Entrevista a Felipe Quispe “en la llamada Bolivia”

19.Mar.07    Análisis y Noticias

Quispe: El MAS no es un partido revolucionario, sino que va a seguir los moldes socialdemócratas

Colectivo Avanzar
La Haine

Entrevista con Felipe Quispe, “El Mallku” :: Si actuamos ahora podemos quedar como “reaccionarios”. Tenemos que esperar a que el MAS se desgaste, y una vez desgastado ahí nos va a tocar a nosotros, y vamos a meter a nuestra gente. Ya vendrán nuevas revueltas igual que el 2000, 2003 y 2005.
Septiembre 2006.- Cuando nos planteamos la posibilidad de entrevistar al Mallku [1] Felipe Quispe, de inmediato nos advirtieron que no seria fácil. Quien fuera el líder de las movilizaciones que, desde el año 2000 enfrentaron a mas de 500.000 indígenas con los miembros de las Fuerzas Armadas de Bolivia, ha decidido pasar a un segundo plano.

Sin embargo, su figura sigue siendo un referente para todos quienes han seguido la historia de las luchas del pueblo boliviano, y el rol protagónico jugado por el movimiento indígena. Su opinión tiene un peso específico en la actual coyuntura política, ya que cualquier lectura que se haga del actual proceso de gobierno encabezado por Evo Morales, no puede entenderse sin dimensionar como se posicionaron los distintos actores políticos y sociales en la Guerra del Gas del 2003 y las movilizaciones del 2005. El primer movimiento sacó al “gringo” Sanchez de Lozada del Palacio Quemado, y el segundo le puso la lápida al breve gobierno de Mesa.

Y Quispe, el jefe indígena y militar del Ejército Guerrillero Tupac Katari, el que pasó varios años en la cárcel, junto al hoy vicepresidente Alvaro Garcia Linera, aquel a quienes muchos elevaron a la estatura de Tupac Katari, Bartolina Sisa o Tupac Amaru, el Mallku que desde la ciudad del Alto organizó el bloqueo de la ciudad de la Paz, animando a que los indios excluidos y reprimidos bajaran a “cortar las corbatas de los blancos”, si bien ya no está en la primera línea de la coyuntura política, su figura, y lo que él representa, sigue planeando sobre el proceso que quiere llevar a cabo el Movimiento al Socialismo, MAS, y su presidente Evo Morales.
Sin temor asume sus errores, y plantea que no confía en quienes están hoy al mando de Bolivia. Apuesta a que las condiciones actuales cambiarán, permitiendo que quienes se encuentran actualmente marginados todavía tienen la oportunidad de llegar al poder.

P.- En los últimos años se ha producido un proceso de insurgencia social poderoso en Bolivia que ha sido capaz de derribar presidentes, expulsar transnacionales y abrir espacios para el desarrollo de un proceso político original como el que encabeza Evo Morales. Sin embargo, este proceso de luchas tiene raíces históricas.

Así es. Esta lucha no es reciente. No viene solo del año 2000. La lucha se inicia desde la muerte del Inca Atahualpa. Desde entonces nuestros antepasados han dirigido un movimiento grande, anticolonial. También en la República han estado con las armas para rescatar el territorio, la tierra y el poder. Nosotros nos consideramos continuadores, seguidores de nuestros antepasados. De ahí que el año 2000 salimos a la luz pública con las grandes movilizaciones.

Porque en este país gobierna una pequeña minoría colonial, que además nos ha colonizado imponiéndonos sus leyes. Son una elite dominante que han entregado nuestras riquezas naturales a las transnacionales. Y también nos han discriminado racialmente. No nos reconocen como nación indígena, sino que simplemente como parte de Bolivia. Nos dicen que no hay discriminación, no hay lucha de clases, no hay lucha de naciones.

Nosotros lo que hemos planteado es que somos una nación, una nación que tenemos nuestro territorio, nuestra tierra, nuestra cultura, religión, las leyes, como también los hábitos y costumbres. Eso todavía está vivo, activo en nuestras comunidades.

P.- El movimiento Pachacutik, y usted como su dirigente principal, fueron protagonistas de los últimos levantamientos populares. Sin embargo no lograron traducir la energía social de esa insurgencia popular en la conquista de posiciones de poder.

