Comités Populares por una Nueva Educación y Trabajo
La grandiosa lucha de los estudiantes está sirviendo de caldo de cultivo para todos los sectores políticos, lo que no parece prudente, no por temor a la política, sino por los significados que ello conlleva en este caso:
Los estudiantes no sólo han levantado una plataforma reivindicativa que ha movilizado casi un millón de personas en todo el país, sino, lo que es más importante, han inaugurado masivamente una nueva manera de ser social, un nuevo tipo de protagonismo, al decir de algunos: una dinámica instituyente de un sujeto amplio y diverso que desde la dispersión ha sido capaz de diseñar figuras nuevas de sujeto protagonista.
Tradicionalmente la voz de los conflictos sociales la han llevado los partidos, sindicatos o los llamados movimientos sociales, que poco o nada tenían de democráticos, pues siempre era la directiva o el comité central quien analizaba, debatía y decidía sobre la coyuntura para luego informar a las bases de hacia donde debían dirigirse los pasos y los esfuerzos. Así, cada corriente o ideología contaba con sus “bases” de sustentación con las cuales ejercer presión o negociar.
El movimiento estudiantil se ha presentado de manera diferente. En salas, patios, corredores y aún plazas y otros lugares externos de los centros de estudio, poco a poco se fue tejiendo la mirada y la palabra en las formas de la democracia directa, el asambleísmo y la horizontalidad. Los problemas hacían carne paso a paso y se abría progresivamente la conciencia o la noción de que había que protestar. Como el rugir de un volcán, la protesta y la rebeldía circulaba de boca en boca, de corazón en corazón, hasta que estalla desde abajo sorprendiendo a las orgánicas de todos los colores que durante mucho tiempo se rompían la cabeza pensando en como entrar en los movimientos y como reclutar para ampliar sus convocatorias.
Las orgánicas basan su existencia en el reclutamiento, uno tras el otro, extendiendo la pirámide que mantiene en su cima a los dirigentes y ensanchando su base hasta contar con la fuerza que podrá asaltar el poder. Por eso, ante la sorpresiva erupción del volcán estudiantil, todos se suben a la micro, como aparece en algunos rayados del PC. En vez de aprender lo nuevo que viene, su práctica es la de siempre, intentar ponerse a la cabeza agitando sus banderas, mientras los otros agitan las suyas y los de más allá agitan otras.
De paso pelean unos con los otros y los otros con los unos. Todos atacan al PC, mientas ellos atacan y son atacados por el Frente, al MIR y al CUR, que también son atacados por los anarquistas, que atacan a todos los partidos, que les devuelven la pelota. Es sólo ver Indymedia Santiago como circulan las ofensas y ataques, los insultos y agresiones a los que piensan diferente.
Y ellos son los que vienen a ponerse a la cabeza del movimiento, los que cuestionan la “dispersión” y dicen que hay que “unir”. Más bien están trayendo la división, cuestión que es alimentada por las autoridades que levantan el “cuco” del Frente, que no es ningún cuco, sino una de las maneras de manifestarse las orgánicas vanguardistas.
Todas las orgánicas, así como las organizaciones sociales, tienen un papel que cumplir que debe ir más allá del vanguardismo machacante. Pensamos que es conveniente que operen desde dentro del movimiento estudiantil poniendo sus opiniones de cara en cada asamblea, no trayendo la máquina para intentar pasar aplanadora contra los “rivales” de las otras orgánicas. Pensamos que pueden poner en acción sus recursos en los barrios, no sólo para traer un bosque de banderas al centro, sino invitando a la población a salir de las casas a conversar del asunto, a juntar comida para los estudiantes, ensanchando así la base social del conflicto, la participación de distintos protagonistas sociales hoy enmudecidos: los vecinos.
Desde regiones del país y aún de Santiago nos llegan las noticias de que en diferentes barrios la población se reúne espontáneamente para discutir el tema. Eso hay que ampliarlo. Sacar la discusión de los pasillos escolares y del centro de la ciudad, trasladarla a la cotidianeidad, no sólo para concientizar al vecino a que se movilice hacia el centro, sino para que junto a los otros vecinos se constituya en asambleas o comités populares que busquen soluciones a estos problemas, soluciones basadas en el protagonismo social.
Solicite los documentos y noticias emitidos hasta ahora al mail comitespopulares@yahoo.es
Convoque a los vecinos a conversar del tema y apoyar a los estudiantes. Que el tema se instale definitivamente en los barrios, que las asambleas horizontales de democracia directa se multipliquen formando comités populares permanentes que aborden también los demás problemas de la población.
Hoy lunes a las 19:00 salga a la puerta de su casa a cacerolear, ahí converse con los demás sobre otras inciativas.
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