Más de 100.000 bombas Antipersonales en Territorio Aymara
Por Comunicación Chaskinayrampi - Thursday, Apr. 05, 2007 at 5:28 AM. Indymedia Argentina
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Lautaro Loncon Antileo / Red Indígena y Popular
Mientras comienzo a escribir este artículo, la prensa informa que la marcha organizada por Ollanta Humala habría sido disuelta a 30 kilómetros de la frontera a la altura del kilómetro 1.330 de la carretera Panamericana Sur del lado Peruano y que sus manifestante, varios centenar de personas, conjuntamente con enfrentarse a la policía habrían continuado la marcha a pie. Avanzaban desde Tacna hacia el hito fronterizo número 1 en la Línea de la Concordia. Humala sin razón realiza una marcha política a la frontera con el propósito de “afirmar la soberanía nacional” de Perú respecto de su frontera marítima con Chile. Su acción política tendría mas legitimidad si cuestionara las fronteras artificiales que impusieron los Estados de Perú y Chile al territorio ancestral Aymara y demás Pueblos Indígenas del norte. Reivindicar fronteras territoriales desde y para los Estados es como disputarse la cosa robada entre delincuentes, carece de toda legitimidad y de justicia.
Sin duda para ambos países la marcha de Humala molesta como una piedra en el zapato para las relaciones bilaterales de ambos Estados, después de los esfuerzos de Alan García de demostrar que es un presidente confiable y que su administración no joderá con los límites territoriales, para ambos países, Humala viene a revolverles el gallinero. Tan en buen pie se encaminan las relaciones bilaterales que la administración Bachellet incluso promete llevar adelante la entrega del botín de guerra traída desde Lima por el “celebre” Ejercito Chileno en la Guerra del Pacifico, incluso Epopeya, serial televisiva de la red estatal, se suspendió preventivamente para no herir susceptibilidades. Y en la Marcha de Humala. ¡Si hasta se coordinaron las policías para impedir que llegara a la frontera.!!!!. Tantos buenos gestos de buena crianza parece una escena salida de una película.
En Chile existía preocupación. En santiago, el Ministro del Interior Belisario Velasco, advirtió que no permitirán violaciones a la soberanía territorial señalando. “Si alguien cruza la frontera será detenido, fichado y expulsado del país”,
Evidentemente que es una preocupación de los Estados el resguardo de la soberanía sobre territorios bajo su jurisdicción, sin embargo, que Humala cruce la frontera con mil personas, no significa necesariamente una alteración de los límites territoriales ni una perdida de soberanía para Chile. En la medida que éste acto no este apoyado por el gobierno central del Perú no significa amenaza. Que Humala con sus 1.000 nacionalistas cruce la frontera, la solución lo daba ya Belisario Velasco “Detención, Fichaje y Expulsión” y se acababa el cuento.
La preocupación que el Estado Chileno tiene es otra, y lo dio a conocer el día anterior Belisario Velasco, lo que le preocupa al gobierno de Chile son las más de 100.000 minas antipersonales que están diseminadas entre la frontera de Perú, Bolivia y Chile de las cuales ni el Ministerio de Defensa Nacional, ni el Ministro del Interior del Estado Chileno tiene control alguno de los campos minados, por lo que, si Humala y su gente llegaran a cruzar por esos campos minados - que ni el ejercito sabe a ciencia cierta donde están esos campos con bombas antipersonales - sería un hecho trágico y preocupante a nivel nacional e internacional, eso si alteraría las relaciones internacionales bilaterales, aparte de ser el fin para los marchantes.
