Rep. Dominicana: Construyendo poder desde abajo

27.Jun.03    Análisis y Noticias

Isabel Rauber
INDICE
I. ANTECEDENTES HISTÓRICO-SOCIALES 3
II. SURGIMIENTO DE COPADEBA 5
Cambio en la concepción estratégica 10
III. OBJETIVOS 11
Creación de una cultura de participación 11
Formación de los miembros 12
IV. FILOSOFÍA DE COPADEBA 13
V. FORMAS DE LUCHA 14
“Protesta con propuesta” y, “Enfrentar para negociar” 14
Objetivos a corto y largo plazo 18
Distinción de los enemigos 19
Democratización del Estado y democracia de los de abajo 21
VI. POLÍTICA Y VIDA COTIDIANA 22
Lo reivindicativo y lo politico 22
Lucha reivindicativa y conciencia politica 24
Nueva dimensión de la acción política 27
El peso del clientelismo político 29
La deslegitimación de los partidos 32
VII. LAS RELACIONES EN EL INTERIOR
DEL MOVIMIENTO POPULAR 33
Los partidos de izquierda y COPADEBA 33
COPADEBA y el movimiento sindical 39
VIII. ESTRUCTURA DE COPADEBA 41
Organizacion interna…………………………………… 41
Comité coordinador zonal ………………………….. 43
Comité coordinador distrital o general………… 44
Miembros de COPADEBA…………………………. 45
Rotación de cargos…………………………………… 47
¿Confianza en la dirigencia?……………………… 48
Mecanismos de participación …………………… 50
IX. ENSEÑANZAS PRINCIPALES ………… 52
La participación permite recuperar la
conciencia y la confianza en que se puede transformar la realidad, situándose
como sujeto…………………… 52
El pueblo no es inestable …………………………. 53
Cuando la gente se dispone, tiene de donde
Sacar …………………………………………………… 53
El miedo no es propio del pueblo nada más.. 54
Hay mucha esperanza en el pueblo……………. 54
La gente participa porque está convencida de lo
que quiere y viceversa ……………………………. 54
No hay nada que divida más que la lucha por la
conducción …………………………………………… 55
La gente tiene mucha resistencia y paciencia para
llevar adelante un proceso de lucha………. 55
La gente tiene la capacidad de crear tipos de lucha
…………………………………………………. 55
X. LIMITACIONES DE COPADEBA…………………………… 56
La falta de reconocimiento jurídico de COPADEBA …………………………..
56
Los intentos de manipulación por parte de los
partidos políticos tradicionales…………….. 56
El peso de la conciencia anterior…………. 57
El machismo………………………………………. 57
La agudización de la crisis económica y
social… 57
Falta de formación política y de educadores
populares………………………………… 57
Un crecimiento cuantitativo superior a la
capacidad de la organización ………………… 58
Escasa o ninguna experiencia partidaria….. 58
La competencia entre organizaciones ……….. 58
Sectarismo……………………………………………. 59
XI. DESAFÍOS ………………………………… 60
Mantener el funcionamiento de la organización 60
Construir la identidad del movimiento barrial . 61
Regenerar los lazos de solidaridad social y
contribuir a articular el movimiento popular …. 63
Crear y desarrollar espacios de coordinación .. 63
Evitar enfrentamientos internos en el movimiento
popular……………………………………………………… 64
Hacer política con forma y contenido distintos a
los tradicionales …………………………………………. 65
Confluir con otros sectores en la formación del
sujeto político del movimiento popular dominicano………………. 65
Estructurar un proyecto alternativo………. 67
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 3
PRIMERA PARTE

I. ANTECEDENTES
HISTÓRICO-SOCIALES
-Me parece que sería importante remontarnos al
contexto histórico en el que surge Copadeba. Sería
interesante que dieran una panorámica de lo que
ocurría entonces en el país.
Chichí: La situación del país en el momento de la
fundación de COPADEBA viene marcada por
acontecimientos históricos que, en el período
anterior, definieron o, mejor dicho, impusieron un
rumbo a República Dominicana.
En 1965 nuestro país fue invadido por fuerzas militares
norteamericanas; cuarenta y dos mil soldados de
Estados Unidos llegaron con el pretexto de salvar la
vida de sus conciudadanos en este territorio. Pero, el
fin último, era evitar que la población, que se enfrentaba
al ejército dominicano en un levantamiento armado
cívico-militar, pudiera alcanzar el objetivo que
se había propuesto: reponer en el poder al profesor
Juan Bosh, derrocado por una junta militar que tenía
el apoyo de los Estados Unidos. El gobierno norteamericano,
con el pretexto de no permitir una segunda
Cuba en El Caribe, intervino militarmente en nuestro
país, y sus tropas se mantuvieron hasta que lograron
colocar, mediante elecciones amañadas, un gobierno
encabezado por Joaquín Balaguer Þel actual
presidenteÞ, quien ya contaba con una historia como
gobernante por su participación en la dictadura de
Rafael Leónidas Trujillo1.
Este gobierno permaneció doce años en el poder. Su
primer objetivo era desarticular las fuerzas populares
que habían enfrentado la invasión norteamericana por
la fuerza de las armas, pero en realidad fue mucho
más allá. Hizo desaparecer físicamente a los
dirigentes del levantamiento, fueran estos del partido
de izquierda o dirigentes naturales que se levantaron
1. Trujillo gobernó autocráticamente el país
entre 1930 y 1961. Murió asesinado.
en ese momento. A consecuencia de la fuerte
represión, prácticamente unos tres mil jóvenes
murieron en las calles en la primera etapa del
gobierno del doctor Balaguer. Fueron asesinados,
desaparecidos o encarcelados que luego aparecían
muertos por diferentes razones.
-Supuestos intentos de fuga…
Chichí: Exacto. El doctor Balaguer se planteó en ese
momento desarticular todo tipo de oposición. La represión
se extendió hasta lo que quedaba de las
organizaciones populares. Los partidos de izquierda
fueron prácticamente reducidos a su mínima
expresión sobre la base de muertes y deportaciones, y
lo que surgía como movimiento popular con
sentimiento antimperialista sufría similar destino.
El sentimiento antimperialista del pueblo, luego de la
invasión, superó la ausencia física de estos compañeros;
su ejemplo reanimó a una nueva generación de
jóvenes que tal vez no participó en la revolución con
las armas en la mano, pero que entendía que era
necesario continuar la lucha contra el gobierno de
Balaguer, impuesto por la invasión y por sus medidas
correspondientes.
Desde 1970, cuando comenzó el segundo período de
Balaguer, hasta el 75, se creó un movimiento
cultural, que empezó por los jóvenes, porque era la
única forma de hacer algo. Este movimiento se
expresaba en la Universidad en el movimiento
estudiantil, y en los barrios a través de los grupos
culturales. Esos grupos también fueron reprimidos
fuertemente. A muchos de sus dirigentes los
fusilaron, otros trabajaron largo tiempo en la
clandestinidad y los que tuvieron mejor suerte
estuvieron encarcelados diez o doce años.
