Propuestas ante la crisis del poder en el puerto de Valparaíso I

19.May.08    Análisis y Noticias

PROPUESTAS ANTE LA CRISIS DEL PODER EN EL PUERTO DE VALPARAÍSO
Documento de discusión abierta No. 1

Autores: Jaime Yovanovic (Profesor J), precandidato independiente a alcalde de Valparaíso, Jorge Altamirano (Pato Colorín), precandidato independiente a concejal del mismo municipio.

INTRODUCCIÓN

Valparaíso es la segunda plaza electoral de Chile, por lo que la danza de millones agitará las aguas de la bahía y la ganancia no será precisamente de los pescadores como dice el refrán. Lloverán dineros, regalos, beneficios, propagandas, cartelones, anuncios, promesas, manifiestos, obras, sonrisas y palmadas en la espalda. Mucha gente dirá que hay que aceptar los regalos y luego votar por quien se quiera, mientras los candidatos muestran a todo el mundo las fotos hechas en la ceremonia del reparto, construyendo así la imagen falsa de que la población apoya y agradece las prebendas. Ya el actual alcalde Cornejo, militante de la Democracia Cristiana, partido que hace agua por todos lados, y representante de las fuerzas políticas que han continuado en Chile la mala situación en que nos encontramos, arroja una avalancha de obras de última hora para mostrar que cumple, llamando la atención como el anunciador del circo que grita para invitar a ver al hombre gigante y a la mujer barbuda, avisando al mismo tiempo que el próximo año 2009 comenzarán grandiosas obras en la Avenida Argentina, Plaza Aníbal Pinto y otras más. Por su parte el candidato Castro, de la UDI, ese partido que de independiente no tiene nada y se caracteriza por repartir anteojos a cambio de votos, ofrece las más impactantes transformaciones del puerto a sabiendas de que si bien mantiene la primera votación entre los concejales, pocos creen que tenga capacidad para administrar el municipio. El Podemos y el Partido Comunista no lo hacen mejor, ya que han preferido entrar en pacto con los partidos de gobierno antes que proponer y practicar la democracia. Sin consultar a nadie, los de esa izquierda antidemocrática van a apoyar a candidatos gubernamentales con la condición de que los apoyen de vuelta en algunos municipios con el pretexto de que hay que sacar a los de la derecha, o sea que según ellos la democracia avanza “izquierdizando” las instituciones o negociando “éste para ti y ese para mí”.

La demagogia funciona. La democracia es prostituida. Hay gente que se siente muy inteligente, dice estar muy al tanto de las maniobras de los de arriba y las apunta acusadoramente con su dedo crítico. Su objetivo, interés y satisfacción se reducen a recibir el baño de admiración de quienes los escuchan. Hay otros que tienen toda la crítica más completa y científica al actual estado de cosas, saben al dedillo las iniquidades del sistema, se mueven para acá y para allá clamando por todas las penas del infierno para los poderosos y ya. La crítica y la multiplicación de la conciencia de lo negativo parecen más importantes que la acción transformadora y la práctica democrática cotidiana.

Eso favorece al sistema, ya que al igual que en la universidad, donde en los primeros años la mayoría son rebeldes y luego disminuyen en segundo año para bajar en picada los últimos períodos de la carrera, en el conjunto de la sociedad está lleno de partidos y grupos críticos, periódicos críticos, páginas críticas, autores, libros, artículos, consejeros, activistas, manifiestos y un etcétera largo, que cuestionan lo habido y por haber. Lo propositivo se limita a pedir o exigir a las instituciones que cumplan algún derecho o resuelvan alguna necesidad. Las propuestas de una nueva forma de reorganizar o cambiar la sociedad quedan en eso: proyectos para el futuro, dejando para el presente la tarea exclusiva y limitada de “cambiar” a los gobernantes y autoridades.

Este texto de discusión para el diseño de una nueva propuesta municipal para Valparaíso, que centre su accionar en el cambio desde abajo, desde la cotidianeidad y las formas de vida, presenta dos elementos para el debate, por una parte el diagnóstico de la situación y luego las propuestas de organización y acción para el período. Su redacción fue elaborada mediante la participación de personas de diferentes sectores de la comunidad porteña, por lo que no se trata del pensamiento y actividades de dos o más individuos, sino que recogen también distintas inquietudes manifestadas en las más diversas asambleas, reuniones y actividades durante los nueve meses que van de agosto de 2007 a mayo de 2008. La redacción final del documento 1 fue encomendada a Jaime Yovanovic.