Digo que ni el Ministerio de Defensa Nacional, ni el Ministerio del Interior no tienen control de los campos minados porque, las minas antipersonales y de otro tipo que fueron sepultadas en la afiebrada década del 70 y 80 por el Dictador Pinochet en pleno periodo de tensiones limítrofes, con el correr del tiempo y el invierno altiplánico se corrieron desde el lugar en que fueron instaladas y hasta el día de hoy no se saben donde están, hecho que genera incertidumbre al Estado chileno y pone en peligro la seguridad para el desplazamiento de la zona, no solo de Humala, sino que constituye un permanente peligro para la seguridad y la vida de los indígenas del altiplano como lo denunciara en innumerables oportunidades las organizaciones Aymara. Como se ve, no es que “Puede que alguna mina esté en la zona, encontramos que es altamente riesgoso” como lo advirtiera el Ministro del Interior Belisario Velasco. ¡Es altamente riesgoso y no porque se encuentre por ahí una mina loca que se escurrió con las aguas lluvias o se lo llevó el río Loa.! ¡hay cientos miles de minas antipersonales y de otro tipo como cohetes sordos Uxo; en el sector Quebrada Lampayar, Ayllu de Solcor, cercanías de
San Pedro de Atacama, Llano de la paciencia, Camino antiguo de acceso al Valle de la Luna , en el sector Las Turbinas, rió Loa, y en general en todo la zona fronteriza en donde se han producido explosiones afectando a personas y animales que transitan o hacen su vida en la zona , inclusos solo a dos kilómetros de Calama al éste de la Población Ohiggins , se han producido accidentes por explosión de minas antipersonales y en algunos caso los habitante del altiplano han denunciado que recibieron las ondas explosivas luego de tomar objetos denunciados como “tarros de paté” y que coinciden con las llamadas minas antipersonales. La situación ha sido denunciada innumerables veces por las organizaciones indígenas aymara. La primera vez que tuve conocimiento de la existencia de minas antipersonales fue precisamente en una seminario realizado en Santiago de Chile durante el año 2004 en donde los Indígenas Aymara, Quechua y Likan Antay denunciaron estos hechos, debo reconocer que fue impactante y perturbador ver las imágenes dadas a conocer, de cómo estas minas antipersonales prácticamente amputaban hasta donde alcanzaban sus ondas, las extremidades de las personas y animales en el mejor de los casos, porque en otros sencillamente las mataba.
El Consejo Autónomo Aymara, según una declaración emitida a propósito de las declaraciones de Belisario Velasco al reconocer la peligrosidad que significaba intentar cruzar la frontera, señalan: “había intentado plantear y presentar este problema fundamental a las autoridades como son el ministro de defensa y la comandancia del ejército de Chile en años anteriores, sin embargo, la respuesta fue que todo estaba bajo control” señala la declaración. Sin embargo, a palabras propias del Ministro del Interior, No Está Bajo Control.
Chile entre la década del 70 y año 80, según datos del Ministerio de Defensa Nacional, sepultó entre las fronteras de Perú, Bolivia y Argentina, alrededor de 430.000 minas antipersonales y de otro tipo, ante los posibles conflicto bélicos, de los cuales, alrededor de 100.000 minas antipersonales se encuentran en algún lugar del altiplano, las otras restantes fueron instaladas en otros puntos de la frontera especialmente en el sur de Chile, en la frontera con Argentina.
La existencia de minas antipersonales que afectan a la población civil es un asunto de preocupación mundial. En América Latina a mayo del 2003 existían problemas de peligrosidad real en países como Chile, Colombia, Perú Bolivia. Tal es la preocupación de la comunidad internacional por los peligros que éstas constituyen y por la falta de preocupación de los Estado por la existencia de estos aparatos bélicos que la Organización de las Naciones Unidas para fortalecer mucho más la obligación de los Estados, en 1997 proclamo el Tratado Internacional de Ottawa sobre prohibición del uso, fabricación y venta de las minas terrestre antipersonales. Hasta el momento 143 Estados forman parte de este tratado, incluido Chile quien lo ratificó en el año 2004 comprometiéndose a destruir 120.000 cargas explosivas antes del 2011, pero a la fecha solo ha logrado desactivar 2.700 (Según informe del Ministerio de Defensa Nacional).
La existencia de estas bombas antipersonales incumplen las normas no solo de Derechos Humanos, sino también normas del Derecho Humanitario establecidas en los convenios de Ginebra y sus protocolos adicionales, los tratados de Ottawa y Maputo-Mozambique y “constituyen una amenaza para el desarrollo, la cultura, la prosperidad y la convivencia Pacifica de las comunidades del Pueblo Aymará de Chile” como lo sostienen el Consejo Autónomo Aymará . Habría que agregar además que estas dificultan el Derecho al libre desplazamiento que tienen los pueblos indígenas para transitar por sus territorios, cercenados injusta y arbitrariamente por las fronteras artificiales de los Estados.
Probablemente la marcha de Ollanta Humala no llegará a la frontera, sin embargo, si para algo sirve su acción política, es para que el gobierno de Chile reconozca los grados de peligrosidad que significan para la vida y en especial para la vida del Pueblo Aymara, Quechua y Likan- Antay que debe convivir diariamente con las bombas antipersonales que afiebrados nacionalistas belicistas sembraron en territorio indígena en décadas pasadas, disputándose cual aves rapiñas la presa arrebatada a los indígenas por medio de la fuerza y la violencia y que hoy Humala reivindica equivocadamente para el Estado del Perú.
Centro de Comunicación e Investigación Indìgena Chaskinayrampi