A la represión y a la persecución que el gobierno
realizaba, se agregó una economía de muy bajos
salarios, de gran desempleo y apertura a la inversión
extranjera, supuestamente como salida a la
problemática económica del país. Esto le permitió la
entrega de las riquezas naturales: minas, áreas
turísticas, sector azucarero y otras, a compañías
transnacionales norteamericanas, como la Gulf and
Western American Corporation que asumió
prácticamente el control de toda la producción de
azúcar del país, a la vez que también controlaba el
turismo, y la Falcon Bridge, que explota la
producción de ferroníquel y que ahora mismo
4 Isabel Rauber
enfrenta un serio conflicto con la población. La
explotación de oro estaba también en manos de una
compañía norteamericana.
Es decir que aquel gobierno se caracterizó por
implantar una economía que provocó mucha hambre,
mucha miseria, por reprimir todo tipo de oposición, y
entregar nuestro territorio a compañías
transnacionales. Esa situación hizo que se generara
un gran movimiento de resistencia, vamos a llamar,
política, a partir del 75-76, con una característica
muy particular: empezaron a brotar acciones de
protestas y de organización no ligadas a partidos de
izquierda ni de derecha… Comenzó una cierta
articulación entre la población, en la cual desempeñó
un papel importante la iglesia que sigue la Teología
de la Liberación, a través de las comunidades
eclesiales de base. Ello facilitaba elementos de
educación popular y permitía un nuevo modelo de
organización territorial de la gente. El movimiento
juvenil crecía, ya no a través de los clubes, sino de
las parroquias, y a través de acciones de grupos de
estudiantes católicos, y de mujeres católicas, que
concientizaron a la gente acerca de la necesidad de
conformar un compromiso político. Sólo que ese
compromiso no lo veían a través de los partidos, sino
a partir de la creación de sus propias organizaciones
populares.
Este trabajo facilitó la aparición de actos de protesta
y el crecimiento de organizaciones con características
diferentes, de mujeres, de jóvenes y, sobre todo, de
derechos humanos. Estas fueron políticamente
articuladas, en un momento coyuntural, a una línea
de trabajo del Partido Revolucionario Dominicano
(PRD), que sostenía que la única posibilidad de salir
de Balaguer era crear un amplio movimiento
antibalaguerista que, en las elecciones del 78, pudiera
sacarlo de la presidencia.
La dictadura se desgastaba porque la crisis
económica había avanzado; la producción azucarera
-que era la principal- había entrado en una crisis muy
fuerte por la caída de los precios internacionales. En
esa situación, el movimiento de masas se aglutinó en
torno al PRD, como el partido con posibilidades de
triunfar. Pero dicho movimiento no era
necesariamente perredeísta. Sobre esa base, Balaguer
perdió en las elecciones del 78 y, cuando intentó
quedarse en el poder por la fuerza, el movimiento de
masas obligó inclusive a los Estados Unidos a
plantearle a Balaguer y sus seguidores que no podían
quedarse porque ello implicaría, prácticamente,
regresar al 65. En tales condiciones tomó el poder el
PRD, con Antonio Guzmán como presidente.
Entonces, el interés de la gente por organizarse y seguir
adelante con sus reclamaciones empezó a producir
la independencia del movimiento de masas respecto
al PRD como partido en el gobierno. Y comenzaron
a aparecer organizaciones, como COPADEBA,
que surgieron por un caso concreto de terreno, pero
que fueron descubriendo poco a poco que la
democracia no había llegado con el cambio de
gobierno. Se pudo lograr que bajara el nivel de
represión, pero el hambre seguía creciendo, las
dificultades para encontrar empleo seguían creciendo
y la falta de servicios también… O sea, el gobierno
era indiferente ante el problema de los servicios, y
frente a eso se fue articulando este movimiento de
coordinación, para exigir con fuerza directamente al
Estado y también enfrentar al sector privado.
Estoy hablando del período de 1978 a 1982, del
primer gobierno del PRD, que pidió tregua para
acabar de desmontar la maquinaria balaguerista,
para reestructurar el Estado y un montón de cosas,
por lo que se justificaba un poco que no atendiera las
necesidades básicas de la población. Ese período
sirvió para que el movimiento popular se fuera
rearticulando, se fuera reorganizando con una
característica totalmente distinta a la anterior.
Además, se notaba la diferencia con un gobierno
dictatorial, donde el que asumía una responsabilidad
como dirigente tenía un sello de muerte segura.
Este proceso varió a partir de 1982, cuando empezó
el segundo período de gobierno del PRD bajo la
presidencia de Salvador Jorge Blanco. La gente vio
que lo que había prometido el PRD no se iba a
estructurar, ya que ese gobierno caminaba más hacia
la derecha y hacia los Estados Unidos que hacia la
solución de los problemas del país. Entonces, el
movimiento popular asumió la oposición más abierta
al gobierno de Blanco. Es más, la única oposición
que se hacía al PRD la llevaba a cabo el movimiento
popular. Esto se agravó porque ese gobierno cayó en
un nivel de corrupción pública muy evidente,
prácticamente era una burla al pueblo. No resolvió el
problema económico, sino que lo complicó firmando
los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional,
tratando de aprovechar el período de Semana Santa
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 5
para subir los precios y firmar el acuerdo. Ello
provocó el estallido social de 1984, cuando el país
entero salió a la calle dirigido por un nuevo sujeto,
que no eran los partidos ni los sindicatos obreros,
sino el movimiento barrial. Fue un movimiento que
desconcertó a todos los políticos, incluyendo a los de
izquierda. Yo recuerdo que los principales dirigentes
de izquierda se reunieron para analizar esta situación
que no esperaban, y fueron rodeados por la policía y
no pudieron moverse de ahí… Otros sectores de
izquierda trataron de comunicarse con nosotros…
El país se paralizó durante cinco días consecutivos;
solamente existía la movilización de las masas en la
calle. Durante los días 23, 24 y 25 de abril la zona
barrial fue -como decían los muchachos en esos
momentos- una “zona liberada”, en el sentido de que
no había ningún tipo de presencia militar, ni de policías,
sólo la gente con sus manifestaciones. Eso lo
calmaron, claro, con el ejército y con el uso de
helicópteros. Hubo más de doscientos muertos y
también desaparecidos.
El 84 es como una nueva época, cuando se reconoce
que el movimiento barrial tiene un peso importante
en la sociedad.
En el 86 el PRD perdió las elecciones y Balaguer
asumió de nuevo el poder sobre la base de lo que
había aprendido del proceso del PRD. Se colocó en la
presidencia, pero el movimiento popular mantuvo el
mismo nivel de resistencia. Desde el 87 hasta el 90,
el movimiento barrial convocó a cerca de cinco o seis
paros nacionales, todos con mucha fuerza. Y no
contó con el apoyo de los partidos, que se limitaron,
en última instancia, a decir: “Apoyamos, pero ojalá
sea sin violencia.” Estoy hablando de los partidos de
oposición…
En el 90, cuando el Partido de la Liberación
Dominicana (PLD) prácticamente ganó las elecciones
y el Partido Reformista de Balaguer se negó a
entregar el gobierno, el sector popular se levantó
nuevamente en un proceso de huelgas nacionales.
Para vincular todo esto con el surgimiento de
COPADEBA, te diría que nuestra organización nació
cuando la gente reconoció que los dos gobiernos del
PRD no habían aportado nada a la democracia, en un
momento en que la situación demandaba del movimiento
de masas un tipo de dirección diferente, así
como la participación de la gente, fundamentalmente
en las decisiones.
