Chile estalla: ¿crisis del modelo o crisis de autoridad?

29.Mar.07    Análisis y Noticias

El gobierno Bachelet se tambalea y camina como elefante por una fina cuerda floja que más parece el filo de una navaja, cambiando ministros y otros altos funcionarios cada dos por tres. La derecha presenta un gabinete paralelo y sus presiones tienen resultado culminando con el nombramiento de Viera Gallo como flamante ministro secretario general de la presidencia, título rimbombante para quien ejerce el cargo de delfín y puente hacia los partidos de la derecha, dirigidos uno por su cuñado y el otro por su amigo de la infancia. Mejor no podría haber sido para las altas esferas, ya que el nuevo ministro es el abogado de las empresas concesionarias de las carreteras urbanas pagadas que cruzan la capital …

La derecha pinochetista ha presionado fuertemente por cambios de nombres y ya había tenido éxito con la fulminante caída de la cabeza de Chiledeportes, una mujer vinculada al caso Spiniak, caso que envolvió a senadores y empresarios en un escándalo de perversión de menores.

La copia feliz del Edén, mojada por el mar que tranquilo nos baña, se retuerce en medio de la porquería mientras el gobierno canta su única victoria por el apresamiento de uno de los principales líderes de la resistencia mapuche, la que, lejos de detenerse, continua con mayor ahínco.

El traspié del Transantiago sorprende por su chabacanería, semejando un filme de los tres chiflados, donde se establecieron círculos cerrados de transporte local y líneas de acceso al metro, mediante el cual se supone que será el traslado de un municipio a otro, lo que sólo ha resultado en inimaginables aglomeraciones con el saldo de algunos muertos por sofoco y fallas al corazón. Pareciera un triste remedo de estrategia de contrainsurgencia donde la población es empujada a permanecer prisionera en sus localidades debido al brutal atochamiento que provoca la concentración de gente en los pocos puntos donde se supone que deben parar los buses traídos mediante un millonario negocio con los fabricantes instalados en Brasil. Singulares han sido las escenas pasadas por la televisión donde la población empuja las puertas del metro que debe cerrarse en varias estaciones.

¿Cuál es el sentido de toda esta escandalosa medida que no satisface a nadie? Fuera del tira y afloja entre dirigentes políticos y autoridades que hacen su marketing a través de las pantallas televisivas, no parece haber otro objetivo detrás de este extraño plan de transporte capitalino. Al menos el gobierno ha conseguido cierto apoyo de la oposición pinochetista para aplicar medidas duras contra las movilizaciones sociales. Y si uno de los objetivos ha sido neutralizar la creciente influencia de la organización de los barrios marginales hacia las tranquilas capas medias, los resultados han sido paradojalmente los contrarios. Hay una gran simpatía ciudadana hacia las protestas sociales que se han concentrado por ahora en el programa de transporte, pero la emergencia del movimiento estudiantil secundario extiende la preocupación y la protesta.

Los sin casa y deudores habitacionales han recrudecido sus protestas y acaba de ser reprimida una pobladora que interpeló a la presidenta en Valparaíso. Los pescadores artesanales, que se cuentan por decenas de miles, han visto cada vez más disminuida su área de manejo en beneficio de las empresas depredadoras del fondo marino y la biomasa, lo que les ha llevado a un sinnúmero de protestas y fuertes movilizaciones en los últimos años. Los trabajadores mineros han podido ser calmados solamente en base a aumentos salariales que muy pronto deberán tocar techo. Los trabajadores temporeros del campo están cada vez peor. Los mapuche protestan por la detención de sus representantes. Los pequeños y medianos productores de uva están reclamando por el bajo precio que ofrecen las empresas vitivinícolas de exportación. Las frutas están siendo substituidas por productos transgénicos. La energía eléctrica debe subir en los próximos días. Las protestas por la depredación ambiental y envenenamiento de aguas concitan el apoyo de miles de personas en las más variadas regiones como Valdivia, Choapa, Mehuín, Itata, Aysén y otras. Las deudas del sistema bancario y grandes tiendas agobian a parte importante de la población. La precariedad e inestabilidad laboral sigue avanzando a pasos de gigante.