El documento 2 deberá ser elaborado sobre la base de las opiniones, críticas, modificaciones, incorporaciones y sugerencias que puedan hacer otras personas libremente señalando sólo su nombre, ciudad, organización que representa y dirección electrónica. Todos los aportes y críticas serán publicados en el sitio web de la candidatura independiente de Valparaíso.
También será convocada una asamblea de discusión para ir perfeccionando los contenidos analíticos y programáticos de la candidatura, para lo cual el único requisito es que los que deseen modificar o incorporar aspectos al documento 1, lo presenten por escrito dos días antes a la dirección electrónica de la candidatura independiente de Valparaíso. Y será requisito para todos los participantes leer las diferentes posturas enviadas respecto del documento 1 y publicadas en nuestro sitio web. Ello contribuirá a que el documento 2 sea mejor, más completo y más abarcador. Le invitamos a visitar los diferentes capítulos que componen este texto, bastando sólo clicar en cada uno.

ELEMENTOS DE DIAGNÓSTICO

1. América Latina
2. Situación nacional: Las fuerzas armadas, el estado chileno, la economía y el empresariado, la educación y cultura, gobierno y partidos políticos, la llamada marginalidad y las organizaciones sociales.
3. Valparaíso

ELEMENTOS DE PROPUESTA PARA VALPARAÍSO

Recomposición de la identidad porteña
Fin al proceso de “crecimiento” y modernidad que ha aumentado la cesantía local
Instalación de un modelo democrático: el municipio autónomo
Una nueva economía, energía alternativa y villas ecológicas
Interacción entre actores y factores económicos
Salud comunitaria, incluyendo alcoholismo y drogadicción.
Educación descentralizada y escuela comunitaria
Una nueva visión jurídica, tratamiento de la delincuencia y presos.
Medio ambiente. Aseo y ornato, parques y jardines.
Descentralización y ampliación municipal.

ELEMENTOS DE DIAGNÓSTICO

AMÉRICA LATINA

Es muy claro que ha crecido enormemente la insatisfacción social. La modernidad y el capitalismo globalizado no han hacho más que empeorar la situación de la población, con el agravante que hoy día la principal acción de las empresas es hacia la destrucción de la naturaleza, la depredación de los bosques, el aire y el medio ambiente, el envenenamiento de los ríos, el aniquilamiento de la biomasa en los mares y la centralización de la agricultura, arrinconando y desplazando a los campesinos en grandes masas migratorias hacia las ciudades o hacia otros países, en especial Estados Unidos y Europa. Los alimentos transgénicos sustituyen progresivamente a los naturales, la comida chatarra se impone.

Las sociedades y los estados se estremecen ante las movilizaciones y la avalancha crítica desde abajo que les obligan a ceder y hacer concesiones diversas para salvaguardar la estabilidad del capital y la ganancia a costa del empobrecimiento de la población. Los gobernantes de nuevo tipo se multiplican y los grandes empresarios junto a la oficialidad de las fuerzas armadas han debido aceptar la elección de presidentes progresistas que, al no contar con una sociedad organizada, actuante y constructiva, se han inclinado a someterse a los ritmos de la continuidad sembrando ilusiones de un cambio posible para el futuro, lo que ha favorecido la consolidación empresarial y la rearticulación de las fuerzas más conservadoras. Los partidos progresistas, al igual que el resto de los partidos, tienden a organizar a la gente y a las entidades sociales de forma vertical y autoritaria, ya que su afán es dirigir el aparato estatal desde arriba sin considerar que la autoorganización de los de abajo es condición necesaria para cualquiera transformación democrática. Ello quedó en evidencia dramática en el caso de Bolivia, donde la política de cooptación y mando centralizado del partido de Evo Morales desarmó parte importante del protagonismo democrático que venía creciendo en las localidades de manera masiva, perdiendo bases de apoyo y dejando así el terreno fértil para que el empresariado recogiera las mismas banderas de la autonomía y reagrupara parte importante de los habitantes de Santa Cruz.