Se abrió un proceso en el cual las personas con conciencia
social y política no tenían espacio; entendían
que no debían ir hacia los partidos, que la alternativa
era la organización popular. Entonces se creó una variedad
increíble de grupos: comités de amas de casa,
de los derechos humanos, juntas de vecinos…
Surgieron los Comités de Lucha. Estos comités se
desarrollaron sobre todo después del 84, y fueron
instancias donde se nucleaban personas que no
querían asumir el nombre de nadie, de manera que no
se les ubicara…
-¿De qué año hablas?
Chichí: Estoy hablando del 85. Los Comités de
Lucha crecieron de una manera increíble y asumieron
un fuerte papel. ¿Por qué? Porque cada grupo de
vecinos que quería hacer una protesta o articularse
para demandar algo, formaba un comité de lucha.
Después los Comités de Lucha se fueron politizando
y perdieron su agresividad.
En ese proceso de crecimiento de organizaciones populares,
la primera que apareció como tal fue
COPADEBA, en el 79, muy ligada a un sector de la
iglesia que impulsaba las comunidades eclesiales de
base en los barrios de la zona norte de la capital, que
siempre ha sido la más combativa.
COPADEBA fue la primera experiencia de
coordinación de diferentes grupos, y, aunque empezó
por una lucha de tierras, no frente al Estado, sino
frente al sector privado, a una familia, no se limitó
solamente al problema de la tierra.
II. SURGIMIENTO DE COPADEBA
-¿Qué necesidades, acontecimientos y motivaciones
impulsaron la formación de COPADEBA?
Nicolás: Mira, en 1978, una familia poderosa, la
familia Vicini, reclamaba todos los territorios donde
están asentados los barrios de la zona norte alegando
que le pertenecían desde tiempos, diríamos,
inmemoriales: treinta, cuarenta y cincuenta años
atrás. Decía que estas tierras eran cañaverales que la
dictadura de Trujillo les expropió. Ellos querían que
el gobierno perredeísta de Antonio Guzmán les
pagara las tierras, en caso contrario, que los
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 7
Chichí: Se dio algo muy interesante en esa lucha.
Cuando el Comité Pro Semáforos se sumó a
COPADEBA, ésta tenía la línea de que a los funcionarios
había que enfrentarlos en el territorio. Y se invitó
a Franco Badía, quien en ese momento era el primer
síndico del PRD, a que viniera a una asamblea de
COPADEBA, y vino. En esa asamblea la gente dijo
todo lo que pudo decir. Era la primera experiencia de
forzar a una autoridad a hablar con la gente, y esto
ayudó mucho…
Esa ha sido un poco nuestra dinámica. Cuando los
barrios, los comités, inician un proceso de lucha por
algún servicio, éste comienza con la visita al
organismo estatal responsable… O sea, si por aquí
están corriendo aguas negras3, vamos a la empresa
encargada de las alcantarillas, para que se
comunique directamente con el departamento que
tiene que ver con esto. Si ese departamento no
resuelve la situación en un tiempo prudente, entonces
se procede a elaborar una propuesta por parte de la
misma gente y a buscar los elementos para resolver
el problema. Quiere decir: mandan las tuberías y la
misma gente las pone. Si esto tampoco sucede,
entonces empieza el proceso de denuncias a la prensa
y de movilización popular. Son esos, más o menos,
los tres pasos que seguimos. En muchas ocasiones, la
gente va una sola vez y el Estado responde y se
resuelve el problema. Entonces se considera un logro
de COPADEBA. Y eso ha ido fortaleciendo a la
organización.
Evarista: La organización fue tomando fuerza en la
medida en que iba logrando cosas. Además de los semáforos,
algo que le dio fuerza a COPADEBA fue la
lucha contra la basura y las aguas negras. Cuando la
gente descubrió que esto se estaba gestando aquí, en
este pedazo del barrio Los Guandules, llegaban y decían:
“Mire, que a mí me pasa una cañada de agua
negra por casa, yo quiero que nos ayuden.” Entonces
nosotros íbamos donde ellos, íbamos al
Ayuntamiento, íbamos a la Corporación4, íbamos a la
CAASD5, e íbamos logrando cosas. Eso hacía que la
gente fuera descubriendo que en el barrio existía algo
3. Son aquellas que contienen excretas humanas.
La falta de alcan tarillas en estos barrios hace
que se multipliquen las enfermedades, los malos
olores y la contaminación ambiental.
4. Corporación Dominicana de Electricidad.
5. Corporación de Acueducto y Alcantarillados
de Santo Domingo.
que no era como los partidos políticos, que solamente
buscan beneficios para ellos… Esta organización que
estábamos haciendo era diferente. Los moradores del
barrio nos sentíamos representados, y fuimos
descubriendo que teníamos derecho a exigir lo que
necesitábamos. Así fueron surgiendo los comités por
los barrios, en todas las luchas que se daban…
Nunca hemos sido mandados por otra gente, sino que
nosotros mismos decidimos lo que queremos en
nuestra organización. Hoy vemos a la gente
completamente humilde hablando de los derechos que
le corresponden, y uno se queda con la boca
abierta… Esa ha sido y es una de las tareas de
COPADEBA: concientizar a la gente para que sepa el
derecho que le corresponde. Esa es la fuerza que
COPADEBA ha ido ganando en los barrios de la zona
norte…
-¿En qué año fue eso?
Víctor: En 1980. Entonces fue cuando la
organización cambió su identidad, su dinámica. De
ser una organización integrada por organizaciones,
pasó a ser una organización de moradores barriales.
La única condición para pertenecer a COPADEBA era
ser un morador barrial. Anteriormente, para
pertenecer al comité había que estar integrado a una
organización del barrio. Así, más o menos, es que
surgió COPADEBA.
Chichí: Hubo un elemento que provocó la salida de
muchas organizaciones del comité inicial: cuando el
PRD se afianzó en el Estado, hizo una política de no
represión y vinculó a muchos dirigentes de organizaciones
barriales a su proceso. Muchos dejaron la
lucha popular para vincularse a las labores del
Estado. Además, se sumó otro elemento: con la
llegada del PRD al poder, los partidos de izquierda,
que se habían debilitado por la represión de
Balaguer, entran en un proceso de definición y de
división muy fuerte. Y, por tanto, algunos clubes que
respondían a ellos entraron en crisis y no pudieron
seguir en la coordinación porque no tenían
representatividad. De manera que esta crisis que se
formó, indirectamente, en la coordinación que se
llamaba COPADEBA, ayudó a que las personas que
quedaban ahí, que eran básicamente de la iglesia, se
plantearan crear otro tipo de organización que pudiera
avanzar con la gente y no con las
organizaciones.
8 Isabel Rauber
Los que quedaron en COPADEBA: las comunidades
eclesiales de base que estaban como tales, un sector
de la junta de vecinos y un intento de comité de amas
de casa, decidieron convertirla en organización de
moradores. Renunciaron a sus organizaciones, o
asumieron la dualidad, y se integraron a trabajar en
su territorio haciendo comités de COPADEBA. Todos
éramos de la zona norte. En algunos lugares, los
comités que existían, por ejemplo, el Comité Pro
Semáforos, renunciaron a su nombre y se articularon
con COPADEBA… Eso fue lo que le dio la
característica territorial. Entonces, dondequiera que
vivían hacían un comité en su cuadra, y tenían la
seguridad de lo que era porque lo habían hecho ellos
mismos. Así COPADEBA tuvo un esquema territorial
bien definido.
