Las bases del Magisterio Nacional rechazaron ayer la propuesta que les dio el Gobierno para acabar con la huelga de educadores que ya suma un mes.
En diferentes centros del país, los docentes dijeron “no” a los 12 puntos que incluyó el documento oficial, y el cual se negoció dos días atrás con los propios dirigentes sindicales.
Los agremiados aseguraron que ninguna de las exigencias que motivaron la protesta se ha resuelto y que por el contrario siguen los problemas con salarios y comedores escolares.
También insisten en que no se ha aprobado el presupuesto del incentivo, que no se ha girado el dinero para las juntas, que no se ha retirado el proyecto de municipalización del Congreso y no apoyan el actual régimen de pensiones.
Por eso decidieron mantener la huelga y pedir el apoyo de todos los gremios del país.
El ministro de Educación, Manuel Antonio Bolaños, lamentó esta posición. Dijo que dará una última oportunidad al diálogo con los sindicalistas, y confía en que una nueva reunión se podrá realizar esta mañana.
Agregó que en caso de que no se levante la huelga existen varias posibilidades para continuar con el curso lectivo.
“Vamos a agotar ese espacio de diálogo, si no, procederemos como corresponde, con sustituciones, con reagrupamientos, con el reclutamiento de nuevos educadores, y con las sanciones correspondientes cuando se abandona el trabajo”, advirtió.
Además, los educadores que no cumplan con los 200 días de clases perderán el incentivo que se pagará en setiembre.
Protestas
Gilda González, presidenta de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza, dijo que el documento final solo incluye promesas.
“Yo se lo hice saber a don Manuel (Bolaños) en su momento. Esto no es una propuesta”, sostuvo la dirigente.
Eduardo Rojas, presidente de la Asociación Nacional de Educadores, aseveró que sus agremiados se sintieron indignados con el documento.
Ayer mismo se realizaron manifestaciones de apoyo en sitios como Turrialba y Limón.
En el último lugar conversaron con el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Francisco Ulloa.
“Aquí no estamos peleando solo 8.000 pensiones, son las pensiones de todos los maestros, porque ahora a mí me obligan a pensionarme después de 33 años y 3 meses y con apenas el 80 por ciento del salario”, dijo el profesor Jeffrey Jara.
Precisamente ayer se conoció que la Organización Internacional del Trabajo avaló la posición de la Procuraduría General de la República sobre el tema.
¿Qué pasará?
Aún se desconoce cómo se repondrán las clases.
Lo que sí se sabe es que las vacaciones de medio período no se cambiarán. Estas se mantendrán del 7 al 18 de julio, pues están establecidas por ley.
Otras fechas que tampoco se alterarán son las de las pruebas nacionales. Las de noveno año se harán del 9 al 17 de octubre; las de bachillerato del 4 al 11 de noviembre y las de sexto grado, del 25 al 28 de noviembre.
El gimnasio del Liceo Napoleón Quesada, en Guadalupe, estalló en aplausos y gritos.
Las bases de la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE) y del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) celebraron allí a más no poder la decisión unánime de seguir la huelga de maestros que se inició hace un mes.
Tras los aplausos llegaron los abrazos, los brincos y hasta las lágrimas. Allí todo era alegría, y el escenario los hizo sentirse ganadores del partido.
No hizo falta conocer al de al lado, al igual que en un estadio todos cantaron a una misma voz y de la mano: “Huelga, huelga, huelga”.
“¿Viste, qué bueno?, esto sigue”, “Aquí nadie nos va a detener”, “Esto lo ganamos nosotros”, decían orgullosos.
Cuando todo parecía volver a la calma, se anunció por el micrófono la decisión de la Asociación Nacional de Educadores: “Los compañeros de la ANDE también siguen en huelga”.
Otra vez empezaron los aplausos, los gritos y las hurras.
Más de uno reclamó la ausencia de la prensa y lamentó que solo se entrevistara a los dirigentes, cuando ellos también son protagonistas.
A la 1 p. m. los maestros abandonaron el gimnasio. Poco les importó la fuerte lluvia.