Oaxaca: Ensayos de revolución

19.Jul.06    Análisis y Noticias

Oaxaca, Oax
14-Julio-2006

OAXACA: ENSAYOS DE REVOLUCIÓN

Por Karla Garza

Hace meses que el Zócalo de Oaxaca y sus alrededores despiertan temprano. Bajo los toldos, entre las casa de campaña, en las banquetas, cientos de personas que participan en el plantón instalado desde finales de mayo, leen el “Noticias”, toman café y comentan lo que de ellos dice hoy la primera plana, “no negociarán con el gobierno estatal”.

El “Heroico Cuerpo de Topiles” como han denominado a la comisión de seguridad, vigiló toda la noche la periferia del Zócalo y apenas se dispone a descansar un poco, uno de ellos, Francisco, muestra orgulloso el brazo acintado con la banda blanca que los identifica, un escudo al centro con las siglas APPO. La posibilidad de un nuevo intento de desalojo está en el aire, pero él expresa confiado “Estamos preparados. Además hay un plan para sacar a las mujeres. Como lo teníamos la vez pasada, por eso no fueron muchas mujeres las que quedaron atrapadas”.

A estas alturas, con las calles cerradas al tráfico , dependencias tomadas y el centro histórico ocupado, en Oaxaca todo lo que se mueva debe atravesar los caminos de un movimiento social con prisa por crecer y consolidarse.

A un mes de la brutal represión con la que el gobernador Ulises Ruiz intentó detenerlo, el movimiento oaxaqueño, acuerpado ahora en la APPO (Asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño) está más fortalecido que nunca. Y porque el “14 de junio no se olvida”, hoy se convoca en el Zócalo una concentración masiva - donde de por sí hay una permanente concentración masiva-.

Pese a que hace una semana se difundió la noticia de que los maestros de la Sección 22 abandonaban el plantón y se retiraban de la APPO, el magisterio se ha dedicado a desmentir la versión intensificando su participación en las todas las acciones de protesta que se siguen efectuando. Horacio Gómez, de la Instancia de Coordinación Nacional de la CNTE, explica: “Fue un asunto de mala interpretación. Si revisamos nuestros acuerdos de la asamblea estatal el primer acuerdo es muy claro, dice que este movimiento sigue hasta lograr la salida de Ulises Ruiz, lo que hicimos nada más fue buscar una modalidad de cómo cumplir con los padres de familia el compromiso que tenemos por la certificación y cómo poder seguir en el movimiento. Y los mismos acuerdos van diciéndonos cómo; otro acuerdo dice que todos los organismos auxiliares tendríamos que estar en el plantón y todos los compañeros que no tengan carga académica, es decir, los administrativos, y en los casos de los compañeros que trabajaban en certificación, ellos sí se tenían que quedar”.

De hecho, las condiciones en las que los docentes vuelven a clases, han vuelto casi invisible la línea que divide su trabajo pedagógico de la lucha social. De ahí las asambleas de clausura de ciclo escolar que se convierten en manifestaciones políticas, las juntas para explicar las razones del movimiento a los niños, a los padres de familia, a los pueblos en general y todo lo que sirva para “bajar el movimiento a las comunidades”.

“Nunca nos fuimos de la APPO”–enfatiza Horacio Gómez- “y prueba de ellos es que ahí está nuestro compañero de Alianza y Relaciones, el compañero Antonio Hernández, él sigue ahí, en la APPO. Nosotros somos parte de la APPO. De manera chusca nosotros decimos que lo del día 5 fue como un alkaseltzer, o sea se alborotó todo porque nos vimos como desprotegidos, ‘se van los maestros y ahora qué’ , pero no, ahí estamos todavía y muestra de ellos son las actividades que seguimos haciendo A partir del día 22 ya vamos a estar aquí otra vez de manera masiva y estaremos de manera más contundente porque vamos a estar liberados de toda esa carga y ahora esperamos lo que siempre hemos dicho, que los padres de familia estén con nosotros. Seguimos en la APPO, confiamos en la APPO y sobretodo, queremos seguir fortaleciendo la APPO”.

