A más EmPLeo más PobreZa
LoS Únicos privilegiados
Son los niñoS… ricos
“El Ministerio de Trabajo de la Nación cuenta con un inspector laboral por cada 3.500 empresas que están en funcionamiento a lo largo y ancho del país. El Ministerio realizó el año pasado 93.759 controles de empresa, por lo que con la dinámica de fiscalización del año 2005, cada establecimiento podría ser visitado por una inspección de trabajo una vez cada 14 años, en promedio”. Nota: “Todos unidos en contra del trabajo infantil”, Prensa De Frente.
“Lo que está ocurriendo es un genocidio alarmante de las empresas, mucho más horrendo que el terrorismo de estado de la década del setenta”.Gustavo Cordera.
“El capital experimenta horror por la ausencia de ganancia o por una ganancia muy pequeña, como la naturaleza siente horror por el vacío. Si la ganancia es adecuada, el capital se vuelve audaz. Un 10% seguro, y se lo podrá emplear dondequiera; 20%, y se pondrá impulsivo; 50%, y llegará positivamente a la temeridad por 100% pisoteará todas las leyes humanas; por 300% y no hay crimen que lo arredre, aunque corra el riesgo de que lo ahorquen”.
Karl Marx, El Capital.
La Triple “E”: Espectáculo, Explotación y Endeudamiento:
#1. Política Espectáculo y Miseria Infantil
#2. A más Empleo más Pobreza
#3. La Sociedad Capitalista: un Sistema Dinerario de Endeudamiento Crónico
Para Roberto Canteros, último preso del estallido en Haedo. Que como bien dice él: “Está detenido por ser pobre”.
#1. Política Espectáculo y Miseria Infantil:
“Sería insólito pensar un medio periodístico cuya producción esté alejada del mercado al que sirve”.
Héctor Magnetto, CEO del Grupo Multimedia Clarín.
“El espectáculo es capital en un grado tal de acumulación que se transforma en imagen”.
Guy Debord, La Sociedad del Espectáculo.
“Alberto Fernández expresa la política marketinera, lo peor de la derecha reaccionaria, entreguista y cipaya.”
Luis D’Elía, ex funcionario nacional, sobre el Jefe de Gabinete de Kirchner.
El 28 de noviembre la “Derecha y Humana” gobernación bonaerense de Felipe Solá, amparado por la presidencia de Néstor Kirchner, reprime el “escrache” a González Conti. Uno de los peores genocidas de la policía de Ramón Camps. Queda claro para ambos gobiernos, que 10.000 desaparecidos y desaparecidas, que tiene en su haber “La mejor policía del mundo” (como le decía el ex-senador y presidente sin votos Eduardo Duhalde a la bonaerense) no vale una pública condena social. ¡Fea la actitud del gobierno de “Los Derechos Humanos”!
El 29 de noviembre, ni lerdo ni perezoso, el cordobés José Manuel de la Sota, el gobernador Menemo-Kirchnerista-Pejotista, reparte balas de goma y palazos, gases y detenciones, a varones y mujeres, grandes y chicos, y a todo aquel que lucha por evitar que el agua continúe siendo una mercancía más. La NC (Nueva Clase) parlamentaria, que estaba por extender la concesión del agua por otros 27 años, más un tarifazo, en beneficio del mismo poder económico de los ’90, más la burguesía “nacional” (el grupo Suez-Roggio), acordona la Legislatura con vallas y perros policías, de puro democrático que son. En fin, nueva política que le dicen.
Mientras Julio López continúa desaparecido, el mandato de “Lupo” ha entrado en su recta final. Le queda menos de un año y, con más de tres de estar en la Casa Rosada, ni para hacer justicia contra el genocidio setentista ha servido. Sacando la condena judicial al “Turco Julián” y Miguel Etchecolatz, el resto, los cientos de miles de asesinos del pasado, sigue gozando de buena salud. Mientras la madre de Plaza de Mayo Hebe de Bonafini le rinde culto en la Habana a un Fidel Castro octogenario, sus jóvenes H.I.J.O.S. en La Plata son reprimidos por el estado como en las -no tan viejas y lejanas- épocas de Carlos Menem.
El gobierno de Kirchner es puro espectáculo, es pura imagen del capital. Como la NC no puede soldar una lealtad de masas movilizada por convicción, se ha entregado a los brazos de la mass media y encuestadores para que le construya una supuesta anuencia, cariño y respeto de las que carece el Capital-Ejecutivismo.
Los medios son los administradores de la comunicación del poder del capital. Son parte del poder como tecnoespectáculo. Son el poder de la mercancía espectáculo. Ya no se contentan con manipular la información, con simular y adulterar el producto distractivo-informativo, ya no les basta con mentir. En la era de la Matrix performativa los medios se creen un dios profano. Una deidad con capacidad de crear la propia información. Su lema es el siguiente: lo que no se difunde no existe. Lo que no existe se crea.
