Por primera vez trabajadores de economía informal superan trabajadores formales en los territorios controlados por el estado mexicano. Gobierno privilegia “changarrización”.

18.Ago.06    Análisis y Noticias

Jueves 17 de agosto de 2006

Aumenta el número de personas que obtienen sus ingresos dentro de esa categoría

La economía informal, con más “afiliados” que el Seguro Social
Los indicadores oficiales confirman que en el país hay cada vez más empleos de menor calidad

La Jornada

Por primera vez, el número de mexicanos en edad productiva que sostienen a sus familias del ingreso que obtienen por actividades en la economía informal superó al de aquellos que tienen un empleo en el sector formal, revelaron datos oficiales.

En junio de este año, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró como trabajadores afiliados permanentes a 11.3 millones de personas. Mientras, datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) revelaron que 11.8 millones de jefes de familia obtienen su ingreso de actividades informales -en las que no se incluyen las de corte delictivo, como el trasiego de drogas, piratería, prostitución y pornografía.

La pauperización del trabajo está relacionada con la “preferencia patronal” por trabajadores eventuales, práctica cada vez más frecuente y que tiene como fin eludir responsabilidades consignadas en la Ley Federal del Trabajo. Y también con el hecho de que el actual ciclo de recuperación de la economía se caracteriza por una menor creación de empleo formal, a diferencia de lo ocurrido hace seis años.

“En los años recientes el empleo ha sido un elemento importante en la recuperación del crecimiento: se ha creado un número récord de empleos -en los pasados 12 meses se han generado 830 mil plazas- y las tasas de desocupación han disminuido consistentemente desde 2005″, apuntó un estudio del grupo financiero BBVA Bancomer, el más importante del país.

Sin embargo, apunta el mismo documento, en comparación con ciclos previos los indicadores sobre el número de asegurados y la masa salarial pagada han evolucionado con rezago en el presente ciclo económico.

Una forma de ver las cosas es que el empleo ha crecido en 2006 mejor que en cualquier año precedente de la actual administración federal. Entre enero y el 15 de julio de 2006 se habían generado 349 mil empleos, mientras que en el mismo periodo de 2000 se crearon 560 mil plazas formales, de acuerdo con los indicadores del IMSS.

“En cuanto a la composición del empleo también hay un rezago en esta fase de recuperación de la economía”, indicó el reporte de BBVA Bancomer. “Aun cuando ha crecido el empleo respecto a 2005, no alcanza los niveles de generación de plazas permanentes de 2006″, añadió.

Los indicadores oficiales sobre la evolución del empleo confirman la apreciación de varios analistas en el sentido de que la economía mexicana crea cada vez empleos de menor calidad. Actualmente, sólo 42 por ciento de los puestos generados son de carácter permanente, mientras que en 2000 tenían esa condición 75 por ciento de las plazas nuevas.

Una explicación puede estar en el tipo de empresarios que hay en México.

“La preferencia patronal por trabajadores eventuales podría deberse a factores relacionados con las rigideces en el mercado laboral”, añadió el reporte de BBVA. Por rigideces se entienden los costos asociados con el despido y las prestaciones. El estudio cita otras posibles causas del fenómeno: la importancia de la economía informal y mayor cautela en la contratación de personal ante futuras expectativas de crecimiento.

La situación precaria del empleo en México es una limitante del desarrollo, de acuerdo con expertos.

Para incrementar la producción es necesario mejorar las condiciones de ocupación de una parte importante de los actuales trabajadores del país que tienen empleos precarios o subsisten de la economía informal, comentó Fernando González, especialista en temas económicos de BBVA Bancomer.

Mencionó que de acuerdo con la encuesta de ocupación y empleo elaborada por el INEGI, la población económicamente activa fue de 43.9 millones de personas, con 1.5 millones de desocupados y casi cinco millones de personas que se “declaran disponibles pero que no buscan empleo por considerar que no lo encontrarán”.

Con base en esa misma fuente, el especialista confirmó que hay cerca de 12 millones de personas empleadas en la economía informal.

“La necesidad y conveniencia de ocupar mejor los recursos humanos es evidente”, añadió.

Precarios, la mayoría de puestos de trabajo, afirman académicos

Este gobierno privilegió la creación de plazas mediante la changarrización

El desempleo y el subempleo en México no se resolverán con la adopción de las reformas estructurales que tanto demanda el sector privado, ni tampoco con la incorporación de nuevas tecnologías, advirtieron investigadores y especialistas laborales durante el primer Seminario de Economía del Trabajo y de la Tecnología, que se lleva a cabo esta semana en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.

Alejandro Valle Baeza, del posgrado de la Facultad de Economía, calificó como “ridículo” el número de empleos permanentes que se han creado durante la administración del presidente Vicente Fox, y aseveró que 80 por ciento de de los trabajadores no tienen acceso a la seguridad social. Se ha privilegiado, dijo, la creación de empleos mediante la “changarrización”, por lo que la mayoría de los puestos de trabajo son precarios, sin prestaciones sociales, como pensión o seguridad social.

En la versión oficial de “foxilandia” o del neoliberalismo, dijo, se insiste en que hace falta “desregular y flexibilizar” las condiciones laborales, ampliar el mercado y aprobar las reformas para privatizar Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, quitar el salario mínimo para desproteger aún más al trabajador, con el fin de crear más empleos de calidad, pero advirtió que ya se demostró en Argentina que nada de eso sirvió luego de vender “todas las joyas de la abuela”.

También ponente en el seminario, Guillermo Campos Ríos, catedrático de la Universidad Autónoma de Puebla, ejemplificó que en aquel estado se ha mantenido durante tres años la llamada “frontera de los 2 mil pesos”, lo que implica que 70 por ciento de los trabajadores poblanos no ganan un salario superior a ése, con lo que se ha exacerbado la competencia por los puestos de trabajo existentes, pero al mismo tiempo se arrastran a la baja los salarios de puestos que exigen mayor calificación.

De ser un estado con un fuerte industria manufacturera y maquiladora, Puebla ya tiene una tasa de desempleo similar a la media nacional, cuando antes siempre estuvo por debajo de ella y aunque a la fecha se crean 8 mil empleos por año, “ocurre que la mayor parte son en servicios, dentro de micro, pequeñas y medianas empresas, con 70 por ciento de personal no sindicalizado y donde las condiciones de trabajo no se cumplen ni parcialmente; todo se centra en los bajos salarios y las condiciones cada vez más precarias”, puntualizó Campos Ríos

Entrevistado tras moderar la primera mesa del seminario, Jorge Basave, director del Instituto de Investigaciones Económicas, manifestó que aunque “aparentemente hubo al final del sexenio una recuperación del trabajo, es difícil creer en las estadísticas oficiales”, y remarcó que no se toman en cuenta las cifras del empleo informal y la migración, “que han sido las únicas salidas para millones de mexicanos que no consiguen trabajo”.

Consideró que “la llamada política de los changarros va a contracorriente de la creación de empleos estables y donde el aprendizaje sirva a los trabajadores para mantenerse en empleos dignos cada vez mejores”.

Durante su participación Valle Baeza aclaró que el desempleo es un problema mundial, pues “no hay trabajo ni para los más calificados”, y esto se ha agudizado en las décadas recientes también en los países desarrollados, afectando principalmente a los jóvenes.