Las contribuciones de la Mancomunal del Pensamiento Crítico.

08.Abr.09    Análisis y Noticias

Las contribuciones de la Mancomunal del Pensamiento Crítico.

NOTA PREVIA.

Puede ver la declaración inaugural de la Mancomunal del Pensamiento Crítico en http://clajadep.lahaine.org
Esta declaración fue emitida en Santiago, abril de 2009 y su Comité de Iniciativa está formado por:
Silvia Aguilera, editora; Patricio Cid, médico cirujano; María Eugenia Domínguez, periodista; Claudia Drago, profesora; Claudio Duarte, sociólogo; Mario Garcés, historiador; Jorge Gonzalorena, sociólogo; Sergio Grez, historiador; Carlos Molina, médico cirujano; Manuel Ossa, teólogo; Manuel
Rubio, profesor; Gabriel Salazar, historiador; Ángel Saldomando, economista y cientista político; Carlos Sandoval, historiador; María Emilia Tijoux, socióloga; Miguel Urrutia, sociólogo y profesor de Historia.
Correo electrónico: mancomunal@gmail.com

INTRODUCCIÓN. LOS CINCO RASGOS MÁS DESTACADOS

Este documento contiene muchos y distintos aspectos que serán instigantes para el debate y para invitar a otros profesionales a sumar filas junto a ellos, lo que apoyamos resueltamente desde la trinchera en que militamos desde ya hace varios años y donde seguiremos militando. Sin embargo hemos seleccionado solamente los siguientes cinco aspectos debido a que decantan y perfilan el accionar de la mancomunal separando aguas de las prácticas tradicionales de llevar la luz desde el intelectual colectivo a las masas ignorantes. Ello es un notable paso de un sector serio del campo intelectual chileno y será de fuerte influencia, en especial para aquellos destacamentos poseedores de la verdad científica, la estrategia correcta y el futuro en sus bolas de cristal.

En primer lugar se refieren a la necesaria reanimación cultural y política del movimiento popular, que no vendrá de fuera, sino de la propia auto-educación popular.

En segundo lugar se refieren a la ayuda a esa auto-educación, ayuda desinteresada de un nuevo tipo de “chispa intelectual”.

En tercer lugar se trata de una chispa que no brille por arriba, sino que ilumine por dentro de la base social.

En cuarto lugar que esa chispa debe articularse del mismo modo en que lo está haciendo esa base social.

En quinto lugar que la base social se está articulando por autogestión y mutualidad.

PARTE PRIMERA. LA AUTO-EDUCACIÓN POPULAR

Simplemente me saco el sombrero, más que por el enunciado y la potencia que contiene, es por la audacia de que hace gala esta parte del documento en medio del debate sobre educación en que la revolución pingüina fue absolutamente relativizada por el estado, el gobierno, la prensa, agrupaciones de profesores y los partidos, que la pusieron como una ínfima parte de los factores que determinaron la necesidad de modificar la ley de educación para que nada cambiara, o, peor aún, estimula con más fuerza la mercantilización y el autoritarismo, en medio de una campaña electoral en que la disputa de los votos conservadores está a la orden del día.

La mayor parte de la escuálida izquierda chilena ha intentado, y sigue haciéndolo, centrar el debate entre educación pública y educación privada, huyendo apavoridos de la posibilidad de la auto-educación popular, que no sólo podría evitar la manipulación mercantil, sino, lo que parece una herejía, se autonomiza de la red estatal, con lo que se acabaría también la posibilidad de “concientizar”, o sea, el lavado cerebral bueno en contra del lavado malo.

Ello pone también en cuestión las alternativas levantadas desde varias organizaciones y colectivos como la surda y sus derivaciones, en especial los autodenominados “autonomistas” que hacen de Paulo Freire y su metodología de “pasar” conciencia liberadora una excelente arma para insuflar la ideología predeterminada de los introyectores. En todo el país se instalaron colectivos Paulo Freire dirigidos con finalidades de inocular el saber desde fuentes externas al campo social y para luego reclutar y organizar a otras personas en torno a la afinidad ideológica alcanzada.

Todo ello es ahora puesto en cuestión, ya que la auto-educación implica no sólo captar la información existente, sino crearla. Implica no sólo acceder al saber que puede ser traído por otros, sino desarrollar la propia mirada sobre el mundo, lo que implica otra subjetividad y la posibilidad de diversas cosmovisiones según las localidades o barrios, ya que la homogenización del saber se contradice con la producción de saberes sociales.

Como conclusión, la reanimación cultural y política es obra del propio movimiento popular autónomo y nosotros agregamos que se trata de sujetos sociales localizados y con sistemas de relaciones internas de nuevo tipo, no bastando las dinámicas reivindicativas, sindicales y similares.

PARTE SEGUNDA. LA “CHISPA INTELECTUAL”

Hermoso concepto presentado en este documento que hace referencia a que no se trata de un fuego, sino del inicio del fuego que se extiende por la pradera, refiriéndose al viejo Mao y también hace referencia al periódico Iskra fundado y dirigido por otro viejo, Lenin. Sólo que el Iskra tenía como función principal ser la columna vertebral de la organización bolchevique, lo que está muy lejos de la intención manifiesta de los autores del texto que comentamos.

