martes 7 de abril de 2009
ARBORICIDIO Y REBOSQUIZACIÓN
por Flavio Dalostto
¡Cuántas Europas!
Hace más de 40 años, la famosa Enciclopedia Estudiantil, cuyos fascículos todavía giran en las viejas bibliotecas o en los negocios de canje de revistas, ponía su énfasis en la Amazonia, nos alentaba en acabar con la Selva. Decía algo como “¡Cuántas Europas entrarían, si se talaran allí los bosques y se diera paso a la agricultura intensiva!” La misma Enciclopedia de la que se alimentaron nuestros Padres y Abuelos, también hacía Campaña contra los Pantanos. ¡Quién diría que esas Ideas-Fuerzas vigentes e incuestionadas por esa época, justificaría y alentaría los Ecocidios más grandes de todos los Tiempos, poniendo a la Humanidad al borde de su extinción, apenas ingresados al Siglo 21.
Hoy, con el mismo énfasis con que se alentaron desmontes y desecaciones; la mayoría de las publicaciones y enciclopedias defienden la integridad del Bosque y la protección de los “Humedales”, eufemismo moderno para calificar al Antiguo Nefasto Pantano. Nuevas Ideas-Fuerzas suceden a aquellas; más las consecuencias nefastas de las precedentes siguen y seguirán golpeando las fronteras de Nuestra Supervivencia, y desmoronando las Barrancas que nuestra Enorme Estupidez creyó consolidadas. Pero, aunque ya nadie popularmente avala las masacres bosquicidas en términos etéreos, nuestra cotidianidad sigue marcada por aquellas prácticas suicidas.
Ojos de Agua y Viviendas Antisísmicas.
En la Ciudad de Santa Fe, donde vivo, existen lo que se llama “Ojos de Agua”. Son lagunas del tamaño de 1 hectárea o menos, de forma redonda, muy útiles en el Campo como abrevadero de los animales. Tienen una conexión con las Aguas Subterráneas. Como he dicho, los “Ojos de Agua”, también están dentro del casco urbano, sobre todo en el Norte y Oeste de la Ciudad, las zonas más pobres. Muchas veces estas lagunillas, en cuyo alrededor proliferan viviendas precarias o rancheríos, son el depósito de basura, con lo que se forma un foco de contaminación para la vida humana y animal. Para la construcción de Planes de Viviendas Populares, desde hace unos años, el Estado y ciertos gremios han adquirido predios baratos, justamente donde se encuentran los Ojos de Agua. Los han rellenado de basura, aplanándolos, y sobre éstos se han construido las viviendas. Las consecuencias son rajaduras en las paredes, que crean inseguridad, pérdidas de agua y desvalorización de las construcciones. Junto al Hospital Sayago hay un Plan donde sucedió esto. Muchos tratan de vender y huir.
Para subsanar esto, desde hace algunos años, se realizan Planes de Viviendas Antisísmicos. Dirán ustedes, ¿Para qué? Si estamos a miles de kilómetros del volcán más cercano. Es para no hacerles Cimientos a las viviendas. Las Antisísmicas se edifican sobre una Plataforma de Cemento Única surcada interiormente con hierros. Así, cuando el Suelo mal consolidado, con los años, ceda, la Casa se inclinará para un lado u otro; pero, se piensa, no se rajará. Han cegado al Ojo de Agua que yace debajo, y creen haberlo vencido. No. El Ojo de Agua está abajo, incomunicado, aprisionado, ¿furioso?
¿Dónde vivían, antes, los Aedes?
Ahora está de moda el Dengue, como antes lo estuvo la Malaria, con la proliferación del famoso Aedes “el Egipcio”, mosquito caracterizado por tener unas rayitas blancas, y que transmite esas enfermedades y otras. Lo que uno no entiende, a primeros datos, es ¿Por qué el fulanito alado se cría en Agua Limpia, en tachos, baldes, llantas y cualquier cosa que tenga un hueco con agua al aire libre? ¿Por qué no en las Charcas? ¿Es que el Mosquito es una adaptación al Agua Potable? ¿Surgió hace poco? ¿Se urbanizó? ¿Dónde estaba antes, que surgieran las ciudades? Entonces, uno se entera: el Mosquito siempre estuvo en el Mundo. No es una mutación. ¿De dónde sacaba el Agua Potable para vivir, antes? Muy simple. El Señor Egipcio y otros “Aedes” se reproducían en los huecos de los árboles, llenos de Agua Limpia de la Lluvia. Eran arborícolas. Al destruir los bosques donde vivían los “Aedes”, para explotar la madera o más recientemente para inundar con los Mares de Soja, el fulanito alado colonizó las ciudades, buscando “Agua Limpia”. Se destruyeron los hogares arbóreos naturales del insecto, y éste, lógicamente, buscó sobrevivir.
Fumigar para Envenenarnos más.