En la sociedad del tecno-espectáculo, los políticos se han trasmutado en actores televisivos del capital. El gobierno ante cada conflicto que apunta desbordarlo apela a una salida “espectacular”, pero que nunca se concreta. Mucho gesto y poca acción. Una mera simulación de soluciones. El gobierno de pingüino es neoliberalismo + marketing setentista. Una administración gestual y alegórica, que sobrecodifica simbólicamente las ilusiones y necesidades de la multitud, pero no beneficia en nada la realidad material de la mayoría.
El estado de emergencia Capital-Ejecutivista post 2001 constituye una mezcla transversal de: mucho peronismo + un buen cucharón de radicalismo + litros de burbujeante progresismo + sólo el aroma de organismos de derechos humanos cooptados + la sal de piqueteros funcionarios + el agridulce de la NC cultural + la picante multimedia.
La lista de estafas políticas que acumula Kirchner es larga, mencionemos solamente algunas: plan de viviendas para inquilinos nunca concretado, el cuento chino de las inversiones orientales, ambientalismo retórico, distribución de la riqueza aplazada in aeternum, supuesto desendeudamiento, fingida lucha contra el empleo en negro, control de precios inexistente, y la peor afrenta: el incumplimiento de su compromiso de juzgar a todos los culpables del genocidio militar.
En cambio, las relaciones carnales con los Estados Unidos volvieron a “full”. El hasta ayer recontrakirchnerista Luis D’Elía (ex piquetero, ex funcionario y futuro piquetero reloaded, si no se deja chantajear por el gobierno ante el temor de perder los cargos que conservan sus militantes si vuelve a las calles), intenta oponerse a que se impute a Irán el atentado de la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina). Y recibe a cambio, su eyección del sillón de funcionario. “Luisito”, ¡La obsecuencia no paga!
¿Y dónde está el resto del espacio “Nac & Pop” defendiendo a su compañero de ruta de la FTV (Federación de Tierra y Vivienda)? ¿Será que D’Elía ya no vale ni un mínimo comunicado de prensa de Humberto Tumini o Emilio Pérsico en solidaridad por su expulsión del olimpo kirchnerista? Lo echan como a un perro y ellos se quedan callados como unos perros falderos del poder. ¿Tanto pesan los planes que gerencian? ¿Tanto los condiciona los subsidios y prebendas? ¿Tanto que no son capaces de mover un dedo mientras uno de los suyos es pasado a degüello por el gobierno de los “Humanos Derechos”? ¡Muchachos!, si ni siquiera levantaron la voz por uno de los suyos, lo que les espera, es caer de a uno cuando intenten ponerle límites al que se cree un nuevo César patagónico. Si es que alguna vez lo hacen. O tal vez, ya decidieron, morir con las “botas -kirchneristas- puestas”.
A diferencia de todo el cotillón democratizante con que alardea el gobierno de Mr. “K”, la política estatal y sus mediadores predilectos (partidos nacionales y sindicatos fordistas) no sólo no se han vuelto espacios más participativos, sino que, muy por el contrario, son cada vez más, ámbitos concentradores de la intermediación mercantil. Es que a un capital cada vez más centralizado le corresponde una delegación política más autoritaria. Los poderes se acumulan en la cúspide: sean sindicales, legislativos, ejecutivos y judiciales. La reducción de la Corte Suprema de Justicia de la Nación va en ese sentido. Al que piensa distinto en un mismo bloque parlamentario se lo destierra, al que opina diferente en un despacho se lo expulsa, a quien presenta una lista opositora en un gremio se lo hecha.
Mientras las reservas del BCRA (Banco Central de la República Argentina) rebosan, el Hospital de Clínicas se cae a pedazos. Mientras el superávit fiscal bate un nuevo récord, se hunde el Hospital Francés. Mientras se le regala ¡50 millones diarios! a los empresarios del auto trasporte de pasajeros, se reduce en un 42% el presupuesto de salud en comparación al menemista año ’98. ¡Qué fácil resulta ser capitalista teniendo a papá estado sosteniendo la ganancia de los patrones! El capital no para de acumular, el PBI (Producto Bruto Interno) es un 15% mayor al ’98 cuando empezó la última recesión, se crearon dos millones y medio de puestos laborales desde el 2002; pero paradójicamente, creció un 29% la pobreza y se duplicó la indigencia desde 1998. Por lo tanto: a más crecimiento, más empleo y más pobreza.