Sin duda los principales avances transformadores en el continente no se están dando por arriba sino por abajo, entre la propia población, en una alianza e intercambios entre las comunidades originarias, ecologistas, barrios urbanos, localidades campesinas, organizaciones juveniles, espiritualistas, alternativos, centros culturales, experiencias autogestionarias y otras formas de organización que vienen desde la gente y no de los partidos, los que han ido cansando y frustrando a la ciudadanía. No es por otro motivo que la población votante se inclina a favorecer propuestas nuevas que vienen desde la propia organización social abandonando poco a poco la dependencia de los partidos. Y tampoco es extraño ver como crece la abstención electoral prefiriendo muchos buscar soluciones locales a sus problemas con sus propias manos antes que esperar que las instituciones respondan al requerimiento democrático del ciudadano común. El caso de Ecuador también es bastante sintomático, donde Correa triunfa con una nueva organización que desplazó a todos los partidos existentes en ese país, pero luego se separó de las bases, cuestionando a la mayoría originaria del país y distanciándose del programa participativo inicial.

SITUACIÓN NACIONAL

LAS FUERZAS ARMADAS

Estas instituciones, teórica y normativamente no deliberantes, cuentan con una estructura interna y capacidad fáctica de mando y toma de decisiones que no se concilia con la necesidad de profundizar la democracia. Nada fuera de sus declaraciones nos asegura que no volverán a hacer de jueces para aplicar severas sanciones hasta llegar al genocidio contra los chilenos, que son -teóricamente- los portadores de la soberanía popular. La tragedia de Antuco demuestra que las tropas pueden ser llevadas aún hasta su propia muerte. El asesinato de oficiales constitucionalistas fue conocido por todo el mundo. La tortura a las tropas que defendían la Constitución fue la gota que colmó el vaso afectando la sensibilidad de buena parte de los uniformados. Es claro que esas “leves” desviaciones a algunos no les preocupan, en especial a los partidarios del uso de la fuerza cuando no aguantan la presión social por mejorar las condiciones de vida, culpando a los partidos y a las ideologías por la rebelión. Por una parte se quiere que los partidos sean los puentes entre la sociedad y las instituciones y por la otra se les culpa por organizarse hacia la amenaza de las estructuras. Veremos más adelante que no hacen ni lo uno ni lo otro.
La manera de neutralizar esa actitud de las fuerzas armadas y sofocar anticipadamente esos impulsos antidemocráticos es instalando en la vida cotidiana una forma de hacer política sin partidos, que se caracterice por el pacifismo constructivo, es decir, la elaboración seria y profesional de una nueva economía y una nueva sociedad por abajo, desde la propia gente, contribuyendo al desarrollo de una conciencia democrática mediante la práctica social de ampliar su protagonismo en la cotidianeidad y en la autonomía de los barrios, comunas y regiones para ir resolviendo los problemas y necesidades con sus propias manos, generando sus propias reglas de organización y vida comunitaria. Que definitivamente se avance hacia el respeto de la soberanía popular.

Pero ese pacifismo no debe confundirse con adoctrinamiento, conciliación ni sometimiento, habiendo de dejar muy en claro que cualquiera violación del derecho a la democracia cotidiana y la autonomía social deberá ser respondido por las propias organizaciones, como los mapuche se reunían para elegir un toqui que dirigía las actividades de defensa contra las agresiones. Al pueblo lo que es del pueblo, es decir, la retomada de los principios de la soberanía popular mediante la consigna del escudo que dice claramente por la razón o la fuerza. La nueva sociedad nacerá de la razón y no de la fuerza, la que no queremos de modo ninguno, pero que tampoco nos la impongan otra vez, ni desde el exterior, sean ellas propuestas capitalistas o totalitarias, ni en el interior, sean ellas militares o civiles, de derecha, centro o izquierda. Eso debería marcar la cancha y decir claramente a las fuerzas armadas que su destino y vocación es defender la frontera y que se distancien de la verticalidad autoritaria, que comiencen a estudiar su democratización interna, que los uniformados también puedan votar y ser electos en las instituciones nacionales, que se fusionen las escuelas de oficiales con las de suboficiales y tropas, que todos los uniformados puedan llegar hasta los más altos escalafones de mando en dependencia de sus méritos profesionales y de su conciencia cívica demostrada con hechos en relación con la defensa de la soberanía popular democrática.

