Una nueva polémica surgió en Izabal por las concesiones de níquel
y petróleo. Dirigentes de comunidades demandan detener las extracción de ambos, para prevenir daños.
Las fuentes consultadas coincidieron en afirmar
que de nuevo Izabal se encuentra en riesgo, debido
a concesiones otorgadas por el Gobierno a empresas que extraerán níquel y petróleo.
La denuncia del peligro fue planteada por varias
organizaciones, que se
reunieron en Livingston, Izabal, para analizar el
tema y redactar un
documento en el que manifiestan su oposición a
las concesiones y piden al
Gobierno que sean derogadas de inmediato.
Celso Nery Shamaja, coordinador departamental de
la Dirección General de
Educación Extraescolar Garífuna, señaló que la
explotación de esos productos
no es conveniente para ellos ni para el área.
Argumentos
Los permisos otorgados a las mineras
Chesbar Resources y Geostar
Metals, así como a Petrolera del Atlántico,
respectivamente, violan los
derechos fundamentales de los pueblos q’eqchi’
que viven en el área y
contradicen el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo,
ratificado por Guatemala, así como el Acuerdo
sobre Identidad y Derechos de
los Pueblos Indígenas.
Los mencionados acuerdos ordenan que antes de
autorizarse concesiones que
afecten a comunidades indígenas, se les debe
consultar, para saber si están
de acuerdo, y de estarlo, deben explicar bajo qué
condiciones. No obstante,
esos pasos no fueron respetados por las
autoridades.
Peligros del níquel
En el caso de las mineras, el impacto
que provocarían en el lugar
sería desastroso, aun más que la explotación
petrolera, pues para extraer
níquel se cavarán minas a cielo abierto, y
montañas enteras serán
pulverizadas.
Esa acción cambiaría el paisaje, afectando a las
especies y actividades de los pobladores.
También el riesgo de contaminación,
debido a los químicos que
usarán las mineras. Como ejemplo, el daño
ambiental de la Exmibal, que
dejó de funcionar en 1982, pero sus contaminantes
aún afectan el lugar.
La concesión a la canadiense
Chesbar Resources, que
ejecutará su subsidiaria Minera Mayamericana,
S.A., en un área de 127.42
kilómetros cuadrados, afectará a más de 50
comunidades.
La concesión nunca fue
publicada en el diario oficial, lo
cual da lugar a dudas.
La otra concesión, otorgada a Geostar Metals,
afectará a más de 30
comunidades. En total, unas 30 mil personas
serían perjudicadas
directamente.
Petróleo
En cuanto al contrato que permite la explotación
de petróleo en el río
Sarstún en Livingston, contiene
ilegalidades.
Además, expertos consideran que el río tiene gran
importancia natural.
De ocurrir un derrame de
petróleo, el crudo iría a la
bahía de Amatique, Río Dulce y otros cuerpos de
agua, se obstruiría la única
salida marítima al océano Atlántico.
Los pobladores del
Sarstún no han sido informados.
La población
Otto Balcárcel, sacerdote maya de la comunidad Lo
de en Medio, dijo que de
llevarse a cabo la extracciones, perderían todo,
pues en el lugar se
encuentra un cerro sagrado y sus fuentes de
trabajo, siendo afectadas unas
14 comunidades.
Sintesis: Primer paso
Al final de la reunión, se redactó una
declaración en la que se manifiesta
el rechazo de las comunidades q’eqchi’, garífuna
y ladina de la cuenca del
río Sarstún contra la concesión petrolera que se
planea llevar a cabo en el
lugar, porque no se tomó en cuenta a la
población, la cual no ha dado su
aprobación.
Los firmantes denunciaron la ilegalidad de las
acciones extractivas de
níquel. Al mismo tiempo, exigieron al presidente
de la República que anule
la concesión; de lo contrario, en los próximos 30
días harán uso de su
derecho constitucional a la resistencia pacífica.