El fenómeno de Evo Morales nos ha afectado a los que hemos sido actores de esas grandes movilizaciones desde el año 2000 a 2005. Y es que ellos han trabajado con todo lo que tenían. Emplearon las ONG’s e incluso gobernaron junto con Carlos Mesa.

Nosotros mantuvimos en una posición radical, como nos habíamos caracterizado. Pero parece que nos equivocamos, porque la población no supo entender nuestros planteamientos. Estábamos expresando el verdadero sentir de nuestra nación indígena. Perdimos nuestra personalidad jurídica como Movimiento Indígena Pachakutik y las organizaciones sociales se polarizaron al lado del Evo Morales.
Hicimos grandes movilizaciones, y tuvimos que tumbar a Gonzalo Sánchez de Losada el año 2003, y luego el 2005 a Carlos Meza. Pero trabajamos para otra gente. Para Evo Morales.

Por eso los autores de ese movimiento estamos fuera de este proceso.

P.- El gobierno del MAS se plantea como una amplia alianza política y social. De hecho cuadros importantes de la dirección del proceso, como el vicepresidente Alvaro Garcia Linera, fueron sus compañeros de lucha, se encuentran hoy integrados al MAS.

Quizás yo no comprendía la lectura que hacía de nuestros antepasados. Ellos decían “el blanco es traidor”. Los antepasados decían “el blanco es blanco”. Es como en la India; el brahman es brahman. Desde esa perspectiva recién ahora puedo creer que esa era la verdad de las verdades. El blanco había sido traidor.

A Alvaro García Linera lo he conocido en el año 1984. Era un joven recién egresado de la Universidad de México, de la UNAM. En ese entonces él se hacía el súper revolucionario. Venía a las comunidades a comer lo que comíamos, que le hacía mal, pero estaba ahí. Tenía un pantalón azul. Pura mugre. Nunca lavaba. Tenía unos zapatos de US$ 100, que costaba en esa época, y los usaba tres o cuatro años. Nunca se cambiaba. Tenía una chamarra igual, sucia. Él quería trabajar en las minas.

Nosotros creamos dos alas: un ala izquierda marxista y otra ala indianista tupakatarista. Yo estaba en el ala tupakatarista indianista, y él estaba en el ala marxista. Se pusieron a trabajar en las minas, pero la ley 21060 [2] relocalizó a todos los mineros. Más de 50.000 mineros fueron dispersados por todo el país y ya no se pudo continuar con el trabajo que tenían en las minas. Se quedaron huérfanos de apoyo. Entonces, en el año 1984, se replegaron a reforzar el trabajo del campo con nosotros.

En 1988 sacamos un documento político ideológico en el cual planteábamos la lucha armada. Creíamos que la lucha se podía realizar acá, en nuestro país, y solamente con esa lucha armada se podría cambiar el sistema capitalista, colonialista, racista e imperialista. Ahí hemos hablado de Pachamama, de Pachakutik, de tierra y territorio, de muchas cosas que se extendieron a nivel nacional.

En el año 1989 hicimos un congreso campesino para entrar de lleno a la lucha armada y decidimos pasar a la clandestinidad. Fundamos el ejército guerrillero Tupak Katari. Justo aquí, en las faldas de la cordillera de Chacaltaya. Eramos por lo menos unos 200 hombres y mujeres con armas. Ahí se formaron la nación aymara, la nación quechua y la nación boliviana.

Alvaro García estaba en la nación boliviana, con toda la gente con la que había estado en las minas. Todavía él no sacaba sus garras. No se sacaba su capucha. No conocíamos quien era él.

Iniciamos los años 90 con bombas, tirando tiros, recuperando recursos económicos para nuestra organización.

Los primeros en caer han sido ellos. Entregaron las casas de seguridad, los vehículos, los recursos que teníamos y nos dejaron sin nada. Pero mientras ellos estaban en la cárcel, volvimos a empezar de cero. Seguimos golpeando al enemigo, afectando a los medios económicos, haciendo propaganda para que nos conociera el pueblo. Además, ya teníamos lugares explorados donde íbamos a actuar como guerrilla. El Alto Beni y aquí en Tioponte, y en muchos otros lugares. Incluso ya teníamos concentradas las armas.