EL ESTADO CHILENO

Desde la ruptura de la Constitución de 1925 mediante el golpe militar de 1973, el estado se ha transformado en un ente elitista y autoritario, gobernado por acuerdos por arriba entre partidos políticos, jefes militares y grandes empresarios sin la menor consulta a la ciudadanía, salvo procesos electorales restringidos, que aún siendo obligatorios, muestran una realidad en que millones de chilenos no se inscriben ni participan. El poder ejecutivo funciona independiente de la ciudadanía, concentrando el poder administrativo nacional y nadie controla al Banco Central, la Contraloría, el Consejo de Estado ni las Fuerzas Armadas, entidades que han obtenido una independencia tal que definen y deciden su accionar según los acuerdos establecidos entre los tres factores ya anotados: partidos, grandes empresarios y altos oficiales de las fuerzas armadas. El poder legislativo es una burla, partiendo de sus limitantes derivadas de que sólo pueden ingresar a él militantes de partidos, los cuales se enfrentar fraticidamente y se quiebran cada cierto tiempo desplazándose los electos de un lado a otro o dando forma a partidos nuevos. Las pugnas se transforman en vitrina de exhibición de agrupaciones políticas y líderes que intentan ganarse desde allí la simpatía de la población. Aún se mantienen leyes militares que no preocupan a los actuales gobernantes y partidos porque permiten la concentración del poder desplazando totalmente a la soberanía popular.

El poder judicial sigue siendo hermético y de cooptación, al cual sólo pueden entrar los aprobados por los partidos o por los propios jueces, con lo que el entramado del poder centralizado se sostiene y consolida, manteniendo una distancia impresionante de los anhelos sociales, favoreciendo intereses limitados, en especial mercantiles, de la gran propiedad y la gran empresa.

Sin duda es necesario elaborar una nueva Constitución, un reordenamiento del aparato del estado que permita la expresión, participación y toma de decisiones de los diferentes segmentos económicos, sociales y territoriales del país, acabando con el centralismo de Santiago y la centralidad del poder, restaurando la soberanía popular.

Ello requiere una asamblea constituyente, ya que de otro modo seguiremos limitados a los acuerdos y pocas modificaciones que quiera hacer la alianza del bloque partidos-grandes empresarios-oficiales de las fuerzas armadas. La expresión de la democracia debe considerar también las voces y opiniones de los demás sectores nacionales desde abajo, desde la cotidianeidad, por lo que la asamblea constituyente debería ser un proceso ciudadano que avance desde los municipios eligiendo diputados constituyentes tanto de partidos como de independientes propuestos por las organizaciones sociales. Si un municipio cuenta con seis concejales, el territorio municipal debería dividirse en seis circunscripciones y en cada una de ellas participar un candidato habitante de la localidad por cada partido y los independientes que se inscriban, sin alianzas ni cifra repartidora, quedando el primer votado como diputado constituyente y los demás fungirían de suplentes por orden de votación. Los medios de información como diarios, páginas web, radios y TV deberían destinar el mismo espacio gratuito para las distintas corrientes, partidarias o independientes. Sería una forma de que hagan un esfuerzo para la consolidación de la democracia. Los votantes serían todos los habitantes de la circunscripción mayores de 14 años con la mera presentación del carnet de identidad, lo que será registrado y comparado de inmediato mediante red computacional. La votación sería secreta con urna transparente que no puede moverse del lugar y que esté a la vista de todo el público que lo desee hasta finalizar el recuento de votos, siendo dos recintos electorales por circunscripción.

Entre los diputados electos, cuya cantidad es la misma que el número total de los concejales de todo Chile, podrían establecerse las alianzas y bloques que consideren entre ellos, tales como partidos, agrupaciones de partidos, territoriales, por sector social o afinidad. Los bloques tendrían dos meses para elaborar sus propuestas de procedimiento y de normas constitucionales, ya que la prudencia indica que es un plazo suficiente para efectuar la primera asamblea constituyente, debiendo todas las votaciones dirimirse mediante el voto de simple mayoría, es decir la mitad de los asistentes más uno. Una vez efectuado el proceso y las reuniones que sean necesarias, serían presentadas a la votación nacional los tres proyectos más votados en el plazo total de cuatro meses, publicándose cada una de forma íntegra con un mes de antecedencia a la votación popular, así como de inmediato la defensa de cada propuesta y posteriormente las críticas que hace cada bloque a los otros dos proyectos.