Ahora existen 12.1 millones de pobres y 4.3 millones son indigentes. Los trabajadores en negro perdieron, desde el retorno de los gobiernos “Nac & Pop” (Nacionales y Populares) de Duhalde y Kirchner, el 21 % de su poder de compra. Mientras que a los empleados estatales le fue peor: su capacidad adquisitiva cayó en los últimos cuatro años un 30 por ciento. Mientras la economía continúa engordando a valores chinos, la mitad de la purretada padece la tortura del hambre. Y sino, leamos al INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos), o sea, los datos oficiales:
Estos guarismos señalan la delicia de un “País -burgués- Normal”. El 46,3 por ciento de los pibes de la Argentina viven en hogares empobrecidos por el capital. ¡Qué tal el progresismo! No son 10.000, 100.000 ni 1.000.000 los menesterosos condenados por la sociedad de la compraventa del trabajo; sino que abarca la menudencia de ¡4,7 millones de seres humanos menores de 14 años condenados al averno terrenal de la miseria! Casi cinco millones que pasan hambre y padecen enfermedades crónicas y críticas. Sí, ¡HAMBRE!, no apetito que es lo que sufren lo chicos ricos o de clase media cuando estuvieron unas horas sin comer. ¡HAMBRE!, que los entrega a las fauces del capital obligándolos a trabajar a más de dos millones de ellas y ellos. ¡HAMBRE!, de prostitución y de revolver la basura, de levantar cosechas y laborar en talleres. ¡HAMBRE, que desnutre y mata de una simple diarrea! HAMBRE, que disminuye las capacidades cognitivas. ¡HAMBRE que no deja dormir! ¡¡HAMBRE!! Para rematarlos, el mercantilismo dominante tiene a casi la mitad, de los condenados a no ser el futuro del país, subviviendo en la indigencia. Si sus familias no luchan el Kapital-Estado le reserva a su prole una muerte lenta y monstruosa.
En relación a un año atrás la pobreza sigue creciendo en los grandes distritos. Ya no en la periferia, sino en el corazón del desarrollo posfordista: los “Aglomerados Urbanos” como los llama el INDEC. Sea en la Ciudad de Buenos Aires de Telerman, el segundo de Ibarra que se quedó con el gobierno después de la matanza del boliche Cromañón; en Santa Rosa, provincia de La Pampa, donde gobierna el peronista Verna; en la Salta del kirchnerista de última hora Romero, que fue candidato a vicepresidente de Menem en el 2003; en Río Cuarto bajo la gestión provincial cordobesa del (in)justicialista De la Sota; en Catamarca, del radical “K” Brizuela del Moral; y en Comodoro Rivadavia y Río Gallegos, distritos de la provincia de Santa Cruz donde Kirchner gobernó por tres mandatos y donde ahora tiene a su lugarteniente Sancho. En todos estos territorios es donde más creció la pobreza infantil capitalista, progresista y kirchnerista, peronista y radical.
¡Pero hay más! En Resistencia, la capital de la provincia del Chaco gobernada por el radical Nikisch, la pobreza de los menores de 14 años llega al escandaloso 70%. Pisándole los talones con el 66,2% viene la provincia de Corrientes, comandada por Colombi, otro radical “K”irchnerista. ¡Linda la concertación transversal radical-peronista! Toda una “Neo Alianza” para garantizar la riqueza patronal, a cambio, de la pobreza infantil.
En la Capital Federal del risueño Telerman (la “Reina del Plata”, como le decía el ex intendente Grosso, otro peronista de la época en que Kirchner era menemista), la pobreza infantil alcanza al 24%. Y en la provincia de Buenos Aires, gestionada por el ex funcionario menemista y vicegobernador duhaldista Felipe Solá, las cosas no van mejor. Después de 20 años de gobiernos peronistas de toda laya, la pobreza total pasó de 250.000 a ¡8.000.000 de bonaerense! Ahí, en el Gran Buenos Aires, nada menos que el 48,3 por ciento de los chicos y chicas viven en la miseria.
#2. A más Empleo más Pobreza:
“Se ha dicho señores, que soy un enemigo de los capitalistas y si ustedes observan lo que les acabo de decir, no encontraran ningún defensor, diríamos, más decidido que yo, porque se que la defensa de los intereses de los hombres de negocios, de los industriales, de los comerciantes, es la defensa misma del estado. (..) No se asusten de mi sindicalismo; nunca mejor que ahora estará seguro el capitalismo, ya que yo también lo soy porque tengo estancia y en ella operarios. Lo que quiero es organizar estatalmente a los trabajadores para que el Estado los dirija y les marque rumbo, de esa manera se neutralizarán en su seno las corrientes ideológicas y revolucionarias que pueden poner en peligro nuestra sociedad capitalista”.
Juan Domingo Perón.
“Trabajen, trabajen, proletarios, para aumentar la riqueza social y sus miserias individuales; trabajen, trabajen, para que, volviéndose más pobres, tengan más razones para trabajar y ser miserables. Tal es la ley inexorable de la producción capitalista”.