Como fruto del surgimiento de un grupo de organizaciones
populares independientes, el PRD lanzó como
línea organizativa del partido la creación de las
juntas de vecinos en toda la nación. Esa era una
experiencia que se había dado en otros países, pero
aquí no existía. Logró organizar a mucha gente en
esas juntas, pero como todo el mundo no era del PRD
sino principalmente sus dirigentes, muchos se
incorporaban también a los comités de cuadra. Por
esa vía mucha gente se articuló a COPADEBA sin
ningún problema, especialmente cuando se dio cuenta
que las junta de vecinos no eran tan independientes.
Eso ocurrió entre el 80 y el 81.
Nicolás: Entonces dejó de ser una coordinadora de
organizaciones para adoptar una estrategia eminentemente
territorial, vecinal, que implicaba la formación
de comités de vecinos en cada barrio. Por eso, desde
que nació COPADEBA, como nació en muchos barrios
al mismo tiempo, tuvo un carácter interbarrial.
-¿En cuáles barrios se formó?
Nicolás: En Los Guandules, 27 de Febrero, El
Gualey, 24 de Abril, Espaillat, Las Cañitas, “Simón
Bolívar” y Capotillo, fundamentalmente, todos de la
zona norte. También en Ensanche Luperón y Villa
María, pero los comités de estos dos barrios salieron
de COPADEBA, en 1980 el primero, luego de terminar
la lucha por la tierra en su área; el segundo, dejó la
organización por problemas políticos de
representación. Luego se integraron La Ciénaga de
Guachupita y el propio Guachupita, que es un barrio
que está arriba6. Más recientemente se han integrado
otros barrios, no ya de la zona norte, sino de Sábana
Perdida, que es un bloque compuesto por unos treinta
barrios, de los cuales hay seis organizados7 en
COPADEBA. Está también la experiencia de Los
Alcarrizos, que es otro bloque de barrios, con cuatro
que participan8 en la organización9. Por eso
COPADEBA tiene a las zonas en su estructura, con un
comité coordinador por cada bloque de barrios.
-¿Cómo ocurrió el cambio en la estrategia de
COPADEBA que la transformó en una organización
de moradores? ¿Quién o quiénes maduraron la idea
de que la organización podía perdurar y
desarrollarse cambiando las bases de su actividad?
Chichí: En esto influyeron varias cosas. De manera
indirecta, el hecho de que algunas parroquias se
organizaran por sectores. Una reflexión bíblica o
teológica dice que el templo es un punto de
encuentro, que no es toda la casa de Dios, sino que la
casa de Dios es el vecindario. Entonces la parroquia
empezó a trabajar por el vecindario, por sectores.
Como teníamos mucha gente de la iglesia, cuando
esta gente vió que COPADEBA tenía esas
características y que podían entrar, individualmente,
en los lugares donde trabajaba la parroquia apareció
también un comité de COPADEBA. Eso,
indirectamente. De forma directa lo que influyó fue
una reflexión sobre el problema de la
representatividad. Se cuestionaba si era posible que
tres personas representaran a un barrio, porque las
organizaciones contaban hasta ese momento, tal vez,
con treinta personas, ¡pero de un barrio de no sé
cuántos habitantes! Entonces, había que tratar de que
por lo menos, si van a haber tres, deben representar a
sus cuadras, no al barrio entero. Fue así que
decidimos que los barrios se subdividieran. Un barrio
lo dividimos en cuatro o cinco zonas y, para que
COPADEBA fuera representativa del barrio, tenía que
haber gente de cada una de esas zonas.
6. Es una especie de prolongación del barrio
que está en el nivel del río Ozama, abriéndose
camino hacia arriba entre las lomas.
7. Las Palmas, Los Pal mares, Brisas,
Barrionuevo, Enriquillo y Villa Blanca.
8. Barrio Candia, Altos de Chacón, Los
Americanos y Caballona.
9. Ver mapa de los barrios en Anexos.
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 9
Cuando COPADEBA nació ocupaba prácticamente los
doce barrios de la capital, articulados por el
problema de la tierra. Pero, en la medida en que se
desarrollaba, COPADEBA asumió una línea más
amplia de trabajo, de más lucha y de más
compromisos. Algunos barrios se retiraron, o sea, ya
no contamos con sus representantes, pero aumentó la
cantidad de participantes. ¿Por qué? Porque en los
barrios donde quedábamos empezó a organizarse
COPADEBA sobre la base de los comités de
moradores, no de las organizaciones. Antes teníamos
tal vez dos organizaciones por barrio y éstas, cuatro
personas; pero ahora una persona convocaba a otra
en una cuadra y podía reunir a quince, veinte o
treinta personas… En el nuevo esquema territorial
aparentemente perdíamos barrios, pero la participación
de la gente era mayor.
En el año 87 hay un suceso que ratifica y profundiza
nuestra línea, nuestras convicciones. Se trata de los
desalojos. Para evitar la reacción de la población, el
gobierno decidió hacer los desalojos en puntos diferentes.
Por ejemplo, le comunicaba a los habitantes
de cuatro viviendas de una cuadra que los iban a
desalojar, y cuatro cuadras más abajo hacía lo
mismo. Así iba abriendo hoyos en el barrio y
desarticulaba paulatinamente la posibilidad de una
reacción masiva de fuerza. Nosotros nos dimos
cuenta de eso y entonces planteamos que había que
ampliar la organización de zonas a cuadras, para
enfrentar los planes del gobierno.
Hicimos una campaña pública muy fuerte, explicándole
a la gente que iban a tumbar los barrios. Todo el
mundo estaba desesperado. Le planteamos: el que
quiera organizarse para defender su casa no venga a
este comité, haga un comité en su cuadra. Así se formaron
los comités de cuadra.
-Hasta ese momento ustedes trabajaban c on los
subcomités zonales…
Chichí: Sí. Pero los miembros de COPADEBA no teníamos
capacidad para atender los comités de
cuadra; entonces, usando el método de educación
popular, organizamos talleres en cada comité de
cuadra. A sus dirigentes se les explicaba cómo hacer
el trabajo, se les entregaban folletos y así podían
dirigir su cuadra sin que tuviera que ir gente de
COPADEBA. Eso le dio una amplitud territorial real a
la organización.
Nicolás: Es cierto que COPADEBA está muy influida
por la educación popular que se desarrolla desde la
década del sesenta en toda América Latina y que mucha
de la gente que estaba involucrada en nuestros
comités venía de las comunidades eclesiales de
base. La mayoría de nosotros, de una forma u otra,
ha tenido experiencia en comunidades de base. Ahora
bien, no eran esas comunidades las que pensaban en
el accionar de ese momento, sino las personas que
habían descubierto, a través de ellas, la necesidad de
un compromiso social y lo asumían ahí, que es
diferente. Es decir, yo puedo ser cristiano o la
compañera puede ser cristiana, pero no es la iglesia
la que decide si asume o no la lucha por su barrio, es
usted y es su experiencia de vida la que lo lleva a
asumir determinada postura. Yo no diría que eran las
comunidades eclesiales de base como tales, porque
eso implica que esas comunidades, como organismos,
te reflexionaran y, como se dice, te montaran el
proyecto. Y no fue así.