LA ECONOMÍA Y EL EMPRESARIADO

La economía chilena se caracteriza por estar concentrada en manos de unas pocas familias, por su carácter depredador y destructor del medio ambiente, por la inestabilidad laboral, por los bajos salarios y pensiones, por la privatización de los servicios públicos y por el alto nivel de endeudamiento de la población. Ello ha llevado a una parte importante de los habitantes del país a destinar su energía al comercio ambulante y a una economía de subsistencia basada en pocos medios, aceptando cualquier empleo temporal con tal de obtener algún recurso.

Las universidades están formando una capa tecnocrática y funcional que disputa los pocos espacios que ofrece el estado y el empresariado acrecentando la insatisfacción y el empobrecimiento de una parte importante de los graduados universitarios, capas medias y sectores de la pequeña y mediana industria, comercio y artesanado, que ven el rápido enriquecimiento de una parte cada vez menor de los chilenos y el descenso acelerado del nivel de vida de la mayoría de la población.

El campo está concentrado en pocas manos, buena parte de ellas son las mismas familias empresariales, dedicado más a la exportación que a la satisfacción de las necesidades alimenticias de la población, transformando el campesinado en mano de obra temporal viviendo bajo inhumanas condiciones de subsistencia. Las cosechas ocupan parte de esta mano de obra que se amontona en villorrios y periferia de las ciudades mediante el llamado empleo de temporero.

Todo ello abre camino para plantearse nuevas formas de entender y operar los recursos económicos desde la propia marginalidad y empobrecimiento donde está siendo empujada la mayoría de la población. Ya está comenzando un proceso lento de autoorganización en algunos lugares tendiente a aprovechar los recursos humanos y naturales de los territorios donde habita la gente, en especial zonas periféricas de las ciudades, tales como la operación de huertas comunitarias, emprendimientos autogestionarios, artesanato colectivo, comprando juntos, ferias del trueque, tomas de terrenos, autoconstrucción, uso de greda, confección de pan y otros productos caseros, etc. que demuestran que es posible emprender iniciativas familiares, barriales y locales de subsistencia que pueden resolver necesidades mediante el cambio de unos con otros, lo que abre camino a las primeras redes de economía alternativa que articulan productores comunitarios y consumidores comunitarios. La expansión de estas iniciativas y redes, su mejor preparación y capacitación, su salida de la invisibilidad, el intercambio más acentuado, la incorporación de más gente y otros indicadores muestran que además de ser posible es un referente para muchos otros más.

Esas redes alternativas deberían intercambiar con las formas capitalistas, mercantiles y estatales de la economía, con las cuales tendrán que coexistir para evitar su aislamiento y aniquilamiento, pero a condición de que la dinámica interna de sus componentes sea comunitaria, asamblearia, horizontal, participativa y democrática. En especial deberían apoyar a los trabajadores del campo en la búsqueda de una nueva reforma agraria que redistribuya la tierra conformando agrupaciones comunitarias de campesinos que compartan la propiedad de la tierra, el trabajo mancomunado, la distribución equitativa y el consumo conjunto, pudiendo intercambiar directamente sus productos con las redes de economía alternativa, al igual que los pescadores artesanales y diferentes formas de artesanato y economía familiar.

LA EDUCACIÓN Y CULTURA

Siendo uno de los temas más discutidos en los últimos años, lejos está aún la salida, ya que el estado solamente ha lanzado voladores de luces y creado comisiones que mantienen lo que está ahí: una mala educación, comercialización, privatización, profesores mal pagados, bajos índices de aprobación, elitismo, preferencia a la educación privada y pagada, universidades en crisis, conflictos en la educación primaria y secundaria, herencias del militarismo, en fin una educación para el éxito y la selección de los mejores que tendrán mayores oportunidades, mientras la parte baja y ancha de la pirámide educacional se agranda más y más.

Tanto la educación privada, como la estatal y la municipal pecan de ser altamente defectuosas generando una formación acrítica y dirigida al mercado y al consumismo, totalmente distante de la vida cotidiana y de las formas de vida comunitaria. Los estudiantes son puestos fuera de su hábitat para recibir una preparación intelectual racionalista que no los prepara con valores ciudadanos y democráticos, sino meramente egoístas y competitivos.

