Se instaló ayer, en Unión Base, a 7 kilómetros al este de Puyo, el Congreso extraordinario de la Organización de Pueblos Indígenas de Pastaza (OPIP), donde los kichwa buscarán la alianza con otras etnias como los shuar, achuar, zápara, huaorani, shiwiar y andoas.
En la cita, que durará hasta mañana, se discute el papel de la OPIP y la funcionalidad de los directivos “que no han recogido las verdaderas necesidades de sus pueblos en los aspectos político, ideológico y de desarrollo, por ello incluso se planteará la reestructuración de los directivos”, indicó Marlon Santi, presidente de Sarayaku.
Se planteará que el territorio kichwa se declare como territorio autónomo en su globalidad en la cuenca del Bobonaza y se buscará consolidar la unidad de las comunidades de esa etnia (Sarayaku, Pakayaku, Jatum Molino y Canelos), divididos a raíz de la presencia petrolera en el sector.
Al congreso asisten 8 asociaciones de 138 comunidades, con 200 delegados indígenas.