La primera lógica que se les viene a los Estados irresponsables que permitieron la desaparición de los bosques, es la solución “rápida”: el Fumigueo, la Fumigación. Y la fumigación es siempre Veneno. Más Veneno. La Fumigación de los Campos de Soja y la Fumigación de las “Aguas Limpias”. Más veneno. Lógicamente, todo este veneno mata a los renacuajos (Sapitos con Cola, decimos en Argentia), a las voraces ninfas de Libélulas (Aguaciles, decimos en Argentia) y otros enemigos naturales de los Mosquitos; con lo cual por tapar el Desastre hecho, con una medida desprolija, mal planeada y pésimamente focalizada, terminamos alentando la reproducción de más Mosquitos, y la sobrevivencia de Cepas más resistentes. En Santa Fe, por ejemplo, cuando yo era chico, no había Mosquitos en Invierno, o no abundaban. Hoy, el Invierno Santafesino suele estar surcado por ellos. Se han vuelto resistentes a las bajas temperaturas; mientras los Sapos, las Ranas escacean y los Aguaciles merman. La Fumigación de por sí es mala, y si mal dirigida peor. No acabarán con el Egipcio. Están perdiendo el tiempo. Algo parecido sucedió con los Alacranes. Cuando yo era niño era algo muy raro en la geografía urbana santafesina. Hoy son contadas las casas donde la gente no ha encontrado una pareja alguna vez. Eran habitantes de la madera de los bosques. Hoy, sin bosques, se han venido a vivir a la Ciudad. Escombros, Alcantarillas y Depósitos Cloacales, son su casa, donde devoran las Cucharachas que viven con ellos. La misma Cucharacha en su origen es un animal del Bosque; pero la Mugre de la Ciudad le ofreció nuevo alojamiento y comida abundante.
Se ha dicho que la expansión mundial del Virus del Ébola, descubierto en 1976, coincidió con la destruccion de grandes masas boscosas en el Congo Africano. Las selvas lo guardaban de nosotros. La ambición de algunos hombres, le quitó su hogar, y se expandió.
El Río Salado y Saint Exupery.
Aquí en la Ciudad de Santa Fe y otras localidades cercanas, en el año 2003 el Río Salado se salió de Madre, e inundó el 40% de la Ciudad. Se salió o recuperó lo suyo. Vino a buscar lo que le habían arrebatado por décadas; construyendo irresponsablemente barrios en los costados del Río. La gente decía “Terreno ganado al Río”. Al Río no se le puede ganar. Tenía millones de años de experiencia cuando nosotros aprendíamos a caminar en dos pies. A eso se le sumó, la gran deforestación de las riberas de ese mismo Río, en 4 provincias de su recorrido. Cuando el río se paró sobre sus patas, nadie lo detuvo, y corrió como loco, envolviéndonos a todos. Yo tuve suerte. El Río me visitó hasta las rodillas. Tomé mate con él, durante 5 mañanas, mientras leía con los pies en el agua fría, el Libro “Ciudadela”, la obra póstuma de Saint Exupery. Después de unos días, el Río Salado se aburrió de nuestros diálogos y se fue a su cama. Otros, no tuvieron tanta fortuna. Murieron y a buena parte de la Ciudad les tapó los techos. Mataron el Bosque y quisieron asaltar al Río. El Río ganó y nosotros perdimos.
La Vinchuca necesita Indios Fijos.
Una vez escuché a un indio mocoví decir que los aborígenes chaqueños, en la antigüedad no tenían mayores problemas con la Vinchuca transmisora de la Enfermedad de Chagas. Parece que los indios, que se desplazaban continuamente en busca de Caza, Pesca o Algarrobas, nunca se quedaban en un lugar el tiempo suficiente para que anidara la Vinchuca; y de esta manera, el Chagas no era una “epidemia” como hoy. Cuando, tras la “pacificación del Chaco”, comenzaron a talarse los bosques para sembrar algodón y se les prohibió a los indios, nomadear, y se los obligó a quedarse en un sitio fijo, empezó gravemente el problema de la Vinchuca.
En Argentina el 10% de la población tiene Chagas, Hay provincias del Norte Argentino donde la mitad de la población es Chagásica, y en Formosa 7 de cada 10 aborígenes está infectado.
Rebosquizar.
Si nos ponemos a analizar, la mayoría de nuestros problemas ambientales y epidemiológicos tiene su raíz en las raíces muertas de los Bosques masacrados; o la imposición de fijar un lugar de residencia a los Pueblos Indios nómades. Las Selvas eran el cobijo de un Montón de seres, que al destruirse su Hogar, buscaron refugio peligrosamente en otros Ambientes.
La Solución Real no pasa por la Fumigación, que solo agrega más Veneno y destruye a los enemigos naturales del Mosquito; sino por la Rebosquización del Continente Americano y del Mundo. hay que restaurar los Bosques Naturales. Pero, Ojo, Rebosquización no es Reforestación. No se trata de sembrar largas hileras de Pinos, perfectamente geométricos, sin Vida Animal entremedio, para hacer más fácil su posterior explotación maderera. Solo hay que abrirle camino al Bosque hermoso y desprolijo. Él se encargará de lo demás.
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