Tendrá que ser la comunidad la que asuma en sus manos la formación de sus hijos mediante escuelas comunitarias y barriales que ya comienzan a despuntar en algunas escuelas alternativas de diferentes regiones del país, tal vez apuntando a una escuela libre y autónoma financiada por los propios vecinos a un costo a negociar con profesores bien dispuestos que preparen a los jóvenes con la visión de mundo de sus padres y vecindad y les entreguen también los elementos necesarios para dar las pruebas oficiales, dejando de trasmitir la historia falsificada y el conocimiento abstracto que entregan los centros educacionales tradicionales, pero cumpliendo con los requisitos que exige el ministerio de educación para aprobar los exámenes pertinentes. Habrá que estudiar aún la legislación y experiencias al respecto, pero la tendencia ya está instalada.

La cultura se trata de forma comercial y meramente de exhibición, evitándose la participación popular, quedando la gente como meros espectadores y consumidores de cultura espectáculo. Pero eso está siendo quebrado por decenas de grupos, centros culturales y artistas que procuran ampliar su trabajo hacia las comunidades compartiendo allí la creación y la acción conjunta.

GOBIERNO Y PARTIDOS POLÍTICOS

En Chile se vive una partidocracia vinculada al gran empresario y a la oficialidad de las fuerzas armadas. Los gobiernos se circunscriben al legalismo, a la verticalidad y el autoritarismo sin consultar las medidas antipopulares que imponen esperando que el cansancio agote y calme las insatisfacciones acostumbrando al ciudadano a bajar la cabeza y enrielarse reincorporándose al ganado social domesticado, como ocurrió con el Transantiago, que puso en pie de rebeldía a miles de santiaguinos que poco a poco fueron acondicionándose a las nuevas medidas que cercenaron y dividieron la capital en sectores de donde se hace difícil salir y pasear como antes. Antes una persona viajaba de un barrio a otro, ahora debe llegar al centro y de ahí tomar otra locomoción. Antes una persona calculaba su horario para ir al trabajo, ahora debe levantarse una hora antes. Antes llegaba a casa a una hora, hoy llega una hora más tarde.

Ese ejemplo demuestra como funciona el gobierno en los demás campos. El gran empresariado tiene las manos libres, como en Mehuín, donde el ducto de la papelera quieren llevarlo hasta el mar y la población se levantó organizando la defensa del territorio y la limpieza del agua donde sobreviven los pescadores artesanales, pero los empresarios pagaron a algunos pescadores y dividieron a la población avanzando en la domesticación con la zanahoria y el palo, ya que están protegidos por las fuerzas represivas del gobierno.

Los partidos están sumamente desprestigiados y las encuestas los colocan en lugares muy bajos de la confianza de la población, como la encuesta de la ONU hace pocos días donde se muestra que sólo un 6% confía en ellos y el 91% confía poco o nada. Eso genera un vacío muy grande, ya que la participación y la acción democrática normalmente se ha entendido que se hacen a través de ellos, lo que explica la enorme cantidad de no inscritos en los registros electorales y de la abstención junto a los votos nulos y blancos, que sumados se aproximan a la mitad de los que tienen edad de votar.
Sabido es que muchos votan por falta de alternativas o por escoger el mal menor y algunos tal vez por el temor a sanciones. Algunos lo hacen para mantener su situación de privilegio y otros con la esperanza de algún cambio, como el irrisorio porcentaje que vota a la izquierda. En definitiva la encuesta sólo vino a corroborar lo que es vox populis, y recordamos que vox populis vox deus, osea, los partidos están sentenciados.

Ello ha llevado a una fuerte discusión tras bambalinas entre los propios partidos y el gobierno, llegándose a situaciones tan contradictorias como que sectores de derecha se alían al gobierno, otros conversan con la izquierda, sectores abandonan sus tiendas partidarias, otros negocian candidatos, que quieren que todos voten, que sea voluntario, que sea obligatorio, la UDI teme el voto juvenil, como que los jóvenes estuvieran interesados en el tema, sin encontrar aún el acuerdo que haga salir humo blanco. Como el Partido Comunista ha negociado con los partidos de gobierno para ganar juntos contra la derecha en 50 municipios, sus electores se supone que deberían votar por los partidos oficialistas, lo que hace la boca agua a algunos demócratas cristianos y tiene saltando de alegría a algunos socialistas y PPD, partido este último que insiste en transformarse en el principal aliado del PC llevando a su superstar dirigente burócrata de los subcontratados del cobre a su congreso interno aplaudiéndolo a rabiar mientras el camarada Cuevas levantaba el puño hacia lo alto.