Hay mucha gente que tiene esa procedencia, eso sí. Y
por eso la pedagogía y la dinámica de COPADEBA
son totalmente diferentes a las tradicionales con
respecto a cómo llevar una organización popular. La
tarea es más lenta, más difícil; implica esperar a que
la gente haga su proceso, pero al final el proceso es
más seguro y estable. La gente asume el compromiso
con una conciencia clara de él.
-¿Cuál es la composición social predominante de
COPADEBA? ¿El sector informal, las amas de casa,
los jubilados y los niños?
Nicolás: Sí, y eso es importante. Digamos que más
del 60% no tiene vínculo laboral estable; son
chiriperos10. En cuanto a los jubilados, los hay, pero
excepcionalmente, porque aunque están en edad de
jubilación no tienen pensión del gobierno, ni de
ninguna empresa. Trabajaban y, sin más ni más, los
botaron… Ahora venden frituras, tienen una tienda,
venden helado o hielo; de todo.
Javier: En la organización puedes ubicar personas
que pertenecen a diferentes sectores sociales:
empleados privados y públicos, sector informal;
pero, fundamentalmente, predominan las amas de
casa y el sector informal. Ultimamente, con la
10. Personas que viven de hacer cosas sueltas,
trabajos temporales. Vendedores ambulantes.
10 Isabel Rauber
integración de muchos jóvenes, se ha producido un
incremento de la participación de la población
estudiantil.
Evarista: La mayor parte de la membresía de
COPADEBA la constituyen las amas de casa, y son las
que llevan en cierto modo, por el proceso cotidiano,
el timón de la organización.
Chichí: En nuestro COPADEBA, en momentos duros,
las mujeres, sobre todo, abandonan la cocina,
abandonan los maridos y se concentran donde tienen
que concentrarse, y ahí aguantan hasta que se tome
una decisión. Por eso las ocupaciones de iglesias de
nosotros dan resultado, porque las mujeres se meten,
y el marido y los muchachos: ¡que resuelvan! Y ahí
estamos…
Cambio en la concepción estratégica
-Si ustedes tuvieran que establecer la diferencia
entre la fase en que se trataba de una coordinación
de organizaciones y cuando se transforma en una
organización de moradores, ¿qué elementos
destacarían?
Víctor: Bueno, la diferencia es que anteriormente la
participación se circunscribía a los miembros de una
organización. Ahora, hay mayor grado de
participación de la gente. Si eres morador barrial
puedes pertenecer a COPADEBA, con algunos
criterios que se han establecido. Ahí es donde veo la
gran diferencia.
Nicolás: Quiero agregar un elemento que me parece
importante.
Una diferencia fundamental es que la coordinadora se
formó al inicio para enfrentar un problema
específico: luchar contra la familia Vicini. Luego,
ocurrió un cambio, si se quiere estratégico, porque
además de ir a todos los barrios a desarrollar una
estrategia de organización por comité barrial, asumió
una lucha reivindicativa en términos generales que
implicó hasta los derechos humanos. Asumió la lucha
por la señalización y el mejoramiento de las calles y
de la cañada, por la salud y la educación. Se trataba
de un proceso reivindicativo que implicaba también
la integridad del ser humano.
Hay una amplitud de horizonte que marca a la
organización no como algo coyuntural, sino como
una brecha hacia lo permanente. Porque sabemos que
esta lucha nunca se acaba. Ahí se produjo un salto en
términos de visión y en términos estratégicos al crear
núcleos organizativos.
-¿Esa visión de los derechos humanos con un
sentido integral se expresó así en aquel momento o
tú lo dices ahora al reflexionar sobr e lo ocurrido?
Nicolás: Se expresó -yo no diría que de una manera
conceptual- a partir de cosas muy concretas. A partir
del derecho del ser humano a la libertad, a la educación,
al desarrollo de su pensamiento, a la participación
social, a tener condiciones de vida. Se planteó a
partir de las necesidades concretas, cotidianas, del
ser humano, no en abstracto. Y esto implica,
verdaderamente, cosas de la cultura y cosas que son
materiales, propiamente físicas del entorno.
Desde luego que no con la conceptualización actual,
pero sí se apuntaba y se trabajaba en esa dimensión.
Lo que no se expresó en aquel momento fue la trascendencia
política en términos de gobierno, de dominio
territorial, de poder local. No llegábamos a cuestionar
el poder ni a pretender poder territorial en términos
políticos. No, eso vino más adelante. Todavía
se quedaba en lo reivindicativo…
-¿Ahora se cuestionan el poder?
Nicolás: En estos momentos entendemos que hemos
ido construyendo poder y que nos falta legitimar ese
poder a través de la normas institucionales de la
sociedad dominicana. ¿Qué quiere decir esto? Que
apuntamos a que en República Dominicana haya una
división territorial y política que permita que las
organizaciones comunales puedan participar en la
conducción económica, política y social de su
territorio.
Es decir, ya no es el poder que tenemos porque hacemos
un piquete11 y nos movilizamos, o porque convocamos.
Es el poder legitimado en el uso de los
recursos que corresponden a ese territorio, y en la
administración política y económica…
-Eso presupone otra concepción de poder…
11. Presencia repentina de gente con pancartas
demandando algo. Ocupa un espacio y luego se
marcha.
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 11
Nicolás: Sí, y vamos avanzando en este sentido,
aunque reconocemos que lo que hemos venido
haciendo es justamente eso: construyendo poder
desde abajo.
III. OBJETIVOS
Creación de una cultura de participación
-¿Cómo resumirían los objetivos centrales de
COPADEBA?
Chichí: Nuestro objetivo es dar un aporte que sirva
tanto a los grupos organizados como a la población
misma. Y no por carambola. Partimos del criterio siguiente:
como organización, llegamos a un número
significativo de gente en cada barrio, aunque no
mayoritario, pero entendemos que nuestro aporte
debe ser al barrio completo aunque algunos no sean
de COPADEBA. Por ejemplo, el planteo de los comités
de cuadras de organizar su cuadra con independencia
en la toma de decisiones y la coordinación, aun
haciendo nosotros aportes educativos y de otro tipo,
tiene como objetivo facilitar que la gente se dé su
propia organización.
-Desarrollar una instancia más abierta…
Chichí: Exacto. O sea, lo que nosotros llamamos
crear una cultura de participación. Y el valor de
esta cultura va desde la formación de un grupo para
hacer lo que le dé su gana, hasta una dinámica de
funcionamiento por organización, ya sea ésta popular
según el estilo nuestro o según el estilo de la
dinámica objetiva del barrio en cuestión, donde
pueda ingresar el yaniquequero12 o el que vende en la
esquina, el vecino como vecino o el pequeño
comerciante como pequeño comerciante. Pensamos
que si no se genera esa base de funcionamiento,
llámese COPADEBA o no, la articulación o creación
del sujeto social va a ser muy difícil, porque no todo
el mundo pasa por COPADEBA, ni a nosotros nos
interesa tampoco que pase por ella… Esta
12. Yaniqueque: tortilla de harina, agua y sal
que se fríe en aceite. Puede comerse sola o
rellena con cangrejo, verdura, carne o huevo.
experiencia la aplicamos y la vimos más claramente
durante los movimientos de protesta del año 84 y la
gran represión del ejército.