Lo extraño es que los estallidos no se hayan generalizado y esa ha sido la ventaja y el terreno en que se han movido las autoridades y el empresariado. Hay una pasividad que bordea la mansedumbre corderil en extensas capas de la población. Pero de tanto ir el cántaro al agua … al fin se rompe, no hay mal que dure cien años.

En un bus del transantiago comenté con una señora sobre la protesta que venía del Día del Joven Combatiente y ella respondía que ojalá no saquen provecho de ello los políticos de ningún lado, que fuera algo realmente popular. Veremos.

En la época de la dictadura militar las protestas barriales en casi todas las ciudades fueron creciendo hasta convertirse en verdaderas asonadas populares que amenazaban con transformarse en una fuerza social con capacidad de promover cambios desde abajo, lo que llevó a los gobernantes a negociar la vuelta a un gobierno civil que hiciera creer a la población que algo había cambiado, y así fue. Vino la Concertación y hasta ahora no hay modificaciones reales a la constitución pinochetista, debido justamente a la necesidad del sistema de asegurar el control de población y la potencialidad de reprimir los ascensos de lucha social.

La izquierda chilena se ha dividido en cuatro sectores bien diferenciados: unos en el gobierno, otros en la oposición electoral extraparlamentaria, otros en la oposición rebelde o de la izquierda revolucionaria y por último muchos inmersos en la autoorganización social, que no se plantean la lucha por el poder sino la construcción de una nueva sociedad desde abajo que establezca nuevas relaciones sociales y económicas.

La izquierda en el gobierno está satisfecha, pues alterna con el empresariado y disfruta los beneficios del poder. La izquierda extraparlamentaria centra su estrategia en ganar espacios institucionales. La izquierda revolucionaria crece en los barrios y en la juventud, manteniendo un pie en la izquierda tradicional, en especial mediante la difusión del modelo venezolano como línea a seguir, es decir, la conquista de la dirección del estado. En tanto la izquierda autónoma prioriza por la capacidad estratégica de autogobierno local, manteniendo una interrelación con anarquistas, ecologistas, hiphoperos, centros culturales y otras modalidades de autoorganización local.

La situación actual se caracteriza por un fuerte debilitamiento de la autoridad del gobierno, lo que disminuye su capacidad de hegemonía y de cohesión institucional de la población, lo que de rebote afecta los intereses de la izquierda extraparlamentaria. Justamente son los sectores de la izquierda revolucionaria y de la izquierda autónoma los que convocan a la jornada de protesta del día 29.

Las crisis del Transantiago y del movimiento estudiantil secundario se van a manifestar fuertemente en el Día del Joven Combatiente. Ya los conductores determinaron que el día 29 van a parar de circular a las 19 hrs. justamente cuando la mayor parte de la población ocupa los buses para regresar a sus hogares, por lo que obligatoriamente las actividades deberán cerrar más temprano, lo que representa una enorme legitimación a las protestas convocadas desde diferentes referentes políticos y sociales. Los estudiantes secundarios saldrán por miles ese día a la calle. Al menos seis universidades decidieron cerrar sus puertas el día jueves 29 para evitar que desde allí salgan los encapuchados a levantar barricadas. Un importante partido de fútbol ha debido de ser suspendido por ocasión de las protestas, lo que sólo habla de la imposibilidad del sistema de controlar la oleada de movilizaciones que viene ese día.

Para “prevenir” lo que se espera sea la protesta más importante desde el fin de la dictadura militar, el gobierno simplemente ha procedido a militarizar las áreas sociales más combativas, en especial la Villa Francia, donde fueron asesinados los hermanos Vergara, combatientes miristas a los cuales se rinde respeto en el Día del Joven Combatiente, donde han rodeado con fuerte vigilancia las casas de dirigentes sociales y las patrullas se han posesionado del territorio. Como si un dedo pudiera tapar el sol.