Paul Lafargue, El derecho a la pereza.
“Luchar; fracasar; volver a luchar; fracasar, volver a luchar hasta el triunfo final, esa es la historia de la clase obrera.”
Declaración de los sindicatos clasistas cordobeses SITRAC y SITRAM.
El desempleo baja.., ¡Bueno baja!, digamos que desciende siempre y cuando contemos ridículamente a los asistidos por planes sociales como ocupados, al igual que ese otro papelón de considerar empleado a quien por lo menos trabajó una hora en la última quincena. Pero aún así, es innegable que post devaluación se crearon 2,5 millones de nuevos puestos laborales, y al igual que con ellos, aumentó la pobreza infantil. ¿Qué pasa que aumenta la explotación de la fuerza viva del trabajo y no baja la pauperización de la multitud? Lo que pasa es que estamos viviendo el crecimiento económico con pobreza social. Después de la convertibilidad del uno a uno de Menem-Cavallo-De la Rúa; la “nueva” convertibilidad peronista a tres pesos de Duhalde-Lavagna-Kirchner, pulverizó los ingresos fijos de la mayoría, aplicando tres medidas contratendenciales del capital:
1.-Devaluación:-
Con la pesificación asimétrica, el Estado del Capital le obsequió a los bancos 28.000 millones de dólares.
- Mientras que a los ahorristas se le confiscaron 7.000 millones de dólares, un tercio del total de los dólares depositados.
- El Estado “Nacional y Popular” emitió U$S 16.000 millones para absorber las deudas financieras de las provincias quebradas por el capital.
- Los aportantes a las AFJP (Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones) perdieron U$S 8.000 millones, de los U$S 20.000 millones que tenían ahorrados.
- Con la devaluación de la moneda se trituró el monto de los planes sociales.
- Se acható la pirámide previsional. Cada vez más jubilados y pensionados viven por debajo de la línea de pobreza. Desde el 2002 el estado le comió el 1.5% del PBI. Robándole por año a los jubilados $ 9.000 millones.
- Se destrozaron la mayoría de los salarios y los ingresos de los que viven de una changa. Ahora, hasta el 48% de los trabajadores privados en negro son pobres y uno de cada tres son indigentes.
2.- Inflación:
- El aumento de precios disparó el subconsumo de masas. Los valores de los artículos populares han subido casi el doble del índice general de precios.
- Los alquileres están indexados de hecho.
- La canasta total de bienes y servicios es un lujo al que solamente accede el 20 % de los ocupados. Ya que recordemos esta cifra bochornosa: sólo el 30% de los que trabajan gana más de $ 1.000 por mes, (U$S 323).
3.- Aplastamiento de los ingresos fijos:
- La mayoría de los sueldos de los puestos creados desde el 2002 parten de un piso salarial inferior a los de la convertibilidad.
- No se aumentó un peso a los planes sociales. El Plan Jefes y Jefas de Hogar tiene un costo de 800 millones de dólares anuales, mientras que desde el 2002 se le abonó puntualmente a los organismos internacionales de crédito 25.000 millones de dólares.
- Mayor desigualdad social: en 1974 el ingreso de los asalariados equivalía al 50 por ciento del PBI. En el 2001 representaba el 32%, y ahora apenas llega al 24 por ciento. ¡Gracias Duhalde-Lavagna-Kirchner!
- El 82% móvil de los haberes previsionales es sólo un recuerdo. Mientras que la ANSeS (Administración Nacional de la Seguridad Social) tiene acumulado hasta septiembre de 2006 un superávit de $5.715 millones. Superávit que se lo utiliza para financiar al Tesoro Nacional, que a su vez lo usa para pagar deuda pública y subsidiar a empresarios nativos.
Todo hacer humano, forzado por el capitalismo ha realizarse como trabajo y valor de cambio, está condenado a reproducir plusvalor, capital, pobreza asalariada y subconsumo. Y contra esto, no hay redistribución de la riqueza que lo pueda solucionar. La producción se origina para obtener plusvalía, que a su vez plus-valora el capital puesto en juego en la producción. Plusvalía que se realiza en la circulación de la mercancía que contiene el trabajo humano y se termina acumulando como ganancia dineraria del capital. Y el capital, no resulta este o aquel patrón, sino todo un sistema reproductor de plusvalor. Producción, distribución, consumo y acumulación mercantil es un todo indisociable. Y el Estado-Capital es el garante de todo este proceso, gobierne quien gobierne.