Aquella vez descubrimos lo siguiente. En primer
lugar, el estallido no tenía una cabeza política, pero
sí una dirección popular -y eso lo ha ocultado todo el
que quiso-, lo que pasaba es que era una dirección
popular fragmentada en el sentido de que cada
barrio, cada cuadra que se levantó a quemar goma,
tenía su dirección de cuadra, pero era una dirección
sin articulación con la otra cuadra, sin otra visión
política que no fuera la del movimiento de protesta de
ese momento. Y a pesar de que muchos partidos de
izquierda y de derecha trataron de recuperar la
dirección, no fue posible porque cada cual tenía su
dirigente, y a veces el dirigente era el tipo que nadie
esperaba pero que, en la lucha contra la policía, se
destacó como tal. Entonces, a partir de esa realidad
vimos que, aunque en muchos barrios asumimos la
dirección de la cuadra que nos tocó en dicho proceso,
meter a todo el mundo en COPADEBA o tratar de
crear una dirección única en esa coyuntura de
muerto, herido y disparo, y de armar un aparato13
como trató de formarlo la izquierda después que
pasaron los acontecimientos, iba a matar al
movimiento.
Nosotros decíamos que la gente no conocía eso, que
ahora aparecería fulano de tal a querer dirigirla y la
gente con su muerto iba a plantear: “Ahora viene éste
a buscar cuarto14 sustentándose en nosotros.” Porque
cuando un dirigente de izquierda que no se ve en ningún
barrio durante un enfrentamiento se presenta con
una coordinadora, la gente dice: “Oye, ¿cómo pasó?
¿Dónde estaba en los momentos de lucha?” Entonces,
¿cuál es el planteo nuestro? El aporte de nosotros
debe ser exponer la línea organizativa, y que la
utilice el que le dé la gana.
Sacamos un folletito con el título Qué pasó en abril,
cuyos objetivos eran dos: uno, plantear por qué nosotros
sentíamos que se había dado la lucha y por qué
había que mantener un nivel de lucha; dos, lanzar
una serie de propuestas para que la gente las siguiera
desarrollando y abrir la posibilidad de que inventara
mayores actividades de protesta. Publicamos primero
13. Se refiere a la Coordinadora Nacional de
Organizaciones Populares (CONAPO), y a los
Comités de Lucha Populares (CLP).
14. Dinero.
12 Isabel Rauber
cinco mil ejemplares, y al mes ya íbamos por setenta
mil, o sea que caminaron el país entero. El nivel de
lucha se sostuvo, pero nunca nos propusimos dirigir
esa lucha o decir en los periódicos que nosotros la
dirigíamos, a pesar de que algunos de ellos lo dijeron.
En aquellas jornadas descubrimos que mientras
mayor posibilidad tiene la gente de dirigirse,
mayor fuerza posee el movimiento. Es decir, que
hay que crear una propuesta donde la gente pueda
dirigirse, y tal vez el aporte nuestro en el aspecto
educativo sea posibilitar la coordinación de ese
esfuerzo. Todo el movimiento de protesta que se
generó aquí desde el 84 hasta el 91 y que alcanzó una
fuerza muy grande, descansó -aunque los que dimos
la cara fuimos los dirigentes- en la red anónima de
las organizaciones que había en los barrios. Los
dirigentes llegábamos a un sitio, dábamos las ruedas
de prensa y llamábamos a la gente, pero las
movilizaciones eran dirigidas por ellos sin contacto
con nosotros. Ahí aprendimos que COPADEBA no va
a ser, ni queremos que sea, la organización del
pueblo en los términos de que reúna a todo el mundo,
porque no se puede. Aprendimos que es necesario
entender que la gente tiene sus intereses y su capricho
y que hay que permitir que se desarrolle, aunque,
claro, con una línea organizativa en función de un
cambio de la sociedad. Los comités de cuadra
nacieron de esa experiencia. Ahora mismo, aquí,
cuando los desalojos estallen por todas partes, no
vamos a poder hacer comités de COPADEBA en todos
los equipos de cuadra de todos los barrios, porque la
gente lo primero que va a decir es: “¿Y estos de
dónde salieron?” Tú me entiendes…
-Se preguntarían por qué les traen la experiencia
del norte si ellos son del este…
Chichí: Claro. Y, precisamente, cuando a los barrios
del sur les llegó el desalojo, ellos vinieron a
buscarnos. Nosotros fuimos claros. Les dijimos:
“Podemos ayudarlos, podemos apoyarlos, pero no
queremos que se llamen COPADEBA. Ahora, si
después de la lucha ustedes entienden que sí,
entonces abrimos COPADEBA.” Porque COPADEBA es
conocida por el Estado, que sabe que va a un
enfrentamiento fuerte; pero la gente del barrio que no
conoce a COPADEBA puede pensar que se la
imponemos desde arriba, y ahí se jodió la organización.
Inmediatamente dirá: “¿De dónde
salieron estos? ¿Qué es lo que quieren?” La gente no
entraría al pensar que es un partido, o que son los
mafiosos que siempre andan haciendo cosas. Y
nosotros hemos estado en todas las experiencias de
desalojo, y los materiales nuestros los han usado
todos como material de formación, pero a nadie le
hemos dicho que se integre a COPADEBA, al
contrario, de antemano le decimos que ese no es
nuestro objetivo.
Entendemos que el aporte de nosotros a la creación
del sujeto social es contribuir a que la gente se sienta
dueña de su vecindario y con capacidad y posibilidad
de dirigir. Nuestro aporte radica en la coordinación,
en el aspecto educativo.
Nicolás: Yo solamente quiero agregar un elemento
que es clave. Me parece que en la búsqueda de la
construcción de una sociedad justa y democrática, es
fundamental comprendernos, no como partido, sino
como representantes de un sector social que cree que
debe coordinar con los demás sectores sociales para
la construcción de esa sociedad. Si somos
representantes del sector barrial y hay múltiples
sectores y movimientos sociales, entendemos que
hemos de unirnos todos en el camino para lograr
transformaciones sociales fundamentales.
Formación de los miembros
-Ya que se ha enfatizado varias veces en la actitud
educativa de COPADEBA, considero importante que
hablemos un poco del trabajo de la comisión de
formación social y política. ¿Cuál es su actividad
fundamental?
Javier: Bueno, la comisión establece tres niveles o
aspectos en la formación. El primero es el de
iniciación, para las personas que ingresan en
COPADEBA y pasan un año en proceso de formación.
Ahí se plantea el origen de la organización, los
estatutos, los principios, los derechos barriales y
parte del pensamiento o la filosofía de COPADEBA.
Hay una segunda etapa, diríamos, para dirigentes que
participan en las comisiones de trabajo, donde se les
da una formación de acuerdo con las necesidades.
Existe formación técnica, así como cursos de
audiovisuales, mimeógrafo, manualidades,
mecanografía, fotografía, cosas que ayudan al desenvolvimiento
del trabajo en correspondencia con el
área de cada comisión. También esa gente recibe
formación política sobre el proceso histórico de
14 Isabel Rauber
¿cuáles son los problemas de comunicación que
existen?, ¿deben utilizarse los esquemas tradicionales
o partir con la gente y crear algo nuevo?
