha configurado en el último decenio como el nuevo paradigma dominante en el pensamiento económico. Ofrece una alternativa metodológica a los viejos marginalismos y keynesianismos, a la economía de los equilibrios estáticos y de la formalización de modelos abstractos. En vez de comparar la realidad con óptimos perfectos, trata de analizar instituciones alternativas, subóptimas pero accesibles.
El papel central en este nuevo programa de investigación lo tiene el concepto de institución económica en su sentido amplio: las normas implícitas o explícitas que regulan la adopción de decisiones por los individuos y que limitan, voluntaria o involuntariamente, nuestra capacidad de elegir.
Es posible que la clave para conseguir el crecimiento y el desarrollo económico y social, estable y sostenible, no esté en la manipulación de variables macroeconómicas, sino en la paciente reelaboración de las instituciones que rigen el comportamiento y las relaciones entre individuos en su actividad cotidiana, en el interior de las empresas y en el seno del aparato del estado.
Nota final de Clajadep:
Más claro, echarle agua. El individuo no es más que un arquitecto del reordenamiento capitalista. Se entiende que lo hayan premiado con el Nóbel. Su política sugiere un control sutil (bueno, no tanto) de las variables y factores que intervienen en las empresas y en el estado, obviamente en beneficio del mercado. Un nuevo amarre del comportamiento y relaciones entre las personas. Ya que el contrato no sirve, debe haber una manito estatal que imponga disciplina. Vaya! Con razón son útiles para el capital los gobiernos “progresistas”.
Veamos la noticia:
Nobel de economía elogia nacionalización de Bolivia
EFE.-
El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz elogió la decisión boliviana de nacionalizar los hidrocarburos y señaló que lo más importante es que el país reciba una “compensación justa por sus recursos naturales”.
“Eso es lo que habría que asegurar por el momento”, remarcó el profesor universitario estadounidense en una rueda de prensa en el Ministerio de Relaciones Exteriores de La Paz, en el segundo día de su visita a Bolivia, invitado por el presidente Evo Morales.
Stiglitz dijo que “Bolivia no estaba recibiendo la retribución justa por sus recursos naturales” y opinó que “era necesario cambiar los arreglos y disposiciones anteriores” a la nacionalización, que ha dejado contra la espada y la pared a varias multinacionales petroleras.
Sin embargo, el Premio Nobel 2001 aclaró que el gobierno de Morales tiene por delante otros desafíos, como lograr la condonación de la deuda externa para mejorar su situación.
En su comparecencia ante los periodistas, Stiglitz opinó también que los Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales que impulsa Estados Unidos perjudican los acuerdos comerciales multilaterales.
El economista sostuvo que “esos tratados no son justos para los países en vías de desarrollo”, porque son una imposición antes que el resultado de una negociación.
Estados Unidos “dice lo que tenemos que hacer y hay que aceptar”, indicó Stiglitz, quien dijo que esta forma de proceder la conoce por algunos de los negociadores estadounidenses.
Con su opinión, el profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia dio la razón al mandatario boliviano, que decidió no entablar conversaciones con Estados Unidos para firmar un TLC y criticó los acordados por sus colegas de Colombia, Alvaro Uribe, y Perú, Alejandro Toledo.
“Estos tratados bilaterales tienen un costo muy elevado porque muchas veces la gente común no va a tener acceso a medicamentos que, por ejemplo, están sujetos a propiedad intelectual”, y morirán por no pagar su elevado precio, apuntó.
Stiglitz puso de ejemplo los efectos del acuerdo comercial entre Estados Unidos, Canadá y México (NAFTA, por sus siglas en inglés) y afirmó que “el desnivel económico entre México y EEUU se hizo más grande después de la vigencia de ese tratado”.
De manera indirecta, sugirió a Bolivia mantener su postura contra el TLC, porque -dijo- “muchas veces es mejor no tener un tratado a tener uno mal concebido y mal realizado”.
El Premio Nobel de Economía dijo que no había tenido la ocasión de examinar el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP), planteado por Evo Morales, ni la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), propuesta por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Asimismo reiteró su crítica al “Consenso de Washington”, que se aplicó en los años 80 por intermedio del Fondo Monetario Internacional (FMI), especialmente para que los países de América Latina confrontaran sus problemas.
“Todos los fracasos que tuvo el FMI, como la crisis en Asia y en el asesoramiento a varias economías, han reflejado más bien un fracaso y nos ha conducido a pensar que estas políticas que ha recomendado eran erróneas”, señaló.
Stiglitz advirtió de que la ausencia de crisis en el sistema capitalista en la última época no significa que no las vaya a haber en el futuro.
También aseguró que el mundo globalizado debe aprovechar las condiciones que ofrece, tanto entre países vecinos como lejanos, porque “las relaciones comerciales también se van a ir globalizando” permanentemente.
Stiglitz fue distinguido por la Universidad Mayor de San Andrés, de la ciudad de La Paz, que le entregó el título de Doctor Honorario.
El Premio Nobel, que llegó a La Paz el miércoles, concluirá su visita mañana, viernes.