Las cosas para la mayoría que vive de su trabajo están cada vez peor. El 30 por ciento de la multitud sobrevive con 6 pesos diarios (U$S 58 por mes). Y por ello, son pobres según la mismísima estimación del Banco Mundial. Cuando en realidad no son ni indigentes, debido a que, apenas si alcanzan la mitad de la línea de indigencia. Por consiguiente, ¡Todo un proletariado de masas de la sub-indigencia! El capitalismo es impiadoso: Más de 20 años de democracia Argentina, y otro tanto de variadas experiencias en América Latina, nos libera de mayores comentarios.
Sin anticapitalismo no hay solución. Sin que el trabajo humano se apropie del circuito del hacer como puro valor de uso y trabajo concreto, sin un autogobierno comunal y asambleario no hay salida. Por más que el reformismo le quiera encontrar la cuadratura (distribución social de la riqueza) al círculo (una producción social condicionada desde su origen a obtener plusvalía para acumularla privadamente como capital). Entre producción y consumo está la mercancía, el valor de cambio del trabajo, el mercado y el dinero como forma del capital. Consecuentemente, no existe una posibilidad abstracta de redistribuir la riqueza social colectivamente, cuando ontológicamente nace como trabajo abstracto para la acumulación privada. Y en esto, no hay sistema que se base en el trabajo humano, como salario y estado, que se salve de recaer en las mismas atrocidades del capitalismo: pobreza para la mayoría y fortuna para pocos, división entre el caudal social expropiado y la apropiación individual de la riqueza, y división entre representantes y representados. Así adopte la forma socialista del capital.
¿Pero cuál es la especificidad de la nueva pobreza kirchnerista, neokeynesiana y postfordista? Estamos ante la miseria con empleo, un “genuino” asalariamiento miserable del hacer. Que supera la cota histórica del fordismo del miserable asalariamiento, del empleo capitalista del hacer humano como trabajo. Eso que el keynesianismo llamaba irónicamente el trabajo bajo el estado de “bienestar”. Y que cuando sus empleados se revelaron rechazando este trabajo “digno”, nos condujo al fascismo en democracia de Isabel Perón y al genocidio castrense del capital. Tres décadas después, de la mano de la democracia Capital-Parlamentaria, aceleradamente devenida después del 2001 en Capital-Policial, estamos en la era de eso que se ha dado en llamar el “Working Poor”.
Trabajadores registrados en la pobreza; otros cinco millones, el 44 % de todos los empleados, que padecen la miseria del empleo en negro; autoempleados de los que sea en la indigencia: cirujeo, venta ambulante, prostitución, etc., todos pauperizados por la sociedad de la compra venta. Trabajadores formales pobres y hasta indigentes, el precariado con empleo intermitente, y el excedentariado que nunca más será asalariado por el capital. El posfordismo es atroz con la clase que vive de su trabajo. No por nada el presidente Kirchner dice que “Seguimos en el infierno”. Un martirio cuyas llamas él atiza. Un infierno “Nada encantador” para la mayoría. La generalización del pasaje del capitalismo de la pobreza sin empleo menemista, a la pobreza con empleo kirchnerista.
Dijimos que el 46,3 por ciento de los chicos y chicas en la Argentina son pobres. ¿Por qué? Porque sobreviven en hogares donde toda la familia ha sido sumergida por el capitalismo. Leamos estos números abracadabrantes:
Si se divide la sociedad en diez deciles:
- Según El INDEC el ingreso “per cápita” (por cabeza) de cada jefe de familia, de siete sobre diez deciles, está por debajo de la línea de la pobreza.
- Y nada menos que cuatro de estos diez deciles tiene ingresos per capita debajo de la cota de indigencia.
- Por lo tanto, siete de cada diez integrantes de cada familia gana hasta $462 (U$S 149); y 4 de cada diez $ 231 (U$S 74). Esto si consideramos la línea de pobreza -de octubre del corriente- que para dos adultos con dos hijos es de $861 (U$S 277); y la de indigencia es de $391 (U$S 126).
- Lo repetimos: ¡Siete de cada diez familias son pobres y cuatro de cada diez indigentes! Esto siempre y cuando ambos padres trabajen y no tengan más de dos hijos. Como a más pobreza hay más hogares numerosos (para ver si de este modo el esquema económico familiar esquiva más eficientemente la miseria), entonces, más menores de 14 años se incorporan al trabajo esclavo para que toda la familia no se muera de hambre.
Pero si desagregamos los mismos datos del INDEC el cuadro social es peor:
- Nueve de cada diez deciles de cada integrante de la familia que trabaja no gana más de $ 836 (es decir, son pobres).
- Y seis de cada diez no supera los $372 (vale decir, indigentes).
- Esa es la respuesta de porqué las nuevas familias obreras viven en hogares ampliados con su padres y abuelos. Sólo y sola, cada uno de los que trabaja no podría formar una nueva familia. De lo contrario, ¡Seis de cada diez parten de ingresos indigentes y nueve de cada diez de la pobreza!