En este caso el apoyo de la mancomunal se refiere a un desinterés, o sea, no hay segundas intenciones fuera de contribuir a atizar las brasas, estar presentes calentándose también, enriqueciéndose de aquel calor, aprendiendo junto a la auto-educación popular, recogiendo de allí, como en “La guerre du feu”, la chispa que brota y se acuna diligentemente para que pueda también acalentar otros lares. Es como ponerse al servicio de la producción de los saberes populares, tomarlos y con ellos dar la batalla en los frentes teórico e ideológico donde se mueven como pez en el agua: la academia, la prensa, el debate abierto, publicaciones, etc. portando la voz de los de abajo como abejas que trasladan el polen de una flor a otra. He ahí la hermosura del concepto.

PARTE TERCERA. LA CHISPA NO BRILLA ARRIBA, SINO EN LA BASE SOCIAL

Aquí la mancomunal sienta cátedra y da vuelta la mesa, distanciándose radicalmente de la práctica de las mentes iluminadas, los intelectuales colectivos que captan el saber científico y al mismo tiempo dirigen al resto, igual que los sacerdotes egipcios o las iglesias de la Edad Media. La mancomunal consigue ver y nos ayuda a mirar a los bandidos de la Edad Media, llamados así porque parecían bandas o bandadas saliendo de los bosques, de las montañas o de los mares para expropiar a los poderosos, distribuir el producto y regresar a sus hogares donde la tierra y el alimento era de todos. Allí se vivían los valores de la comunidad, el afecto, la cooperación y el apoyo mutuo. Eran otros los saberes y las visiones de mundo, que rescataban el instinto gregario del ser comunitario y proyectaban hacia adelante los saberes aprendidos en la escuela de la vida.

Asimismo en las periferias de las ciudades, en las comunidades originarias, campesinas y de pescadores artesanales está la base de los saberes populares, la chispa intelectual, esto es la subjetividad sistematizada en conceptos y formas de interpretar el mundo, la cosmovisión, los destinos, los caminos, etc.

Ello lleva por lógica a poner en duda la validez de los paradigmas y prepararnos para el surgimiento de otros nacidos en el mundo de la vida.

PARTE CUARTA. ARTICULACIÓN DE LA CHISPA IGUAL QUE LA BASE

Articular significa las formas de organización e interacción de los componentes, y si la chispa intelectual es esa luz que brilla en y desde las formas de organización y dinámica social, está de Perogrullo que debe funcionar de la misma manera, teniendo en cuenta que es la expresión o manifestación cultural de las formas de vida, como los mitos de las comunidades originarias, formas poéticas de describir el mundo y su vida.

Así podemos hablar de autoconciencia del ser y estar en el mundo, la producción de subjetividad de sujetos determinados. De otro modo el universo de las ideas correspondería a otras bases o miradas, como las filosofias de la vida, las metodologías de interpretación europeas, los paradigmas, los dogmas de la fe, etc. Y el poder necesita que exista la subordinación al saber elitista, que la lógica de los conceptos, metodologías e interpretaciones se corresponda con las formas de vida individualista del modelo occidental y cristiano. Sólo así se reproduce.

Además no es la propuesta teórica ninguna guía para la acción para alcanzar objetivos abstractos, sino una expresión de las maneras de estructurarse y luchar desde la base.

Por otra parte esta visión implica un golpe al determinismo, pues ya no se trata de ver al mundo de manera objetiva, sino desde el punto de vista de las diferentes subjetividades y perderán el tiempo los que realicen estudios para encontrar la verdad por fuera de la subjetividad. Y eso es fundamental para entender una práctica liberadora desde la autonomía, pues en la antigüedad el determinismo divino decía sobre nuestro destino. Dios lo quiere, y a bajar la testa con la promesa del cielo. Luego en la edad moderna devino el determinismo científico por algunos autores, donde la voluntad divina es sustituida por la “objetividad científica”. Es objetivo, compadre. Y a bajar la testa ante la omnipresencia de aquella nueva divinidad, la racionalidad científica que nos compensa con la imagen futurista de la utopía, es decir, el cielo bajado a la tierra por el cura Tomás Moro.

PARTE QUINTA. LA BASE SOCIAL: AUTOGESTIÓN Y MANCOMUNIDAD

La autogestión remite no sólo a la producción independiente de alimentos y artesanías por parte de la población de un barrio o localidad, sino también de energía alternativa, salud comunitaria, la auto-educación que ya se habló y en general la producción y gestión de las formas de vida y satisfacción de necesidades, lo que suena bastante realista, ya que no hay barrio de Santiago, cerro de Valparaíso y periferia de las demás ciudades donde no exista una, dos o más experiencias de autoorganización social que poco a poco se utilizan de la autogestión y de las formas de vida comunitaria.

Importante sería que las organizaciones sociales diversas puedan entender esta dinámica y concentrar esfuerzos en las formas de comunicación, intercambio y acción conjunta de los vecinos inmediatos en torno a soluciones de los múltiples problemas que aquejan a las personas y cuyas respuestas el sistema las canaliza por vía individual.

Por ahora basten estas reflexiones para estimular otras.

Abrazos
Profesor J