Evo Morales inició la reunión con los integrantes de la Dirección Nacional del MAS, en la Residencia Presidencial de San Jorge, a las cinco de la madrugada. El cónclave tenía un único tema: el escándalo de los avales políticos para la obtención de cargos en la administración pública. En dos horas, hasta las 07.00, el Primer Mandatario y jefe del partido en el Gobierno resolvieron la expulsión de cuatro dirigentes, la suspensión de al menos otros ocho y el pedido de licencia para dos parlamentarios del oficialismo.
El vicepresidente del MAS, Gerardo García, informó que los parlamentarios que deben pedir licencia son: Lino Villca Delgado, de La Paz, ex presidente departamental de la organización y dirigente del Consejo de Federaciones de Cocaleros de los Yungas (Cofecay). Ayer el senador oficialista apagó su celular y no pudo ser contactado.
La Prensa no pudo hablar con Miguel Callizaya, en este momento el máximo ejecutivo de esa organización.
La diputada Nemesia Achacollo Tola es la otra legisladora que será separada del Parlamento. La dirigente masista viene de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa, conocidas como “Bartolinas”, y es representante de Santa Cruz.
Desde la capital oriental, Achacollo adelantó que solicitará la licencia para exigir que su ex compañero de partido Guillermo Beckar —quien aseguró que ella cobraba por los avales— demuestre esa acusación en los estrados judiciales.
La secretaria de Organización de las “Bartolinas”, Segundina Flores, anunció la defensa de la parlamentaria y calificó la acusación en su contra como “difamación de la derecha”.
Aseguró que antes del escándalo los militantes exigían avales para buscar trabajo, pero que “todo se hizo en ampliados, nosotros vamos a defender a nuestra compañera Nemesia”.
En la lista de expulsados, de acuerdo con declaraciones de García, figura Samuel Guarayo, actual presidente departamental, aunque no tiene reconocimiento de la Dirección Nacional. “El compañero será expulsado”, afirmó.
Informes extraoficiales de esta organización dan cuenta de que los cuatro expulsados son Pascual Mansilla, ex dirigente de La Paz; Pablo Quispe, también de la Dirección Departamental de la anterior gestión; Julián Romero, actual presidente del Distrito 1, que comprende la zona Norte de la sede de gobierno, y Enrique Morales, dirigente del Distrito 5, que se encuentra en la zona de Miraflores.
También decidieron la suspensión de al menos ocho dirigentes. Encabeza esta lista el ex presidente Zacarías Flores, quien no podrá ejercer la dirigencia de su sector, los colonizadores, hasta que concluya la investigación de las irregularidades de los avales. La mayor parte de estas recomendaciones, firmadas por Flores, están observadas. Le sigue una nómina que será conocida hoy en conferencia de prensa.
La Dirección Nacional del MAS ya tiene tres procesos abiertos contra dirigentes y ex dirigentes. Se cuenta el caso de Félix Bellido Ballesteros, quien se autodesignó “coordinador nacional del MAS” y la dirigencia decidió procesarlo en la justicia.
Otro caso es el que se presentó contra Javier Agapito Pinto, quien, de acuerdo con declaraciones de Ramírez, abrió una cuenta en el Banco de Crédito para que la militancia de base y que tiene un trabajo gracias a los avales depositara un “aporte” de manera obligatoria. Agapito Pinto declaró a La Prensa que había abierto la cuenta a su nombre pero que el manejo estaba a cargo de la dirigencia del Distrito 13.
Estos dos procesos se suman a la querella que presentó Ramírez contra Alejandro Rodríguez (ver recuadro).
Decisiones postergadas
La resolución sobre las medidas internas debía emitirse ayer en la tarde, pero, conforme a la explicación del presidente del Tribunal de Ética del MAS, Roberto Machaca, el informe se postergó hasta hoy para evitar que los afectados puedan recurrir a argumentos legales que les permitan revocar estos fallos.
“Tenemos que revisar todas las normas porque no queremos que nos sorprendan. Por eso estamos revisando la Constitución Política del Estado, el estatuto interno del MAS, la Ley de Partidos y el Código Electoral”.
Santos Ramírez, presidente de la Comisión Política del MAS, advirtió de que, si se da el caso de que los legisladores se resisten a pedir licencia, su organización procederá con la expulsión inmediata. Ramírez se refirió así al caso del senador Lino Villca.
Hoy, la conferencia y explicación estarán a cargo de Gerardo García y de la bancada del MAS. No se prevé la participación del presidente Evo Morales.
Una decena de dirigentes del MAS arribaron desde las 04.45 a la Residencia Presidencial. Después de dos horas, el Jefe de Estado abandonó su domicilio temporal para dirigirse a la zona Sur, mientras los dirigentes continuaban la reunión finalizando los informes sobre avales.
A las 08.35, todos los dirigentes salieron y dejaron la casa de San Jorge. Ya había decisiones tomadas. Al mediodía hubo otro encuentro que concluiría a las 15.30, y un tercer encuentro empezó a las 18.30 con las bancadas de La Paz y Santa Cruz para tocar la licencia de los dos legisladores que deben solicitar permiso parlamentario.
El miércoles 14 de marzo, Evo Morales anunció que la decisión de su partido era expulsar a los dirigentes a los que se les comprobara su participación en la venta de avales políticos. Ese día, los masistas se reunieron desde las 11.00 en la sede de la Federación de Maestros Rurales. El viernes 16, el Presidente fue mucho más tajante y dijo que varios de los dirigentes, al margen del cobro por avales, se dedican a solicitar “diezmos” a estos funcionarios en nombre del Presidente. En esa ocasión, anunció una reunión definitiva, que se realizó ayer en la mañana.