Población colombiana otorga paliza a los candidatos presidenciales: 55% de abstención, 14 millones de personas se niegan a participar.

29.May.06    Análisis y Noticias

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, fue reelecto este domingo con 62,16 por ciento de los votos una vez escrutados el 93 por ciento del total, según informó hoy TeleSur basado en un reporte de la Registraduría Nacional de Colombia.

Uribe, del partido Primero Colombia, obtuvo 6.296.249 votos, seguido por el aspirante progresista Carlos Gaviria del Polo Democrático Alternativo (PDA) con 2.247.147 (22,16 por ciento) y del liberal Horacio Serpa con 1.207.061 sufragios (11,90 por ciento).

Muy altos porcentajes de abstención 55%: 14 millones de personas, más del doble de los votos de Uribe.

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Con una enorme abstención del 60% gana Uribe, donde hasta los muertos votaron

inSurGente (Hugo Gómez).- Muertos que votan, cédulas de identidad duplicadas, amenazas a electores y una campaña electoral basada en la coacción en extensas zonas del territorio nacional dominadas por los narcoparamilitares y el miedo infundido a la población difamando al principal opositor de Uribe, Gaviria, tildándolo de comunista y hombre de paja de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a quien, en el supuesto de su victoria, entregaría el poder y control del país.

Por primera vez en la historia de Colombia, desde la Restauración de la República centralista y unitaria a finales del siglo XIX, un presidente ha optado a su reelección como candidato. Lo ha logrado a base de artimañas parlamentarias, compra de voluntades, alianzas con el sector afecto al paramilitarismo en el Congreso y una coacción mediática sin precedentes al Alto Tribunal Constitucional, que finalmente lo ha legitimado y dado cobertura legal.

Uribe Vélez, elegido presidente en el año 2002 en medio de una abstención del 60% y con un resultado electoral para su candidatura de escasos 20% de los votos emitidos, ha gobernado al país con una política que él ha denominado de “seguridad democrática”, tras la cual ha desatado la más cruel represión a sus opositores, instaurando un terrorismo de Estado, en donde las alianzas entre su gobierno y las Fuerzas Armadas con los narcoparamilitares, denunciada por todas las instituciones de derechos humanos nacionales e internacionales, ha propiciado el asesinato de cientos de dirigentes sindicales, profesores universitarios, dirigentes políticos, indígenas y el abandono de las tierras de grandes masas de población campesina y el éxodo de miles de colombianos al exterior. Una política económica contraria a las necesidades e intereses de la población, de privatización de las propiedades, servicios públicos, recursos naturales, de la sanidad y de la enseñanza, coronada con su apoyo al Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, ha llevado a extremos de pobreza a más del 65% de la población colombiana y a la pérdida de la libertad, dignidad y soberanía nacionales.

Ubicado en las antípodas, ha aparecido un candidato de extracción universitaria y jurídica, Carlos Gaviria, prestigioso jurista y profesor universitario, ex miembro de la Corte Constitucional, antiguo profesor de su oponente Uribe Vélez, que encarna las aspiraciones de libertad democrática, justicia social, igualdad y soberanía nacional, y que ha sido capaz de movilizar a amplios sectores populares y de la intelectualidad del país, en medio de una ascensión vertiginosa de prestigio político e intencionalidad del voto, llegando a hacer menos seguras las expectativas de triunfo del candidato presidente Uribe en la primera vuelta. Aunque tal cosa no se ha confirmado, queda consolidada una opción política en Colombia.

Esta contienda electoral, tal y como se ha celebrado y ha sido el resultado, tendrá una profunda significación y alcance para los colombianos, puesto que el triunfo de Uribe determina el rumbo económico neoliberal del país y su sujeción a la política económica y militar de los Estados Unidos en la región. Además de eso supondrá la ausencia total de participación democrática de la población en los asuntos del Estado, la imposibilidad de solidaridad y alianza con los países y movimientos que encarnan el ideario bolivariano, y la imposición de una ruta militar para la “resolución del conflicto armado” y la postergación de toda posibilidad de paz con justicia social.

Con el escrutinio finalizado el Presidente Uribe Velez candidato de la agrupación electoral “ Colombia Primero” (una ironía política) ha resultado reelegido con el 62% de los votos emitidos. El candidato Carlos Gaviria, postulado por la formación política “ Polo democrático Alternativo”, ha obtenido el 23% de los votos. Un tercer candidato por el Partido Liberal ha conseguido el 13% de los votos.

Nada dicen los medios nacionales e internacionales del volumen de la abstención que ha alcanzado la enorme cifra del 55% del censo electoral, cosa que, en el caso del Presidente Chavez de Venezuela, se apresuraron a destacar para restarle valor y legitimidad al triunfo electoral.