Hoy el modelo capitalista argentino se puede resumir así: a + empleo + pobreza = + PBI + superávit fiscal + ganancia del capital = más pago de la deuda externa + crecimiento de la deuda financiera.
A más emergencia económica más Estado de excepción. A más superganancias del capital más superpoderes del ejecutivo. A más concentración de la riqueza más concentración del poder estatal.
A menos consenso social, más arbitrariedad en distribuir los recursos para apagar los incendios que estallan intespectivamente. Durante el 2007, Kirchner tiene para distribuir por afuera del presupuesto la “bagatela” de $ 15.482 millones. Una caja de compra-venta de voluntades patronales y de la NC, pero que no alcanza, como demostró la elección de Misiones, para engañar a la mayoría.
#3. La Sociedad Capitalista: un Sistema Dinerario de Endeudamiento Crónico:
“Y tu cabeza está llena de ratas. Te compraste las acciones de esta farsa y el tiempo no para. Yo veo el futuro repetir el pasado, veo un museo de grandes novedades y el tiempo no para, no para.”
Cazuza.
“El desarrollo de la Banca, de las instituciones de crédito, del comercio, de la exportación de capitales, la creación de los mercados de futuros, de las sociedades accionariales, etc., son el resultado lógico, racional, de un modo de producción basado en las premisas económicas del Valor de Cambio”.
Jorge Sánchez Rodríguez.
“Coincidamos en que la burguesía es cosmopolita. Finalmente, coincidamos con que lo global en la globalización significa el dominio global de las relaciones de mercado globales, incluyendo la disociación de sobrellevar las crisis entre la acumulación monetaria y la productiva, sobre poblaciones reguladas nacionalmente”.
Werner Bonefeld.
En la era del Imperio la “autonomía” del Estado-Nación y su “Burguesía Nacional”, con enormes fábricas y legiones de obreros y empleados, no son más que otro mito burgués. Sino leamos: las 500 firmas más importantes que operan en el país expolian solamente al 4 por ciento de todos los empleados; mientras que concentran tres cuartas partes de las exportaciones y un tercio de la producción total. ¡Y algunos todavía se preguntan que es la subsunción real del trabajo en el capital, y el reinado del capital fijo y la plusvalía relativa como tendencia del mercado!
La venta de los grupos locales como Loma Negra, Sancor, Quilmes, el traspaso de Impsat de Pescarmona a Global Crossing de Singapur, una parte de Acindar y la Serenísima y próximamente de Aceros Bragado; marca que el sujeto histórico “burguesía nacional”, no es más que un recuerdo. Por su puesto que queda burguesía argenta: la del chiquitaje de salarios miserables, la mediana en tránsito fordista, y la grande posfordista del precariado y el trabajo muerto. Pero de ahí a creer que exista algo así como una burguesía del “bienestar”, comprometida con la prosperidad de sus empleados, y un empresariado “patriota” con algún tipo de peso autónomo para enfrentar al imperio, no son más que fantasías desfasadas, sobre un actor social fagocitado por la historia del propio capital.
La transferencia de ingresos del Trabajo al Capital desde el 2002 ha sido descomunal. Los empresarios se robaron, de un saque, 10 puntos del ingreso global del trabajo. Nunca antes, ni en plena dictadura militar, la burguesía obtuvo tal nivel de excedente de explotación. La concentración de la riqueza en manos de los patrones resulta mayor a cualquier año anterior a la devaluación. En el lapso Duhalde-Lavagna-Kirchner (2002/2005) los empresarios le han esquilmado tal nivel de ingresos a los trabajadores que supera toda la década menemista. Estos son a lo que “Pingüino” llama la patronal “nacional”.
Las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) son la burguesía “nacional” peronista del postfordismo. Las tan adoradas PyMEs de la socialdemocracia y el centroizquierdismo, son las que crean más y peor empleo. Las que tienen los peores porcentajes de flexibilización laboral, trabajo no registrado y sueldos más bajos. En la era postfordista surge una conclusión evidente: A mayor tamaño de la firma menos trabajo, a menor tamaño peor empleo. Unicamente el peronismo de “izquierda” puede pensar que tienen algo en común las PyMEs y la clase obrera. Nada las une, aparte de su antagonía social. ¿Una alianza de clases entre la multitud de trabajadoras y trabajadores y estos parásitos? ¿Para emanciparse de quién? ¿Del gran capital? No, gracias. Si las PyMEs tratan peor a sus empleados, lo que no es poco decir, que la gran burguesía. La multitud solamente cuenta consigo misma. La emancipación social de la clase productora de plusvalor no vendrá jamás de la mano de ningún patrón. Y en todo caso precisa organizarse comúnmente -contra todo tipo de capital- con el conjunto de las fracciones de su clase: ocupada, negada y jubilada, que son la apabullante mayoría de la sociedad.
