El ejemplo de los salmoneros

14.Feb.08    Análisis y Noticias

¿Qué hacemos con la empresa salmonera? ¿La estatizamos? ¿La intervenimos?
No, no es posible, ya que van a decir que se trata de reeditar las políticas intervencionistas de la UP , los pinochetistas de la alianza van a ser los primeros en hacerlo. En tanto veamos lo que hacen los neoliberales de la Concertación :

Parece que la fórmula estatal es la de dejar que se las arreglen entre ellos, o sea, libre mercado y libre iniciativa a todo trapo. Pero sin violar la ley. O sea, que si han tomado las instalaciones, duro con ellos. Ya deben estar preparando la retoma de las instalaciones los comandos Rambos de quien sabe cual repartición policial, si el Gope, si la Swat o cualquiera.

Estos malditos salmoneros!
Habrá que aplicarles la Ley Antiterrorista , ya que si toman plantas como los mapuche toman tierras, es lo mismo.
Ya los de los aparatos de inteligencia deben estar colocando filtros por todos lados para ver cuales son los lazos que aproximan a los salmoneros con los mapuche. Unos ocupan y los otros también.

La pequeña diferencia es que las empresas salmoneras son parte del capitalismo depredador y no podemos colocarnos simplemente del lado de los trabajadores salmoneros sin conversar con ellos acerca del rol de la empresa respecto al territorio y a la soberanía popular. Nos puede suceder lo que ocurrió con algunos trabajadores forestales que fueron llevados a ponerse en defensa de la depredación de los bosques.

Ahora resulta que el capitalismo se nos ha puesto complicado, ya que los acuerdos que se logren darán como resultado el fortalecimiento de la depredación y deterioro de la biomasa. Tal vez sea más fácil partir desde el comienzo, es decir, explicando que esa industria salmonera no está ahí para alimentar a nadie con el salmón, sino para transformarlo en mercancía al costo que sea necesario dentro del actual circuito internacional del capital, circuito que ha dejado al estado el papel de asegurar el “libre mercado”, lo que en esta oportunidad se traduce en fuerte represión a los trabajadores “nativos”, buena parte de ellos mujeres.

Lo interesante del caso es que la industria aquella consiguió el apoyo de parte de la población ya que ha resultado en fuentes de empleo, en una época donde está de baja la contratación o subcontratación laboral debido a la tecnología. Así, sin desearlo ni pensarlo, la mano de obra potencial, el desempleo y la marginalidad, una parte de ella se asimila (se “incluye”, como dirían los partidos burocráticos) a estas empresas que no aportan nada más que depredación y explotación. Hablamos de la explotación, pero muchos no vacilan en hacer la vista gorda cuando se trata de hablar temas de fondo. Se imponen modelos productivos que están asesinando las aguas y el ambiente, y por lo tanto al género humano, modelos empresariales que establecen y asegurar la dominación de clase. Parece no importar, total después tratamos de que tengan conciencia de clase y por ahí quien sabe podamos hacer sindicato, instalar como dirigentes a los militantes del partido tal o cual y luego vamos a la lucha por el poder. Por lo tanto la explotación del hombre por el hombre no importa que se instale, total ya la vamos a administrar nosotros….

Se dice que es el avance tecnológico y aceptamos las verdades objetivas que se repiten en medios y universidades. ¿Qué decir de las papeleras? Cuando salgan a la lucha sus trabajadores ¿qué vamos a decir del envenenamiento?

Hace falta, creo, profundizar el tema, ya que de otro modo estamos consolidando lo que atacamos, el capitalismo.

Tal vez sea prudente que las familias y comunidades a que pertenecen los trabajadores salmoneros y las adyacentes puedan discutir más acerca de su propio territorio, la salud, el uso colectivo de las tierras y las aguas, etc, ya que la falta de expectativas en general va a seguir orientando los pasos hacia el matadero que ofrece el capital para que sobrevivan algunos sobre la base de apretar aún más la soga al cuello de los pueblos.

Si se hacen las hidroeléctricas de Aysén va a quedar la crema, por eso hay una fuerte oposición, pero el sistema opera ofreciendo miserables platos de lentejas a algunos que van a trabajar allí y a los cuales no podemos criticar. Por eso no basta con organizar a la gente de Aysén para oponerse a la hidroeléctricas, sino que hay que buscar fuentes alternativas de sobrevivencia, ya que si nosotros mismos nos mantenemos como parte de un numeroso ganado de desempleados que esperan poder entrar a la máquina asesina de las relaciones de trabajo empujando a unos y otros, simplemente estamos reproduciendo el capitalismo sin encontrar la punta del hilo para desenredar la madeja.

Estoy comenzando a sospechar que las ONGs y redes ambientales se dedican a domesticar el ganado. Creo prudente alborotarlo y salirse de la fila buscando, descubriendo, creando, inventando emprendimientos productivos autogestionarios y construir poderosas redes locales de economía alternativa. De otro modo sólo continuaremos acarreando aguas al molino capitalista.

Abrazos

Jaime Yovanovic Prieto, Profesor J