Cuando surge COPADEBA, aunque no contaba con el
nivel de presencia en los medios de comunicación de
otras organizaciones, lo hace con mucha fuerza. ¿Por
qué? Porque se venía realizando un trabajo dirigido a
la gente que nunca participaba en esos movimientos,
pero que tenía cierto peso como población. Trabajar
desde abajo significó permanecer mucho tiempo en
un supuesto anonimato. Parecía que no existíamos,
pero íbamos creando raíces.
Por otro lado, nuestra filosofía busca crear una propuesta
de organización de la sociedad. No pretendemos
convertir a todo el movimiento barrial, mucho
menos a toda la sociedad, en COPADEBA. No
queremos que todo el que viva en un barrio sea de
COPADEBA, sino crear una dinámica en la cual se
pueda generar un tipo de organización de la sociedad
que sea propia de la gente. ¿Qué estructura nos
dimos para que todo el mundo participe aunque no
sea de la misma organización? Los comités de
cuadra. Por eso estos comités no forman parte de
nuestra estructura. Lo que estamos planteando en
este momento es cómo la gente puede crear un
mecanismo de organización que le dé resultados.
Porque así como COPADEBA existen diez, quince,
veinte organizaciones. Y si cada una quiere que la
gente sea de ella, siempre vamos a tener una sociedad
fragmentada, siempre vamos a tener un conjunto de
grupos que tal vez pierdan más tiempo en las
discusiones entre ellos que en la solución de los
problemas. Como decía un amigo mío una vez: “El
problema de la división del movimiento popular no
está en lo popular, sino en los dirigentes.” Porque los
que más se dividen son los dirigentes. A veces el
pueblo no entiende lo que pasó…
Nosotros planteamos que esto se resuelve en la medida
en que podamos ir creando una propuesta de organización
de la sociedad, y no solamente de
nosotros como COPADEBA. Porque cuando uno le
pone un sello, la gente dice: “Ustedes, los que son de
allí; aquéllos, que son de allá, y los que somos de
aquí… ”
Tenemos como intención última construir una organización
sólida, pero, al mismo tiempo, motivar la
organización de todos los sectores populares como a
ellos les parezca o como ellos lo entiendan. Ahora, no
se puede hablar de organización popular en términos
políticos nada más. Existen organizaciones
económicas que se han asociado en términos de lo
que producen, o de lo que venden, a las que tenemos
que darles una participación en un proyecto global.
Es una propuesta de nueva sociedad que parte del
esfuerzo de cada sector. Nuestro esfuerzo va
dirigido, fundamentalmente, al trabajo directo con la
gente para generar ese nivel de organización, y con
esta fuerza y esta presencia nos planteamos los
cambios generales. Hay una posibilidad de fuerza, de
poder en la gente, que es la que estamos impulsando
y es nuestra filosofía última.
Evarista: Yo entiendo que nuestra filosofía es
alcanzar el cambio social de que hablaba el
compañero. Vamos construyendo un proyecto al que
llegaremos a largo plazo. Quizás, como en mi comité,
haya gente que sueñe que eso va a suceder pronto.
Yo les digo: No. Va a suceder, pero a largo plazo.
¿Por qué? Porque cuando uno construye un proyecto
como el que nosotros estamos construyendo, es muy
difícil porque hay que cambiar las estructuras de la
sociedad que tenemos. Pero yo creo que sí, que cada
día que pasa nos afianzamos más en nuestro proyecto
y caminamos hacia allá…
SEGUNDA PARTE
V. FORMAS DE LUCHA
“Protesta con propuesta”
y, “Enfrentar para negociar”
-Ustedes saben que en los años 70 la mayoría de las
confrontaciones estaba dirigida directamente
contra el sistema, sin propuestas que posibilitaran
la acumulación de fuerzas, de poder, de conciencia
y organización del movimiento pop ular. La “culpa”
de todo la tenía el sis tema capitalista, considerado
como unidad indivisible. Las luchas por reformas o
soluciones inmediatas que no se planteaban el
objetivo de la “toma del poder”, gene ralmente eran
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 15
desechadas por considerárselas refor mistas. Hoy
ustedes impulsan la creación y desarrollo de un
poder de base, propiciando, entre otras cosas, una
acumulación en la conciencia y en la organización
barrial. ¿Qué papel desempeñan en ese proceso los
lemas: “Protesta con propuesta” y “Enfrenta r para
negociar”?
Nicolás: En COPADEBA hemos entendido que el principio
de la democracia empieza por la
participación, y la participación no sólo implica
estar presente en los espacios, sino también tener
poder de decisión. Y para nosotros, el poder de
decisión, la participación en sí, implica tener un
pensamiento y una identidad. Nos consideramos con
derecho a plantear la solución de los problemas que
vivimos cotidianamente. ¿Qué significa esto? Que
cualquier problema que nosotros vivimos en
República Dominicana, y específicamente en
nuestros barrios, puede ser analizado en la organización,
en la comunidad, para encontrarle una solución.
Pero no planteamos la solución para asumirla nosotros
única y exclusivamente, sino para que la asuma
el gobierno junto con la comunidad y algún otro
sector. ¿Por qué? Porque cuando en algún barrio ha
habido problemas de cierto tipo y vienen de fuera a
querer resolverlo, la situación se torna más grave
porque la solución es peor que el problema mismo.
Nosotros conocemos lo que vivimos y sabemos plantear
soluciones, ya sea en el plano físico del barrio o
en el plano social y político. Por eso yo decía que reflexionamos
y planteamos soluciones. Si
demandamos participación en el mejoramiento del
barrio, esa participación va acompañada de una
propuesta que nosotros elaboramos de cómo
queremos que quede el barrio y cómo entendemos
que debe ser la línea social y política a seguir. Esto lo
vamos a defender a como dé lugar. ¿Qué implica
esto? Bueno, implica movilización -entendiendo por
ello la clásica movilización de las masas-, producción
intelectual, reflexión, diálogo, negociación… Es
decir, no encasillarnos para defender la propuesta.
-Frente a los que plantean que la negociación de
propuestas implica la paralización de la conciencia,
¿qué dirían ustedes?
Nicolás: Eso es absurdo, porque la negociación no
puede entenderse sólo como claudicación o como
aceptación de la idea del otro. Ante todo, implica el
reconocimiento de los sujetos; si no, no hay negociación,
hay integración o cualquier otra cosa. Una
negociación supone partes que se sientan a discutir, a
confrontar, a aceptarse y a no aceptarse cosas. El
resultado va a depender de los principios y de la
coherencia de quienes negocian. Cuando COPADEBA
va a cualquier instancia gubernamental a negociar
algo, llega con una propuesta y, además, va con sus
principios, y nosotros no negociamos los principios.
Víctor: Entendemos, como señalaba Nicolás, que las
estructuras actuales son injustas, que tienen sometida
a la mayoría porque la excluyen de los beneficios y
de la participación, y por tanto creemos que esto
debe ser transformado… Ahora bien, no creemos que
esa transformación implique una ruptura violenta y
momentánea, sino que es un proceso en el que
realmente participamos todos los que de una u otra
manera nos vamos integrando, vamos construyendo
propuestas y vamos negociando esas propuestas. El
proceso de discusión y construcción de propuestas se
proyecta en el crecimiento de la participación y de la
conciencia de la gente de nuestra organización, de la
gente que se va organizando. Más que detener el
desarrollo de la conciencia, permite que ésta se
desarrolle, porque todo lo que hablamos quiere decir
trabajo, reflexión, discusión, movilización; en
definitiva, la participación de la mayoría de la gente
y la discusión -sobre la base de la expectativa de la
gente-, de una determinada situación. Por ejemplo, en
términos económicos, ¿qué propuesta podemos hacer
en esta época? ¿Debemos esperar a que haya una
ruptura del sistema o ir construyendo propuestas que
permitan dar respuestas en correspondencia con el
momento? La construcción de una propuesta genera
debate, discusión y, por ende, crecimiento de la
conciencia de la gente.
