Con el acuerdo de Punta Chueca la nación comca’ac se une al CNI
Rechazan pueblos indios proyecto turístico de la Escalera Náutica
Exigen respeto a la Isla Tiburón, corazón de la cosmogonía seri
LA jORNADA, MÉXICO
El Congreso Nacional Indígena (CNI) dio a conocer la realización de una reunión “histórica” en Punta Chueca, Sonora, el pasado fin de semana. Allí, las autoridades de la nación comca’ac (seri) acordaron sumarse a la principal organización indígena independiente del país, y junto con los representantes mayo y yaqui, así como con una comisión de otros pueblos indios, pactaron fortalecer al CNI.
Como demanda principal, los seris exigen el respeto a la Isla Tiburón, que los gobiernos federal y sonorense amenazan con expropiar con fines turísticos. El lugar ocupa el centro de la cosmogonía seri desde tiempos antiguos.
Miembros del CNI de la región Centro-Pacífico, que también participaron en el encuentro, señalaron que “una de las resistencias político-militares indígenas más prolongadas (que dura hasta hoy, según pudimos constatar) es la de los seris, quienes estuvieron a punto de ser exterminados por el gobierno colonial y por los gobiernos del México independiente. El acuerdo tomado con los seris nos parece de la mayor trascendencia para la lucha de resistencia indígena, para el CNI y para la otra campaña”.
Así, el pasado día 9, en la comunidad comca’ac de Soocaix (Punta Chueca), firmaron el “Pronunciamiento de Soocaix” representantes de los pueblos yaqui, mayo, comca’ac, triqui, ñu saavi (mixteco), zapoteco, wixáritari (huichol), purhépecha, nahua y coca, “para dar un nuevo impulso al CNI en el norte del país”. Las delegaciones indígenas afirmaron que, pese a las agresiones permanentes, sus pueblos “siguen vivos, en pie y resistiendo”.
Entre el desierto y el océano Pacífico, el renovado CNI afirma: “Ni la guerra de exterminio desatada por el ‘yori’ (mestizo) contra las tribus y naciones del norte, ni la integración forzosa impuesta por los gobiernos liberales del centro lograron matar nuestra palabra y nuestra cultura. Hoy nos damos cuenta que el exterminio intentado por los poderosos en contra de las tribus yoreme y la nación comca’ac se ha convertido en una nueva guerra de conquista y exterminio neoliberal en contra de todos los pueblos originarios de México, que tiene como fin despojarnos de nuestros territorios para provecho de los grandes intereses capitalistas, siempre apoyados por el gobierno mexicano en todos sus niveles”.
Los indígenas acordaron “juntar resistencias y esfuerzos para defendernos de nuestro enemigo común y alcanzar la liberación y reconstitución integral de nuestros pueblos”. Asímismo, pactaron fortalecer al CNI en el noroeste y en todo el país como el espacio de unidad de los pueblos de México.
“Con todo y los programas, dinero y trampas que el gobierno tiende a nuestros pueblos en la idea de dividirnos y hacernos débiles, reafirmamos nuestra voluntad de seguir luchando y rechazamos tajantemente el megaproyecto turístico ‘Escalera Náutica’ o ‘Mar de Cortés’, la pretendida expropiación y despojo de la Isla Tiburón, corazón de la nación comca’ac, la privatización del agua y de los territorios indígenas, la construcción de gasoductos, la contaminación de la madre tierra con agroquímicos, así como la explotación de los trabajadores agrícolas triquis, ñu saavi y zapotecos asentados en los poblados Miguel Alemán y Pesqueira y en los municipios de Caborca y Hermosillo.”
Apoyados en el derecho histórico que deriva de su existencia como pueblos originarios de Sonora y otras regiones, exigen “respeto a nuestros territorios, autonomía, cultura, historia, tradiciones, gobierno, derechos laborales, humanos y sociales, haciendo del conocimiento de la sociedad nacional que aquello que nos corresponde y nos pertenece lo defenderemos por todas las vías a nuestro alcance, tal como lo hemos hecho en los últimos quinientos años. Como parte integral de nuestra demanda exigimos del gobierno de Estados Unidos respeto irrestricto a los territorios y lugares sagrados del pueblo Lakota, principalmente a los lugares conocidos como Bear Butte y Colinas Negras”. Por último, llamaron a los pueblos indígenas del noroeste a “ser parte de este histórico proceso de unificación entre pueblos hermanos”.
En la reunión participaron, por los pueblos del noroeste, el gobierno tradicional y el consejo de ancianos seris, el consejo general de representantes mayos, integrantes del pueblo yaqui y el Frente de Unificación y Lucha Triqui-Mixteco-Zapoteco para la Liberación de los Pueblos Indígenas (que aglutina a migrantes que trabajan como jornaleros). Acordaron buscar la unidad de los pueblos indígenas de Sinaloa, Sonora, Baja California y Chihuahua, y juntar fuerzas para la resistencia común.