Entonces como ellos habían caído, yo salí del Yungas para volver a organizar y articular a los cuadros militares. Fui capturado el 19 de agosto de 1992. Tenía 50 años. Nos encarcelaron por nuestros ideales revolucionarios, y ellos también estaban en la cárcel.

P.- ¿Qué balance hacen de su lucha luego de los siete años en prisión?

Después de salir de la cárcel acá en la Ayacota ( La Paz) hay un cerro. En ese lugar, los dos discutimos con Alvaro García. Él me propuso continuar con la lucha. Me decía “estos desgraciados se van a arrepentir de no habernos matado, vamos a continuar la lucha”. Yo acepté con el mayor gusto, porque yo soy más discriminado, más pobre que él. Porque él es blanco, él puede estar en cualquier lugar. Alvaro ya estaba trabajando como docente de la UMSA.

Hasta agosto del 2005 hemos mantenido viva nuestra querida organización. De forma clandestina, como supra organización del movimiento indígena Pachakutik. Incluso como supra de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia.

En aquellos años hemos propuesto que Alvaro García podía ser nuestro candidato legal a la Presidencia de la República. Pero él no quiso. Le propusimos ser diputado plurinominal. Pero tampoco quiso.

En la segunda reunión él traía una propuesta en la cual se planteaba que había llegado la hora de los indios. Que teníamos que unirnos con Evo Morales. Para mi eso no podía ser. No podíamos pactar así de fácil. No puede ser la unidad por la unidad.

Entonces a mi me tocó viajar a Venezuela. Y mientras estaba allá en un congreso indígena, de pronto escucho el nombre de Alvaro Garcia como candidato a la vicepresidencia del partido MAS.

Ahí está la traición. Nos ha traicionado. No es orgánico. No ha consultado ni como militante. Si consultó a los más adulones, a los más ricos.

P.- ¿Qué lo diferencia de Evo Morales y el proyecto político masista?

Ellos son socialdemócratas. El MAS no es un partido revolucionario, sino que va a seguir los moldes socialdemócratas. Sobretodo los reformistas. Actualmente, tenemos un presidente indígena, pero no estamos recibiendo lo que hemos esperado de ese hermano.

P.- ¿Cuál es la estrategia que debe seguir el movimiento indígena y popular dado que hoy las condiciones de lucha cambiaron con un presidente indígena al mando de la nación?

Hay dos caminos. Uno muy amplio, muy liberal, que plantea enmarcarse en las leyes. Es el camino “democrático”. Pero pienso que por ese lado no vamos a poder cambiar el sistema capitalista e imperialista que prima en nuestro país.

Hay otro camino más honesto, más revolucionario. Es el camino de la lucha comunitaria, el que tomaron nuestros grandes hombres y mujeres como Tupac Katari, Bartolina Sisa, Tupac Amaru y otros grandes. Ellos ya en aquellos tiempos se plantearon cambiar el sistema colonial.

Entonces pienso que habrá que emplear los dos brazos, un brazo democrático y otro brazo que estaría siempre debajo del poncho. Y ese brazo podemos sacarlo en cualquier rato para accionar contra este sistema imperante que prima en nuestro país.

P.- ¿Y en lo inmediato se deben impulsar movilizaciones para lograr que el gobierno cumpla su programa y de respuesta a las demandas populares?

El gobierno de Evo Morales ha prácticamente castrado a todos los dirigentes. Creo que ya no va a haber movilizaciones. La gente del MAS nos ha minado. Han puesto sus dirigentes en todas las organizaciones sociales: en los indígenas, en los fabriles, mineros, constructores, gremiales.

Los dirigentes son militantes del MAS, y como son militantes no pueden rebelarse contra su jefe político. De esa manera no va a funcionar ninguna movilización. Todos están amarrados como llamas. Como un perro que lo tienen amarrado. Va a ladrar pero no va a morder. Así lo veo yo.

P.- ¿O sea que no se está en condiciones de impulsar la lucha por la llamada “Agenda de octubre” [3]?

Todas las movilizaciones, cualquiera que sea su estilo no van a funcionar. Cuando yo era ejecutivo de la CSUTCB, era como una piedra. Era como ese Illimani (el monte). A mí no me compraban. No me movían. Me declaraba en huelga de hambre y hacía llorar a los ministros, los hacía andar de nalgas, de rodillas. Yo decía “vamos a declararnos en huelga, vamos a sacar armas, vamos a bloquear” y la gente respondía.