Pero el gremio magisterial es apenas un sector entre los alrededor de 400 grupos y organizaciones que ya integran el movimiento, que además, suma fuerzas cada día: comunidades indígenas enteras, municipios que ya han formado sus propios gobiernos populares, sindicatos, ONG´s, comités vecinales, grupos de todo tipo sacudiendo al estado entero. Grupo tan diversos como sus formas de lucha. “No sé si ir a la plaza de la danza o al auditorio”, dice en el Zócalo un estudiante refiriéndose a dos acciones de boicot que ocurrirán paralelamente. En el mismo día, a la misma hora, puede elegir entre ir a reforzar un bloqueo, acompañar una marcha, participar en una toma de algún edificio público, incluso de algún hotel, etc.

Los estudiantes universitarios de la UABJO (Universidad Autónoma Benito Juárez) son precisamente uno de los grupos numerosos que alimentan el plantón. “Hay compas de todas las facultades. El único fin que tenemos es la caída de Ulises”, dice Pedro, miembro del BUU (Bloque de Unificación Universitaria, que a su vez forma parte de la Asamblea Universitaria de la UABJO )

En esa lógica de imparable acumulación de fuerzas, hoy Pedro y sus compañeros se reunirán con integrantes de el “Movimiento de Rechazados”, los aspirantes que se quedaron fuera de la Universidad, y que este año, suman más de 5000, un movimiento que podría parecer coyuntural, pero que no se limitan a exigir la ampliación de la matrícula, sino además el incremento al presupuesto asignado a la educación y el alto a la privatización de los servicios educativos, una forma de responder ante las “posturas gobiernistas” del rector Felipe Martínez Neri. “Nosotros no somos más que estudiantes con hambre y sed de justicia” y aunque Ferdinando, otro miembro del BUU, lo dice en tono de broma, no hay más razón para que él y decenas de estudiantes de la UABJO, vivan y duerman en el kiosko de la plaza desde hace semanas.

RADIO UNIVERSIDAD: LA RADIO DE LA VERDAD

En una sala amplia pero más bien modesta, con un abanico de piso, unas cuantas sillas para el público (cuando sea que quiera apersonarse) y una mesa de locución en la que se hayan dispuestos tres micrófonos, tiene origen la señal de Radio Universidad, al servicio del movimiento desde que la policía estatal destruyó, durante la represión, las instalaciones de Radio Plantón.

Al fondo, en un cartelón fosforescente, con una lista de los eventos a “difundir”: una exposición plástica solidaria, la convocatoria para la creación de una asamblea regional, otra para crear la asamblea popular de un municipio, la invitación al encuentro internacional de la juventud anticapitalista, a una marcha, a una manifestación, a un bloqueo y otros avisos revolucionariamente oportunos.

Los locutores dan la bienvenida al “1400 de AM, con 1000 watts de potencia proletaria y popular”. Desde la cabina central se alza un letrero rosa que avisa: “llamada”, es el letrero más usado porque los “teléfono del estudio” no paran de sonar. La radio recibe todas las llamadas, quizá por eso se han ganado el privilegio - que ya quisieran las grandes radiodifusoras para un domingo por la tarde- de ser la “voz del pueblo”.

El encargado de la promoción vía internet denuncia que les han boicoteado el servidor, la conexión, no tienen acceso a ninguna página, ya no pueden revisar la cuenta de correo a la que todo tipo de “personalidades” de la vida nacional les escribían para decirles que su pretensión de construir poder popular es una demencia y en el mejor de los casos una utopía. Todo, porque además Radio Universidad se ha convertido en una verdadera radio de denuncia.

Desde el teléfono, una radioescucha expone un conflicto de su comunidad, “la radio va a estar atenta a lo que suceda en Santa Lucía del Camino”, dice Carlos, locutor de 1 a 2 de la tarde, y le aconseja: “plantéenlo en la APPO, láncese para allá”.

También hay invitados. Horacio y Fernando, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, traen noticias. Comunican que viene un contingente de Chiapas a reforzar el plantón, que la Sección 18 en Michoacán se une también a la difusión y defensa de la causa, lo mismo en Sinaloa y Jalisco, pese a que hay represión, que la coordinadora está volteando a sus bases, que en el norte, aunque son “muy calmados y muy conformistas los compañeros, hoy están volteando la vista a este movimiento y viéndolo como ejemplo”.

