Los pingüinos, como son conocidos los estudiantes secundarios por la vestimenta que deben usar, no sólo están cambiando el panorama de las luchas sociales en estos territorios, sino que están cambiando ellos mismos. Sin duda saldrán diferentes de estas jornadas.
Varios factores han contribuido para que se llegue a estos momentos álgidos de alrededor de un millón de personas envueltas en las movilizaciones de secundarios, universitarios, padres, profesores y sectores sociales que apoyan:
PRIMERO:
La continuidad de la estructura legada por el pinochetismo, que no sólo es conformada por un conjunto de leyes dictatoriales, sino en especial por la verticalidad y autoritarismo con que las autoridades acostumbran a operar, también más preocupados del 10% del cobre que va a los militares que en favorecer a la educación, que hasta ahora iba aceleradamente hacia mayores niveles de privatización.
SEGUNDO:
El crecimiento de la conciencia y actitudes de protesta e irreverencia en la juventud chilena en general, lo que puede verificarse fácilmente en las poblaciones y en las vestimentas, lenguajes y actitudes de los jóvenes, que poco a poco han ido construyendo un mundo propio, espacios de libertad y de contestación, lugares donde no llegan los adultos ni las instituciones, más bien son contrapuestos. Tarde o temprano el choque entre estos dos factores anotados tenía que producirse. El instinto colectivo o de multitud se ha expresado en los lugares donde estos jóvenes son obligados a estar juntos fuera de su contexto de vida: los centros de estudio, las escuelas, los centros de homogenización de las conductas. Allí justamente corrió como reguero de pólvora, como fuego en la pradera, el sentimiento de identidad de juventud oprimida, injusticiada, discriminada, marginada.
TERCERO:
La crisis de los partidos electorales y de las organizaciones verticales, que siempre han tratado de “organizar” a los estudiantes en células o colectivos de afinidad para incorporarlos en determinadas tácticas o estrategias, caldo de cultivo para el “reclutamiento”. La izquierda electoral no atrae a los muchachos y son muy pocos los que se suman a las estructuras rebeldes que llaman a la batalla contra el sistema y a la revolución. La preeminencia se ha estado dando estos últimos años a la autonomía y a la asamblea horizontal, donde todos tienen voz y se construye la voz y el hacer colectivo de sujetos que no responden a consignas ni a convocatorias externas, sino que han podido buscar y descubrir sus propios caminos.
CUARTO:
La secuencia creciente de luchas estudiantiles cada año, lo que les ha permitido llegar al actual con mayores niveles de experiencia y obviamente con mayores capacidades de comprensión y actuación. Hay una experiencia y autocrítica acumuladas que ha dado frutos.
QUINTO:
La presencia en los barrios de colectivos juveniles, culturales, anarquistas, rebeldes, autónomos y libertarios de expresión local que pacientemente han promovido la autoorganización, medios de comunicación alternativa y educación política en torno a la autonomía y la autogestión.
SEXTO:
Las luchas del pueblo mapuche. Este factor ha sido un estímulo que ha auxiliado tremendamente la iniciativa y audacia de los jóvenes estudiantes chilenos. Durante los últimos meses el país y el mundo han sido testigos de la heroica batalla de los presos políticos mapuche, las movilizaciones de su pueblo por el territorio y la autonomía, así como las manifestaciones en todo el país en su apoyo. Cientos de peñas, debates, actos, declaraciones, marchas, etc. en favor de los presos políticos mapuche en huelga de hambre han divulgado esta realidad en barrios, escuelas, universidades, centros culturales, etc. concitando el apoyo y poniendo en cuestión el rol propio frente a las injusticias del sistema. Sin duda debemos estar profundamente agradecidos al pueblo mapuche que con su ejemplo ha permitido una revitalización de estas luchas estudiantiles.
SÉPTIMO:
La presencia que han ido adquiriendo los medios alternativos de comunicación, tales como periódicos, boletines, radios y señales de TV libres, que han permitido una mayor circulación de ideas e informaciones que se ocultan justamente para evitar la toma de conciencia de nuestra realidad. Un lugar especial lo están ocupando los medios informáticos, a los que miles de estudiantes tienen acceso y cada día se incorporan más a navegar y chatear en el ciberespacio. Los tres medios más importantes, sin desmerecer muchos otros, a los cuales recurre la juventud para informarse y comunicar, son Indymedia: http://chile.indymedia.org , Hommodolars: http://www.hommodolars.cl y
Clajadep: http://clajadep.lahaine.org Junto a ellos hay una rica multiplicidad de páginas web y blogs administradas por jóvenes, como El Quinto Infierno: http://el5infierno.blogspot.com/
OCTAVO:
El rápido desenmascaramiento de Bachelet, que levantó un programa progresista y su gobierno fue inaugurado con fuerte represión a los allegados, mapuche, trabajadores del cobre y estudiantes.