La respuesta no se ha demorado, media docena de bombas han estallado en diferentes lugares de la capital, una de ellas, de ruido, lo ha hecho en un basurero del metro. Decenas de manifestaciones juveniles han acompañado los días previos. El diario el Mercurio, vocero del empresariado destaca algunos de los bloggs que difunden el llamado a la protesta. La UDI, el partido pinochetista pide acortar la jornada laboral del día 29, para anotarse una victoria luego que se verifique que efectivamente la propia población lo hace. El diputado Moreira de dicho partido dice que Santiago será sitiada por las protestas. El alarmismo es evidente, destinado al aumento grosero de la represión. A río revuelto, ganancia de diputados. La conferencia episcopal de los obispos de Chile llama a rechazar la violencia y que los padres hablen con los hijos, en un desesperado apelo al autoritarismo hogareño. El gobierno designa fiscales antidisturbios que acompañarán la represión policial.

100 sindicatos marcharán por el sector poniente de Santiago desde las 7 de la mañana. Los deudores habitacionales protestarán a las 16 hrs. y habrá caceroleo en barrios desde las 20 hrs. La dirigente secundaria del partido comunista, María Jesús Sanhueza, declaró que ellos no van a salir a protestar, a diferencia de la juventud comunista de la población La Victoria que se ha plegado a la convocatoria, así como de otros dirigentes secundarios que afirman que lo van a hacer. Hoy miércoles ha habido disturbios en Plaza Italia y se notifican otros focos en diferentes ciudades. Mil quinientos pequeños comerciantes de Franklin salieron a protestar contra el Transantiago, ya que por ese motivo han caído sus ventas un 80%.

El alcalde del municipio Estación Central ha solicitado al gobierno la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado y en respuesta el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, afirmó que la normativa se aplica pero no se anuncia… Un anunciante en Indymedia Santiago informa que están allanando casas de dirigentes. El diario digital La Firme sostiene en editorial que comenzó el cogobierno con la derecha.

Sin duda se va a aplicar el máximo rigor de la ley, aún antes del inicio de las jornadas de lucha social, por lo que se hace necesario transitar de la protesta a la organización y no al contrario como trabajan algunos compañeros, que organizan para protestar y acumular fuerzas detrás de las orgánicas.

No es suficiente protestar, eso ya está bastante claro, ya que quienes ganan son los que disputan espacios dentro de las instituciones, se acomodan y reacomodan, mientras acumulamos fuerzas aparentemente, que luego se desmovilizan a la espera de la próxima protesta. Los tiempos son otros y es importante partir para la innovación, esto es, convocar también al agrupamiento local: asambleas del pueblo, consejos barriales, autoorganización comunitaria, comités populares por una nueva educación y trabajo, autogestión económica, escuelas autónomas, centros culturales, redes de economía alternativa y otras modalidades de encuentro social, que se transformen en instancias permanentes, nuevas relaciones sociales y otras formas de vida.

Por ejemplo, los propios deudores habitacionales o los sin casa, que son reunidos de tanto en tanto, pudiendo estar juntos más tiempo y practicar formas de vida en común, como en actividades con los niños, comedores sociales, etc. mediante asambleas horizontales donde se desarrolle el protagonismo y la iniciativa popular para encarar y resolver los problemas con sus propias manos.

Las capacidades materiales deben cautelarse para la autodefensa de esas formas de vida comunitaria. No es posible acumular fuerzas para disputar el poder del estado, sino que se debe avanzar ahora a la construcción de la nueva sociedad desde abajo.

Nosotros estamos por la alianza estratégica de la izquierda por abajo, la izquierda revolucionaria y la izquierda autónoma, incluyendo a los anarquistas, pero esa alianza no se va a dar en diálogos y debates, sino en la construcción de las formas asamblearias del encuentro de vecinos, no sólo en asambleas esporádicas, sino en asambleas y actividades permanentes que consigan materializar ahora el socialismo cotidiano del Che.

Es un deber paralizar las actividades el día 29 y salir a participar en las manifestaciones, en especial en los barrios. Hable con su vecino y converse con otros para organizar una asamblea o consejo barrial, aunque sea pequeño inicialmente, que aborde los diferentes problemas que aquejan a la población. Luego puede establecer comunicación horizontal directa con asambleas o consejos de otro barrio, para ir creciendo en forma de red por abajo.

Ya decía el poeta Gabriel Celaya y cantaba Paco Ibáñez:

¡A la calle! que ya es hora
de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.
No reniego de mi origen,
pero digo que seremos
mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.

Abrazos
Profesor J