Dos estudiantes entran con café y pan para los locutores. Ellos prosiguen: “Elba Esther no fue tan tonta, con su PANAL hoy ya tiene un registro que le va a permitir seguir viviendo de forma holgazana como lo ha venido haciendo. La educación es el punto básico para tener un mejor país. En México es una falacia decir que tenemos educación pública porque hay cuotas para todo y el estado sólo cumple con el envío de los libros de texto”.

Más tarde, fuera del aire, insisten en la necesidad de recuperar y democratizar el sindicato, “este sindicato que lo único que ha hecho es servir al estado y que hoy lo vemos como se arrastra ante Felipe Calderón” y de paso, se sacuden las insinuaciones mediáticas que los ha relacionado con “la maestra”: “Nosotros queremos definir que es absolutamente falso, es mentira que Elba Esther esté detrás de este movimiento. Lo queremos decir porque nosotros hoy no aplaudimos o celebramos lo que ella se buscó en el PRI, sino que estamos haciendo y estamos preparando nosotros como Instancia de Coordinación Nacional, los elementos necesarios para irnos a las comunidades y que así como fue expulsada del PRI, tiene que ser expulsada esta señora del sindicato nacional, porque le sindicato es de los trabajadores, no es de ella. Ella se ha amafiado y se ha perpetuado ahí y lo único que ha hecho es vivir de nuestras cuotas y estar sirviendo al estado”.

Concluye el espacio radiofónico a cargo de la Juventud Revolucionaria de México. Mandan a música, antes, un spot promocional “Compraron las televisoras, sobornaron a los diarios, destruyeron Radio Plantón… y ahora, ¿quién podrá informarnos? ¡Radio Universidad, la radio de la verdad”.

EL HORIZONTE DE LA APPO: INFINITAS POSIBILIDADES

Con el historial de lucha y la madurez política de las organizaciones que la conforman –muchas de ellas, adherentes a La Otra Campaña-, en un estado donde se han mantenido y extendido las formas organizativas comunales de los pueblos indios, no es de extrañar el rumbo que ha ido tomando la rebelión popular oaxaqueña.

Con la instauración de la Asamblea Popular que con cada reunión va cobrando forma y fondo se propone ir más allá de la mera solución de las demandas apremiantes, comenzando por la destitución de Ulises Ruiz. El centro del debate lo ocupan ahora las opciones que se abrirían después. Aunque existen muchas posturas, todas van encaminadas a buscar mecanismos para hacer valer la voluntad popular. A l interior de la Asamblea se discuten con seriedad todas las propuestas, incluso las de establecer un gobierno popular, lo que de hecho ya han logrado algunos municipios.

Ulises Reynosa, miembro de la “Dirección Colectiva Provisional” de la APPO, y miembro del CODEP (Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo), explica esta postura:

“El gobierno popular es una alternativa desde el punto de vista de la concepción poder popular. El poder popular es ir creando los espacios, es ir creando la fuerza, los elementos organizativos, estructurales, económicos, políticos, culturales, ideológicos, de un pueblo para auto dirigirse, para llevar su destino. En ese sentido se empezó a ver una semilla de esto. Lo que nosotros estuvimos planteando fue empezar a arrancar el trabajo para la creación de un gobierno popular, que requiere una mayor estructura, una mayor organización, un trabajo más a profundidad a nivel local y a nivel de las regiones”.

“Es un planteamiento que tienes que construir en la vía de los hechos, no se trata de esperar a tener tales condiciones, tiene que ser un proceso de construcción donde vas poniendo los elementos necesarios para crear ese gobierno popular”.