Con todos estos factores, lo raro es que el movimiento no haya estallado antes, pero la explicación es muy simple: Hasta hace poco predominaban en las escuelas y universidades las corrientes de izquierda vertical, partidos, movimientos y organizaciones de corte tradicional, acostumbrados a constituir verdaderos ghettos de colectivos de afinidad más dedicados al proselitismo y la lucha ideológica que a construir la voz de los de abajo, más dedicados a trasmitir las orientaciones de sus directivas que a escuchar y aprender de la experiencia. No hay barrio, escuela o facultad que no cuente por lo menos con 5 a 10 colectivos orgánicos distintos y enfrentados disputando los espacios criticando duramente a los otros, mientras sus dirigentes se reúnen a planificar alianzas, ataques, frentes, coordinaciones, etc. entre cuatro paredes.
Pero eso ha ido siendo desplazado poco a poco por el propio estudiantado y la población de los barrios, aunque haya todavía un camino a recorrer, donde la unidad de los autónomos, anarquistas y rebeldes es condición sine qua non para aumentar el grado de la autoorganización y construcción de espacios libertarios donde sea posible desarrollar la autogestión local.
La poderosa Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile fue ganada por una alianza de la Fuerza Social con la Surda, lo que es un avance, ya que ellos usan las consignas de la autonomía para ganar votos, lo que siendo falso, seduce a muchos jóvenes y por eso han podido ser desplazados los partidos tradicionales. Es decir, hay un reconocimiento de que la juventud ya no quiere más a las estructuras verticales, pero paso a paso comienza a descubrir que muchos que se denominan autónomos en realidad no lo son y usan ese disfraz para engañar y atraer personas que no alcanzan aún a distinguir el discurso de la práctica.
Las juventudes comunistas ahora hacen lo mismo. Cuando se les dice que interfieren, ellos aducen que en efecto son militantes de ese partido pero que respetan las decisiones de las asambleas, lo que también es falso, como lo prueban las tentativas de rearmar la Feses por arriba en Valparaíso o la convocatoria de la CUT como tentativa de ponerse a la cabeza de la grandiosa manifestación que se dio en el puerto.
Al final muchos tratan de ponerse “a la cabeza” de las movilizaciones, otros convocan a nutrir las filas de la “revolución”, desconociendo que ser rebelde es una cosa y dirigirse a la toma del poder es otra. El rebelde se reúne para cambiar el mundo desde abajo, el reformista o el revolucionario tradicional tienen en común que quieren los cambios por arriba, desde los gobiernos y los estados, por eso no están interesados en la autoorganización local donde es posible construir un mundo nuevo autogestionario donde se tejen redes horizontales entre las diferentes experiencias.
Esa comprensión la han mostrado los CET, los Comités Populares por una Nueva Educación y Trabajo, cuya convocatoria es a la autoorganización en los barrios para apoyar desde ahí a la lucha estudiantil al mismo tiempo que estimulan la construcción de escuelas y bibliotecas barriales administradas por la propia población y reuniones de cesantes, jóvenes y mujeres para buscar soluciones al desempleo y el trabajo precario. La convocatoria y boletines de los CET pueden encontrarse en la página de Clajadep http://clajadep.lahaine.org y su mail de contacto es comitespopulares@yahoo.es
Esa propuesta nos ha parecido la más saludable, ya que reconoce la autonomía de las asambleas de los jóvenes y los identifica como sujetos que no deben ser infiltrados o dirigidos sino tratados de igual a igual, de tú a tú.
Pensamos que para el fortalecimiento de la lucha estudiantil y las formas de autoorganización barrial, puede ser positivo considerar los siguientes factores:
PRIMERO:
Vincular la lucha estudiantil con la lucha mapuche. Para ello sería prudente recrudecer la divulgación y discusión de la situación de los hermanos mapuche al interior de las reuniones y actividades de los estudiantes y de los CET
SEGUNDO:
Formar nuevos donde no los haya y aumentar la presencia y actividades de los actuales centros culturales autónomos, escuelas comunitarias, bibliotecas populares y colectivos autogestionarios en los barrios desarrollando una fuerte campaña de apertura y llegada a la población convocando a discutir la temática de la educación e impulsando la constitución de los Comités Populares por una Nueva Educación y Trabajo.
TERCERO:
Presentar en las asambleas estudiantiles, reuniones de vecinos y de trabajadores, la convocatoria de los CET para golpear en caliente. Todos están hoy día pendientes de la lucha estudiantil, por lo tanto están las condiciones para multiplicar el apoyo desde los barrios.
Decenas de personas y organizaciones están adhiriendo a la convocatoria de los CET que podrán representar un salto cualitativo en la incorporación de sectores más amplios de población a las tareas de la autonomía y la autogestión local.
Sin tapujos nos hemos sumado a esa convocatoria y también la hacemos nuestra
Profesor J