-¿Cómo se explican el rechazo a la neg ociación que
hubo -y que todavía hay- en muchos sectores de la
izquierda? Entendiendo izquierda con un sentido
amplio…
Nicolás: Esa es una visión estrecha y dogmática de
la izquierda, porque se plantea o el todo o la nada, y
está demostrado que se ha quedado en la nada. Por lo
menos en nuestro país. La práctica dogmática de la
izquierda la llevó, cada vez más, de veinticinco a
veinticuatro, de veinticuatro a veintitrés y de ahí a
veinte, en cuanto a número de gente organizada en
sus filas. Ello implica que el todo o la nada es una
abstracción; es la utopía global a la que se lleva el
16 Isabel Rauber
sueño y, por conseguir el sueño, nunca se avanza en
algo concreto. Se desprecia la cotidianidad,
olvidando que el ser humano vive de la solución de su
problema cotidiano. ¿Por qué? Porque la lógica es:
“Consigo ese sueño o no quiero nada.”
Esto no significa que seamos inmediatistas, sino que
hay que avanzar desde esa cotidianidad, partir de
ella para construir el sueño, y para que sintamos
todos que vamos avanzando, que no nos frustraremos
como la generación del setenta y parte del ochenta.
¿Qué pasó? A mucha gente se le cayeron los sueños
porque transcurrieron veinte años y no consiguieron
nada, y entonces se integraron totalmente al tren de la
derecha. Lo que no se entendió es que la utopía se
construye día a día y que cada día hay que ganar
algo para concretarla, y eso implica confrontar,
negociar y avanzar paso a paso junto con la gente.
Nosotros creemos que la negociación no es una
claudicación, sino, al contrario, parte de la lucha
por el poder. Hay gente que entiende que esta lucha
se lleva a cabo única y exclusivamente con los
hierros15 y que el poder sólo se toma por asalto o no
es poder. Pues esa gente se quedó en nada. Y la
experiencia ha demostrado que cuando el pueblo
sufre cotidianamente hambre, hacinamiento y
carencia de participación, está cada vez más a
disposición de la alienación, mientras ellos -la
izquierda- se mantienen al margen de todo eso en pos
del asalto al poder.
-¿Cómo definirías el poder y, más co ncretamente, el
poder popular?
Nicolás: Nosotros entendemos que el poder se
empieza a construir desde la comunidad, que es ahí
donde tiene su origen. Y esto se verifica en el sistema
democrático-representativo que tenemos, en el que
cada cuatro años la burguesía va a buscar la
legitimación del poder a esa comunidad, aunque
después de obtener su voto se separa de ella. Eso
quiere decir que el poder real está ahí, en la
comunidad; lo que pasa es que luego de las
elecciones se la excluye del ejercicio del poder, es
decir, de la participación. ¿Cuál es el pensamiento de
COPADEBA? Que debemos ir conformando una
organización que -desde el territorio- vaya
construyendo un espacio en el poder económico,
15. Se refiere a la lucha armada.
social y político a todos los niveles. Ir exigiendo,
desde el territorio, cada vez más participación en las
distintas instancias del Estado. Para nosotros eso
garantiza la constitución de un poder democrático, no
vertical centralizado, sino descentralizado en la
misma comunidad. Por esto decimos que el origen del
poder está ahí y no allá arriba. Cuando hacemos, por
ejemplo, la cooperativa y el sistema de ahorro de
Compras Unidas16, donde con cada vecino que ahorra
sus chelitos17 montamos una tienda alternativa a la
del comerciante especulador que vende en la esquina,
estamos construyendo poder económico asociativo
con sentido de fraternidad y de colectividad, porque
esa pequeña tienda popular es de la comunidad y
contribuye a eliminar la lógica de mercado que
predomina en esta sociedad.
Víctor: Me parece que también deberíamos de ver el
poder de la comunidad no sólo cuando ésta es capaz
de dar el poder, de llevar al poder. Hay que
comprender también su capacidad para quitar el
poder. Porque ocurre que si aquellos que están en el
poder no responden a las necesidades para las que
fueron elegidos, a la comunidad se le hace muy difícil
quitarles el poder porque la estructura establecida no
se lo permite. Entonces, hay que ver cómo construir
espacios de poder en la comunidad que puedan servir
para presionar a quienes se les da el poder, de tal
manera que se les pueda quitar en el momento que
resulte necesario. Yo creo que eso es algo muy
importante.
-Estamos hablando del poder popular, de
capacidad de poder. Resulta interesante abundar un
poco en el tema de las vías. En p rimer lugar, ¿es
posible romper ese poder dominante? ¿Cómo?
Chichí: Nosotros pensamos, de hecho, que es posible
romper el poder dominante. Esto no quiere decir que
planteemos la desaparición de todo lo que constituye
hasta el momento la presencia de esos sectores; nosotros
sabemos que están ahí, que van a estar nacional
16. Es una red cooperativa de almacenes de
venta de productos alimenticios a la población
implantada por los habitantes del barrio en
respuesta a la descomunal especulación de los
comerciantes. Funciona sobre la base del ahorro
de la población y distribuye los productos
acorde con el número de miembros de cada
familia.
17. Irrisoria cantidad de dinero.
CONSTRUYENDO PODER DESDE ABAJO 17
e internacionalmente y que hay que contar, en la
lucha por el poder, que es una lucha entre dos, con
ellos.
Anteriormente analizábamos que no es un problema
de armas, de decir que el poder se logra porque se
ocupa el palacio de la presidencia, sino que se da en
la medida en que las reglas de juego de la sociedad se
van transformando, ya sea por la vía de los cambios
constitucionales o porque la comunidad, al
organizarse desde abajo, crea sus propias leyes de
funcionamiento. Y al crearlas deja a un lado una
serie de leyes que sustentan ese poder, esa
dominación. Nosotros pensamos que esta es la
esperanza. Si no pensáramos que es posible no nos
esforzaríamos como hasta ahora.
Estamos conscientes de que, cuando hablamos de poder,
nos referimos a diferentes tipos de poder:
político, económico. Y, como planteaba el
compañero, hay en el pueblo un poder que no ha sido
organizado y que hasta ahora actúa como la correa
de transmisión que sostiene a la clase dominante,
pero que al organizarse empieza a generar una
correlación de fuerzas distinta a la que actualmente
existe. Nuestro esfuerzo se encamina en esa línea,
por eso es que estamos abiertos a la discusión y a la
concertación. Pero, manteniendo dos elementos
básicos de nuestra parte: la identidad y la dinámica
que hemos creado y seguimos creando en los sectores
populares, y las decisiones de hasta dónde y hacia
dónde enrumbar la vida.
Estimamos que esta es la base fundamental para consolidar
un nuevo tipo de poder político donde queda
claro el papel que desempeñan no sólo los sectores
populares, sino las fuerzas económicas del país y el
con