Actualmente, explica Ulises, el poder popular en ciernes funciona dentro del poder del estado burgués, pero “ese pequeño poder puede ir creciendo al punto que ya los dos poderes están emparejados y es cuestión de un poco más para que un poder se vuelque sobre el otro. Obviamente que nosotros queremos que el poder popular crezca y crezca de tal forma que pueda rebasar al otro y en un momento apoderarse de sus estructuras, apoderarse de su estado, de su aparato y tener bajo control la economía que a final de cuentas es el motor de la sociedad, pero para eso hay que controlar el aparato que es el estado, que es el que está controla a la sociedad para que esa economía esté funcionando. Este poder va creciendo y puede ser que crezca tanto que en un momento se la juegue por tener todo, es decir, por tener el control institucional y por lo tanto pueda controlar después la economía”.

Por otro lado, también se tienen en cuenta las próximas elecciones locales
para presidentes municipales; muchos esperan que la APPO llegue a impulsar el nombramiento de autoridades. Un reto entre tantos de los que se está proponiendo y en los que ya está trabajando.

“NO A LA GUELAGUETZA BURGUESA”

Ahora que el gobierno se enfila a ser popular, faltaba más, la Guelaguetza también debía serlo. O mejor dicho, debe volver a ser, una fiesta a la que otra vez asistan quienes la crearon, quienes la sienten y la entienden y no un negocio para los ricos. Por eso todo este mes las acciones de resistencia giran en torno al boicot de esta tradición anual, que ha sido, como explica Ulises Reynosa, todo menos una fiesta popular:

“La Guelaguetza oficial es un escaparate, es como un puesto de ventas, porque ahí llegan inversionistas, estatales, nacionales e internaciones, citan a gobernadores, invitan a personalidades a nivel nacional e internacional y el gobernador en un evento de gala pretende que tiene todo bajo control, que esta es la ciudad ideal para invertir, para relajarse, para venir a disfrutar de los indígenas, como si fuéramos una mercancía, que aquí están las riquezas naturales, culturales… Y todo se pone en la mesa”.

Una fiesta de ricos, pues. De ahí que año tras año se haya intentado golpear a la Guelaguetza y que año tras año los políticos hacen hasta lo imposible por evitarlo.

“El boicot a la Guelaguetza o los intentos de boicot no son nuevos aquí en el estado. En los años anteriores teníamos demandas, planteamientos que era necesario resolver, de justicia, de derechos humanos, y en la medida en que los obligábamos a negociar amagando con el boicot a la Guelaguetza, era que teníamos respuesta. Esta vez es diferente, porque esta vez estamos planteando la destitución de Ulises Ruiz, no estamos planteando platicar con él”.

Pero está esa otra Guelaguetza, la popular, que de hecho, tampoco es nueva: “ las organizaciones sociales indígenas como lo es CODEP, como lo es OIDHO, el CODEDI Xanica, el FUDI y otras organizaciones de carácter indígena hemos realizado ‘guelaguetzas alternativas’ guelaguetzas populares, en el marco de esta misma fiesta, en las mismas fechas, con representaciones de nuestros compañeros de las comunidades, realmente indígenas, así como son, pobres, sencillas, obviamente no tienen el mismo colorido que tiene la Guelaguetza oficial porque ahí invierten millones, pero el fondo, el significado profundo de la Guelaguetza sí lo tenemos, que es la hermandad, la ayuda, la solidaridad incondicional, eso sí lo tenemos y lo hemos demostrado aquí y hemos invitado al pueblo a venir a estas guelaguetzas populares y tenemos toda la legitimidad como pueblo para hacer una Guelaguetza propia y que de verdad sea una fiesta popular”.

También podrán disfrutarlas los turistas que pese a todo, siguen llegando a la ciudad y se pasean por el centro histórico, donde, pensando en ellos, se han montado exposiciones con fotografías de la represión, cartones y notas informativas. Incluso, en la mesa de información de la APPO ubicada en el Zócalo, un folleto en español, inglés, francés e italiano, explica a los foráneos la lucha de “la gente digna, organizada en la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca” y de paso les dejan la tarea de difundirlo “al regreso a tu país”.

En las calles, se leen también carteles que rezan: “Estimados visitantes: disculpen las molestias, lo que pasa es que estamos ocupados escribiendo nuestra historia. Tan pronto como se largue Ulises los esperamos de nuevo con los brazos abiertos. Atentamente: El pueblo de Oaxaca”.