Ahora no. No hay de esa calidad humana. El prefecto compra dirigentes. No va a funcionar. Ya te acordarás de lo que te digo. Un dirigente debe tener pelotas, cojones. Debe estar dispuesto a morir. Yo era de esa calidad, no me importaba mi vida. Pero ahora ya no soy dirigente.

P.- ¿Y cual debiese ser entonces la posición a asumir durante este período?

Tenemos que esperar a que se desgaste, y una vez desgastado el MAS ahí nos va a tocar a nosotros, y vamos a meter a nuestra gente. Ya vendrán nuevas revueltas igual que el 2000, 2003 y 2005.

Si lo hacemos antes podemos quedar como “reaccionarios” y fácilmente nos pueden tildar de traidores, de que estamos aliados con las fuerzas derechistas, reaccionarias y fascistas que hacen su política aquí.

Tenemos más bien que bajar hacia las bases. Tratando de promover a la gente. Es que necesitamos tener gente preparada, selecta. Como para tomar el poder y autogobernarnos. No tenemos que recurrir a elementos ajenos como lo hace Evo Morales. Ahí están los MNR, los Condepistas, comunistas, guevaristas, de todo. Eso es una mezcla que gobierna este país.

Pienso que Morales no va a cambiar nada, y entonces nos tocaría a nosotros hacer el cambio total. Para que en nuestro país no hayan más los pobres y los ricos. Para que vivamos en iguales condiciones de vida. Para que el pueblo esté feliz y contento. Porque todos debemos recibir iguales. Como se vive en la comunidad. En nuestras comunidades no hay pobres. No hay miserables. No hay limosneros. No hay gente que roba. Allá todos trabajamos.

Ese es el pensamiento que nosotros escribimos. Ese es el ayllú comunitario. Ese es el sistema comunitarista, y ese debiese ser el modelo que vamos a implantar en nuestro país.

Sé que con el tiempo también nos va a tocar llegar al poder a los indígenas que estamos todavía fuera.

P.- ¿Y mientras ese proceso va avanzando a qué se dedica Felipe Quispe en estos días?

Hoy yo estoy labrando la tierra en mi comunidad, tengo un terreno y vengo a la ciudad 2 o 3 días para cumplir con el trabajo político o dar entrevistas a los medios que requieren mi opinión. No vivo aquí en la ciudad porque no tengo otro oficio, que es trabajar en el campo, sembrar, labrar la tierra, cuidar los animales, vivir del trabajo del campo más que nada.

Estudié Historia en la UMSA. He acabado todas las materias, pero debo hacer la tesis de grado. El tema que me interesó es sobre el Congreso Indigenal de 1945, y ya tengo iniciadas una 50 hojas. Quiero que salga una tesis como una guía para la nueva generación. Me cuesta encontrar fuentes porque los actores de esa época en su mayoría han muerto, entonces la situación es diferente.

Acá en la llamada Bolivia nosotros los indios estamos de pie, seguimos pensando, filosofando que la lucha será nuestra, mañana nosotros nos autogobernaremos como nación indígena.

Notas

1/ El Mallku [el príncipe], el hombre al que todas las naciones indias que habitan el territorio boliviano han otorgado el bastón de mando tradicional, haciéndolo su único líder, su interlocutor verdadero

2/ El decreto 21060 fue puesto en vigencia el 29 de agosto de 1985, durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro. La medida -cuyo diseño contó con el apoyo del estadounidense Jeffrey Sachs- permitía la libre contratación en las empresas públicas y privadas, y la libre importación de mercancías en el país. Tuvo un altísimo costo social, traducido en mayor desempleo y una precarización de las condiciones laborales, acompañado del colapso del sistema de pensiones.

3/ Es el pliego de peticiones que fundamentó la insurrección de octubre del 2003, que costó mas de 100 muertos y centenares de heridos y que hizo escapar en helicóptero a Sánchez de Losada. La agenda de octubre comienza por la nacionalización- estatización de los hidrocarburos y expulsión de las multinacionales, y sigue por la asamblea constituyente soberana compuesta por representantes de los movimientos sociales electos en forma directa y el juicio y castigo a Sanchez de Losada y los asesinos represores de octubre. Esto además de una serie de reivindicaciones de carácter estructural y local.