Concluye segundo encuentro del poderoso Congreso Nacional Indígena ratificando la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y la Otra Campaña

31.Ago.06    Análisis y Noticias

Miércoles 30 de agosto de 2006

Insistieron que con dignidad y rebeldía mantendrán su lucha por un país con nuevo rostro

Solos no sabemos nada, juntos lo sabemos todo, concluyen en encuentro indígena
Como parte de la otra campaña definieron estrategias para defender sus derechos

La Jornada

Este domingo 27 concluyó en la comunidad maya El Pañuelo, en el municipio campechano de Candelaria, el segundo Encuentro Indígena Peninsular, en una parte del territorio nacional donde el Congreso Nacional Indígena (CNI) ha crecido recientemente, y en el marco de la otra campaña. Participaron comunidades indígenas de la península de Yucatán y Veracruz.

Al concluir sus trabajos, el conglomerado emitió un mensaje dirigido a los indígenas del país, a los gobiernos de la región y al pueblo de México: “Transitando los caminos de la dignidad, despertando del sueño de la obscuridad, caminando esta larga noche hacia al amanecer de los olvidados por más de 500 años, nosotros, indígenas que tenemos en el corazón un mañana, los que somos hijos de la Ceiba, hermanos del maíz y que llevamos en nuestro corazón el color de la tierra, venimos a compartir nuestra voz y nuestra memoria para construir juntos la geografía de la resistencia y de la rebeldía”.

El segundo Encuentro Indígena Peninsular se pronunció por el cumplimiento de los acuerdos de San Andrés, ratificó la Sexta Declaración de la Selva Lacandona y su adhesión al CNI, y acordó convocar al foro nacional En Defensa de la Medicina Tradicional el próximo noviembre. También planteó la organización de encuentros estatales y municipales, y el tercer encuentro peninsular. En tanto, determinaron crear una red que les permita mantenerse en comunicación pese a los aislamientos y distancias que los aquejan, y actuar conjuntamente “en caso de represión”.

Una abuela los recibió con sus 103 años de sabiduría

Con la intención de compartir sus luchas “para fertilizar la justicia, la libertad, la democracia”, los delegados indígenas, no sólo mayas, se trasladaron a “uno más de los rincones olvidados del sureste mexicano. Bajo el manto y con la complicidad de la noche, nuestros pasos empezaron a recorrer los sac’be (caminos blancos) para encontrarnos con nuestros hermanos. Tenemos una historia de dolor, pero también de lucha y resistencia”. Procedentes de La Tómbola, Peregrina, La Paz, Pedro Baranda, Candelaria, Ticul, Mérida, Campeche, Jalisco, Michoacán, Paraguas, Agua Dulce, Zaragoza, Tatahuicapan y Mecayapan, llegaron a El Pañuelo, “en el otro Campeche”, para “recuperar la memoria y la historia que nos han robado”. Una abuela “con sus 103 años de sabiduría”, dio la bienvenida a esta comunidad “a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, y con su palabra verdadera y el fuego nuevo, invocamos a los vientos para que nos protegieran y dirigieran nuestro corazón”.

La Sexta y la otra campaña, señala el mensaje conclusivo, “alimentadas por las luchas de los de abajo, se convierten en espejo de las comunidades indígenas, porque nos dimos cuenta que nuestras luchas en defensa de la tierra y por educación, salud, tarifas eléctricas justas, comercio justo y más medios de comunicación alternativos, son el corazón de la Sexta”. En este segundo encuentro peninsular se determinó que sus palabras ya no son sólo de exigencia, “son lucha consciente y desde abajo a la izquierda”.

Los asistentes revelaron: “La palabra fuerte y sabia de los abuelos nos aconsejó que no dejemos de luchar. Nos dijeron que solos no sabemos nada, entre todos lo sabemos todo. Que los de arriba nos van a perseguir y reprimir, pero que no dejemos la lucha. En Yucatán la tierra del campesino es despojada a sus dueños originales y es vendida para realizar los planes de muerte de los empresarios. Los de arriba dicen que es ‘Metrópolisur’. Los de abajo decimos que no nos vamos a dejar a pesar de la persecución y represión que el gobierno ejerce por miedo a nuestra organización y solidaridad”.

Por el “otro” Veracruz se expresaron los que luchan “con dignidad y rebeldía” por el pago de tarifas eléctricas justas: “No nos vamos a dejar y vamos a seguir luchando por la construcción de un país con un nuevo rostro”. En la reunión celebrada el fin de semana en el occidente de Campeche, los indígenas “de abajo y a la izquierda” exigieron un mejor servicio eléctrico y acordaron seguir uniendo sus “voces peninsulares” para exigir el cumplimiento pleno de los acuerdos de San Andrés.

La reunión había iniciado el sábado 26 con un saludo del subcomandante Marcos, quien decía que para lograr el reconocimiento como pueblos y culturas indígenas, “debemos destruir el sistema capitalista y buscar, juntos, otro país”. Y apuntaba: “En el trayecto hemos de construir nuestro espacio como diferentes, defendiendo nuestra identidad e historia. Como pueblos indios que somos, esta construcción no puede dejarse de lado o subordinarse. Tiene su propio paso, su propia lógica, su propio destino”. La leyenda maya que cuenta que la Ceiba madre, la sostenedora del mundo, hunde sus raíces en el inframundo, y sobre esa fuerza levanta y sostiene los cielos, decía Marcos, “no sólo mira hacia la historia que fuimos, también apunta hacia lo que somos y seremos en el mañana que nuestro paso y el de otros tiene”.