Argentina como cualquier país capitalista integra la Economía-Mundo. Su producción se metaboliza como dinero a través del mercado mundial. El ingreso de divisas (con un dólar a tres pesos) hace que el estado sostenga una súper-renta del capital exportador. Además, un peso depreciado protege la plusvalía de los patrones nativos. Con salarios a valores hindúes, mexicanos y polacos, la patronal del mercado interno se siente por un tiempo aliviada mientras acumula capital sobre el subconsumo y la fatiga, los “accidentes” laborales, el hambre y la muerte de la multitud del trabajo vivo.
Los superávit gemelos (fiscal y comercial) y las retenciones que facilitan dólares contantes y sonantes, tiene como primer destino el pago de la deuda externa. Demostrando el nivel de dependencia del estado argentino con la economía mercantil global. Inclusive se llega a un desembolso anticipado de U$S 9.810 millones con medio país en la pobreza. Un tributo imperial, un nivel tal de sumisión, que ni el mismo Menem se había atrevido. Las divisas duras que fluyen y que permitiría revaluar el peso, y por cierto los ingresos fijos; es trocado, para beneficio empresario, en una política pro-capital del gobierno de Kirchner. Emitiendo más pesos para que el dólar no baje, y utilizando esos pesos para su posterior colocación financiera. Lo que no hace más que aceitar el circuito dinerario universal. Es decir, ¡Cero independencia nacional del sistema capitalista mundial!
La deuda externa Argentina no baja. Después de los U$S 25.000 millones que se pagaron desde el 2002, hay U$S 150.000 millones de dólares esperando ser “honrados” sobre la sangre y los cadáveres de la multitud. Mientras tanto la burguesía “patriota” retiene U$S 122.000 millones en el extranjero. En el 2007 los vencimientos de la deuda pública (externa e interna) llegan a la horrorosa cifra de 13.392 millones de pesos. Por lo tanto, los casi U$S 10.000 millones que se pagaron en efectivo el 29 de diciembre de 2005 al FMI, son apenas el 6 % del total de la deuda. Un vuelto, al lado de todo lo que resta y se incrementa cada día la deuda pública.
El Tesoro Nacional necesita financiamiento por 20.000 millones y lo buscará en el mercado. Haciendo que la forma-Estado del capital emita más y más deuda pública. Se pagará en 2007, $ 7.051 millones al Banco Mundial y al BID (Banco Interamericano de Desarrollo), para recibir a cambio otros $ 7.618 millones. ¿Cómo, no era que se había acabado la dependencia con los organismos de crédito internacional? Lo que resta, el BCRA (Banco Central de la República Argentina) otorgará adelantos “transitorios”; se colocarán Letras en la ANSeS, fondos fiduciarios y la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos). Esta última, cerrará el 2006 con $ 17.000 millones más de lo que había estipulado el presupuesto nacional. ¿Dónde fueron todos estos millones extra recaudados? ¿A salud y educación, salarios estatales y planes sociales? No, en lo absoluto. Se utilizaron para tomar nueva deuda, subsidiar capitalistas y comprar la voluntad de intendentes y gobernadores.
La trampa del gobierno se basa en subestimar el crecimiento de la economía para después disponer a su antojo de los fondos extras que arroja la recaudación impositiva. Entre 2004 y 2006 el gobierno tuvo una caja “negra” de $33.025 millones. Fondos al margen del Congreso y amparados por los DNU (Decretos de Necesidad y Urgencia). Cuando se discuten los “superpoderes” permanentes del ejecutivo no resulta un debate “neutro” sobre la legalidad de la república parlamentaria. Sino que su otorgamiento por el propio Congreso Nacional, significa, miles de millones de dólares, un enorme poder disciplinador para torcer voluntades y comprar favores, y montañas de horas trabajadas por la multitud que resultan obsequiadas por el Estado del Capital a los empresarios.
Lo peor, es que resulta el propio parlamento el que delega sus potestades, el que bendice el pasaje del “Capital-Parlamentarismo” al “Capital-Ejecutivismo”. El que consagra el estado de excepción post 2001 como estado de emergencia permanente. El que demuestra que para el capital el postfordismo del precariado y excedentariado, constituye un estado económico en perpetua emergencia social.
