Euskal Herria Paso a Paso. No. 169

07.Mar.07    Análisis y Noticias

Askapena Independentzia eta Sozialismorantz
EUSKAL HERRIA, PASO A PASO,
Servicio informativo de ASKAPENA Nº 169

En el Estado español no existe la derecha, o por lo menos, no hay
constancia de ella. La única expresión organizada es el PP que se
caracteriza por sus perfiles de ultraderecha reaccionaria. A medida que se acercan las elecciones de este año, y viendo la deriva en la que se mueve el PSOE, el PP está recrudeciendo su campaña de acoso implacable. Campaña que, cada vez, tiene más connotaciones fascistas.

¡Viva la represión!

La eliminación física o política del adversario es uno de los métodos más socorridos del fascismo. En el Estado español, esta persecución política ha adquirido rango de ley. La complicidad de los dos partidos mayoritarios: PP y PSOE hizo posible la Ley de Partidos que elimina políticamente a los cientos de miles de personas que constituyen la izquierda vasca. Una interpretación de la Ley, ligeramente más abierta, facilitó el que una formación de este sector social participara en el Parlamento Vasco bajo la denominación de Partido Comunista de las Tierras Vascas.

El PP nunca ha aceptado esta ligera modulación de una ley que se
mantiene en plena vigencia. La cercanía de las elecciones municipales le ofrece una oportunidad de oro para proclamar un principio que sería vergonzoso para cualquier demócrata: Viva la represión. El PP está promoviendo iniciativas para que se ilegalice a éste partido, única expresión política de la izquierda vasca. El día 20 de febrero presento esta proposición en el Congreso de los Diputados. Por primera vez, sus señorías le plantaron cara al fascismo. El resto de la Cámara votó en contra de la propuesta sin molestarse en discutirla. Los proponentes quedaron en una situación desairada pero no rectificaron su línea de actuación.

El día 23 de febrero, aniversario del intento de golpe de Estado de 1981, el PP presentó la misma moción en el Parlamento Vasco. Se repitió la escena. Todos los grupos políticos rechazaron la propuesta sin utilizar la tribuna para razonar la negativa. ¡Ya era hora de que ambos parlamentos acreditasen su lábel democrático dando la espalda a la ultraderecha!

¡Viva la muerte!

Ante la furia ciega del fascismo, nadie está seguro. Durante mucho tiempo el aparato judicial español ha sido el reducto del poder donde la derecha se ha hecho fuerte. Como era de imaginar, las actuaciones de la judicatura han merecido todos los reconocimientos de la ultraderecha que se proclamaba la máxima defensora de la separación de poderes. Puro espejismo. La propia justicia concita sus iras si no responde a las, cada vez, mayores exigencias del fascio. El preso político Iñaki de Juana, manteniendo una huelga de hambre de 115, días ha desenmascarado mejor que nadie el talante cruel de la derecha española.

En calidad de preso preventivo, se pidieron contra él 96 años de
cárcel por haber publicado dos artículos de opinión. Revisada la
petición de pena, los 96 años se rebajaron a 12. Revisada la sentencia de la Audiencia Nacional, los 12 años se redujeron a tres. Aquello era ya demasiada rebaja para una derecha vengativa que no admite más que la muerte del preso en las cárceles españolas. Una de las terminales del PP, la Asociación de Víctimas del Terrorismo, se lanzó a la calle denunciando la complicidad del Tribunal Supremo, responsable de una rebaja de pena que considera escandalosa. El día 24 de febrero volvieron a protagonizar una multitudinaria marcha en Madrid en contra de la reducción de pena y en contra del Tribunal que la había dictado.

El día 1 de marzo, el Gobierno español concede un segundo grado a
Iñaki, resuelve trasladarlo a un hospital de Donosti y aplicarle un régimen de prisión atenuada. Las interpretaciones de la medida
difieren. Para el Gobierno, ha sido un gesto humanitario. Para la
izquierda vasca, el PSOE ha resuelto un problema que él genero forzado por la presión popular. Para el PP, el Estado ha cedido al chantaje de los terroristas. Han sido muchas las personas que han experimentado un alivio ante la muerte inminente de un preso injustamente re-castigado.
Para la derechona, una catástrofe. Se les ha ido de las manos una
víctima que daban por segura. No han podido materializar la pena de muerte que promovían. Su reacción ha sido feroz: concentraciones en todo el Estado con gran virulencia, anuncio de una manifestación nacional, descalificaciones a todos los que no piensan como ellos…
El carácter cruel de los fascistas va quedando cada vez más al
descubierto.

“Enseñar los dientes”

La burguesía vasca que Gobierna en la Comunidad autónoma también está manteniendo unas actitudes de marcado talante fascista. Condena los abusos del Estado pero los aprovecha y ejecuta: Rechaza el apartheid político pero se aprovecha de él para disponer de más espacio político que el que le corresponde; rechaza la ley de partidos pero la utiliza para reprimir a la izquierda. A mediados del mes de enero, el diario “El País” daba a conocer la estrategia que había diseñado el PNV para
ejecutarla conjuntamente con el PSOE en el País Vasco: enseñar los dientes a la izquierda para cortarle las alas.

El movimiento pro amnistía, secundando la lucha del Colectivo de
Presos, convocó una manifestación para el 24 de febrero bajo el lema “Amnistía y Autodeterminación”. Como ya va siendo habitual, el día anterior la Audiencia Nacional prohíbe la marcha. Hay varios intentos para cambiar los mensajes de la convocatoria y el nombre de los convocantes. La Consejería de Interior del Gobierno Vascongado prohíbe las sucesivas convocatorias. No solo eso. El día 24, dos horas antes de la hora prevista para el acto, Bilbao es una ciudad tomada policialmente. Pese a ello, y por diferentes cauces, miles de personas de toda edad se van dando cita, a pesar del temible despliegue policial. A medida que la multitud se va congregando, las dotaciones policiales la van rodeando en tono intimidatorio. Nadie huye, por el
contrario, la multitud se pone en marcha.

La respuesta policial es fulminante y brutal. Los manifestantes se sientan en la calzada y la policía supuestamente vasca carga contra ellos provocando una gran cantidad de heridos y contusionados. La multitud soporta la ferocidad. Cambia el itinerario previsto y, como el agua incontenible, elige cualquier calle para seguir avanzando. El Gobierno vasco no ha admitido ninguna responsabilidad en los hechos.
Como suele ser habitual, traslada la responsabilidad a los
represaliados. De manual.

Euskal Herria, 7 de Marzo de 2007.
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