El MAS propone asambleas populares de control estatal
Sucre / La Prensa
El Movimiento Al Socialismo (MAS) y los principales partidos de la oposición ahondaron su división luego de conocerse que el oficialismo propone la creación de asambleas populares que conformarán un Poder de Control Social, el que, si se lo aprobara, se constituiría en un “gran contralor” del Estado.
El proyecto del MAS al que tuvo acceso La Prensa apunta a dar todas las prerrogativas de poder estatal a la sociedad civil, mediante la formación de “asambleas populares”.
La jefa de bancada masista, Mirtha Jiménez, hizo conocer los alcances de la propuesta. “El Poder Social busca constitucionalizar el poder social plurinacional, que sea independiente de los otros poderes y que se pueda estructurar de acuerdo con los niveles de gobernabilidad vigentes en el país”.
“Además de una Asamblea Nacional, proponemos la creación de asambleas departamentales e, incluso, las municipales, para que en cada nivel gubernativo la población pueda ejercer la decisión de gestión, control y fiscalización”.
La oposición, en cambio, prefiere instituir ese poder en las instancias fiscalizadoras, como el Defensor del Pueblo y la Contraloría General de la República, y ceder a la población cierto poder mediante los referendos y las consultas de iniciativa ciudadana.
El “cuarto poder” propuesto por el MAS, llamado de Control Social, estaría representado a través de una Asamblea, similar en su estructura al “modelo cubano”, formada por representantes ciudadanos.
La Asamblea tendrá la misión de controlar y fiscalizar la actuación de los integrantes de los otros poderes estatales: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Eso sí, carecería de funciones legislativas, que serían exclusivas del Congreso.
En la bancada del MAS aún no se debatieron las formas de elección de las personas que formarían parte de este nivel.
En el documento de Visión de País de este partido se señala que la forma de elección estará sujeta a las formas de organización de cada nivel: por voto directo en el caso de las instancias de gobernación multiétnicas, y por usos y costumbres en las regiones y municipios indígenas.
Mejor un Consejo Ciudadano
En cuanto a las propuestas de la oposición, Unidad Nacional (UN) tiene un planteamiento que se acerca a la idea masista, ya que considera que debe existir una especie de “Consejo Ciudadano”, formado por representantes de las organizaciones sociales y civiles del país.
Éste apunta a incluir la participación ciudadana en el control del Estado pero sólo como instancia de consulta.
Ricardo Pol (UN) desechó la posibilidad de que los representantes sean elegidos por voto directo y, más bien, sugirió que cada organización pueda enviar a su dirigente.
Los asambleístas de ese partido consideran que los consejos ciudadanos deben trabajar con la Contraloría, el Defensor del Pueblo, la Procuraduría y el Ministerio Público.
Estas entidades también se constituirían en el Poder de Control Social, para ejercer la fiscalización, cuyos titulares serían elegidos de ternas discutidas en el Congreso.
De igual manera, Podemos no incluye, en su proyecto, un “cuarto poder” como tal. Sin embargo, la idea de este frente político faculta a la ciudadanía a conformar “consejos de Control Ciudadano”, con el objetivo de que la sociedad civil pueda ejercer la fiscalización sobre el Estado, así como supervisar y evaluar los resultados e impacto de las políticas públicas.
José Antonio Aruquipa, representante podemista, explicó que podría crearse un Consejo Ciudadano Nacional, el cual estará constituido por un miembro de cada organización social y civil del país que tenga su personería jurídica reconocida. De igual forma, Podemos propone que un estamento departamental de este tipo dé el visto bueno a las políticas de desarrollo que ejecuten los gobiernos departamentales.
En el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) rechazan la idea de constitucionalizar un “cuarto poder”, ya que esto implicaría desestabilizar la democracia.
“Nos mantenemos en la línea de tres poderes del Estado porque esto garantiza un equilibrio. Un cuarto poder que subordine a los otros poderes implicaría un quiebre en la democracia, ya que significaría la pérdida de la soberanía entre poderes”, explicó Guillermo Richter, jefe de bancada del MNR.
De los cuatro principales partidos con representación en la Constituyente, sólo el MNR plantea cambiar el modelo presidencialista por el parlamentarista, lo que implica la inclusión del Primer Ministro dentro de la estructura del Poder Ejecutivo.
Sin embargo el MAS, Podemos y UN están de acuerdo con mantener el presidencialismo. Aunque, la segunda fuerza política de la Constituyente también se inclina a favor de crear la figura del Primer Ministro, pero para que coordine entre el Gobierno y el Parlamento.