Kirchner afirmó que “la Argentina paga, se libera y construye su destino y su independencia”. No es así. Kirchner no pagó deuda para liberar a la Argentina, sino que hizo buena letra para atarla más fuertemente al circuito global del capital con más endeudamiento. No por nada dijo en Wall Street, una frase que lo pinta por completo como gerente de un estado capitalista: “Volvemos al lugar de donde nunca nos debimos haber ido”. Y en esto también juega su rol de prestamista, de celador del capital, la República Bolivariana del comandante Hugo Chávez. Un estado que adquirió títulos argentinos por U$S 4.000 millones, que vende los bonos en Caracas y también los recoloca en el mercado secundario, terminando en las carteras de los inversores y bancos globales. Una rara forma de entender aquello que Chávez llama “El camino al socialismo del siglo XXI”. Un “socialismo” que une más rudamente a la república Argentina a la economía dineraria del capital. ¡Gracias Chávez!, la globalización te lo agradece.
El sistema mercantil, para estirar la burbuja de la tasa de ganancia del capital, es una cinta sin fin de cada vez mayor endeudamiento financiero hasta el próximo estallido. Por más que el desarrollismo hipócrita diga lo contrario, no hay capitalismo “productivo” sin finanzas. No hay capital industrial sin bancos, y no hay mercado sin capitalismo mundial. Para la multitud no hay capital benévolo. La usura financiera y la explotación directa del trabajo humano caminan juntas. De igual modo, hay que decir que con romper con el FMI no alcanza. Sin abolir la relación social Trabajo-Capital, no se concluye con la prehistoria del hacer de las personas.
¿Qué independencia de la economía mercantil puede alegar el estado nacional, el “Neo-Nacionalismo Progresista”?, ¡Si ni siquiera reestatizaron el sistema de pensiones! Mucha presumida “Política de Estado”, y tan siquiera, no fueron capaces de sacar de las fauces del lucro privado las jubilaciones. El sistema privado de jubilaciones dispone de 78.865 millones de pesos, tanto como el 12% del PBI. El gobierno le regala la administración de tamaño capital, y encima, después, tiene que pagar por el capital y los intereses que devengan el 60% de los títulos que tienen las AFJP colocados en papeles del estado. Así, el Capital-Previsional hace un excelente negocio obsequiado por el Estado, el Estado del Capital of course. Sus víctimas en la futura crisis del capital (que resulta lo único inexorable amén de la muerte), como siempre, serán los futuros jubilados. Como lo fueron después del default donde los aportantes activos a las AFJP perdieron nada menos que 8.000 millones de dólares. Como en la época de Menem, sigue igual la captura de los aportes jubilatorios como Capital-Previsional. Jugándose las AFJP el futuro de los viejos en el bingo financiero nativo y mundial.
Este modelo “productivista” de: salarios chinos, precariado y excedentariado, exportaciones y retenciones, una nueva convertibilidad a tres pesos, subvenciones al capital local y extranjero, pago de la deuda y emisión de nueva deuda; todo esto, marca a las claras, que el discurso que proclama que la Argentina se “cayó” del mundo, que se aisló luego de la salida de la convertibilidad del uno a uno; o con vocabulario más marketinero, se desenganchó de la dependencia financiera y recuperó “autonomía” nacional, no son más que meras patrañas.
La economía mercantil sigue endeudada por más superávit fiscal que haya. Se sostiene el precio del dólar a costa de salarios paupérrimos. Para mantener el precio de la divisa estadounidense el estado cambia dólares por nueva deuda. Así la economía se hipoteca cada vez más. Para sacar el exceso de dólares en circulación se emiten más pesos como bonos financieros, evitando la caída del valor de la moneda norteamericana y el aumento de salarios, sosteniendo la renta exportadora y los ingresos fiscales que subsidian al capital. El esquema es evidente: Bajos salarios + precariado + excedentariado = sobreexplotación patronal + hiper renta exportadora = + recaudación + subsidios + endeudamiento.
Con Menem y De la Rúa, Duhalde y Kirchner, la economía Argentina es una máquina de pauperizar al sujeto social de la multitud. Después del 2002, únicamente se “desendeuda” a la economía mercantil con el fin de tomar nueva deuda financiera, y así estirar el ciclo del capital. Con Kirchner la rentabilidad de las empresas, bancos y la Bolsa de Valores es fabulosa, a cambio de una peor distribución del ingreso y de empobrecer cada vez más a la multitud. ¡Feliz navidad Peronista y Radical del trabajo “digno”!, ¡A más empleo más pobreza!
Por más que al peronismo gobernante y sus aliados radicales, “Nac & Pop” y progresistas, no les guste que le enrostren que estamos peor que con Menem, si como decía el general “La única verdad es la realidad”, aún con un crecimiento económico superior en un 15 por ciento a 1998, la pobreza infantil es peor que en los nefastos años noventa donde alcanzó el 45 por ciento. Es decir, postfordismo crudo y duro. A más PBI = + superávit fiscal + superávit comercial + endeudamiento = + pauperismo con empleo + precariedad laboral + pibes pobres.
5 de diciembre de 2006
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