Todos estos componentes y muchos más de la crisis general de los partidos han preparado las condiciones para levantar en los municipios candidaturas independientes alternativas que expresen directamente la voluntad popular, esta vez sin intermediarios ni grupos partidarios que negocien a espaldas de la gente, en un camino progresivo hacia la conformación de un instrumento político de la ciudadanía, un instrumento que exprese dentro de las instituciones las formas de organización autónoma de una nueva sociedad que se construye desde fuera de ellas y que no representa a dirigentes, intelectuales ni grupos en disputa por el poder.

LA LLAMADA MARGINALIDAD Y LAS ORGANIZACIONES SOCIALES

En la periferia social llamada normalmente marginalidad, pueblo pobre, etc. está el presente y el futuro de la reorganización autogestionaria de la economía en redes que interactúen con las redes mercantiles del capitalismo y del estado, así como de las formas democráticas de los municipios autónomos. La propaganda institucional intenta permanentemente levantar aún más los muros entre las capas medias y estos sectores, en especial mostrando todos los días de forma machacante que es allí donde la represión persigue delincuentes, militantes, narcotraficantes, combatientes, violadores, etc, trasmitiendo una imagen falsa de esa realidad, separando aún más a la ciudadanía en categorías sociales o aún psicológicas. En los barrios se esconden los malos y hay que golpearlos, mientras que los crímenes de corrupción y estafas en las alturas institucionales esconden miles de detalles para evitar confirmar la convicción de que los peores delincuentes y criminales se encuentran en el estado y las instituciones. Mientras arriba se roban millones, quien se apodera de una gallina para alimentar a la familia merece las penas del infierno, la hoguera y la estigmatización. El pobre es tratado de delincuente, el rico de corrupto o estafador.

Sin embargo la organización de comités autónomos para la salud, la educación, la cultura, la autogestión y otras formas asamblearias de vincularse entre vecinos permite a sectores de capas medias empobrecidos, frustrados e insatisfechos identificarse con las formas asamblearias democráticas de la autoorganización en los sectores marginados. La alianza entre estos dos sectores basada en el humanismo, el respeto, la democracia y la participación, podrá contribuir enormemente a la expansión del sentimiento de búsqueda de otras formas de vida y la creación de instrumentos conceptuales y prácticos para erigir los municipios autónomos.

Las organizaciones sociales chilenas en general son bastante institucionales y legalistas, es decir la mayoría de sus dirigentes y las formas poco democráticas de decidir internamente siguen el modelo vertical autoritario impuesto por el estado, los gobiernos y los partidos, como las juntas de vecinos, sindicatos y aún las llamadas redes transversales constituidas centralizadamente por sectores de la izquierda tradicional.

Pero, de forma lenta, constante y segura, se abre camino y avanza la convicción de que la autoorganización por abajo y la participación de forma horizontal de muchos que buscan solución a sus necesidades, es una fórmula que asegura respuestas basadas en sus propias manos, capacidades e iniciativas. Los encuentros, agrupaciones y colectivos que desarrollan actividades autogestionarias, centros culturales, escuelas populares, comprando juntos, comités autónomos de salud, medicina alternativa y natural, bibliotecas populares y muchos más, se extienden por todo el territorio del país. No hay barrio de cada ciudad que no cuente con uno, dos o más espacios de encuentro que buscan desarrollar nuevas formas de vida, cultura y economía alternativa. Poco a poco esas experiencias van saliendo de la invisibilidad e interactuando con otras similares rescatando elementos identitarios y comunes que configuran una acción comunitaria, diferentes de las viejas organizaciones tradicionales y aún de los llamados movimientos sociales, que se caracterizan por moverse tras una reivindicación y exigencia al estado sin constituirse en nuevas formas de vida, sino reproduciendo todas las anteriores, por lo que es muy poca su contribución a la configuración de una nueva democracia.

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